sábado, 27 de febrero de 2010

¿QUIÉN INFORMA A MÉXICO?

Carmen Aristegui F.
26 Feb. 10
Fue penoso ver cómo Felipe Calderón respondía en conferencia de prensa a la pregunta de la colega Gloria Hernández de Noticias MVS, sobre los señalamientos acerca de una presunta protección al Cártel de Sinaloa y a su líder más famoso, El Chapo Guzmán. Para enfrentar el cuestionamiento -que recuperaba lo dicho días atrás por el diputado panista Manuel Clouthier, quien acusó al gobierno federal de no haber tocado siquiera a esa organización criminal, además de convalidar la existencia de una narcopolítica en Sinaloa, además de otros señalamientos hechos por otros en el mismo sentido- Calderón se defendió con una lista deshilachada de algunos de los nombres que le vinieron, al vuelo, a la memoria sobre las detenciones relacionadas con el Cártel de Sinaloa, como muestras de que se “ha atacado indiscriminadamente a todos los grupos criminales en México…” y de que no protege, ni escuda, ni tolera a ningún grupo criminal del país. Ni a El Chapo ni a ningún otro. Al primero que recordó fue al Teo, tal vez gracias a la machacona campaña de las autoridades federales en radio y televisión que lo menciona a cada momento cuando se presume de su detención y de que era el jefe del “pozolero, quien disolvía los cadáveres en tambos de ácido por exigencia de su patrón”. En lugar de una respuesta técnica, amplia y clarificadora, que resulta ya urgente frente al festín de sangre, violencia y descomposición que estamos presenciando -que tiene ya en su haber a cerca de 17 mil muertos y amplios espacios del territorio nacional en donde el Estado no puede ni siquiera asomar la nariz- lo que oímos, en voz presidencial, fue una respuesta airada, pobrísima y altamente preocupante. A una pregunta tan específica, Calderón no pudo formular una respuesta convincente. No tuvo a la mano los datos precisos, el diagnóstico contundente o las cifras reveladoras de que lo que estaba diciendo correspondía a la verdad. Todo se le fue en tratar de repetir los nombres y apodos -que, ya se ve, le gusta memorizar- de los presuntos delincuentes que se han hecho famosos a punta de costosas y cuestionables campañas mediáticas. El Teo, el Muletas, el Tocino, el Jabalí, etcétera. ¿Ése es el ínfimo nivel de información que merece la sociedad mexicana sobre un asunto de este tamaño? Para convencer y atajar realmente la suspicacia que se ha instalado en una parte importante de la población sobre la presunta protección al Cártel de Sinaloa y, en particular, a El Chapo Guzmán, el gobierno federal podría contestar algunas interrogantes. Digamos, como ejemplo, las siguientes:
* ¿Por qué si ha habido decenas de miles de detenidos en este sexenio relacionados con la delincuencia organizada, sólo alrededor de un millar corresponden a gente relacionada con el llamado Cártel de Sinaloa?
* ¿De dónde saca el gobierno mexicano que se requieren 100 mil hombres para detener a El Chapo Guzmán, tal y como lo afirmó una “fuente oficial” a The Economist en la Gran Bretaña, en enero pasado?
* ¿Por qué mientras en Colombia se da a conocer un operativo con detenciones relevantes relacionadas con El Chapo Guzmán producto de la investigación más importante de la década, según sus autoridades, en México las nuestras literalmente ignoraron el acontecimiento?
* ¿Por qué la PGR extiende una carta de expediente limpio al aspirante a la gubernatura de Sinaloa Mario López, MaLoVa, y deja abierta la duda sobre su contrincante Jesús Vizcarra? ¿Qué tipo de diagnóstico tiene sobre crimen y política en esa entidad?
La delincuencia organizada es una estructura que está hecha no sólo de sicarios, matones y cabecillas como los que nos muestran cada día. Cuenta con elementos que, desde el ámbito gubernamental, la toleran y protegen o directamente forman parte de ella (Clouthier dixit); estructuras empresariales que hacen circular, ampliar y lavar esos ingresos; miembros de la sociedad vinculados a estas organizaciones que se desenvuelven con naturalidad en los circuitos sociales de nuestro país. ¿Está en condiciones el gobierno mexicano de ofrecer a la sociedad la radiografía amplia, detallada y precisa que sobre el problema este país merece?

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