martes, 23 de febrero de 2010

EDUARDO GALEANO

Utopia
Ella esta en el horizonte me acerco dos pasos ella se aleja dos pasos
camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos mas alla
Por mucho que yo camine nunca la alcanzare
y entonces...
para que sirve la utopia ?
para eso sirve:

para caminar

ESTE MIÉRCOLES 24 DE FEBRERO, DÍA DE LA BANDERA, A LAS 7PM

EN

Curso-Taller de Historia impartido por Carlos Manuel Valdez
El tema del mes de febrero es UTOPÍA.
Esquema de la charla:
1. Conceptos: utopía, milenarismo, mesianismo y sus variaciones.
2. Reacciones teóricas: Karl Marx, Karl Mannheim y otros.
3. La utopía como fracaso. La utopía como movimiento recurrente.
4. La Antigüedad: del Jardín de las Delicias a la violencia.
5. Un texto referencial: Hechos de los Apóstoles.
6. Algunas utopías medievales.
7. Tomás Moro y su Isla de Utopía. Tomas Müntzer.
8. Repercusiones americanas: Los jesuitas paraguayos. Los cuáqueros.
9. Antonio Conselheiro o el fracaso de la libertad.
10. La influencia del Apocalipsis: del terror del año mil a los milenios.
11. Los nuevos movimientos milenaristas en los Estados Unidos: ¿utopía o enajenación?

CINISMO POLÍTICO Y GRNDEZA CIUDADANA

Javier Sicilia
PROCESO
MÉXICO, D.F., 23 de febrero.- Es 12 de febrero. El canal televisivo Milenio muestra una imagen de la visita que, después de sus desacertadas declaraciones en Tokio, Calderón hizo a Ciudad Juárez para pedir perdón a los padres de familia de los muchachos asesinados y hablar de un replanteamiento de su política de guerra contra el narcotráfico. Afuera del Centro de Convenciones, donde se realiza la reunión, una multitud ciudadana, contenida a golpes de tolete, grita indignada. Gómez Mont, por órdenes del presidente, sale del Centro de Convenciones para hablar con ella. Entre los gritos de “¡Asesino, asesino!”, el secretario de Gobernación, siguiendo el viejo adagio priista de que la política “es el arte de tragar mierda sin hacer gestos”, permanece impávido. Habla con uno, con otro. Pero la multitud continúa coreando el mismo grito que concentra su indignación.
Desesperado, rodeado, al igual que los narcos, de “guaruras”, Gómez Mont se dirige a su camioneta. Repentinamente, una voz femenina – continuación de la de una madre de dos hijos asesinados que, dentro del Centro de Convenciones, acercándose al presidente, le espetó que no le estrechaba la mano ni le daba la bienvenida–, grita: “¡Si no puedes, renuncia!”. En ese momento, el secretario –como un signo ominoso y contradictorio de las campañas gubernamentales contra la obesidad– pierde, por fin, la compostura y se vuelve en busca de aquella voz. Si la palabra “asesino” no lo toca –Gómez Mont no conoce los pecados de omisión–, la exigencia de su renuncia, que quizá le recuerde que un día antes, por motivos oscuros, renunció a su militancia panista, lo descompone. La mierda, con la que en su carrera política se ha alimentado, comienza a provocarle agruras. Impotente, volviéndose hacia la portezuela de su camioneta, exclama: “¡Qué diálogo es este?”, y se va.
Gómez Mont, hijo de una clase que ha hecho de la vida política un negocio y una forma legal de la impunidad, olvidaba dos cosas: 1) que el grito de aquella mujer era y continúa siendo un recordatorio de lo que unos años atrás, cuando Calderón metía al país en esta guerra absurda, había dicho el señor Martí, cuyo hijo asesinado preludiaba lo que ahora, para nuestra desgracia, se ha multiplicado de manera exponencial; 2) que aquella gente no se había reunido en las afueras del Centro de Convenciones a dialogar, sino a exigir lo que una ciudadanía está obligada a exigir a sus gobernantes cuando la traicionan.
El gesto de Gómez Mont –que el canal Milenio capturó–, su azorada indignación ante los reclamos de una ciudadanía humillada, concentra el cinismo de nuestra clase política. Mientras ésta se enmascara bajo spots triunfalistas y se molesta porque nadie habla bien de México; mientras hace acuerdos para mantener el poder –alianzas innaturales y negociaciones a espaldas de la ciudadanía–; mientras, en nombre de esas abstracciones llamadas Estado y Mercado, somete a la clase trabajadora a impuestos absurdos y exenta de ellos a los grandes consorcios y a la Bolsa –México es el único país que no ha tasado con impuestos el dinero improductivo de la especulación–; mientras crea una guerra contra el narcotráfico y deja intocado el dinero que lava; mientras encarcela y trata como delincuentes a luchadores sociales, y cierra los ojos frente a los criminales de cuello blanco y las atrocidades de gobernantes indignos –como el pederasta Marín o el asesino Ulises Ruiz–; mientras corrompe al Ejército en una guerra que día con día, a pesar del triunfalismo presidencial, se pierde, la ciudadanía debe ver a sus hijos asesinados, debe vivir con miedo, debe hacer cola en busca de empleos mal remunerados, debe trabajar –como en la era del capitalismo salvaje– para la simple reproducción, debe levantarse cada día con el espectáculo atroz de cuerpos mutilados.
Durante tres años, los ciudadanos hemos tenido que soportar eso, y para advertirnos que continuará, Gómez Mont se indigna ante la exigencia de que renuncie, y el presidente insiste en que reforzará la violencia. Sus abstracciones: la guerra como método para construir un mundo mejor, sus esperanzas en las “bondades” del mercado y el poder, valen más que los muchachos asesinados y que el llanto sin consuelo de unos padres que jamás verán crecer a sus hijos porque Gómez Mont, Calderón, el Ejército, los partidos y los representantes de las Cámaras han decidido que sus abstracciones y sus luchas por el poder son más importantes que los hombres, las mujeres y los niños de este país.
Por menos que eso, en países que saben lo que la democracia significa, las renuncias no habrían dejado de sucederse. Por desgracia, el cinismo es el método de la política mexicana y, paradójicamente, del crimen: quienes creen en el poder, cualquiera que sea su justificación, construyen y autorizan el terror. Pero habrá siempre una ciudadanía –como la que se reunió en Ciudad Juárez– que se opondrá a la imbecilidad de esos cínicos enfundados en trajes de marca y, dándoles la espalda, gritándoles que hace tiempo dejaron de representarnos, construirá lentamente el proyecto y el lenguaje político que nos arrancaron.
Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a los presos de Atenco y de la APPO, y hacer que Ulises Ruiz salga de Oaxaca.

UTOPÍA

El desastre del catarrito
Eduardo Ibarra Aguirre
De 6.5 por ciento es la caída de la producción de bienes y servicios, si nos atenemos al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, órgano autónomo encabezado por un panista leal al foxismo y gris exsecretario de Economía, pero no tanto como Gerardo Ruiz Mateos.
Para darse una idea de la magnitud del desastre provocado, ciertamente, por una crisis económica y financiera global --como sostiene la insultante propaganda que oculta se multiplicó con la imprevisión y la arrogancia del "muy buen equipo económico", como lo llama Felipe de Jesús Calderón Hinojosa--, es el mayor desplome de la economía mexicana en 77 años, sólo superado por la caída de -14.83 por ciento, bajo el gobierno de Pascual Ortiz Rubio, en 1932, como lo apunta Carlos Fernández-Vega.
Visto desde la perspectiva de la aldea global, el desempeño de la economía mexicana y sus conductores –todavía aferrados al optimismo desbordado y el fundamentalismo económico--, sólo es comparable al que se produjo en las otrora repúblicas soviéticas del Báltico (Letonia, Lituania y Estonia) y junto con Hungría, se colocó en 2009 a la vanguardia del decrecimiento.
Con el atinadísimo catarrito que brillante y oportunamente pronosticó Agustín Carstens Carstens y, por ello mismo, fue premiado por Calderón Hinojosa con la anuencia de la Cámara de Senadores que lo hicieron gobernador del Banco de México, la economía se colocó en los niveles de 2006 y requerirá hasta 2012 para adquirir los tamaños de entonces.
Además, con el récord establecido por el abogado y economista al conquistar el mayor desplome económico en más de tres cuartos de siglo, logra una tasa de decrecimiento económico de 0.69 por ciento en los tres años de un gobierno apuntalado por las fuerzas armadas y el país teñido de rojo –otras dos medallas de oro con las que supera al mismísimo Gustavo Díaz Ordaz--, y se coloca a la cola de su antecesor Vicente Fox Quesada, quien sin presumir títulos académicos pero con el precio del petróleo por las nubes, acumuló un crecimiento de sólo 0.63 por ciento en el primer trienio.
Antes de que la abulia y la soberbia se mutaran en métodos de trabajo del grupo gobernante, Calderón Hinojosa hizo a un lado las primeras lecciones que recibió de economía política y prometió lo imposible, aquí y en China, con tal de ser ovacionado por el auditorio: "(…) estamos trabajando de manera decidida para nunca más volver a tener una crisis económica en el país (...)"
Lo bueno es que desde el 28 de septiembre de 2007, Calderón hizo público que laboraba en tan noble como irrealizable dirección y magno propósito. Si el jefe del política y socialmente insensible grupo gobernante formuló un objetivo imposible de materializar, pareciera completamente lógico que el más destacado integrante del "muy buen equipo económico", el ahora gobernador del banco central, se abocara con frivolidad criminal a subestimar los alcances del tsunami económico y financiero que estremeció a la aldea global, para inyectar optimismo en los actores económicos y los agentes sociales.
Procedieron igual que durante enero-julio de 2006, cuando inventaron Un peligro para México para aterrorizar a los electores y coaccionarlos para que sufragaran por el michoacano de Morelia que ostentaba tener las manos limpias, prometía empleo y, después, Vivir mejor. Y, como era previsible, no sólo resultaron ineptos sino voraces para hacer negocios al amparo del poder público, e intolerantes ante la diversidad nacional en todos sus ámbitos, hasta el punto de convertirse, sin hipérbole, en un peligro para el presente y el futuro de los mexicanos.
Acuse de recibo
El diputado federal Miguel Álvarez Santamaría dice sobre El engrudo se les hizo bolas (22-II-10): "Muchas gracias por su oportuna e interesante información. Seguimos en contacto. Reciban un cordial saludo"… Javier Enríquez Brito difiere de la crítica a La foto de la derrota (15-II-10): "Sobre el comentario que hace Juan Amael Vizzuett acerca de que la izquierda 'sataniza' al Ejército, le hago notar (aunque él ya lo sabe) que desde 1920 todas las operaciones armadas del Ejército Mexicano han sido contra ciudadanos mexicanos"… El periodista Jorge Meléndez Preciado comentó en Botica de El Financiero (16-II-10): "Aprietos. Varios compañeros hemos insistido en el boicot desde Los Pinos contra revistas importantes: Proceso, Forum, Contralínea, Revista Mexicana de Comunicación y varias más. Nuestro reclamo por una publicidad realmente oficial y no oficiosa, ha tenido poco eco ya que muchos pensaban: el lobo jamás llegará a nuestra puerta. Carlos Martínez Rentería dice que están por desaparecer cerca de 200 impresos que apoyan, impulsan, hacen cultura. Terrible panorama. Es hora de replantear ante el Legislativo que la administración calderonista no puede seguir otorgando dineros a unos cuantos, sobre todo radio y televisión. En tres años el gasto nominal aumentó más de 41 por ciento, básicamente en seguridad donde: 'los éxitos son realmente extraordinarios' (sic)".
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MIENTRAS VIVA EL IMPERIALISMO, LOS PAÍSES Y ORGANIZACIONES SERUIRÁN AMENAZADAS, DIVIDIDAS Y SOJUZGADAS

Pedro Echeverría V.
1. De los últimos seis discursos que escuché de la Cumbre del Grupo de Río por vía internacional Telesur, el que más me ha puesto a pensar fue el del presidente de Brasil Lula Da Silva, cuando señaló algo así: que los problemas y las limitaciones de la ONU y de su Consejo de Seguridad, integrado por Francia, China, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética (hoy Rusia) que tienen poder de veto en cualquier resolución de la ONU, son dichos estados. No he podido conseguir el texto de esa intervención, pero la idea de que esos países –desde agosto de 1944- han dominado los acuerdos en el mundo, me ha puesto a meditar sobre nuestra miniatura ante el poder mundial.
2. Mientras nuestros pobres pueblos, ciudades, países, están preocupados por asuntos muy inmediatistas, domésticos, cuando más nacionales, los grandes problemas económicos, políticos, decisivos, se resuelven a nivel de Consejo de Seguridad entre cinco países poderosos o en los salones de la Casa Blanca o el Pentágono. Me gusta esa idea de Lula porque coincide con lo que he venido planteando hace varias décadas en el sentido que sólo estemos preocupados o limitados por problemas caseros buscando qué comer mañana, quejándonos de los baches de las ciudades o que fulano de tal (mi vecino) es un político corrupto, cuando los problemas del mundo se deciden en otro lado.
3. No sé si era el sentido del discurso de Lula, pero aprovecho tomar la idea que podría estarse pensando acerca del "triunfo" de la cumbre al aprobar una nueva organización de Latinoamérica y el Caribe en donde el gobierno del imperio de EEUU no tenga cabida. ¿Hasta qué grado, hasta cuándo una organización internacional o una serie de países podrán ser independientes o autónomos si sobre ellos funciona la ONU y un Consejo de Seguridad totalmente dominados desde 1944 por los países más poderosos, con grandes inversiones en veintenas de naciones subyugadas? ¿Hasta cuándo personajes como Chávez, Morales, Castro, Correa, podrán conservarse autónomos sin ser derrocados?
4. Me imagino a los habitantes de un pueblito mexicano echándole la culpa de todos los males al presidente municipal o al tendero de la esquina por encarecer mercancías, sin darse cuenta que pueden cambiar a cuantos presidentes y tenderos quieran y las cosas tendrán que seguir igual. Pienso que en la cabeza de Lula fluía una realidad: que ni los presidentes de los distintos países podrían hacer nada en lo individual frente al gran poder transnacional de los bancos, los consocios y los ejércitos. Ahora es cuando se puede entender a Marx cuando señaló que "los obreros no tienen patria" y que los proletarios del mundo tienen que estar unidos para enfrentar al gran poder internacional.
5. En México hace mucho tiempo que no se deciden las políticas y ni los rumbos de la economía. Por lo menos no puede olvidarse que a fines de 1982, "para remediar el tremendo desplome económico del país", se tuvo que firmar una "carta de intención" con el FMI en la que México se sometió a un programa impuesto por el gobierno de EEUU, pero sobre todo, a la supervisión permanente de pago de la deuda, de los intereses, de recortes presupuestales públicos, de apoyo a las empresa privada, de devolución de los bancos, de venta de paraestatales, de permanente privatización. Es decir, el gobierno nacional sólo podría manejar un pequeño margen de la economía.
6. Lula preguntó algo parecido a esto: ¿Por qué los países que han dominado la ONU desde el fin de la guerra mundial lo siguen haciendo a su antojo? Al parecer mi coincidencia con Lula es por una especie de pesimismo al pensar que en el interior de los países se puede hacer mucho, pero casi nada mientras domine esta estructura mundial que se impone a todos los países. Siento que en el interior de su discurso estaba una advertencia: "no canten victoria, hemos logrado mucho con crear un organización sin la presencia de los EEUU, pero no olviden que por encima está la ONU, el Consejo de Seguridad, la Casa Blanca, el Pentágono y todas las poderosas armas nucleares que amenazan al mundo".
7. ¿Qué pensará un gobernante inteligente que tiene la convicción de que las economías o el bienestar de los países dependen de políticas mundiales y que, al mismo tiempo tienen que solucionar en cada país problemas individuales de pobreza y miseria, que tiene que dar ayudas económicas o limosnas, así como de las políticas asistencialistas que sólo sirven para remediar o prolongar el desempleo y la miseria? Ante esas disyuntivas de solucionar problemas muy individuales y concretos en cada pueblo, ciudad o país, y preocuparse por las grandes batallas externas, generales, contra la dominación imperial, encuentro a dos tipos de políticos: unos muy nacionalistas y otros con mayor visión.
8. Quizá pensando en esa poderosa estructura internacional del capitalismo se puede llegar a estar de acuerdo con el escritor Holloway y su planteamiento de "cambiar el mundo sin tomar el poder" o con el Trotsky de la revolución permanente que negó que pudiera construirse el socialismo en un solo país o en un grupo de países si la poderosa estructura capitalista seguía sometiéndonos. El problema es que esos pocos países serían bloqueados sin posibilidad de desarrollarse, se aburguesarían o crearían falsas expectativas. Quizá, como dicen los anarquistas, el poder corrompe y es peligroso, por eso hay que combatirlo. La realidad es que el capitalismo ha cambiado para seguir siendo igual.
9. Le guardo un gran respeto a los marxistas ortodoxos y heterodoxos, pero sólo a aquellos que durante varias décadas lucharon y han batallado con gran pasión y honestidad. Sigo pensando en "la revolución ininterrupida" de Marx que el capitalismo en sus diferentes fases y formas pudo desviar. A pesar de esa poderosa estructura mundial dominada en su nueva etapa desde el fin de la guerra (1944/45), como dice Lula, debemos tener esperanzas y hacer todo lo que podamos para que los países del mundo se unan contra los yanquis y demás capitales internacionales. No hay que esperar sentaditos para ver pasar el cadáver del imperialismo, tenemos que poner nuestro granito de fuerza para destruirlo.
pedroe@cablered.net.mx

AHORA RESULTA...

que la generación del No es responsable de lo que No ha ocurrido en México según "destacados" patriotas, así lo dieron a conocer en un desplegado que publicaron en milenio:
Milenio martes 23 de
Febrero de 2010
No a la Generación del No
Trece años llevan detenidas las reformas de fondo que el país necesita. La propuesta de cambios políticos hecha por el
gobierno empieza a andar el mismo camino: la negación, la parálisis.
Es inaceptable el bloqueo persistente al cambio por parte de las fuerzas políticas. Tiene detenido a México.
Quién se opone a todo está a favor de nada. Si estuviéramos en el paraíso, el cambio sería riesgoso pero, ¿estamos en
el paraíso? ¿No hay nada que cambiar? ¿No hay nada en las reformas políticas propuestas por el ejecutivo que atraiga a sus
opositores? ¿Podemos seguir como estamos en esta materia? ¿Trece años de parálisis no bastan?
Quizá el problema con las reformas propuestas –reelección de diputados y senadores, segunda vuelta en la elección
presidencial, iniciativa preferente para leyes secundarias, referéndum para cambios constitucionales y candidaturas
independientes- es que, por primera vez, los beneficiarios son los ciudadanos, no los partidos.
La resistencia al cambio une a la Generación del NO, la generación de políticos de todos los partidos que han hecho
improductiva nuestra democracia. Quienes apoyamos estas reformas, podemos abrigar serias divergencias entre nosotros
o con el gobierno en otros temas; podemos pensar que a la reforma del gobierno le sobran o le faltan detalles. No es un
paquete perfecto, como si existiera alguno.
Pero en su conjunto, constituye el cambio más importante en el país desde 1994, y sobre todo, la llave para
introducir cambios mayores en otros ámbitos: económico, social, internacional, jurídico, y de seguridad. Por eso las hacemos
nuestras, y llamamos a los legisladores a dejar atrás diferencias menores y el interés coyuntural, a favor de una visión de
futuro audaz y alentadora.
La Generación del NO es responsable de lo que NO ha ocurrido en México. Negar el cambio es perpetuar el presente.
Amigos legisladores: aprueben las reformas y demos inicio al debate de fondo: ¿Qué futuro queremos para México?
Avancemos juntos, para poder luego debatir juntos, y decidir en democracia.
A
Adrián Lajous
Agustín Irurita
Alberto Ruy Sánchez
Alfonso Cuarón
Andrés Rozental
Ángeles Mastretta
Arturo Ripstein
B
Bernardo Sepúlveda
C
Carlos Cuarón
Carlos Fuentes
Carlos Tello Díaz
Cecilia Soto
Ciro Gómez - Leyva
Claudio Lomnitz
D
Denise Maerker
E
Eduardo Norten
Enrique Berruga
Enrique Krauze
Ernesto Canales
Ernesto Zedillo
F
Federico Reyes –Heroles
Francisco Calderón
Francisco Valdez Ugalde
G
Gerardo Estrada
Guillermo Ortiz
Guita Schyfter
Genaro Borrego
H
Héctor Aguilar Camín
Hugo Hiriart
I
Isabel Turrent
J
Jaime Serra
Jesús Reyes-Heroles
Jesús Silva-Herzog Flores
Joaquín López Dóriga
Jorge G. Castañeda
José Antonio Aguilar
José Emilio Pacheco
José Ramón Enríquez
José Sarukhan
Julio Frenk
Jose Antonio Fernández Carvajal
L
Leo Zuckermann
León Krauze
Lorenzo Servitje
Luis Carlos Ugalde
Luis Gonzalez de Alba
Luis Rubio
Luis Téllez
M
Manuel Arango
Mariclaire Acosta
Mario Molina
Miguel Mancera
Miguel Mancera
P
Paz Alicia García Diego
Pedro Aspe
R
Rafael Pérez Gay
Raúl Arias Lobillo
Roger Bartra
Ruy Pérez Tamayo
S
Sabina Berman
Sergio Aguayo
Susana Zabaleta
X
Xavier Velasco
Responsables de la publicación: Héctor Aguilar Camín, Jorge G. Castañeda y Federico Reyes-Heroles. *
* Quisimos invitar a todos aquellos integrantes de la vida política, mediática, empresarial, intelectual y académica del país a quienes pudiéramos contactar en un breve plazo. Nos une el contenido del texto y la plena convicción de que en la pluralidad o diversidad de opiniones sobre otros temas reside justamente
la fuerza de este intento.
De risa los responsables y los que firman.
Patrocinado por:incansables luchadores por la democracia!!!...aja!

PARTIDOS

Navegaciones
PEDRO MIGUEL
Problema: los partidos siguen siendo indispensables pero, en el marco actual de su relación con el poder público, no tienen remedio; no, al menos, si se les deja librados a su propia capacidad de autorregenerarse, que es nula.
No hay mucho qué decir de los dos principales, instrumentos del poder empresarial, mediático y delictivo que secuestró —por medio de ellos— a las instituciones y que, desde el salinato, fraguó una alianza fáctica de cogobierno y alternancia que se mantiene vigente; veamos, si no, la inmundicia pactada en lo oscurito (y que acabó saliendo a la luz pública) entre el secretario de Gobernación y el tricolor: aprobación de presupuestos depredadores a cambio de ventajas electorales. La sociedad tampoco puede esperar que la franquicia dizque “ecologista” o el brazo electoral de la mafia elbista sean factores de democratización real.
Los tres institutos políticos de izquierda se encuentran, por su parte, en una condición trágica: son, en ocasiones y localidades determinadas, factores de ejercicio democrático, pero en otras actúan como instrumentos al servicio de sus propias burocracias, cuando no, y de manera abierta, a la orden de autoridades acanalladas.
Tal es el contexto en el que se desarrollan las alianzas o los conatos de alianzas perredistas y petistas con Acción Nacional —un partido que hace ya un buen par de décadas perdió su esencia de oposición democratizadora (así fuera de derecha) y se convirtió en uno más de los aparatos oligárquicos y autoritarios que sostienen al régimen político de siempre— o con el PRI, hoy despojado de ideología y reducido a gestor de promontorios de corrupción y control social.
Esos y otros devaneos, exasperantes y desalentadores, no sólo se explican por la acción de intereses individuales de los dirigentes, sino también, y principalmente, por un factor de identidad entre las burocracias de todas las organizaciones partidistas y del conjunto de la clase política. Esa identidad llega a un grado de solidaridad gremial que pasa por encima del sentido mismo de los partidos como representantes de la diversidad social y por encima de la voluntad de los electores. Tales burocracias no miden su éxito en función de su capacidad para transformar la realidad, sino en la escala de los recursos que logran allegarse vía el presupuesto de prerrogativas electorales; los espacios de poder que obtienen no los ven como correspondientes a la causa o a la organización, sino como peldaños de carreras políticas y administrativas personales.
Por supuesto, quienes razonan como si viviéramos en Finlandia no consideran esa distorsión, nugatoria de las permisas básicas de la democracia, y repiten a coro que ni modo, que así son las cosas, que éste es el menos peor de los mundos institucionales posibles y que esos son los partidos que la ciudadanía se merece; “¿O qué? ¿Pretendes cambiar el país a balazos?” Qué chantaje con nivel de posdoctorado.
Sí: con o sin candidaturas ciudadanas, los partidos seguirán siendo, en el futuro previsible, y en tanto el régimen no termine de desestabilizarse a sí mismo, inevitables como cauces de acceso a puestos de representación popular y, por ello, como instrumentos de transformación social.
Los movimientos sociales dispuestos a jugarse en la vía electoral tienen ante sí exigencias desmesuradas, porque no sólo deben construir y consolidar liderazgos susceptibles de volverse candidaturas triunfantes sino que, además, deben vigilar el voto, la urna, el conteo y el cómputo, e imaginar movilizaciones capaces de neutralizar los atracos electorales: si el poder puede hacer fraude, lo hará, dice esa suerte de Cofipe Murphy no reconocido pero evidenciado en un hecho trágico: dos presidencias espurias y usurpadoras (1988 y 2006) se han conformado de esa manera en menos de dos décadas.
Ahora resulta, además, que hay que organizarse al margen de los partidos para, en tiempos electorales, negociar con ellos el registro de candidaturas. El desafío es enorme, pero no hay otra manera de incidir en forma perdurable en la vida política formal: sin abandonar la movilización, hay que imponerles a los partidos –a todos: son básicamente iguales– el poder del sufragio organizado al margen de ellos. Que se queden los administradores partidistas con registros y presupuestos, pero que nos permitan llevar un poco de representación ciudadana real a lo que queda de las instituciones.
A la postre, lo harán (porque sin los electores pierden porcentajes de votación y grandes sumas de dinero), a condición de que los movimientos sociales mantengan su independencia y sean capaces de generar organizaciones de votantes muy disciplinadas; en tanto se consiga orientar el sufragio en la fidelidad a las causas y no a las siglas.
navegaciones@yahoo.com
http://navegaciones.blogspot.com

ASIMETRÍAS

23 febrero 2010
Evo Morales
Por Fausto Fernández Ponte
“Poco puede hacer un dirigente sin apoyo social”.
Evo Morales.
I
El jefe del Estado Plurinacional de Bolivia, el Presidente Evo Morales, establece precedentes de colosal envergadura histórica : realiza desde el poder una revolución económica, política y social y, ergo, cultural, en lo cabal del vocablo y el concepto. Un cambio de estructuras y superestructuras.
Realiza don Evo lo que otros hombres de su talla y talante que le precedieron, como Ernesto Guevara, Che, no pudieron e incluso perecieron en el noble y loable empeño de liberar de sus opresores a los habitantes del país andino, como punto focal del centro geográfico a la periferia..
Evo, quien el domingo presidió un multitudinario mitin de simpatizantes mexicanos en Coyoacán, dijo la frase consignada en el epígrafe de la presente entrega, la cual exhibe un hondo sentido pedagógico, en particular por el telón de fondo contrastante de nuestra realidad.
Y nuestra realidad –no huelga reiterarlo— es la de que, salvo Andrés Manuel López Obrador, ningún dirigente formal o fáctico tiene apoyo social, lo cual se muestra en el hecho de los efectos de su alcance de convocatoria a movilizaciones de masas.
Felipe Calderón, visto y considerado espurio por millones de sus connacionales (por lo menos los que votaron por don Andrés Manuel en 2006 (y no pocos de los que votaron por Roberto Madrazo) ha sido ya abandonado a su suerte por aliados de otrora y partidarios y simpatizantes del antaño.
II
Así, insístase en el obvio contraste entre el señor López Obrador y don Felipe, nieto de cristeros opuestos sangrientamente al laicismo del Estado mexicano –entonces en su fase de institucionalizarse y reorientadora en lo ideológico y lo político. Es un contraste paradigmático.
Y el paradigma se encuerpa en la moraleja siguiente: si el señor Calderón hubiese tenido apoyo social real desde que “haiga sido como haiga sido” asumió de facto la investidura presidencial, sus actuaciones, por equívocas que fueren y son, podrían haber logrado sus metas.
Y sus metas son, a la luz precisamente de esas actuaciones públicas, las de consolidar una forma de organización económica –la neoliberal-- que sólo sirve a oligarcas de México y de otros países, principalmente Estados Unidos, España y Canadá. En Bolivia, don Evo eliminó ese modelo.
Los oligarcas bolivianos, como sus pares mexicanos y trasnacionales, no pensaban en el costo brutal, anti-social, anti-pueblo, que la consolidación de su agenda suele exaccionar a la población. La consecuencia: mayor desigualdad económica e injusticia social, más --mucho más— pobreza.
En la reunión en Cancún, los jefes de Estado y de Gobierno de Nuestra América –toda, excepto EU y Canadá y el rey de España-- están animados del espíritu de la anfictionía: una patria –grande, por cierto; muy grande—liberada de oligarcas locales, estadunidenses, españoles, canadienses, et al.
III
¿Por qué en Bolivia fue posible elegir un gobernante que abandera el cambio revolucionario –de fondo— que también ha ocurrido en Venezuela y Ecuador y no en México? Cada país ofrece condiciones distintas, pese a similitudes y coincidencias históricas/actuales y experiencias propias?
Las condiciones, si objetivamente discernidas, son las que indican los métodos y las tácticas a emplear para obtener el poder y, desde allí, promover y, sobre todo, realizar sin desvíos el cambio vero, el de la estructura y la superestructura, convirtiendo un Estado plutocrático en uno social.
En 1967, en Bolivia, las condiciones no eran propicias a una praxis exitosa del foquismo aplicada por el Che. El análisis guevarista de la realidad boliviana era impecable. ¿Qué faltó, pues? Había condiciones revolucionarias y pocos revolucionarios. Faltaba el detonante de conciencia de masas.
¿Y cuál fue el detonante de conciencia de masas? La gran mayoría demográfico-electoral indía. Ese no es el caso en México (aquí los indios son del diez al 15 por ciento de la población) y el grueso mestizo discrimina a aquellos y, sirve, sin saberlo, a los fines de la oligarquía.
La mera candidatura de don Evo, precedida de intensa actividad organizadora en los sindicatos indígenas, detonó el despertar de la conciencia, la cual ofreció una vía accesible, la electoral, al poder y, de allí, darle verismo al anhelo centenario de las naciones indias de Bolivia.
ffponte@gmail.com

OPINIONES Y COMENTARIOS

Julio Ricardo Blanchet Cruz
• Del perdón y las estampitas…
23 febrero 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx
Sin entender que la imposición genera inconformidad entre los militantes, y arreglos con la oposición por debajo de la mesa (traiciones, para decirlo con una sola palabra) el PAN se encamina a la debacle electoral en este 2010…
La impertinencia en la “elección” de candidatos, cabe mencionar que al más puro estilo priísta de los tiempos de Fidel Velásquez, no les va a acarrear nada bueno…
Si a eso le agregamos la censura que imponen a la Libertad de Expresión, a la que constitucionalmente tienen derecho no solamente los diputados a los que acallan, como Lía Limón y Manuel Clouthier, sino el Pueblo en General…
Y por si lo anterior fuera poco, las amenazas y el boicot a sus propios militantes, a los que también despiden de sus cargos si disienten de la línea que marcan los dirigentes…
Traerán el absoluto desastre para el 2012, haciendo que los cálculos matemáticos de los mayas coincidan con una nación, como la nuestra, que habiendo tenido todo para destacar en el paso de la Historia…
No tuvimos la prestancia suficiente, como Pueblo, para exigirles a nuestros Gobernantes honradez…
Cambiando de tema…
Sin saber bien a bien que es lo que pretenden los obi$pos que comanda Benedictus XVI desde el Vaticano, pues al sentido perdón que ofrecieron los Legionarios de Cristo por las barbaridades cometidas por su honorable fundador, el pederasta y padre de familia Marcial Maciel…
Independientemente de que parece que ya es un poco tarde como para hacerlo, el solo pedirles perdón a los directamente agraviados y sus familias, no parece que sea suficiente…
Y como lo único que ciertamente les importa a estos que se dicen tener un pié en el paraíso, deberían de obligarlos a indemnizarlos por el daño que les hicieron, aunque ninguna cantidad sería suficiente…
Pero estos miserables creen que si las bendiciones y las estampitas del Papa son suficientes, el que ellos se disculpen viene siendo lo mismo…
Pero también están en la misma posición los obi$pos alemanes, que habiendo sido descubiertos en sus perversiones unas semanas atrás, han mostrado su “arrepentimiento” pidiendo perdón por los abusos sexuales que sus curas han cometido con menores…
"Me disculpo ante todos, dijo el presidente de la conferencia episcopal alemana, el arzobispo Robert Zollitsch, quienes fueron víctimas de un crimen como ése"; pero de indemnizaciones, nada…
La mayoría de los casos documentados hasta ahora en Alemania, se dieron en tres conocidos colegios secundarios de los jesuitas…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

MÉXICO SA

Carlos Fernández-Vega
El más negro resultado en ocho décadas
Los mexicanos viven mucho peor

23 febrero 2010
cfvmx@yahoo.com.mx
El costo económico del "catarrito" 2009 ya tiene cifras oficiales: el producto interno bruto mexicano se desplomó 6.57 por ciento, la caída más profunda desde 1932 (-14.83 por ciento en tiempos de Pascual Ortiz Rubio), similar a la de 1930 (-6.56 por ciento con Emilio Portes Gil en la Presidencia) y peor que la registrada en 1995 (-6.2 por ciento en el zedillato), con lo que en el primer trienio de estancia en Los Pinos el calderonato promedió una tasa negativa anual de -0.69 por ciento, el más negro resultado en ocho décadas.
Vicente Fox y Miguel de la Madrid pueden sentirse aligerados. Con el resultado económico registrado por la "continuidad" en su primera mitad de estancia en Los Pinos, Felipe Calderón fácilmente se quedó con la medalla de oro, dejando la de plata al de las ideas cortas y la lengua larga, y la de bronce al colimense de estrecha memoria. Así, para "vivir mejor", en el primer trienio de la actual administración pública se obtuvo, en promedio, una tasa negativa anual de 0.69 por ciento; en igual lapso, pero del periodo foxista, dicho indicador fue de 0.63 por ciento positivo, mientras en el correspondiente al de la "renovación moral" fue, también positivo, de 0.7 por ciento. Ernesto Zedillo quedó fuera del cuadro de medallas, porque su tasa anual promedio en sus primeros tres años fue de 1.9 por ciento positivo, un éxito rotundo si se le compara con la tercia de personajes que se menciona.
Con el "catarrito" de 2009 se perdieron todos los "avances" registrados en 2008 y 2007, y casi la mitad del reportado en 2006. De esa profundidad fue el cráter provocado por la "crisis externa" (Calderón dixit), y de ese tamaño la incapacidad calderonista y su "muy buen equipo económico" (según su sabia definición) de atemperar el impacto, con lo que la economía mexicana se ubicó entre las últimas del mundo en lo que a resultados se refiere.
Como en tantos otros renglones, la primera mitad del calderonato resultó la peor en términos económicos en ocho décadas. Aun así, con el ánimo renovado, desde Los Pinos y micrófonos afines ya se presume que la economía mexicana "de nueva cuenta está creciendo", cuando en los hechos, y siempre en el mejor de los casos, se recupera lentamente de la tremenda sacudida registrada en 2009, lo que no es igual a dejar atrás la mediocridad que la ha caracterizado a lo largo de los últimos 30 años. Para crecer primero se requiere tapar el cráter del "catarrito", algo que se estima sucederá, si bien van las cosas, allá por comienzos del 2012. Eso sí, sobre el espeluznante costo social del "catarrito", ni una palabra de los citados micrófonos, aunque resulta suficiente pasearse por la República Mexicana para constatar el alcance de la crisis en este renglón.
Para dar una idea de lo exitoso que ha sido el panismo en el poder, más que suficiente resulta señalar que la tasa anual promedio de "crecimiento" económico de 2001 a 2009 a duras penas llega a 1.3 por ciento, la peor desde la gran depresión. De 1991 a 1999, el mismo indicador fue de 3.16 por ciento (incluido el desplome de 1995 y su respectiva devaluación); la de 1981 a 1989, en la llamada década perdida (con crisis de la deuda externa, expropiación de la banca, múltiples devaluaciones y desplome económico) de 1.57 por ciento, lo que confirma que el problema de la economía mexicana no es de "coyuntura" (como aseguran en Los Pinos), sino abierta y profundamente estructural.
De acuerdo con las cifras del Inegi divulgadas ayer, en el cuarto trimestre de 2009 el producto interno bruto cayó 2.3 por ciento con respecto a igual lapso de 2008, cuando también reportó baja (-1.6 por ciento). Así, la economía mexicana registró descensos a lo largo de cinco trimestres consecutivos (el peor de ellos en el segundo del año pasado), pero el discurso oficial insiste en que "lo peor ya pasó" y que "de nueva cuenta estamos creciendo". Primero hay que recuperar lo perdido para poder presumir "crecimiento", si es que alguien recuerda qué es eso.
En el balance 2009 el Inegi reportó que en dicho año el producto interno bruto de las actividades secundarias se desplomó 7.3 por ciento, y 6.6 por ciento el correspondiente a las actividades terciarias. Por el contrario, el PIB de las actividades primarias registró un avance de 1.8 por ciento. Ésas son las cifras oficiales sobre el espeluznante comportamiento económico mexicano, las que, dicho sea de paso, dan sustento al machacón discurso del "aquí no pasa nada, porque la crisis es externa", repetido por Los Pinos hasta la ignominia. Y allí están los resultados.
Lo anterior de inmediato trae a la memoria aquella brillante perorata (28 de septiembre de 2007) de Felipe Calderón: “hoy nos encontramos en un momento muy diferente de nuestra historia y estamos trabajando de manera decidida para nunca más volver a tener una crisis económica en el país; ése es un compromiso muy claro que tiene este gobierno con todas las mexicanas y con todos los mexicanos, que nunca más una crisis económica afecte el patrimonio nacional… pensar en 25 años atrás es pensar en lo que había en México en aquel entonces y lo recordamos perfectamente. A veces se nos olvida a los mexicanos lo que se ha sufrido y lo que ha pasado el país, y quizá por eso no se aprecia cabalmente el logro que se tiene”.
Pues bien, con una crisis adicional en la espalda, el "logro que se tiene" es que los mexicanos viven mucho peor que cuando les impusieron a Calderón en Los Pinos, mientras en la marquesina sobresale el resultado económico del panismo en el poder, equiparable al registrado en la década perdida, la de los 80, cuando el neoliberalismo se instaló en la residencia oficial.
Las rebanadas del pastel
Deposición obliga: tremendo y más que justificado repasón propinaron los queridos lectores de México SA, porque en la entrega de ayer el autor de estas líneas se sacó de la manga un gentilicio inexistente. Alegremente publicó "bajacalifornianos sureños", cuando el correcto es sudcalifornianos. Este tecleador humildemente solicita su perdón y pide clemencia, con el compromiso de no volver a meter la pata, cuando menos en lo que hoy con razón reclaman; de entrada me propongo para el premio La neurona pasmada, pero con todo y resbalón, un abrazo a los sudcalifornianos por su triunfo frente a la intentona de Paredones Amarillos.
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EDITORIAL

Año 8, número 3269
Martes 23, febrero del año 2010
¿Intromisión?
Las palabras de Evo Morales, el orgulloso Presidente de Bolivia originario de los Andes, a quien el haber sido alimentado por esas tierras lo llevo a amar a su Patria, a sus Montañas y a entender a su gente, resonaron fuerte en la plaza de Coyoacan el pasado domingo.
Tan fuerte, que retumbaron hasta Los Pinos, Palacio Nacional y el antiguo Palacio de Covián, donde don Fernando Gómez Mont deshoja la margarita y alista la moneda para el águila o Sol.
“Pronto México se liberará” dijo claramente el Mandatario boliviano. Lo que sirvió para que de inmediato se alzaran voces de protesta por lo que llamaron una intolerable intromisión en asuntos de Estado.
Pero no se escandalizaron cuando en su momento el onomatopéyico José María Aznar, a la sazón Presidente de España, se volcó a favor de Fox y el PAN. Ni dicen nada cuando el Cardenal Norberto Rivera y su vocero, despotrican en contra de la política de nuestra Patria.
Cuando para verse parejos, si de juzgar las declaraciones se trata, lo menos que deberían hacer es juzgar a todos con el mismo rasero.