lunes, 26 de julio de 2010

ROBERTO GONZALEZ BARRERA Y SUS 300 MILLONES

Miguel Ángel Granados Chapa

MÉXICO, D.F., 26 de julio.- En una obvia, se diría que burda operación de relaciones públicas, el diputado verde Pablo Escudero –una suerte de primer yerno del Congreso, puesto que lo es del influyente líder senatorial Manlio Fabio Beltrones– consiguió para Roberto González Barrera una especie de condecoración. El miércoles 21, en la sesión semanal de la Comisión Permanente, se reconoció al industrial y banquero como un “empresario que demuestra sensibilidad y calidad humana, un mexicano comprometido con su país, que supo darle la mano al pueblo que tanto le ha dado”.

Escudero pretendía hacer que el órgano legislativo otorgara a González Barrera, exclusivamente a él, un reconocimiento por sus donaciones a la reconstrucción de viviendas, caminos y puentes en los estados de Nuevo León, donde nació el empresario, Tamaulipas y Coahuila. Pero el senador Pablo Gómez consiguió aminorar la zalamería del legislador del PVEM y hacer que el reconocimiento de extendiera a “todos los ciudadanos que se han solidarizado y comprometido” con los damnificados del huracán Alex, que en esas entidades padecen y sufrirán por mucho tiempo más las calamidades derivadas de las copiosas precipitaciones pluviales en el noreste del país. En Monterrey, por dar un ejemplo de la cuantía de la lluvia, cayeron en 48 horas los caudales que se abaten sobre la Ciudad de México en un año (cuenta que por supuesto no incluye aguaceros como los que estaban previstos para el fin de la semana pasada).

Ciertamente, González Barrera hizo aportaciones muy cuantiosas a los gobiernos de esos estados, incluido el suyo propio –él nació en Cerralvo, NL, el primero de septiembre de 1930–. Su liberalidad, completada con otras cuantiosas donaciones en especie, contrastó con la muy comentada ausencia de contribuciones de los barones del dinero en Monterrey. González Barrera donó 300 millones de pesos, cien a cada uno de los gobiernos de Saltillo, Monterrey y Ciudad Victoria. No es un gesto desdeñable desde ningún punto de vista, ni siquiera teniendo en cuenta que representan casi las utilidades del primer trimestre de este año de Gruma, uno de los emporios del empresario –342 millones de pesos– y la quinta parte de las ganancias de Banorte en ese mismo lapso, que ascendieron a mil 580 millones de pesos. Hay que considerar, para ofrecer una idea de los montos que manejan los negocios de González Barrera, que el año pasado padecieron reducciones importantes respecto de 2008. Si bien el grupo financiero obtuvo en 2009 casi 6 mil millones de pesos de utilidades, la cifra fue un 17% menor que la obtenida el año anterior.

González Barrera quedó huérfano siendo todavía un muchacho. A los 19 años, tuvo que seguir solo con el negocio que había iniciado con su padre, un molino de nixtamal y tortillerías. No tardó mucho en encontrar la clave de la industrialización del maíz: convertirlo en harina y obviar su transformación en masa. Cuando comenzó a crecer, competía con una empresa estatal, Minsa, pero pronto consiguió del gobierno para Maseca un trato preferencial, aun más ventajoso que el otorgado al negocio público. Hoy Maseca cubre casi totalmente el mercado de harina de maíz y de tortilla en México, con sólo una participación marginal de sus competidores.

Después de un tímido pero exitoso comienzo de internacionalización en Costa Rica –país en que no sé si por casualidad hizo también negocios florecientes su consuegro Carlos Hank González–, Maseca, convertido poco después en una empresa controladora, con diversidad de productos, se extendió por todo el mundo. Hoy tiene 20 mil empleados en sus plantas y oficinas de 102 países. Hace poco el gobierno de Hugo Chávez expropió las instalaciones venezolanas de ese consorcio, el Grupo Maseca, Gruma. Pero la habilidad jurídica del afectado, y las complicaciones de la economía de Venezuela obligaron a revisar la situación y González Barrera sigue presente allí.

Durante el gobierno de Salinas, que a través de Conasupo y su hermano Raúl concedió importantes privilegios a Gruma, González Barrera fue invitado a participar en la privatización de la banca. Como su negocio de ventas al consumidor le proporcionaba gran liquidez, a pesar de su total ignorancia de la intermediación financiera, encabezó al grupo de compradores del Banco Mercantil del Norte, que realizaba operaciones en las tres entidades ahora brutalmente afectadas por Alex. Su dimensión reducida y su escasa presencia en el mercado, y el hecho, de nuevo, de que su consuegro fuera el secretario de Agricultura, permitieron la adquisición del pequeño establecimiento.

Dedicado con diligencia a su nueva operación, a partir de 1992 en que adquirió el Mercantil del Norte, González Barrera lo hizo crecer, y luego le incorporó los negocios, los buenos, pues de los tóxicos se hizo cargo Fobaproa, de bancos fallidos durante la crisis de 1994-95. Así, cuando los activos de Bancrecer, Banpaís y Banca Cremi quedaron bajo su control, nació Banorte, que es hoy el tercer banco del país, detrás de Banamex y Bancomer. Siendo éstos controlados por extranjeros, Banorte es el primer banco netamente mexicano.

González Barrera ha resistido ofertas de comprar Banorte, que lo dejarían asociado a la propiedad pero con un carácter minoritario. Contó a la revista Líderes mexicanos, que apenas en mayo le dedicó su portada, que Scotiabank y Santander tuvieron esa pretensión. La del banco canadiense no lo interesó. En cambio, ante la advertencia del banquero español que hizo la segunda exploración, al estilo de Mario Puzo (“una oferta que usted no podrá resistir”), sí se sintió tentado, “pero no la aceptamos y esa fue la última vez que le puse oídos a una proposición así”.

En mayo de 1984, pocas semanas antes de su asesinato, Manuel Buendía me pidió encontrarnos para entregarme un sobre con aportaciones para La Jornada, que estaba en trance de formación y solicitaba accionistas. Era un millón de pesos en efectivo. No se tenía entonces temor alguno de que de esa manera se lavara dinero, no obstante lo cual demandé identificar el origen de la suma, para mi conocimiento y para hacerlo saber a los integrantes del grupo promotor. Hubo que insistir porque el propósito del aportante era permanecer en el anonimato. Finalmente don Manuel me dijo que había recibido el dinero de Álvaro González Mariscal, un amigo suyo, antiguo funcionario de prensa gubernamental, y que a la sazón era el agente de relaciones públicas de González Barrera, quien a la postre aceptó que se supiera que él era el remitente. Pero había que emitir acciones nominativas y dispuso que quedaran a nombre de González Mariscal, como debe constar en los libros de la sociedad anónima fundada entonces.

Este "ejemplar empresario" con los 100 millones de pesos que tan tiernamente dono a Sabinas y Nva. Rosita, que seguro son deducibles de impuestos, va a construir 800 palomares, 400 y 400 para cada municipio, ¿ saben como se van a llamar? Colonia Maseca y Colonia Banorte!!! no la brincan sin guaraches los hijos de la chingada

ME DECLARO VIVO


ME DECLARO VIVO
Luis Espinoza (Chamalú) – 1994

Saboreo cada acto. Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí, entonces me portaba como los demás querían y mi conciencia me censuraba. Menos mal que a pesar de mi esforzada buena educación siempre había alguien difamándome. ¡Cuánto agradezco a esa gente que me enseñó que la vida no es un escenario! Desde entonces me atreví a ser como soy!

He viajado por todo el mundo, tengo amigos de todas las religiones; conozco gente extraña: vegetarianos que devoran al prójimo con su intolerancia, personas que caminan con un cartel que dicen: “Yo se más que tu”; médicos que están peor que sus pacientes, gente millonaria pero infeliz, seres que se pasan el día quejándose, que se reúnen los domingos para quejarse por turnos, gente que ha hecho de la estupidez su manera de vivir.

El árbol anciano me enseñó que todos somos lo mismo.

La montaña es mi punto de referencia: ser invulnerable, que cada uno diga lo que quiera, yo sigo caminando indetenible, soy guerrero: mi espada es el amor, mi escudo el humor, mi hogar la coherencia, mi texto la libertad, y si mi felicidad resulta insoportable, discúlpenme, no hice de la cordura mi opción, prefiero la imaginación a lo indio, es decir inocencia incluida. Quizás solamente teníamos que ser humanos.

El que tu no veas los átomos, no significa que no existan. Por eso es muy importante que sea el Amor lo único que inspire tus actos. Sin Amor nada tiene sentido, sin Amor estamos perdidos, sin Amor corremos el riesgo de estar de nuevo transitando de espaldas a la luz.

En realidad, sólo hablo para recordarte la importancia del silencio. Anhelo que descubras el mensaje que se encuentra detrás de las palabras; no soy un sabio, sólo un enamorado de la vida.

El silencio es la clave, la simplicidad es la puerta que deja fuera a los imbéciles. La educación oficial te prepara para que seas tu propia interferencia. Es interesante ver cómo los programas educativos eligen cuidadosamente todo lo esencial para descartarlo; así, no se enseña a vivir ni a morir, a amar ni a reír. La gente feliz no es rentable, con lucidez no hay necesidades innecesarias.

No es suficiente querer despertar, sino despertar. La mejor forma de despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros actos incomoden a quienes duermen al lado. Recuerda que el deseo de hacerlo bien será un interferencia; es más importante amar lo que hacemos y disfrutar de todo el trayecto; la meta no existe, el camino y la meta son lo mismo, no tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo saber dar cada paso plenamente.

No, no te resistas, ríndete a la vida, quien acepta lo que es y se habilita para hacer lo que puede, entonces se encarnan las utopías y lo imposible se pone a disposición. La mejor manera de ser feliz es: “ser feliz”; reconstruye tu raíz y saborea la vida; somos como peces de mares profundos, si salimos a la superficie reventamos. La frivolidad y la intrascendencia condenan la vida a la muerte. Cuando somos más grandes que lo que hacemos, nada puede desequilibrarnos, pero cuando permitimos que las cosas sean más grandes que nosotros, nuestro desequilibrio está garantizado.

El corazón está en emergencia por falta de amor, hay que volver a conquistar la vida, enamorarnos otra vez de ella; nuestro potencial interior aflora espontáneamente cuando nos dejamos en paz. Quizá sólo seamos agua fluyendo; el camino nos lo tenemos que hacer nosotros, mas no permitas que el cauce esclavice al río, no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.

La infelicidad no es un problema técnico, es el resultado de haber tomado el camino equivocado.

Amo mi locura que me vacuna contra la estupidez, amo el amor que me inmuniza ante la infelicidad que pulula por doquier, infectando almas y atrofiando corazones. El amor es, a nivel sutil, la esencia de nuestra instancia inmunológica. Sin amor, el síndrome de inmunodeficiencia será adquirido inevitablemente y ello es mortal.

Desde mi corazón indígena sospecho que ser infeliz es una evasión. ¿Cuán fácil es hacer tonterías en este mundo moderno! Sospecho que el hombre empezó a equivocarse hace mucho tiempo, es decir que ya es tiempo de rectificar la marcha, y reorientando el paso, retomar la sagrada senda del sol. No es posible llegar a nuestro sitio sin trascender el egoísmo; no es posible acceder a la vida plena sin haberse purgado previamente de miedos y temores. La gente está tan acostumbrada a complicarse, que rechaza de antemano la simplicidad; la gente está tan acostumbrada a ser infeliz, que la sensación de felicidad les resulta sospechosa; la gente está tan reprimida, que la espontánea ternura le incomoda y el amor le inspira desconfianza.
Hay cosas que son muy razonables y… apestan. Ya no podemos perder el tiempo en seguir aprendiendo técnicas espirituales cuando aún estamos vacíos de amor.

Un día permitimos que nos esclavizaran y ni siquiera existe. El amo resultó ser un fantasma manejado a control remoto por quienes nos precisan domésticos.

Quienes no están preparados para escuchar tienen la recompensa de no enterarse de nada.

Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e inventa lo que necesites, haz solo lo que puedas, y fundamentalmente celebra lo que tengas.

La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la transparencia, cuando esto lo descubras desde la vivencia, el viento volverá a ser tu amigo, el árbol se tornará en maestro y el amanecer en ritual, la noche se vestirá de colores, las estrellas hablarán el idioma del corazón y el espíritu de la tierra reposará otra vez tranquilo.

No importa lo que digan de ti… Lo que los demás esperan de ti pueden convertirte en una cárcel; digan lo que digan de mí yo soy el que soy.

Citas del libro, “Me declaro Vivo” by Luis Espinoza (Chamalú), 1994

LOS GRANDES LOGROS DE CALDERÓN

Jesusa Cervantes
MÉXICO, D.F., 23 de julio (apro).- Finalmente los mexicanos conocemos ya el impacto de la crisis mundial de octubre de 2008 en nuestro país: 6 millones de pobres más. Sin embargo, esto no acaba ahí, el gobierno de Felipe Calderón se empeña, a diario, en deteriorar cada día más la economía de los mexicanos y fortalecer las finanzas de los poderosos que los llevaron al poder. Y parece que lo va logrando; si no, veamos.
El pasado 21 de julio, Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Hacienda y Crédito Público admitió que había seis millones más de mexicanos pobres. La noticia, obviamente, impactó a la opinión pública, sin embargo, era el principio de lo que vendría. Al día siguiente, una estocada más contra la clase trabajadora: la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió reducir de 25 a 10 salarios mínimos el monto máximo para calcular las pensiones por invalidez, vejez, cesantía o muerte de los trabajadores que cotizan el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Del asombro al coraje en menos de 24 horas, pues la decisión, tomada el 9 de julio por la Segunda Sala de la Suprema Corte, causó indignación. Con el fallo de la Corte, ahora un trabajador que desee jubilarse recibirá, como máximo, una pensión de 17 mil pesos mensuales, en lugar de 42 mil que prevé el cálculo de 25 salarios mínimos que actualmente se viene realizando.
Por si fuera poco, un día después nos enteramos que el IMSS durante este año hará uso de 16 mil millones de pesos de sus reservas de Fondo Laboral y del de Operaciones para Contingencias.
Si hacemos memoria el dato no sólo genera estupor, sino enojo. Esto porque resulta que, según reveló la revista Proceso en su pasado número, el Comité Técnico del IMSS decidió tomar a lo largo del sexenio pasado y parte de este, esa misma cantidad del mismo Fondo de Reservas para invertirlo en la llamada “deuda corporativa”.
Nos enteramos que el IMSS decidió tomar de ese Fondo de Reserva, en donde se encuentra también el Fondo de Pensiones, 16 mil millones de pesos para jugar en la ruleta de la Bolsa Mexicana de Valores. En honor a la verdad en algunos casos la jugada resulta eficaz e incrementa los recursos del inversionista, sin embargo, en otros, como en el caso de Metrofinanciera y Comercial Mexicana, que salieron con saldo negativo y perdieron lo invertido o no han podido recuperarlo.
Pero ese no es el problema, el gran dilema que abrió el Instituto fue su determinación de jugar 16 mil millones de pesos, dinero de los mexicanos y producto de su trabajo, para adquirir bonos no gubernamentales, esto es, bonos de empresas privadas.
¿Cuál es el resultado de ello? Que en palabras llanas el IMSS “entregó” dinero fresco a 24 empresas privadas. Estas son, Carso, Cemex, CIE, varias Sofome --como Metrofinanciera, Hipotecaria Su Casita--, Navistar, Telefónica, Finanzas México, Bimbo y Coca Cola, entre otras.
¿Cómo funcionó esto? Sencillo: cada una de estas empresas emitió bonos que se pusieron a disposición del público en la BMV, el IMSS compró, por un monto de 16 mil millones de pesos, estos bonos no gubernamentales, los cuales tuvieron cierto interés de ganancia para el propio Instituto.
Al adquirir el IMSS estos bonos, les inyectó dinero freso a más de 20 empresas privadas, en lugar de utilizar esos recursos para la compra de medicamentos, construir hospitales, reparar otros, comprar instrumentos quirúrgicos… o para pagar las pensiones.
Ese dinero se fue de manera directa a empresas privadas, es decir, el IMSS --con el dinero que los patrones retienen a sus trabajadores y envían a las arcas del Instituto para que, cuando los empleados terminen su vida laboral se les paguen de ahí sus pensiones mensuales--, utilizó recursos públicos para “capitalizar” a empresas privadas.
Uno se pregunta, ¿acaso requieren empresas internacionales y tan ricas como Cemex, Bimbo o Coca Cola, que le gobierno las capitalice con el dinero que los mexicanos devengan día con día con su trabajo? La respuesta es obvia: No.
Sin embargo, los dos gobiernos federales panistas han recurrido a esta práctica, de retirar dinero del Fondo de Reservas del IMSS para dárselo a empresas privadas.
Todo esto viene a cuenta porque ahora el IMSS ha anunciado que utilizará para este año otros 16 mil millones de pesos del Fondo de Reservas para cubrir su déficit, lo cual no significa otra cosa que cubrir los gastos por compra de medicina, pago de pensiones, construcción o rehabilitación de hospitales y adquisición de material quirúrgico.
Uno puede justificar que utilice el dinero del Fondo de Reserva para cubrir estos gastos pero no para financiar o capitalizar a empresas privadas.
El IMSS es el único instrumento médico al que puede recurrir la mayoría de la población, pues sólo los de clase pudiente acuden a hospitales privados cuando tienen una emergencia médica.
Pero si el dinero del IMSS es utilizado para capitalizar empresas, pues es lógico que su Fondo de Reservas baje y, por consiguiente, el dinero que puede disponer para actualizar y mantener en óptimas condiciones sus hospitales.
Si a todo esto le sumamos la decisión de la Corte de reducir la pensión el monto máximo para calcular las pensiones, de 25 a 10 salarios mínimos, entonces entendemos que esto le pega directamente a la clase trabajadora que cotiza en el IMSS. El impacto será principalmente para la clase media.
Si de acuerdo con los datos del Inegi, existían hasta antes de la crisis económica de hace dos años 50 millones de pobres, ahora existen 56 millones de pobres, esta cifra, sin duda, aumentará en caso de que el IMSS decida poner en práctica la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que, dicho sea de paso, de justa no tiene nada.
Esta nueva clase de pobres que año con año aumenta es la que puede acudir --en algunos casos--, al IMSS para atender sus problemas de salud, pero de poco le vale cuando el propio Instituto en lugar de destinar sus fondos de reserva los utiliza para financiar a empresas privadas inmensamente ricas.
Ayer el IMSS usó 16 mil millones de pesos para capitalizar empresas, hoy anuncia que usará otros 16 mil millones de pesos para cubrir su déficit y, a la par, la Corte avala un recorte sustancial en el pago de pensiones. ¿Y a los trabajadores que son los que mantienen el Instituto con su trabajo, quién los apoya? La verdad es que este gobierno no.
Por lo pronto existe una pequeña esperanza: el Comité Técnico del IMSS aún no decide si pondrá en práctica la determinación de la Corte; por el bien de los mexicanos y del país, esperemos que no lo haga, de lo contrario al malestar social que ya existe por el escaso valor adquisitivo de su dinero, se sumará la inconformidad de 3 millones y medio de trabajadores cautivos a pagar las cuotas del IMSS.
Este descontento estará presente, sin duda alguna, en las próximas elecciones presidenciales del 2012. A ver si la gente vota por el gobierno panista que gusta de usar el Fondo de Reserva del IMSS para aligerar la carga económica de empresas privadas y no de sus trabajadores.
mjcervantes@proceso.com.mx