jueves, 31 de diciembre de 2009

POSTALES DE FIN DE AÑO

Eduardo Galeano
El miedo global
Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo. Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo. Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida. Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser pisados. La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir. Los civiles tienen miedo a los militares, los militares tienen miedo a la falta de armas, las armas tienen miedo a la falta de guerras. Es el tiempo del miedo. Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo. Miedo a los ladrones, miedo a la policía. Miedo a la puerta sin cerraduras, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar. Miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede ser, miedo de morir, miedo de vivir.

Vista del crepúsculo, al fin del siglo
Está envenenada
la tierra que nos entierra
o destierra.
Ya no hay aire, sino desaire.
Ya no hay lluvia, sino
lluvia ácida.
Ya no hay parques, sino parkings.
Ya no hay sociedades, sino
sociedades anónimas.
Empresas en lugar de naciones.
Consumidores en lugar
de ciudadanos.
Aglomeraciones en
lugar de ciudades.
Competencias mercantiles en
lugar de relaciones humanas.
No hay pueblos, sino mercados.
No hay personas, sino públicos.
No hay realidades,
sino publicidades.
No hay visiones, sino
televisiones.
Para elogiar una flor, se dice:
"Parece de plástico".

América Latina, paisajes típicos
Los estados dejan de ser empresarios y se dedican a ser policías.
Los presidentes se convierten en gerentes de empresas ajenas.
Los ministros de Economía son buenos traductores.
Los industriales se convierten en importadores.
Los más dependen cada vez más de las sobras de los menos.
Los trabajadores pierden sus trabajos.
Los campesinos pierden sus tierritas.
Los niños pierden su infancia.
Los jóvenes pierden las ganas de creer.
Los viejos pierden su jubilación.
"La vida es una lotería", opinan los que ganan.

Pobrezas
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio, ni pueden comprarlo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen
piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres.

FELIZ AÑO 2010 !!!

PORQUE EL PUEBLO SOMOS NOSOTROS
LOS QUE HACEMOS LA HISTORIA
PORQUE COMO MÉXICO NO HAY DOS
QUE VIVA MÉXICO QUE VIVA NUESTRA RAZA

MÉXICO VIVE Y ESTE 2010 LA LUCHA SIGUE !!
FELICIDADES RAZA !!

Hilda, Carla, Sergio y Gabriel
desde Canadá

A CADA DÍA SU AFÁN, EN EL 2010


Las épocas de crisis son pródigas en lecciones que no conviene dejar pasar por alto. Podemos apurar estos tiempos difíciles y de prueba extrayendo las enseñanzas que, de forma más o menos evidente, su discurrir nos está proporcionando. Cae un mundo, pero aún no ha aflorado el otro. Subyace un aprendizaje profundo en el desmoronamiento de todo el paradigma individualista-materialista-violento que no podemos dejar escapar. El nuevo modelo basado en el cooperar y compartir asomó aún muy tímidamente en el 2009, pero también es cierto que cada vez hay más seres firmemente comprometidos en una búsqueda emancipadora, tanto a nivel personal como colectivo.
Resta mucho por analizar. Sólo hay espacio para una breve, casi furtiva, mirada. Lo suficiente para observar que hay tarea futura. No faltan desafíos para el 2010. Serenar, incluir, acompañar, colaborar, compartir…, quedan muchos verbos por conjugar en el año que ahora arranca. No importa el trayecto por delante, no importa un 2012 a la vuelta de la esquina. A cada día su afán. Lo que importa es el compromiso de cada instante para restaurar la esperanza en cada uno de nuestros corazones y en el corazón de la humanidad entera. Lo que importa es la confianza de saber que estamos en el momento y lugar adecuados para poder contribuir, cada quien desde sus circunstancias y alcance, a hacer todavía del planeta un hogar bello y fraterno absolutamente para tod@s.

Aqui va un articulo de la revista Semanario...es del 28 de dic...se me habia escapado , pero bueno, para soñar nunca es tarde...

Felipe Calderón se va de los pinos




Se rinde Calderón. La madrugada de hoy presentó su renuncia irrevocable en una ceremonia privada

Alfredo García
28-Diciembre-2009

UNA RENUNCIA ESPERADA

En un acto sin precedentes en la historia de México, el Presidente deja el país por la puerta trasera. En 2006 comenzó su mandato con la mitad del electorado en contra y hoy, tres años después, sin dar la cara, se va con el repudio de gran parte de los mexicanos

Aunque la exclusiva fue lanzada simultáneamente por dos sitios de Internet, y sólo espera su confirmación en las próximas horas por Comunicación Social de la Presidencia de la República, la noticia ya dio la vuelta al mundo: Felipe Calderón presentó su renuncia irrevocable como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Calderón Hinojosa resignó la banda presidencial en manos del magistrado Guillermo Ortiz Mayagoitia, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyo alto nombramiento expira por cierto el año 2010. La escueta ceremonia tuvo lugar a altas horas de la noche, en el salón de Embajadores de Palacio Nacional, resguardado por un cuerpo de élite del Ejército Nacional. Los concurrentes al insólito acto apenas rebasaron una veintena de personas.

Los portales Qetzalkóatl 2000 y SuavePatria.com, de creación reciente, operados por dos equipos de jóvenes regiomontanos doctorados en periodismo por la Universidad de Paysandú y por el Instituto de Altos Estudios de Curazao respectivamente, lanzaron la bomba institucional los primeros minutos de este domingo.

Al parecer, una transmisión del acto por televisión abierta en cadena nacional fue descartada en los primeros minutos de la madrugada. La oficina de la Presidencia decidió filtrar por el momento la información solamente a dos sitios de élite de Internet, así como a dos o tres periódicos centroamericanos, con la supuesta intención de ir preparando a la opinión pública.

El vacío de poder que esta situación crea será resuelto no antes del próximo miércoles 30 de noviembre, según fuentes de alta confidencialidad de Los Pinos. Las tendencias más fuertes son las que se manifiestan en favor del propio Ortiz Mayagoitia, titular del Poder Judicial de la Federación, y de Margarita Zavala, hasta el sábado primera dama de la Nación.

UN PRESIDENTE CUESTA ARRIBA

Llega así a su término un mandato presidencial que había sido severamente cuestionado desde sus primeros momentos. Desde antes que tomase posesión, políticos opositores y líderes de la opinión pública habían demandado una segunda vuelta electoral, o bien una presidencia interina para convocar a nuevas elecciones, aunque nunca un alargamiento del mandato de Vicente Fox para que organizara éstas. El juramento presidencial, llevado a efecto en el Palacio de San Lázaro la mañana del 1 de diciembre de 2006, estuvo signado por el intento de golpe de Estado que protagonizaron las fracciones parlamentarias del PRD, el PT y Convergencia Democrática.

“Sólo la prudencia política del PRI –en palabras del magistrado Ortiz Mayagoitia, recogidas por El Universal apenas el pasado sábado-, así como el probado oficio de los medios de comunicación y la madurez de la opinión pública pudieron detener este golpe de mano, que habría arrojado al país al infantilismo institucional, a la anarquía cívica y a la violencia generalizada de los cárteles del narcotráfico”.

Y lo que resulta más curioso: la renuncia tuvo lugar en momentos y circunstancias que recordaron vivamente la toma previa de posesión, ocurrida en los primeros minutos del 1 de diciembre, también en una solitaria sala de Palacio Nacional, donde sólo comparecieron el mandatario saliente Vicente Fox y un pelotón del Ejército. Así pues, el principio y el fin de este período ocurrieron, en palabras improvisadas de los comentaristas regiomontanos de SuavePatria.com, “en el secreto y como bajo el resguardo de la noche: Calderón se fue como había llegado: por la puerta trasera, a escondidas de la opinión pública”.

LLEVADO POR LA MALA

Desde su campaña presidencial, el morelense había recalcado su afición por una canción michoacana, “El hijo desobediente”. Sin embargo, el himno oficial de su mandato pareció ser otra canción tradicional, la que se intitula “Llevado por la mala”. En efecto, algunos comentaristas, sobre todo de provincia, señalaron con piadosa intención el hecho de que Felipe parecía un presidente con mala suerte.

Rememoraban, para ello, toda clase de circunstancias: la antipatía de la pareja presidencial Vicente Fox-Martha Sahagún hacia un precandidato débil, de baja estatura, con una voz quebrada nunca se supo si por la impotencia o por el nerviosismo. La tremenda ventaja que le sacaba en lasencuestas preelectorales un candidato opositor, López Obrador, cuya principal gracia y mérito consistían en haber aparecido minuto y medio a diario, durante cinco años, en los noticieros de la empresa Televisa.

Añadían la forma tan penosa como había conseguido remontar una desventaja que parecía definitiva, gracias al empuje de una campaña sucia que le diseñaron sus estrategas y los del presidente saliente Vicente Fox. Hasta llegar a la noche del 2 de julio, noche de cuchillos largos electorales, cuando un medio punto porcentual determinó a duras penas el triunfo del michoacano. Esos mismos comentaristas hacían mención luego a los cinco turbulentos meses que siguieron, período de desgobierno y protestas callejeras, cuando el presidente Fox a duras penas sostenía las riendas del mando, cuando el Tribunal Electoral Federal se resistía a nombrar a Calderón presidente electo, abonando con ello toda suerte de suspicacias y sospechosismos.

LA GUERRA DEL NARCO

Gabriel Contreras, cronista de la revista Gatopardo, había informado que la lectura de cabecera de Felipe Calderón, en el mes de noviembre, había sido “Diario de la Guerra del Cerdo”, del novelista argentino Adolfo Bioy Casares. El dato ilustra quizá el estado de ánimo de un presidente que apostó, como en un pacto antifáustico, su conciencia, su imagen pública y su período de gobierno a la semi militarización del país, poniendo bajo el control del Ejército las diez o doce principales capitales de provincia, donde se ha vivido prácticamente un régimen de baños de sangre cotidianos, en los tres años justos que alcanzó a durar su sexenio.

La violencia que se vivió durante este período ha sido la más grave registrada entre nosotros desde los tiempos de la Revolución Mexicana. Merced a ella, ciudades como Juárez, Torreón y Monterrey se parangonaron con otras capitales de la barbarie como Bagdad, la Franja de Gaza y Kabul. Sin embargo, los narcotraficantes actuales no son robavacas con ideales como aquellos que iniciaron la Revolución Mexicana. Son capitalistas de chequera y metralleta, hombres de empresa con rólex y camioneta blindada, capitanes de industria con avioneta particular y campo privado de golf.

Son especímenes del capitalismo salvaje, y no prohombres de una violencia utópica. Los ideales son el único lujo que no se pueden permitir. Son la tela inconsútil que dejan a los miembros del EPR para que cubran con ella sus andrajos. Los cárteles del narco son las únicas entidades violentas que cuentan con capacidad económica y con capacidad de fuego. Y aun cuando el cártel de Sinaloa, el de Juárez y el de Tijuana llegaron a integrar una federación, ninguno de ellos en particular está interesado en coordinarse con los otros para derribar al Estado mexicano. Por más que las instituciones se hayan mostrado débiles durante el mandato de Felipe Calderón, el objetivo principal de los cárteles ha sido el lucro y la ganancia, no la toma del poder político ni la reivindicación masiva de los pobres.

Fue el mismo cronista Gabriel Contreras, de la revista Gatopardo, quien ratificó en su reportaje: “Calderón, un hombre sin privacía”, las informaciones que habían corrido hasta entonces de manera oral, en el sentido de que el presidente se había vuelto adicto a la bebida, siguiendo también en esto los pasos de su mentor, el filósofo panista Carlos Castillo Peraza. A decir de sus allegados, la afición por las bebidas alcohólicas se acentuó hasta niveles preocupantes, sobre todo a partir del accidente de aviación en el que falleciera el joven secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño. Al parecer, Calderón prefería la ginebra inglesa Beefeater y un whisky de los Highlanders de Escocia, sin marca comercial, que se envasa para distinguidas personalidades mundiales como el cantante Bono, el Nobel Gabriel García Márquez y Frédéric Miterrand, sobrino del famoso ex presidente y actual ministro de Cultura en el gabinete de Sarkozy en Francia, famoso últimamente por ciertos escándalos que protagonizara en burdeles homosexuales de Tailandia.

LO QUE RESTA

Margarita Esther Zavala Gómez del Campo nació en la ciudad de México el 25 de julio de 1967. Conoció a Felipe Calderón Hinojosa en el Partido Acción Nacional e iniciaron su noviazgo en la ciudad de Morelia. Es abogada por la Escuela Libre de Derecho. Desde 1990 ha alternado su labor política con el trabajo en diversos bufetes jurídicos, así como la docencia en la materia de Derecho. En el Partido Acción Nacional se desempeñó como Directora Jurídica del Comité Ejecutivo Nacional y como Secretaria Nacional de Promoción Política de la Mujer, de 1999 a 2003.

Es consejera nacional del PAN desde 1993. Ha participado en diversos foros y conferencias encaminadas a fortalecer la equidad de género, entre ellos la Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), donde participó como ponente con el tema de Derechos de las Mujeres. Es uno de los miembros fundadores de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de las Mujeres. En el mes de junio del 2008, ya como primera dama de la Nación, presentó la campaña de información “Para una nueva vida”, que busca proveer a los padres de familia de información que contribuya a la prevención de adicciones entre niños y jóvenes: esta lucha contra las adicciones se ha convertido en un tema prioritario en su agenda.

A diferencia de su antecesora Martha Sahagún, tiene una amplia experiencia política y una sólida preparación académica. Durante el gobierno de Felipe Calderón (1 de diciembre de 2006 a 27 de diciembre de 2009) se hizo notar, si puede decirse, por su discreción, su mesura y su firmeza. Hasta el momento, es la candidata más fuerte a suceder a su cónyuge en la primera magistratura de la Nación, como presidenta sustituta, con el mandanto de convocar a elecciones generales en el término de un año.

Guillermo Iberio Ortiz Mayagoitia nació en Misantla, Veracruz, el 10 de febrero de 1941. Es un distinguido jurista y ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No tiene parentesco directo con su homónimo Guillermo Ortiz, hasta hace unos días gobernador del Banco de México.
Actualmente preside el máximo tribunal de la nación, función que cumplirá hasta el 31 de diciembre de 2010. Estará a cargo de la oficina de la Presidencia durante unos días, mientras el Congreso federal ratifica a Margarita Zavala como titular de la máxima magistratura de la Nación.
¡Feliz dia de los inocentes!

VIDAS PARALELAS

Podemos señalar algunas similitudes interesantes entre los mandatos de Felipe Calderón (2006-2009) y el de su paisano Pascual Ortiz Rubio (1930-1932). Ortiz Rubio (Morelia, 1877 - México, 1963) estudió en la Escuela Nacional de Ingenieros de México y se tituló como topógrafo en 1902. En 1910 se unió al movimiento maderista. Fue diputado federal durante la presidencia de don Francisco I. Madero, y junto con todos los integrantes de esa Legislatura, la primera del México moderno, fue llevado a prisión el 15 de febrero de 1913, con el triunfo del cuartelazo del general Victoriano Huerta. Ejerció su profesión de topógrafo en Michoacán e intervino en la política local, primero como diputado y luego como gobernador (1917-1920). En 1920 fue nombrado secretario de Comunicaciones y Obras Públicas en el gabinete de Adolfo de la Huerta y después en el del general Álvaro Obregón. El presidente Plutarco Elías Calles (1924-1928) lo nombró embajador en Alemania, y posteriormente en Brasil. De éste último puesto fue convocado por el presidente Emilio Portes Gil, para que se convirtiera en candidato presidencial del flamante Partido Nacional Revolucionario, que el entonces mandatario había organizado por instrucciones del mandatario saliente Plutarco Elías Calles, el autonombrado Jefe Máximo de la Revolución. Ortiz Rubio triunfó en unas elecciones muy reñidas contra el candidato independiente José Vasconcelos Calderón, antiguo rector de la UNAM y secretario de Educación del general Álvaro Obregón, así como uno de los intelectuales más destacados que ha dado México. Tomó posesión el 5 de febrero de 1930, en medio de un magno descontento nacional, que de algún modo prefiguraba el que se desbordaría por parecidas razones el 1 de diciembre de 2006. El mismo día de su toma de protesta fue víctima de un atentado con proyectiles de bala que le dejó heridas en el rostro y lo obligó a dejar el poder en manos de sus colaboradores, durante un lapso de sesenta días. Los seguidores de Vaconcelos, jóvenes universitarios en su mayoría, se agruparon finalmente para dar origen al Partido Acción Nacional, el primer partido de la derecha moderna en México. El periodista Luis Calderón Vega, padre del presidente que acaba de dimitir, fue testigo presencial de todos estos hechos, y uno de los fundadores de la nueva agrupación política. Ortiz Rubio ostentó el mando del país hasta el 4 de septiembre de 1932, cuando se vio obligado a renunciar por la oposición generalizada a su gobierno por parte del Congreso, de los gobernadores de los estados y del propio general Plutarco Elías Calles, el Carlos Salinas de Gortari de aquel entonces. Antes de irse, y haciendo eco de la atmósfera de golpe de Estado que se respiraba en esos momentos en el país, declaró: “Salgo con las manos limpias de sangre y de dinero; prefiero irme y no quedarme aquí sostenido por las bayonetas del Ejército mexicano”. (¿Alguien recuerda el lema ‘Manos limpias’, que empleó Felipe Calderón durante su campaña presidencial? La correspondencia, de tan exacta, parece borguesiana.) Ortiz Rubio partió al exilio. En 1935 regresó al país, cuando el presidente Lázaro Cárdenas lo nombró gerente de la flamante compañía Petromex, antecedente del gigante energético y presupuestal PEMEX. Durante su gobierno se fundó la Comisión Nacional de Turismo, se promulgó, el 28 de agosto de 1931, la trascendental Ley Federal del Trabajo y ese mismo año México ingresó en la Liga de las Naciones.

Pasta de Conchos: herida que no cierra

Historiador califica al caso Pasta de Conchos como la tragedia más dolorosa de la minería en Coahuila


Historiador califica al caso Pasta de Conchos como la tragedia más dolorosa de la minería en Coahuila
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SAN JUAN DE SABINAS, COAH.- Desde 1884 cuando empezó la extracción de carbón en la Región Carbonífera, han habido 116 explosiones de gas metano en minas donde han muerto mil 412 trabajadores y nunca se quedó ningún cuerpo enterrado en los yacimientos, afirmó el historiador de minas y diputado local Ramiro Flores Morales.

En esta larga lista de esquelas, aparte de las víctimas de derrumbes e inundaciones, apuntó, Pasta de Conchos es el caso más doloroso porque los cadáveres de 63 de las 65 víctimas del estallido no pudieron ser rescatados.

El legislador, integrante de la Comisión de Energía y Minas del Congreso de Coahuila, confió en que se haga justicia a las viudas y a los deudos de rescatar lo que haya quedado de los mineros, porque económicamente las familias recibieron ayudas como nunca nadie en la historia de las catástrofes en la cuenca.

La empresa Industrial Minera México, S.A. —IMMSA— propietaria del fundo colapsado les dio 750 mil pesos y becas para sus hijos, también el Gobierno del Estado repartió becas hasta que terminen una carrera profesional, una casa nueva por familia, la indemnización y otros beneficios.

Empero, Flores Morales, consideró que por la magnitud de la explosión, debido a la fuerte concentración de gas, aunado a las altas temperaturas, superiores a los 600 grados centígrados, que provocaron derrumbes en el interior del tiro y la humedad: “Seguramente ya no hay nada, absolutamente nada de los restos de los carboneros”.

“Los cuerpos fueron calcinados, totalmente pulverizados, no creo que encuentren restos de ellos; si acaso habrá hebillas de cintos, alguna cosa metálica del equipo que traían, pero no se sabrá de quién era, y (si hallan alguna parte de las víctimas) ni siquiera se podrían practicar pruebas de ADN”, afirmó.

Aunque la herida sigue ahí, señaló, todo mundo da el caso por cerrado porque ya pasaron casi cuatro años.

Lo peor de todo es que después de Pasta de Conchos el gobierno de Fox y el entonces secretario del Trabajo, Francisco Xavier Salazar Saénz, se comprometieron a incrementar el número de inspectores para supervisar las condiciones en que operan minas, pozos y fundos.

“Efectivamente —indicó—, eso se vio los primeros seis meses después de la tragedia, pero luego todo volvió a la normalidad, a lo mismo de siempre no se les ve”.

Actualmente, la Carbonífera agoniza por falta de empleo, y no se han logrado captar inversiones para generar fuentes de trabajo y la gente emigra a otras ciudades o “al otro lado”, a Estados Unidos.

Hasta ahora, mencionó, los únicos interesados en invertir en la zona son unos empresarios chinos, pero en su país mueren aproximadamente 3 mil carboneros al año y ellos no se dan a la tarea de rescatar los cadáveres, los dejan enterrados como ofrenda, esa es su cultura.

Destacó luego que las catástrofes carboneras son cíclicas, precisamente los meses de enero y febrero es cuando se registran más accidentes en la industria extractiva de carbón debido a las presiones ambientales atmosféricas.

El 31 de enero de 1902 murieron 135 obreros del carbón en El Hondo, municipio de Juárez, aunque hoy pertenece a Sabinas; en enero de 1918 fallecieron otros 62 en la mina La Conquista, poblado de Las Esperanzas, municipio de Múzquiz.

Además, el día 31 es fatídico, se repite varias veces, la primera explosión fue el 31 de enero de 1987 en San Felipe, también de Juárez, hoy Sabinas, donde perecieron tres carboneros, esas entre muchas otras.

Para el historiador en minas es lamentable que el Gobierno Federal de extracción panista haya ignorado el dolor y el sufrimiento de los deudos.

Refirió que cuando ocurrió la explosión en El Hondo vino el presidente de la república, Porfirio Díaz, con su esposa Carmelita Romero Rubio.

Ella se quedó aquí en Sabinas y él fue a solicitar una cooperación para ayudar a las familias y consoló a las viudas, lo que no hizo Fox, insistió.

Un rosario de males enmarcó un 2009 de pesadilla

Muerte de bebés en una guardería, el A/H1N1 y severos golpes a la economía marcan el año

Azotan influenza, crisis, incendio e inundaciones a México en 2009
Lanza Felipe Calderón a 44 mil electricistas a la calle

Sufre el PAN grave derrota electoral


Rosa Elvira Vargas

Periódico La Jornada
Jueves 31 de diciembre de 2009, p. 3
Cuando en enero muchos mexicanos pudieron pensar o esperar que en 2009 no ocurriría nada peor que la continuación de la crisis económica desatada en el segundo semestre del año anterior, descrita entonces con el alentador pronóstico de un simple “catarrito”, resultó que no.

Fueron éstos 12 meses de pesadilla: la epidemia de la influenza A/H1N1, el incendio en la guardería del Seguro Social en Hermosillo, donde murieron 49 niños; la caída a menos 7 por ciento en el crecimiento económico, la desenfrenada violencia en todo el territorio nacional, así como las inundaciones en estados del noroeste y del sureste son apenas algunos de los acontecimientos inolvidables de este periodo anual.

Pero esos hechos no fueron todos ni los peores. El gobierno federal, que el 7 de enero había anunciado un Acuerdo Nacional en favor de la economía familiar y el empleo, en octubre –a la medianoche del día 10– ordenó a la Policía Federal tomar por asalto las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro y publicó un decreto firmado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa en el cual se decidía la extinción del organismo y se mandaba a la calle a más de 44 mil trabajadores activos.

El 5 de julio hubo elecciones federales y también locales en algunas entidades. El oficialista Partido Acción Nacional (PAN) sufrió una sonora derrota en las urnas, y la Cámara de Diputados quedó bajo el control del Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo mismo que cinco de las seis gubernaturas en disputa ese día.

Mientras, cada mes miles de mexicanos siguieron sumándose a las filas del desempleo y el gobierno anunció oficialmente el fin de la era del petróleo como sostén de las finanzas públicas. El estira y afloja entre los poderes Ejecutivo y Legislativo produjo, el 21 de octubre, un acuerdo en la Ley de Ingresos por el cual a partir del primero de enero de 2010 el impuesto al valor agregado (IVA) pasará de 15 a 16 por ciento y el impuesto sobre la renta (ISR) será de 30 por ciento, además de un cobro adicional de 3 por ciento a las telecomunicaciones, entre otros.

Durante este año los cambios, ajustes y renuncias en el gabinete del Presidente fueron constantes, y los más recientes se anunciaron a principios de este mes.

Los movimientos se iniciaron el 3 de marzo con la remoción del secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, luego de varias semanas de polémica por la difusión de una charla telefónica en la cual afirmó que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari se robó la mitad de la “partida secreta”. Lo sustituyó Juan Molinar Horcasitas, a la sazón director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

A este organismo fue enviado Daniel Karam, quien dirigía el Seguro Popular. Ese mismo día también, Consuelo Sáizar relevó a Sergio Vela en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Un mes después, el 4 de abril, Josefina Vázquez Mota dejó la Secretaría de Educación Pública para buscar una diputación federal. Al día siguiente se nombró en ese cargo a Alonso Lujambio, ex consejero presidente del IFAI. El día 8, y en medio del escándalo por intento de soborno a un diario yucateco en el marco de las campañas electorales, dimitió el director de la Lotería Nacional, Miguel Ángel Jiménez, y el 9 de junio fue designado en esa posición Benjamín González Roaro.

El 7 de septiembre salieron del primer círculo del gobierno federal Alberto Cárdenas, de la Sagarpa (quien regresó a su escaño senatorial); Eduardo Medina Mora, de la Procuraduría General de la República (hoy embajador en el Reino Unido), y Jesús Reyes Heroles. Los sustituyeron, respectivamente, Francisco Mayorga, Arturo Chávez (impugnado por organizaciones civiles por su desempeño en Chihuahua) y Juan José Suárez Coppel.
Apenas el 9 de diciembre, al proponer al Congreso la designación de Agustín Carstens como gobernador del Banco de México, Calderón propuso para remplazarlo en la Secretaría de Hacienda a Ernesto Cordero, hasta ese día titular de la Sedeso; a ésta llegó el sinaloense Heriberto Félix.

En rigor el año comenzó sólo con escándalos declarativos y policiacos como las expresiones del presidente Felipe Calderón el 14 de enero durante el Encuentro Mundial de las Familias abogando por los valores de la “familia tradicional”, y la detención en Chiapas del ex fiscal antidrogas Mariano Herrán Salvatti, el 25 de ese mes.

Sin embargo, y mientras el 14 de febrero la capital del país impuso un nuevo récord Guinness con 40 mil parejas besándose al mismo tiempo en el Zócalo, menos de tres meses después –el 24 de abril– el gobierno federal, a través de la Secretaría de Salud, dispuso que las personas no sólo dejaran de unir los labios, sino literalmente pidió que no se tocaran.

La noche del día 23 se ordenó el cierre de escuelas, primero las del valle de México y más tarde las de todo el país, y se cancelaron los actos masivos; los días posteriores se instruyó el cierre de restaurantes y comercios.

El 25, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la alerta mundial por el nuevo virus de la influenza A/H1N1. Para el día 28 ya se reportaban 159 defunciones por ese mal. Terminó abril sin celebraciones del Día del Niño y empezó mayo sin desfile obrero y sin festejos de la Santa Cruz. Los partidos de futbol se realizaron “a puerta cerrada” y todo eso, con distintas gradualidades, se prolongó tres semanas. Las consecuencias económicas fueron gravísimas.

Un mes después, el 5 de junio, en Hermosillo, Sonora, una bodega habilitada como guardería subrogada del IMSS se incendió. Murieron 31 niños y días más tarde, producto de las heridas, otros 18. De inmediato se ubicó entre los concesionarios de la estancia infantil a funcionarios del gobierno local y a parientes de la esposa del presidente Calderón, Margarita Zavala.

Hasta el momento permanecen en la cárcel sólo empleados menores del sistema de guarderías, y en libertad, los dueños de la que sufrió el siniestro.

En las llamadas elecciones intermedias del 5 de julio se registró una participación ciudadana de 43.7 por ciento, el PRI recuperó la mayoría absoluta de la cámara baja y, salvo Sonora, las gubernaturas de San Luis Potosí, Nuevo León, Colima, Campeche y Querétaro.

Los números de la economía –macro y micro– tuvieron una caída sostenida a lo largo del año. Por ello, cuando el 8 de septiembre Calderón Hinojosa envió a la Cámara de Diputados una propuesta de Ley de Ingresos que incluía, entre otros, un impuesto generalizado de 2 por ciento al consumo, las reacciones de rechazo no se hicieron esperar.

Finalmente, tras numerosas negociaciones, la alianza PRI-PAN aprobó en San Lázaro, el 21 de octubre, la ley y la miscelánea fiscales. El IVA aumentará a partir de enero a 16 por ciento, el impuesto sobre la renta (ISR) pasará a 30 por ciento, habrá un gravamen de 3 por ciento a las telecomunicaciones y también a los depósitos en efectivo mayores de 15 mil pesos.

Con algunos ajustes, el 30 de ese mismo mes, el Senado votó en favor de la minuta enviada por los diputados, y en la madrugada del 17 de noviembre, en la cámara baja se aprobó el presupuesto de egresos para 2010.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

NUEVO GASOLINAZO A PARTIR DEL 1 DE ENERO, FORMALIZA SHCP

La gasolina Magna y el diesel aumentaran ocho centavos por litro y la Premium nueve, para reflejar el ajuste de 15 a 16% del IVA, estableció el subsecretario de Ingresos, José Antonio Meade.
La Jornada En Línea Publicado: 30/12/2009 19:51
México, DF. Los precios de las gasolinas Magna y Premium, así como el del diesel aumentarán a partir del 1 de enero, hizo oficial el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade.
El funcionario explicó que estos aumentos de 8, 9 y 8 centavos por litro respectivamente se aplicarán en concordancia con el aumento del 15 al 16 por ciento del IVA aprobado en el paquete fiscal para 2010.
Agregó que de no aplicarse estos ajustes se afectarían las finanzas del país, lo que conllevaría a determinar y establecere mayores cargas fiscales a los consumidores y los contribuyentes.
En conferencia de prensa, Meade señaló que desde 2004, los precios de los combustibles en México se han mantenido por debajo de los precios en países como Estados Unidos.
sr. MEADA el salario mínimo en México también esta por debajo de países como estados unidos

COMIENZA EL EMBLEMÁTICO 2012. ENHORABUENA

Gerardo Fernández Casanova (especial para ARGENPRESS.info)
“Que el fraude electoral jamás se olvide”
Confieso que me está costando mucho trabajo escribir este artículo; estuve tentado a evadir el compromiso que me he impuesto, argumentando un hipotético período vacacional.
La verdad es que me es imposible soslayar el convencionalismo del cambio de año; el consabido recuento de lo sucedido en el que termina para hacer propósitos para el año que comienza, pero no deja de ser doloroso reconocer que, en el 2009, los mexicanos registramos el peor año de nuestra historia, si acaso superado por los que se vivieron con las guerras de intervención, las yanquis y la francesa; hablo de las yanquis para incluir, además de la de 1847 que nos robó la mitad del territorio, la de 1913 que implicó el cuartelazo que asesinó al presidente Madero, gestado en y por la embajada de los Estados Unidos y que provocó la fase más cruenta de la Revolución Mexicana, necesaria para derrocar al sátrapa Huerta, impuesto por el embajador Henry Lane Wilson. También incluyo la que se practica de manera continua con las armas de la economía.
En este año que termina se vivió la peor crisis económica desde la etapa armada de la revolución, sumando a la doméstica, que ya dura más de veinte años, la del mundo capitalista, con sus secuelas de desempleo y recrudecimiento de la carestía y la pobreza. Nuestras ciudades están tomadas por las fuerzas beligerantes del crimen organizado y del gobierno; la población es presa de una violencia inusitada y, de hecho, se vive un no declarado estado de sitio. La gripa AH1N1 amenazó al país y puso de manifiesto el efecto del desmantelamiento del estado, inerme ante el riesgo, así como la impericia del gobierno gerencial que, además de provocar pánico en la población, paralizó innecesariamente la actividad económica, con especial daño a la del turismo. No contento con los fracasos acumulados, el régimen la emprende contra los trabajadores y, con argumentos falaces y medidas ilegales, cierra Luz y Fuerza del Centro y deja en la calle a más de 40 mil jefes de familia. El proceso electoral de mitad de sexenio mostró la debacle de la izquierda electoral y la entronización del zopilote bicéfalo, bajo los auspicios del poder de la televisión. El clero católico arremete contra un ya lánguido laicismo y pretende regresar el reloj de la historia para convertir el catecismo en ley. El rechinar de dientes se escucha por doquier.
Trato de escudriñar en la memoria alguna noticia grata, más allá de las de orden personal, y no la encuentro. Corrijo. Es buena noticia la sobrevivencia y el fortalecimiento de la movilización popular encabezada por AMLO, su presencia hasta en el más recóndito municipio, su pertinaz estructuración, el emblemático triunfo en Iztapalapa, su conexión con otros movimientos sociales. Todo ello en resistencia al más agresivo embate político y mediático jamás visto. Bueno, viéndolo bien, esta es una gran noticia: estamos vivos y tenemos la esperanza. Vale.
Comienza el emblemático 2010 de las conmemoraciones centenarias y de las premoniciones cíclicas. En tratándose de años, los del número diez han marcado los inicios de luchas tan importantes como la de la independencia y la de la revolución, que cambiaron profundamente la realidad nacional. No comparto el fatalismo de las fechas, no obstante hay quienes se esfuerzan por hacerlo valer, principalmente quienes, desde el poder, se obstinan en crear las mismas condiciones que dieron lugar a los acontecimientos que se conmemoran. Ni la corona española ni la dictadura porfirista fueron tan obstinados en desoír las advertencias de la realidad, como lo es el actual régimen espurio que, obcecado en las recetas políticas y económicas de sus patrones, insiste en mantener los privilegios de unos cuantos y en acrecentar la pobreza de la mayoría.
Para el año que comienza no puedo desear felicidades; se avizoran tiempos de enorme sacrificio y lucha. En todo caso, mi mayor deseo es que los sepamos afrontar con la plena decisión de salvar al país. El mayor esfuerzo tendremos que enfocarlo a la educación política, a la formación de la conciencia de la gente común para vencer los efectos nefastos de la propaganda oficial, de la desinformación mediática y de la manipulación clerical, verdaderos instrumentos de lo que los curas llaman “el maligno”.
Son muchos frentes para una misma lucha; desde la promoción de un referéndum para revocar el mandato de Calderón, que no por simbólico deja de tener eficacia, hasta la consecución del paro nacional que obligue al régimen a la retirada, para dar lugar a la fuerza popular en la conducción del país conforme a sus legítimos intereses. Es hora de vernos todos a la cara y de reconocernos en calidad de Patria. Es mi mejor deseo para el 2010. Enhorabuena que así sea.

CARDENALES Y OBISPOS, PROTEGIDOS POR EL PAPA Y CALDERÓN, BUSCAN RECUPERAR PRIVILEGIOS EN MÉXICO

Pedro Echeverria (especial para ARGENPRESS.info)
1. Ayer, en su homilía dominical, el cardenal Rivera Carrera aseguró que “la cultura moderna, además de atacar a la familia con la poligamia y el adulterio, hoy la agrede en su esencia por la equiparación de las uniones homosexuales con el matrimonio entre el hombre y la mujer, hasta el punto de permitir la adopción de niños y niñas en el seno de esas uniones.
La Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede, en modo alguno, llevar a la legalización de las uniones homosexuales. El bien común exige que las leyes reconozcan, favorezcan y protejan la unión matrimonial como base de la familia, célula primaria de la sociedad”. El arzobispo de México, cardenal con una enorme presencia, está a la cabeza del alto clero mexicano que ha sido acusado de protector de pederastas, de estar aliado al gobierno panista y a poderosos empresarios.
2. Desde que el presidente Carlos Salinas le otorgó todos los derechos al clero en 1992 y estableció totales relaciones con el Estado Vaticano, la poderosa jerarquía eclesiástica no ha descansado en la búsqueda de la recuperación de su dominación arrebatada a mediados del siglo XIX por las fuerzas liberales juaristas. El clero, los militares y los sectores de derecha impulsaron una guerra contra la Reforma liberal (1858/60), luego aprovecharon los privilegios de los 35 años (1876/1911) de la dictadura porfirista y en 1926 lanzó una Guerra Cristera contra el gobierno de la revolución y la Constitución de la República. Es por esa terrible historia, en la que el clero ha estado siempre aliado a las clases explotadoras y opresoras, por la que hay que tener mucho cuidado en sus intervenciones y su fortalecimiento. El PAN y el PRI neoliberales han apoyado su fortalecimiento.
3. No me metería a discutir el significado ideológico o filosófico de las religiones porque pienso como Marx que es simplemente “el opio del pueblo”. La palabra “opio” no es despectiva ni agresiva, pues el opio sólo es una droga analgésica narcótica que “se extrae de las cabezas verdes de la adormilera” (planta similar a la amapola). Parecería que la religión sólo adormece, da protección y descanso a la gente humilde en esta putrefacta sociedad capitalista que mata de hambre, enloquece a la persona y la arrincona negándole todas las salidas. ¿Cómo los humildes pueden huir de la opresión y sus penalidades si no cuentan con otras propuestas, con ideas liberadoras que las ayuden a despertar? Por eso el alto clero, a través de los siglos, se ha aprovechado de esa bondad y desesperación humana, para prometerles el cielo como salvación ante sus sufrimientos en la tierra.
4. ¿Qué pueden hacer los millones de familias que durante días y semanas no han tenido que comer, no les ha salido un trabajo, han visto enfermarse gravemente a sus hijos, etcétera y de pronto, sin poderse explicar racionalmente el por qué de las cosas, “como un milagro”, obtienen un ingreso económico, comen y sus hijos moribundos salvan su vida? ¿Cuántas millones de promesas se hacen a cualquier santo, a cualquier Dios, en los momentos de mayor desesperación que sirven de alivio, de descanso, de “colchón”, para que la gente más pobre y más honesta no tenga que darse con la pared? Por eso pienso que mientras exista el capitalismo, la explotación, la opresión y la miseria, la gran mayoría de la población tendrá que encontrar un lugar para desahogar sus penas y sus sufrimientos. Parece que la religión ayuda es fundamental para dormir el alma. El pueblo parece necesitarla.
5. El problema no es la religión como ideología porque en última instancia hay una enorme cantidad de ideologías y religiones en el mundo y cada quien puede adoptar la que quiera. El problema surge cuando las personas o grupos las interpretan para beneficio de sus intereses personales y se aprovechan de la gente honesta que los siguen. Todavía se puede hablar en México de alto clero o gran jerarquía eclesiástica que forma parte de la clase dominante y de los sectores minoritarios que determinan acerca de las políticas de Estado; pero también de clero bajo que es la gran masa de sacerdotes o curas de pueblos y pequeñas ciudades ligados directamente a los problemas de la población tales como miseria y pobreza, defensa de derechos indígenas, campesinos y sectores marginados. Sus ideologías suelen oponerse en los momentos en que la población se manifiesta.
6. La alta jerarquía católica en México, formada por los delegados papales, cardenales y arzobispos de casi todas las grandes capitales de los estados de la República, mantiene un papel determinante en las políticas de cada entidad. Todos los políticos de alto nivel deben lograr “la bendición” de esos jerarcas para obtener algún cargo de elección, de lo contrario su partido será castigado desde el púlpito y las sacristías de la iglesias. El clero –como los fuertes partidos y organizaciones empresariales hace alta política desde la cúspide del poder para conservar los privilegios que durante siglos ha tenido. Cuando desde el púlpito condena el aborto o su legalización, cuando combate a los homosexuales prohibiendo que pudieran formar una propia familia con hijos adoptados o cuando llama a sus feligreses a no votar por partidos no religiosos, están interviniendo directamente en política.
7. En los dos últimos años el alto clero, mediante un arreglo o acuerdo con el gobierno del PAN y los líderes del PRI han logrado echar abajo en 18 estados -de los 32 en que se divide el país- de las medidas avanzadas que años antes se habían logrado en materia de aborto y sociedades de convivencia. No se han podido imponer en la Ciudad de México donde desde hace 12 años gobierno el PRD. Es el motivo por el cual el Cardenal Norberto Rivera va ahora con toda su fuerza después de varios ensayos provocadores que ha preparado contra los gobiernos del PRD y López Obrador. Lo que el clero busca es recuperar el mayor poder posible en estos momentos en que el gobierno de la derecha panista, apuntalado por el ejército, demuestra tener fuerza. La pregunta sería: ¿Tendrán los ciudadanos del DF la fuerza para confrontar a los mercaderes de la iglesia?

2012, NAUFRAGIO PANISTA

José Gil Olmos
MÉXICO, D.F., 30 de diciembre (apro).- Sin haber creado una institución que funcione en una década al frente del país, el PAN ha confirmado lo que alguna vez dijo uno de sus principales fundadores, Manuel Gómez Morín, que este partido nació para oponerse y proponer, no para gobernar. Todo parece indicar que así pasará a la historia en estas fechas memorables.
Emblemático, el año entrante el país celebra dos fechas claves para la historia nacional: el centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia. Pero para la posteridad el 2010 podría pasar como el fracaso de la transición democrática mexicana.
Lamentablemente para el país la llegada del PAN al poder no significó ninguna transformación social, política o económica como se anhelaba tras 70 años de régimen autoritario del PRI, sino todo lo contrario, una profunda decepción.
De esta manera y aunque no ha transcurrido mucho tiempo, apenas tres años, el gobierno de Vicente Fox ya es recordado como el de la desilusión pues muchos de los que votaron por él veían la real posibilidad del cambio político e incluso se llegó a pensar en una transición radical del país mediante un gran pacto político entre todas las fuerzas y poderes.
Pero nada de esto sucedió, Fox dejó pasar una oportunidad histórica y no hubo acuerdos políticos con los poderes emergidos del PRI para cambiar el sistema sino que se reafirmaron las viejas alianzas sindicales, económicas y hasta de corrupción dando lugar a una enorme decepción entre los mexicanos.
Lo mismo ha ocurrido con Felipe Calderón quien, si no da un giro completo a su gobierno, será invocado como el presidente del fracaso pues sus principales propuestas han resultado ser eso, un enorme chasco pues no ha generado el empleo que prometió, ni establecido la paz ni la tranquilidad anhelada por millones de ciudadanos sometidos diariamente al terror del narcotráfico y la delincuencia organizada.
Metido cómodamente en el papel de oposición el PAN nunca se preparó para gobernar el país. Sin cuadros políticos suficientemente capacitados, carentes de preparación y de visión para toma decisiones de largo plazo, Fox y Calderón se sentaron en la silla presidencial sólo para intentar administrar el presente.
Y con ello echaron por la borda la esperanza representada en muchos de los votos que recibieron para ganar dos veces seguidas las elecciones presidenciales. Su fracaso viene a confirmar la teoría de que llegaron al poder no por el crecimiento del su partido el PAN sino por el hartazgo de la ciudadanía o por el miedo de los grupos de poder (empresarios, iglesia católica, sindicatos, etc.) de la llegada de un presidente ajeno y opositor a sus intereses.
Los gobiernos panistas vinieron a confirmar una triste realidad para los mexicanos: que las prácticas de impunidad, corrupción, mentira y traiciones que tanto criticaban del PRI, en realidad forman parte de la cultura política nacional. O sea, que no hay diferencias entre derecha, izquierda y centro en la geometría política del país.
Confirmada esta sospecha el regreso del PRI como “un partido que si sabe gobernar” parece lo más natural para los próximos años. Ahora no importa lo que digan y critiquen de los priistas, total todos los políticos son iguales o peores porque no saben gobernar.
Bajo esta idea de “nosotros si sabemos gobernar” si el PRI gana es probable que se vean cambios en el estilo o en la forma de hacer las cosas. Una de ellas, el combate al narcotráfico.
Es posible que al recobrar el PRI el poder presidencial veamos que los niveles de violencia y las formas en que se ha expresado el poder del crimen organizado sean menos graves o evidentes que las que experimentamos actualmente. Pero no es porque los priistas vayan a acabar con el narcotráfico pues saben que es imposible ya que se trata de un problema internacional con intereses profundos en los Estados Unidos, sino que le apostaran a controlarlo y para ello no duden que lleguen a acuerdos con algunos grupos como ya lo hicieron en el pasado.
2010 plantea entonces para el país muchos retos, pero el principal sacarlo del hoyo en que se encuentra, de la crisis económica, política y social al que ha sido llevado por los gobernantes panistas en quienes se fincó la enorme ilusión del cambio o el reto de la transición pero que sólo mostraron incapacidad para gobernar.

MÉXICO: EL MAPA HUMANO

Arnoldo Kraus
Todo lo que han hecho –y lo que no han hecho– los gobiernos mexicanos para fabricar la sociedad del desencuentro ha sido exitoso. El fracaso de sus políticas y la mediocridad de nuestros dirigentes han sembrado discordia, creado distancias, generado desconfianza, sepultado inocentes y expulsado connacionales. La sociedad mexicana vive inmersa en la desconfianza; trágico presente y escabroso futuro son realidades que cohabitan en nuestro ambiente.
El año que finaliza sembró más discordia que el previo. El año que sigue será peor que 2009. Perdón por el escepticismo. Perdón por la crudeza. La realidad no pide perdón: habla a partir de lo que retrata. El mapa humano del México contemporáneo es desolador. Expongo dos retratos. El primero: la sociedad del desencuentro se ha instalado entre nosotros. No hay elementos para destejer la espiral de desconfianza. El segundo: la oferta política es magra. No hay en quién depositarse, en quién confiar. Cuando la confianza en las instituciones es mínima, o nula, el desencuentro comunitario se multiplica sin parar. Ese es el mapa humano del México 2009. ¿En quién confiar?
La mayoría de la población no confía en la mayoría de sus gobernantes. La mayoría de los políticos no confía en sus pares, muchas veces, incluso, en los que militan en sus propios partidos. La mayoría de los políticos que confiaban en los pactos que tenían con sus narcotraficantes se han retirado y la mayoría de los narcotraficantes guardan malas relaciones con sus homólogos. La desalmada lucha entre narcotraficantes y el Ejército ha matado a muchos inocentes y ha cuestionado la transparencia de la milicia. Ésta no sólo no ha logrado frenar el narcotráfico, sino se ha convertido en blanco de críticas por algunas de sus actitudes en la comunidad.
La añeja falta de confianza de la sociedad en la policía y ahora en la milicia se ha incrementado conforme los índices de violencia aumentan: muchos habitantes sienten miedo cuando algún policía o patrulla se acerca; muchos le temen menos a los ladrones. No es infrecuente que la muta quiera linchar policías para buscar la justicia que nunca se les ha dado. Tampoco es la serendipia la que hace que las comunidades busquen arreglar cuentas por su propia mano: es la anemia moral de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos la que ha fomentado la desconfianza y el desprecio de la sociedad civil hacia muchas de sus instituciones.
La sociedad quisiera depositarse en algo o en alguien. Imposible: la corrupción y la impunidad despellejan todo. Los connacionales que quieren trabajar tienen que emigrar a Estados Unidos; los desterrados de Salinas, de Zedillo, de Fox y de Calderón son nuestros héroes: sin sus remesas el presente sería, para muchos, irrespirable. Muchos de los connacionales que estudiaron en el extranjero, con frecuencia a costa del erario, optan por no regresar: al Estado mexicano poco le interesa invertir en ciencia o en conocimiento. Mejor invierte y desinvierte en otros rubros.
Aunque sean otros los actores, mucha tinta y dinero corrieron con la intención, desconocida, por supuesto, de crear un Golem mexicano: Juanito. El famoso Juanito expuso la altura de muchos de los rincones de nuestra política e incrementó la desazón de la población. Juanito no logró transformarse en un Golem mexicano, pero sí consiguió sumirnos en la realidad y en los tejes y manejes de nuestra clase política (son muchas las versiones acerca del Golem. Se sabe que es una invención del folclor medieval y de la mitología judía. El Golem es un ser animado fabricado usualmente de barro u otras materias inanimadas. Proteger por medio de sus acciones o de palabras mágicas o religiosas son sus principales atributos).
El último reducto podría ser la religión. Podría ser, pero no lo es. Aunque no lo he indagado ni lo he leído, aventuro las ideas siguientes. La pobreza, la extrema pobreza, erosiona todo. La idea del mundo venidero ya ni es suficiente ni es consuelo. Todo tiene un límite. La pobreza mexicana lo rebasó hace mucho. Lo rebasó con creces y lo sepultaron las posturas de Norberto Rivera y de Onésimo Cepeda. Escucharlos un momentito, no más de un minuto, es suficiente para descreer.
La espiral de la desconfianza no tiene fin. Este año fue peor que 2008; 2010 será peor que 2009. Casi no hay en quién confiar. Casi no hay en quién creer. Son muy pocas las instituciones dignas. Nuestra realidad es patética. Vivimos inmersos en la sociedad del desencuentro.

MÉXICO SA

Arranca escalada de precios
Cuesta de enero en vertical
Dinero plástico: más intereses

Carlos Fernández-Vega
Antes de arrancar formalmente la masacre fiscal y de precios 2010 que para los mexicanos dispusieron Felipe Calderón y legisladores que lo acompañan, sobresalen algunos adelantados que desde ya cobran a los indefensos consumidores cualquier merma que, según sus estimaciones, pudieran llegar a reportar en el año por inaugurar como resultado de lo que algunos llaman política económica. La Secretaría de Hacienda ha puesto el ejemplo con el indecoroso incremento a la gasolina Magna y el diesel; de inmediato actuaron supermercados y tiendas departamentales; igual los cableros, quienes descaradamente notificaron a su clientela que le trasladarán el nuevo impuesto a las telecomunicaciones que, se supone, a las empresas del ramo corresponde pagar; sigilosos, continuaron tortilleros, panaderos, carniceros y, en fin, todos los demás, que transitan por la misma ruta, pues su tesis es que ninguno de ellos (con el gobierno a la cabeza) tiene por qué pagar su parte, y que al final de cuentas los únicos responsables de la crisis, del hundimiento de la economía, y de todas las barbaridades cometidas y por cometer, son los mexicanos de a pie, que nada tienen que ver con la toma de decisiones.
Y en esta masacre en contra de los consumidores no podía quedar fuera el sistema bancario que opera en México, el cual (en línea con Los Pinos, San Lázaro, Marcelo y sus asambleístas del Distrito Federal, los gobernadores, los legisladores estatales y demás fauna que sólo ve por el bien del pueblo) utilizó la cuchara más grande para servirse: de un mes para otro (noviembre a diciembre) aumentó más de 30 puntos porcentuales (180 por ciento) a las tasas de interés que cobran a los usuarios de las tarjetas de crédito y prácticamente triplicó el castigo monetario para clientes morosos.
Tal es el caso de la trasnacional financiera HSBC, que al cierre de noviembre pasado aplicaba una tasa de interés de 18 por ciento (anualizada) a sus tarjetahabientes cumplidos. Para diciembre de 2009 incrementó dicho indicador a 50.6 por ciento (anualizada); es decir, un aumento de 32.6 puntos porcentuales de un plumazo, sin considerar comisiones e impuesto al valor agregado. Todo ello sin mover un milímetro el pago mínimo mensual, con lo que cerca de 95 por ciento de dicho pago se destina a cubrir los intereses y tan sólo 5 por ciento a la amortización de capital, de tal forma que la deuda se convierte en un excelente cuan perverso negocio para las hacendadas instituciones financieras y en una tienda de raya para el usuario del dinero plástico, el moderno peón del siglo XXI.
Lo anterior, en medio de la aseveración del Banco de México de que el crecimiento del índice nacional de precios al consumidor a lo largo de 2009 sería de 3.6 por ciento, aproximadamente, lo que de ser correcto implicaría que la banca que opera en el país –HSBC, por ejemplo– cargaría a sus tarjetahabientes tasas de interés 14 veces mayores a la inflación oficial, la misma que se utiliza para actualizar salarios y –como dice la patronal– para cobrar multas. Por el lado del castigo monetario para la clientela morosa, en el periodo referido la tasa anualizada pasó de 36 a 98 por ciento, un enloquecido incremento de 62 puntos porcentuales, que provoca el avance exponencial del adeudo y, en automático, hace irrecuperable el débito de tal clientela. Por si fuera poco, a partir del primer día de 2010 el IVA que se carga a intereses y comisiones se incrementa un punto porcentual (de 15 a 16 por ciento).
Para el caso bancario, las cifras citadas son las más recientes, las más frescas, las que a las de ya deberán pagar los tarjetahabientes, pero los organismos públicos oficialmente encargados de vigilar y meter en orden a las instituciones financieras apenas divulgan los números correspondientes a septiembre (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) y octubre (Banco de México), con lo que aparentemente la situación no es tan mala como la descrita (no se cita a la Condusef, porque ya ni siquiera funciona su página web calculadora de tarjetas de crédito, pues está en construcción).
En este sentido, el Banco de México (que en unas horas más quedará en manos del doctor catarrito, el resultón soldado del inquilino de Los Pinos) asegura estar comprometido con mejorar la transparencia en el sistema financiero, a fin de alcanzar niveles de competencia más intensa y mayores beneficios para los usuarios finales, para lo cual publica información detallada sobre las tasas de interés efectivas que dichos intermediarios cobran a sus clientes de tarjeta de crédito. Qué bueno, pero la publica con dos meses de retraso, cuando menos.
Así es. En su más reciente reporte, correspondiente a octubre de 2009, el Banco de México asegura que en ese mes HSBC, por ejemplo, registró una tasa efectiva promedio ponderada de 33.5 por ciento y una tasa efectiva mediana de 35.8 por ciento (aplicables sólo a clientes que se encuentran al corriente en sus pagos, es decir, se excluye la cartera de los atrasados o morosos, según explica el propio banco central), aunque la propia institución bancaria documenta que tal rédito no pasó de 18 por ciento. ¿Qué sucedió en noviembre y diciembre con los salvajes intereses que cobran a los usuarios de dinero plástico? Calma, pues quien desee saberlo de manera oficial deberá esperar el respectivo informe de la institución –por esos meses ya gobernada por Agustín Carstens– correspondiente a febrero o marzo de 2010, según sea el caso, es decir, después de practicado el embargo al tarjetahabiente deudor.
En vía de mientras, el reporte del Banco de México correspondiente a octubre pasado ubica a Banco Coppel (cuyo dueño, Enrique Coppel Luken, promovió a Felipe Calderón en tiempos electorales con aquella famosa carta personal que dirigió a sus trabajadores y se publicó por doquier, y a cambio obtuvo rápida autorización de Hacienda para operar la citada institución bancaria, de las llamadas chatarra) como el emisor de tarjetas de crédito con intereses (sólo intereses) más elevados en el mercado mexicano: 67 por ciento (falta noviembre y diciembre). Le sigue banco Invex, con Juan Bautista Guichard Michel, con 65.8 por ciento (ídem).
Las rebanadas del pastel
Lo descrito no significa que hasta allí llegó el saqueo, porque es previsible que a lo largo de 2010 la citada práctica bancaria en contra de los usuarios de dinero plástico se refuerce lo mismo con los bienes y servicios, en medio de un océano de impuestos. Entonces, ¿alguien mínimamente cuerdo en el gobierno y/o en la iniciativa privada supone que con la masacre fiscal, de precios públicos y privados y de tasas de interés a la que someten a los mexicanos se logrará reactivar la economía, el país saldrá del hoyo y todos vivirán mejor?
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

ADIOSES A LA DESVENTURA

Luis Linares Zapata
Se acaba este año de acendradas desventuras nacionales y poco, muy poco, es lo que puede esperarse de las elites del país. La estructura económica sigue a la deriva, enredada en su desmantelada precariedad. Las alternativas de salida están ahí, a la vista de cualquiera que quiera usarlas, pero los programas que presagiaran el cambio hacia el desarrollo acelerado son inexistentes. Lo más notable es la esparcida noción de restaurar heridas y volver cuanto antes a la anterior normalidad. Pero más allá de esa desesperada actitud no se vislumbra otro estadio que el del estancamiento ya secular, la apropiación concentrada de la riqueza y la terrible disparidad en las oportunidades. La misma angustiante decadencia que se enseñorea por los confines mexicanos desde hace ya más de un cuarto de siglo.
La continuidad que ofrecen tanto el Sr. Calderón y sus encumbrados mandantes como el priísmo ensoberbecido y reaccionario, tratará de ser impuesta desde esas distantes cúpulas. Un real espejismo de gobierno que no tiene, siquiera, una mínima aspiración de grandeza. Las reformas adelantadas para reinyectar energía no son más que ajustes de segunda o tercera generación para afinar el mismo modelo probadamente ineficaz, disolvente e injusto. Vueltas perennes a una noria agotada, infestada de cortos intereses privados sobrepuestos a los públicos y una colección discursiva de propósitos sin basamento alguno de realidad. Simples engaños para sortear momentos álgidos, distractores de premuras y apaciguadores de daños y rencores. Un triste panorama que, en verdad, ya define la primera década del siglo XXI.
La alternancia traicionada por Fox y la ineficacia operativa del Sr. Calderón son los saldos del panismo triunfante en 2000 y del fraudulento de 2006. Enormes caudales de recursos que se dilapidaron en medio de un entorno de miseria y marginación crecientes. Pese a los preparativos para enfrentar las turbulencias de un año electoral en puerta, presagios de 2012, al panismo no le queda gran cosa que ofrecer, salvo su apego al consenso de Washington bautizado con la esclerótica doctrina del alto clero local y sus conexiones vaticanas. El priísmo, por su parte, al menos esa vertiente más adelantada en su promoción encabezada por Peña Nieto, se va develando, con paso firme, como el segmento más atrincherado de la reacción: una especie vernácula y atildada del catolicismo más provinciano. Un salto atrás que sus patrocinadores tendrán que repensar si, al menos, desean conservar algo de sus masivos privilegios.
La distancia que por estos inflamados días muestra el alto clero respecto de la conducta de la sociedad se reproduce y hasta amplía entre las elites gobernantes mexicanas y la ciudadanía. En efecto, el avance de la secularización va dejando un rastro feroz de desencuentros con el autoritarismo eclesiástico, refugio de obispos, papas y cardenales al exudar sus bulas condenatorias. Es precisamente esa distancia que se ensancha lo que engendra y acelera el desprestigio de los curas. El catolicismo retrocede, hasta casi desaparecer, en muchas naciones antes catalogadas como fieles creyentes. El caso español es ejemplar. Sólo 10 por ciento de la juventud actual de ese país se declara practicante regular de los ritos religiosos. El resto, la abrumadora mayoría, se distribuye entre ateos, agnósticos y personas que fueron bautizados, pero no siguen los ritos ni creen los dictados de la Iglesia. Los sacerdotes ocupan el último escalón en el aprecio de las profesiones, sólo arriba de los militares de carrera. Lo notable es que la clerecía no se da cuenta de que, a mayor su impertinencia con la conducta, las expectativas y las valoraciones de la gente, su desprestigio aumenta de manera proporcional hasta erosionar los antiguos aprecios de que gozaba.
Para el caso de las elites conductoras nacionales, en especial las políticas –sin olvidarse del empresariado de gran tamaño–, su desapego de las tribulaciones populares forma ya una enorme zanja que la propaganda no logra, ni siquiera, disimular. El priísmo dirigente se asfixia y sólo la manipulación del voto mitiga el deterioro que se le acumula en la conciencia colectiva. Sus directivos han colaborado, en todo momento, con la imposición del modelo vigente, tan cruento para el pueblo. Bien puede decirse que son, esos priístas encumbrados, los que lo sostienen y alimentan. Sin ellos, los panistas se ahogarían en sus propias ineficacias y groseros gorgojeos conceptuales. Sus difusores, rápidamente auxiliados por los intelectuales de la derecha, hacen malabarismo y medio para seguirles dotando de herramientas propagandísticas. Aún así, se desprenden, de manera acelerada, de esa tradición laica que tanto les sirvió de sostén y trampolín frente al electorado. El salto atrás de la nomenclatura priísta con motivo de la penalización del aborto hace crecer sus pasivos ya de por sí onerosos. El mensaje enviado por el gobernador Peña Nieto no tiene, tampoco, desperdicio. Han redondeado su postura: de aquí en adelante serán los abanderados de la reacción. De esa que se subordina al Vaticano y a sus escleróticos dignatarios a quienes, por lo demás, les confiesan sus planes íntimos. No dudan, tampoco, en usar toda esa parafernalia grotesca de lujos y poder para asentar, y dar lustre, a su imagen personal ante los creyentes: un conjunto humano que, piensan sus asesores de imagen, es mayoritario e inocente hasta la torpe ridiculez.
El futuro se clarifica con rapidez inusitada. A partir del año entrante, el horizonte político y hasta cultural de la nación se dividirá en dos tendencias contrapuestas. Una que empujará hacia la concreción del modelo actual. Es decir, pugnará por la continuidad. De su lado tendrán al poder establecido con todos sus resortes y mecanismos, en especial los medios de comunicación electrónica y las muchas instituciones bajo su férreo control. En el otro se dibuja y cristaliza una insurrección popular, no violenta, pero decidida a dar y ganar la batalla de cara a sus aspiraciones futuras en un intento por reconstruir la República.

martes, 29 de diciembre de 2009

LA JAURÍA MEDIÁTICA DE CALDERÓN

Edgar González Ruiz
“Haiga sido como haiga sido”, el panista Felipe Calderón llegó a la Presidencia de la República mediante la guerra sucia contra el Partido de la Revolución Democrática y contra López Obrador, apelando a jueces de consigna y a las fuerzas armadas, pero, ante todo, a una jauría mediática encabezada por el duopolio televisivo y por muchas estaciones de radio, lo mismo que por periódicos y columnistas. ¿Qué haría el presidente espurio sin el apoyo de la televisión?
Esa jauría mediática difunde mensajes falaces que no resisten un examen racional, pero que, con base en la repetición, logran influir en los oyentes. Noche y día, en noticieros, programas de comentario político e incluso en espacios de diversión esos medios se han dedicado a apuntalar la figura del poco carismático Calderón, y adoctrinar a la gente en las prioridades de la derecha en el poder.
Mientras tanto, el gobierno derechista se dedica día con día a la agresión y al expolio de los sectores populares, sea reprimiendo movimientos de protesta, recortando prestaciones, desmantelando sindicatos e instituciones de beneficio social, o implantando nuevos impuestos y más agresivas políticas fiscales, para las que esgrimió el pretexto de “ayudar a los pobres”, lo cual nunca ha sido una premisa de las fuerzas derechistas, las mismas que apenas en 2006 proclamaban que ayudar a los pobres con dinero del erario era “populismo” y era muy malo.
Tópicos derechistas
Durante los primeros años del gobierno de Calderón, los “grandes” medios, que obedecen a grandes intereses económicos, se dedicaron a difundir el cuento oficialista de la “lucha contra el narcotráfico” y contra la “delincuencia organizada” (sin tocar, desde luego, a la que tiene su cuartel en Los Pinos). El discurso de la “lucha contra el narco” fue trasplantado a México a partir de la experiencia colombiana, donde Uribe lo usó en apoyo a su gobierno derechista.
Lo peor de todo es que mucha gente, incluso dentro de las corrientes genuinamente opositoras al gobierno, no se dio cuenta de que se trataba, ante todo, de un guión mediático, y que para la violencia asociada al narcotráfico, la única solución real y ética es la despenalización de las drogas. Por el contrario, muchos creyeron ingenuamente que Calderón “le había declarado la guerra al narco”, mismo que es sólo un negocio en el que toman parte algunos soldados y policías.
La propaganda de la llamada “lucha contra el narco” pretende crear una mentalidad agresiva, militarista, en la sociedad mexicana, que el gobierno federal ha ido extendiendo a otros objetivos. Uno de los casos más claros, a partir de octubre de 2009, fue la agresión mediática oficialista contra el Sindicato Mexicano de Electricistas y contra la compañía de Luz y Fuerza del Centro.
Además de recurrir a su jauría mediática, el propio gobierno federal tomó parte en esas agresiones por medio de spots, repetidos hasta el cansancio en radio y televisión, destinados a difamar a los trabajadores de ese gremio. El dinero de los impuestos, cada vez más agobiantes, se está usando para atacar a los sindicatos.
En el sector privado, para los “grandes” medios, los comentaristas famosos son empleados y pueden ser contratados, en cualquier momento, con buenos salarios, o despedir sin miramientos, sabiendo que su popularidad terminará una vez que no tengan un espacio en ellos.
Muchos de esos locutores y columnistas han sido aliados de la derecha más bien por conveniencia que por convicción, pero han hecho un daño incalculable a la sociedad mexicana al ponerse al servicio de un gobierno que oprime al pueblo, y al trabajar constantemente contra los modestos intereses de los que menos tienen. Algunos de ellos, los menos avezados, simplemente retoman las consignas y discursos de Calderón para apoyar al “señor presidente”, como suelen llamarlo, aunque su poder no haya nacido de la voluntad popular, sino del fraude y de la imposición. Otros, más experimentados, han estado con todos los presidentes, sean Salinas, Zedillo, Fox o Calderón.
En buena medida, esa influencia sobre la gente, esa efímera credibilidad, descansa en que la jauría mediática actúa al unísono, con base en intereses comunes, que la llevan a apoyar al régimen, o por lo menos a no cuestionarlo.
El gobierno derechista ha tratado de unir en su apoyo a la sociedad mexicana mediante trucos que en general le han resultado contraproducentes, como se dio en las elecciones de julio de 2009. Por ejemplo, tratando de presentarse como “víctima” del “crimen organizado” que, según uno de esos cuentos mediáticos, ha intentado asesinar al mandatario espurio, a pesar de que gusta rodearse de soldados y guardaespaldas. También trató de victimizar a Mouriño, cuyo mayor error pudo haber sido su excesivo acercamiento con el voluble Calderón.
A su público cautivo, a taxistas que todo el día oyen la radio y a muchas amas de casa que tienen arraigada la costumbre de ver la televisión, la jauría mediática les receta todos los días elogios hacia Calderón y demás funcionarios del gobierno ilegítimo, a la par que diatribas y calumnias contra la verdadera oposición y contra los políticos honestos, como sigue siendo Andrés Manuel López Obrador.
Ejemplos muy claros de ello son el ataque de la jauría contra el Sindicato Mexicano de Electricistas o contra Clara Brugada, o incluso contra Manuel Zelaya, el presidente legítimo de Honduras, sólo porque no hizo el papel de títere de Calderón. En contrapartida, el apoyo hacia los Chuchos, que por conveniencia se aliaron a Calderón, y hacia Juanito, cuando se alió con el Partido Acción Nacional y traicionó a la izquierda.
Quizás el ejemplo más burdo de manipulación del gobierno derechista fue el que a lo largo de 2009 trató de llevar a cabo con motivo de la supuesta epidemia de influenza; pretexto que Calderón usó para presentarse nada menos que como salvador de la humanidad, al enseñarle cómo debe cubrirse nariz y boca al estornudar. Comentaristas como López Dóriga jugaron un papel estratégico para desencadenar la paranoia colectiva, anunciado la supuesta presencia de un virus para el cual “no había vacuna”, aunque sí había tratamiento para la enfermedad.
Pero si no había vacuna para la influenza, la jauría mediática de Calderón vacunó a la sociedad mexicana contra los cuentos oficialistas. Uno de los últimos que se difundieron en 2009 fue tratar de presentar la implantación de nuevos impuestos, con todas las consecuencias que ello tiene para las personas de menos recursos, nada menos que una “contribución contra la pobreza”. La derecha busca saquear aún más los bolsillos de los más pobres con el pretexto de “ayudar a los que menos tienen”, y esos recursos no llegarán a ellos sino exclusivamente en la costosa publicidad de autoelogios de Calderón.
*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México

GIL DÍAZ, IRREGULARIDADES Y EXPLOTACIÓN LABORAL EN TELEFÓNICA


Contralinea.mx
Trabajadores de los callcenter del Grupo Telefónica denuncian que desde la llegada del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, a la dirección de la empresa, se les obliga a utilizar bases de datos oficiales para vender seguros, tramitar tarjetas de crédito sin autorización de los clientes, hacer cargos por adeudos y trámites inexistentes, así como acosar y maltratar a deudores de la banca que contratan el servicio de cobranza
Aún la Procuraduría General de la República no cierra la investigación en su contra por la escandalosa evasión de impuestos en la venta de Banamex a Citigroup (que le restó a la hacienda pública 50 mil millones de pesos), y ya el exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, está envuelto en un halo de supuestas malas prácticas en los callcenter del Grupo Telefónica, operados bajo la firma Atento, de acuerdo con testimonios de trabajadores cuyas condiciones laborales rayan en la esclavitud.
Empleados de Telefónica de diversos centros, entrevistados por Contralínea, desnudan las irregulares prácticas “corporativas” impuestas por Gil Díaz en su afán de generar ganancias al consorcio español que desde febrero de 2007 lo designó su director en México y Centroamérica.
La mano del exfiscal de hierro –como se le conoció en el sexenio de Vicente Fox– está detrás de la voz que llama al tarjetahabiente hasta 10 veces al día para recordarle que tiene un atraso en el pago de la tarjeta de crédito y le exige cubrirlo de inmediato, o para venderle un seguro o para obligarle a renovar una póliza. El telefonista es un joven de 18 a 25 años de edad que trabaja en un centro de llamadas o callcenter de Atento, en donde tiene prohibido levantarse hasta para ir al baño en tanto no logre cerrar 15 operaciones (ventas) en un lapso de seis horas.
Para cada operación, el telefonista tiene 300 segundos. Si el interlocutor lo insulta, deberá esperar a escuchar tres insultos para solicitarle al supervisor que le autorice colgar la llamada, pues el tarjetahabiente “no modera lenguaje”. Si no logra que alguien cubra su adeudo o le compre un seguro o una tarjeta de crédito, es porque, a juicio de sus supervisores, no aplica la política de la compañía: acosar.
La cara sucia de Telefónica
Atento es la compañía menos conocida del Grupo Telefónica, aunque se trata de una de las que le genera mayores ganancias, pues además de fungir como brazo operativo para la captación de clientes de sus productos de telecomunicaciones, ofrece a la banca e industria los servicios de ventas, cobranza y gestión de reclamaciones. De enero a septiembre, generó ingresos por 970 millones de euros, según sus estados financieros, con México como su segundo mercado a nivel mundial, sólo después de Brasil.
En México tiene una docena de centros (ubicados en el Distrito Federal, las ciudades de Pachuca, Monterrey y Nuevo Laredo), atendidos por 13 mil 500 jóvenes –el 76 por ciento de la plantilla laboral del Grupo Telefónica–. Entre sus principales clientes se ubica Master Card, Santander, el Grupo Financiero BBVA-Bancomer, el grupo Wal Mart con sus respectivas tarjetas departamentales, Reader’s Digest y Zurich.
Pero las jugosas ganancias que Atento obtiene en el país están plagadas de anomalías, según denuncian los trabajadores de la compañía: uso de bases de datos gubernamentales para la venta de seguros y de tarjetas de crédito sin autorización de los clientes, cargos a tarjetas por comisiones ficticias e imposición de planes tarifarios a clientes de MoviStar, entre otros.
Los trabajadores dicen que su materia prima son padrones oficiales que contienen información confidencial de los clientes. Ello, revelan, ha derivado en “trafico” de información que sale de los centros. Refieren lo que ocurrió hace unos meses en el centro instalado en el número 51 de la calle Dinamarca –en la colonia Juárez del Distrito Federal–: atónitos, escucharon que sus supervisores les ordenaban desnudarse para registrarlos, pues se había extraviado una memoria USB que contenía información confidencial de los clientes.
En otro callcenter, ubicado en Monterrey 100, colonia Roma, los operadores recibieron datos de personas empadronadas en rancherías. Su misión: venderles tarjetas de crédito. Elizabeth, una de las telefonistas, detalla cómo fue obligada a venderle plásticos de Bancomer y Santander “a la gente que vive en los ranchitos”:
“Sólo se escuchaban gallos. La gente no entendía qué era eso de la tarjeta de crédito; yo trataba de explicarles y sólo me decían ‘¡Qué gané, qué gané! La orden era activar 10 tarjetas por día, y mi supervisor detrás de mí, así que yo les contestaba: ‘Sólo dígame qué sucursal bancaria le queda más cerca’, y les asignaba la tarjeta. Yo sólo les decía: ‘Tal día debe ir a su sucursal bancaria más cercana’. Ahora me molesta mucho que nos obliguen a activar tarjetas a la gente de Luz y Fuerza, cuando todos sabemos que están desempleados, y ése no es un secreto, sale en la tele. Tenemos la instrucción de venderles o de que conserven su tarjeta o que paguen comisiones por pago tardío. También se les activan seguros de todo tipo”.
Nadejda Peña Hernández vendió seguros para el hogar del Grupo Bancomer. Dice que le entregaron una base de datos con la consigna: “A éstos les debes vender, si no, te vas”. Eran tiempos de torrenciales en Tabasco y Chiapas que precedieron a las inundaciones de octubre de 2007. Ella identificó que las claves lada correspondían precisamente a esas entidades. “¡Me puse a vender seguros! Yo le explicaba a la gente lo importante que era que aseguraran su casa y, por supuesto, muchísimos me compraron. Hicieron los depósitos y en los siguientes días se les enviarían las pólizas”. Cuando arreciaron las inundaciones, continúa, “algunos clientes hablaban desesperados para decirme que no habían recibido ninguna póliza y otros que no se las querían hacer válida. La gente hablaba desesperada, me suplicaban que los ayudara. El supervisor me ordenó que nosotros no podíamos hacer nada. Cuando yo les decía esto, me gritaban que yo era una ratera, que qué les había vendido en realidad. Se ordenó que se cancelaran las ventas de seguros para Tabasco y Chiapas. En realidad ya habíamos hecho muchísimas ventas”.
Atento se promueve como una compañía socialmente responsable: “La responsabilidad social en Telefónica México es tarea fundamental de sus empleados”, asegura Francisco Gil Díaz en el perfil de la administración a su mando. Sin embargo, los trabajadores denuncian prácticas a las cuales son obligados y que los hacen entrar en conflictos morales y sicológicos: engañar a los clientes para que acepten cualquier producto que vende la compañía, propio o de terceros.
Los entrevistados destacan el caso de la campaña “migración intraproduto”, que MoviStar lanzó para que sus clientes cambien la compra prepago y acepten planes tarifarios ya que, de acuerdo con un reporte elaborado por Francisco Gil Díaz, para finales de 2007 más del 94 por ciento de los 12.5 millones de clientes de Telefónica utilizaban productos prepago, por ello se planteó la meta de hacerlos “migrar” hacia los planes tarifarios.
Cada operador debe hacer entre ocho y 10 “migraciones” en una jornada de seis horas. Raúl, trabajador de Atento en el callcenter de Plaza Inn, dice que para cubrir la cuota tienen la orden de imponer planes tarifarios, aunque el cliente no los apruebe. Algunos supervisores los azuzan a engañar al cliente de que el plan no le costará más que las recargas que de cuando en cuando hace a su celular.
Félix Ariel Carrillo, quien participó en esa misma campaña durante los ocho meses que laboró en Atento, dice que para él fue muy vergonzoso “tener que imponer esos planes a personas que en realidad no tienen la capacidad económica para pagar. Me hizo entrar en un conflicto ético y moral. No sé si llamarlo tristeza o depresión, pero el hecho es que no se tocan el corazón para venderle un plan a personas que no tienen ni para comer. ¡Vamos, si yo como trabajador, que recibía un sueldo casi mínimo (1 mil 200 pesos quincenales), apenas tenía para sobrevivir! El caso que más recuerdo es el de un albañil que me contaba que escaseaba mucho el trabajo. En esos días, con lo que le pagaban en la obra, apenas tenía para comer. ¡Y el supervisor me obligó a darle de alta un plan tarifario! Durante los siguientes meses tendría que pagarle una renta a Telefónica MoviStar. Nos obligan a esas prácticas llenas de corruptelas”.
En los ocho meses que Félix trabajó en Atento cubrió ocho campañas y perdió ocho kilos. Hoy este joven de 23 años de edad no puede disimular el efecto sicológico que le provocó su trabajo en la compañía donde el principio empresarial, dice, es engañar.
Master Card, la mentira
En un galerón entintado de colores chillantes –azul, naranja y amarillo–, sin ventanas y entre luces artificiales que no le permiten percibir si es de noche o de día, Carlos Daniel pasa seis horas diarias tratando de “conciliar” con los clientes de Master Card que reunieron suficientes puntos por sus compras con tarjetas de crédito e intentan cambiarlos por enseres domésticos.
Se trata de una campaña conocida en el argot de los callcenter como “de entrada”, pues el telefonista sólo se dedica a recibir llamadas. Parecería fácil, en realidad no lo es: la mayoría son telefonemas de clientes que se quejan de que los artículos no llegan y luego para reclamar que son de baja calidad. Los supervisores dieron a los telefonistas la misma indicación: mentir.
“Mentir que la entrega será en tres semanas, porque sabemos que no llegan antes de seis, y luego mentirles sobre la calidad de los productos. En realidad son marcas que uno va al tianguis y las ve allí, aunque con los puntos de Master Card son muy caras. Encima les llegan rotos y no hay cambios. La gente se queja, te insulta, te ofenden, no entienden que uno sólo es intermediario”.
Las prácticas descritas reflejan que los callcenter no son una industria regulada. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ni siquiera cuenta con un registro del número de cuántos cargos ilegales o contrataciones ficticias que se hacen desde estos centros.
Aunado a los innegables vínculos del exsecretario de Hacienda con el sector financiero público y privado, clientes principales de Atento, incluída la Condusef, institución que depende directamente de la Secretaría de Hacienda, operada por el mismo grupo que desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari encabezaba Gil Díaz, entonces subsecretario de Ingresos.
Uno de los principales centros de Atento desde donde se hacen estos cargos ficticios se ubica en el mismo edificio sede de la Condusef, en el centro comercial Plaza Inn.
Acoso y maltrato
La llegada de Francisco Gil Díaz al frente del corporativo está marcada por dos directrices: acosar para la venta de tarjetas de crédito y maltratar para el cobro de las mismas. Y es que primero se estimula el consumo mediante la concesión de crédito y luego se persigue a los morosos. Para Atento es ganar-ganar, pues el impago de los tarjetahabientes “es un escenario repleto de oportunidades, un nuevo modelo de negocio para las empresas que actúan en la concesión y recuperación de crédito”, dice la compañía en la promoción de su servicio de cobranza.
Sandra, trabajadora de uno de los centros en Pachuca, explica: “Tenemos la base de datos de empresas de todo tipo, privadas y de gobierno. Nos dicen que primero hay que venderles la tarjeta, y cuando levanten la venta pasan los datos a la base de datos de cobranza porque en unos cinco meses van a utilizarla. ¡Tienen razón! Metimos los mismos datos de venta de tarjeta en la base de pagos por demora, y en unos meses ya los estábamos usando. ¡Parece que adivinan lo que va a pasar! ¡Juegan con los clientes!”.
Con la agudización de la crisis económica, este año el cobro de la cartera vencida de Bancomer, Santander, Master Card y tarjetas departamentales de estas mismas instituciones bancarias se convirtió en las actividades centrales de Atento. La compañía vende su servicio de crédito, riesgo y cobranza y se promueve como una empresa con experiencia en los segmentos financiero, telecom, retail e industria, “que adecua las condiciones de pago a la realidad de cada cliente; previene quiebras de acuerdos y recupera clientes teniendo el cuidado en mantenerlos activos y fieles”.
En la promoción del servicio, Telefónica dice que Atento “desarrolló una solución adecuada al mercado que garantiza la retención y fidelización de clientes que pasan por un proceso de recuperación de crédito”. Con este modelo, asegura, “buscamos negociar las condiciones de pago más adecuadas a la realidad de los clientes que encuentran dificultades para saldar sus deudas, evitando quiebras de promesa y promoviendo acuerdos”.
Los trabajadores develan el entrenamiento teórico-práctico que reciben de la compañía para este servicio que dura dos semanas. La clave para cobrar la deuda es la rudeza con los clientes, y para mostrarse rudos deben insistir en el pago e informarle del adeudo al tarjetahabiente, a sus familiares, vecinos, compañeros de trabajo y hasta el jefe. Se trata de “exhibir” al deudor “pero sin palabras altisonantes”. Así que, la “solución” que vende Atento, explican los telefonistas, se circunscribe a maltratar a los tarjetahabientes. “¡No te dejes! ¡Vuélvele a marcar, y si no te paga, que te pague cualquiera de su familia!… ¡O su jefe! ¡Háblale al trabajo!”, son las instrucciones de sus supervisores y directivos durante la capacitación.
La semana de práctica se denomina “sombra”. El telefonista se sienta al lado del entrenador para ensayar la cobranza. Si el supervisor detecta que aún no se profesionaliza como acosador, se queda “en cartera” mientras recibe entrenamiento adicional, sin cobrar un solo centavo.
Marisa, del callcenter en la colonia Roma, detalla: “Llamé al trabajo y le dije al patrón: ¡cómo es posible que contrate gente que debe su tarjeta de crédito! ¡Pásemelo porque yo sé que usted lo oculta, usted es cómplice de su trabajador! Lo acosé tanto que fue a pagar. Una hora después me mandó llamar el supervisor y me dijo ‘¿Te acuerdas de la cuenta que te estaba supervisando?, pues ya pagaron. ¡Y adivina, el que pagó fue el patrón!’. Eso es lo que nos obligan a hacer”, dice la joven apenada.
Trabajo rudo
El trabajo en los callcenter es identificado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como uno de los más precarios actualmente, pero esta industria tiene dos caras: “Una es que proporciona empleo a un sector muy crítico de la sociedad que son los jóvenes, la otra cara es que se trata de una actividad no regulada, con ritmos muy fuertes de trabajo y, como se manejan vía outsourcing, sólo en algunos casos los trabajadores reciben prestaciones y el mínimo de ley”, explica Jordy Micheli Thirión, profesor-investigador del Departamento de Economía de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Micheli, especialista en el tema de los callcenter, señala que para los corporativos de esta industria, como ocurre con la mayoría de las trasnacionales, “México es un paraíso laboral, producto del debilitamiento de la estructura laboral, del enorme desempleo, y de la falta de atención de las autoridades en la materia”. Por si ello fuera poco, los trabajadores de Atento denuncian que Gil Díaz endureció la política laboral.
Cenise Monteiro, coordinadora de “Tell Telefónica”, una campaña internacional que tiene como objetivo exigir que el Grupo Telefónica respete los derechos de sus trabajadores de callcenter, indistintamente del país donde se ubiquen, confirma que la situación que hoy enfrentan los trabajadores mexicanos es la más grave a nivel mundial. “México es el peor país en el desempeño de la empresa Atento”, dice Monteiro. Atribuye la responsabilidad a la política de la administración local, que tiene a los trabajadores bajo supervisión estricta. Se les exigen resultados poco realistas, ganan salarios muy bajos, no gozan de derechos sindicales o laborales y carecen de seguridad en el empleo.
Entre las disposiciones dictadas por Gil Díaz, Atento amplió su horario y recortó el tiempo de comida de los trabajadores a 20 minutos de break, siempre y cuando permanezcan conectados durante las seis horas que dura su turno, sin un minuto de tiempo muerto. Cuantas veces se levantan al baño cada segundo es cronometrado, pues una vez que termina la jornada el supervisor les informa el tiempo de conexión que “deben” a la compañía. Se optó por despedir a las mujeres embarazadas, pues tal estado las obliga a ir frecuentemente al baño. Se recortaron las comisiones por venta de tarjetas y seguros; se incrementaron las metas de ventas diarias y los requisitos para los bonos de productividad que los hace prácticamente inalcanzables, y aunque un trabajador llegue a la meta, tampoco es garantía de que lo reciba.
El engaño en Atento, ahonda el empleado Carlos, no sólo es para los clientes, sino para los trabajadores, pues se les prometen comisiones y bonos por productividad que nunca llegan. Félix refiere que en el caso de la campaña de las “migraciones” de planes de telefonías, donde se les prometió una comisión de 12 pesos por cada una, en su cheque se pagaban en 3 pesos y sólo ocasionalmente. O está el caso de Juan Carlos, quien desde hace seis meses espera un bono por sus comisiones por ventas de tarjetas Bancomer, Sam’s y Suburbia. Hasta hoy, el bono no ha llegado, pero le entregaron un diploma y un termo impreso con la marca de la compañía.
Entrevistados por separado, trabajadores de varios callcenter de Atento denuncian “robo” de horas extras, comisiones y bonos, y la reducción del 30 al 50 por ciento de sus salarios con el argumento de la crisis mundial. Explican que en el último año se aceleró la rotación de personal y los despidos injustificados. Ahora firman su contrato junto con su renuncia en blanco para que no generen derechos, antigüedad y, sobre todo, disuadir los intentos de sindicalizarse.
La necesidad económica y los altos niveles de desempleo que azotan al país llevan a los trabajadores a aguantar no sólo el maltrato, sino agravios como la reducción a su salario sin razón aparente. En junio pasado, los trabajadores de diversos centros del país recibieron su pago quincenal con 40 por ciento menos; cuando reclamaron, el departamento de recursos humanos les dio una somera explicación: “Nos alcanzó la crisis”. Sin embargo, los estados financieros de Telefónica reportan que en el tercer trimestre de 2009 el consorcio registró “un fuerte repunte de la actividad”. En este sentido, los trabajadores acusan a Gil Díaz de “fraude” por el reparto de utilidades, ya que sólo se les han entregado entre 47 y 67 pesos.
Elizabeth, del callcenter de la colonia Roma, dice que de plano su supervisora les prohibió tomar agua “para que no nos levantáramos al baño”. En sus 12 meses en la compañía, la jovencita ha vivido abusos de todo tipo: tortura sicológica y acoso sexual de sus supervisores, robo de sus comisiones y bonos y el agravio que produce la tensión de sentir que en cualquier momento sin razón alguna pueden despedirla. Su testimonio es elocuente de la situación de los trabajadores en los callcenter del Grupo Telefónica:
“Mi sueldo mensual es de 1 mil 800 pesos. Lo más atractivo parecen ser las comisiones: 15 pesos por venta de tarjetas de crédito. Si cubro la cuota diaria, que son 10 tarjetas, mi comisión sería de 150 pesos al día. Vendo mucho, siempre supero la cuota, pero cuando quiero cobrar mis comisiones me dicen que han tenido problemas para entregar la tarjeta y ya no me pagan, aunque el sistema me indica que las tarjetas se entregaron sin problema. No reclamo porque a quienes lo han hecho de inmediato los despiden. Cada vez que nos depositan, corro al cajero esperando que esta vez si me lleguen mis comisiones.
“Cuando no hay tantas ventas se agudiza el acoso contra nosotros. Delante de todos mi supervisor me grita ‘¡te tardaste siete minutos en el baño!’, y me los descuenta cuando me toca el break. Una vez, según sus cálculos, sólo me quedaban dos minutos de descanso. ‘¿Qué crees?’, me dijo, ‘que sólo tienes dos minutos de break porque le debes tiempo de conexión a la compañía’. Si hay muchas llamadas en ruta aunque quieras no te dejan desconectarte ni para ir al baño, te dicen que hasta que ‘bajen’ las llamadas.
Así como les cronometran el tiempo de conexión que “le deben” a la empresa, les miden cada llamada: 300 segundos, un segundo extra detona en reprimenda, tocándoles el hombro el supervisor increpa: ‘¡Tu TDO (tiempo de llamada), ya perdiste el bono, ya no hay comisión’.
“Todo el tiempo nos ponen obstáculos para no darnos el bono de productividad: si no le insistes al cliente te penalizan. Si le insistes y no compra también te penalizan porque dicen que le insististe mucho. Si hablas pausado dicen que tu voz provoca flojera y te penalizan. Si hablas rápido también te penalizan. También te prohíben que seas muy propio porque no generas empatía con el cliente. Y hay palabras prohibidas: ‘okay’, ‘espéreme tantito’ o ‘un momentito’. Por cada una que uses te penalizan. De todos los bonos que he ganado no me han entregado ninguno, pero me dieron un diploma y un termo de Atento porque mi trabajo es muy bueno. Pero tampoco me confío. Un día te dicen que haces las cosas bien y al otro día pueden despedirte sin que sepas por qué”.
María Xelhuantzi López, catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien ha dado un seguimiento histórico al sector de los telefonistas, dice que “parece que Francisco Gil Díaz tiene la necesidad de demostrar que hay un buen manejo financiero de la empresa, es decir, que se mantengan niveles altísimos de utilidad al menor costo posible, y desde luego, ello incluye el costo laboral, porque ése es parte de su compromiso para quedar bien con Telefónica: reducir costos a expensas de lo que sea”.
Y es que la clave de la economía de un centro de llamadas radica en su estructura de costos. De acuerdo con el estudio Regulación laboral en la industria de callcenter. Los casos de Atento y Tecmarketing, de los investigadores Jordy Micheli y Arnulfo Arteaga, el gasto laboral constituye más del 60 por ciento de los costos totales del callcenter, de allí que éstos se ubiquen “en países que tengan menores salarios pero que ofrezcan una fuerza de trabajo idónea para la operación de telemercadeo”.
En esta obcecación por ahorrar costos, la política de Gil Díaz es que todos los teleoperadores sean multifuncionales: que atiendan varias campañas simultáneamente, que produzcan en serie “el mismo trabajo que antes hacían tres personas”, dice José Antonio, quien tiene tres años en el callcenter de la colonia Roma.
Inestabilidad laboral
Entre los incesantes gritos de sus supervisores y las deficientes condiciones físicas de los centros (sillas y diademas rotas, insuficientes e insalubres baños de tres casetas para 500 empleados por turno, entre otras), los trabajadores enfrentan el terror de los frecuentes despidos masivos.
La incertidumbre laboral es uno de los principales factores que abonan al estrés permanente en que se desempeñan los 13 mil 500 empleados en Atento México. Comienzan y terminan la jornada pensando que quizá es su último día. “Por recorte de personal, por tu falta de disposición, porque no pones de tu parte, porque tu supervisor ya no te quiere, porque no estás a la altura de la compañía…”, son argumentos que escuchan los trabajadores al momento de su destitución.
Producto de los despidos masivos, Atento es una compañía que permanentemente contrata personal, sobre todo para sus centros en el Distrito Federal. Los requisitos y el reclutamiento son relativamente sencillos: “ser mayor de edad, facilidad de palabra y aptitudes para venta y cobranza”. Como se contrata particularmente a los jóvenes, la principal oferta de empleo se ubica en los portales de internet. Una vez dentro, la ilusión de incluirse en el mercado laboral choca con su realidad.
La mayoría de los jóvenes entrevistados por Contralínea que fueron despedidos tenían entre ocho y 11 meses en la empresa. Antes del despido casi a todos se les impuso lo que la compañía denomina PSG, es decir, permisos sin goce de sueldo. José Manuel Sánchez, extrabajador del callcenter en Plaza Inn, explica:
“Ese PSG que inventaron en Atento te lo anuncia el supervisor. De un día a otro, te dice: ‘mañana tienes PSG’, y no te pagan. Te consuelan con que no te van a poner la falta ‘para que en tu expediente no diga que eres faltista’. En cambio, cuando alguien se enferma no le hacen válidas las incapacidades médicas”.
Recientemente José Manuel demandó a Atento ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal por despido injustificado; recuerda que éste ocurrió minutos después de que sus jefes lo felicitaron por su alta productividad: “Me llamaron a recursos humanos, me dijeron ‘aquí está tu renuncia, fírmala’. Pregunté y me respondieron: ‘Entraste a una rifa y resultaste elegido para tu despido’”.
La antigüedad de César Ortega también alcanzó los ocho meses, todos en el callcenter de Dinamarca 51. El último día su supervisor lo felicitó, le recordó que “ya casi” llegaba su monedero electrónico de regalo. “Y ahora te vas a una capacitación en recursos humanos, ¡baja, allí te están esperando!”, le dijo. Pero lo que César se encontró fue su notificación de despido “por reestructuración de la empresa”. Se negó a firmar y demandó a Atento.
César recuerda su trabajo con amargura: “La gente habla desesperada, no pueden solucionar sus problemas con las tarjetas, te dicen que los orienten, y si tratas de hacerlo, tienes al supervisor recordándote la política de la empresa: ‘Estamos para vender no para ayudar’”.
Cuando hay resistencia al despido, los telefonistas son literalmente expulsados por el cuerpo de seguridad de la empresa. Sus compañeros sólo saben que los corrieron porque los supervisores cuelgan sus diademas frente a la que fue su computadora, en espera de un nuevo operador. Si alguien pregunta, la respuesta siempre es la misma: “Salieron porque estaban atentando contra la empresa”.
El caso de Félix Ariel Carrillo no fue mejor: “A las 18:30, poco antes de terminar mi turno, llegó una mujer de recursos humanos a decirme que me buscaba un directivo de la empresa: era el encargado del trabajo sucio. ‘Estamos pasando por una etapa difícil, la compañía tiene problemas financieros y requiere de recorte de personal, ¡y te tocó a ti, Ariel!’. Le dije ¿problemas financieros? ¿A qué se refiere? ¡Especifique por favor! ¿Problemas financieros cuando todos los días se contrata a 15 o 20 personas y cuando nos pasamos el día vendiendo? ¿Por qué a mi? ¿Dónde está mi productividad, mis asistencias, mi calidad?…”. El hombre de traje, como le llama Ariel, no le dio respuesta.
O está el caso de Cecilia, despedida de uno de los callcenter de Pachuca cuando le solicitó al área contable sus hojas de retención de impuestos. “Pero es que estoy embarazada, no puede correrme”, suplicó. “Pues perfecto que estas embarazada, aprovecha tus dos meses de seguros social”, le respondió el jefe.
Discriminación, el epílogo
El desamparo laboral de los trabajadores de Atento los hace víctima de todo tipo de abusos. En el caso de las mujeres se suma la discriminación de género y el acoso sexual de supervisores y directivos, una práctica común, dicen las trabajadoras, en la mayoría de las sucursales. La presidencia de Telefónica impuso la prohibición de usar falda, escotes, zapatos abiertos, perforaciones y el cabello teñido “en colores extravagantes”, pues “las mujeres son las que provocan y luego se quejan de acoso”, recuerda Marta este argumento del personal de recursos humanos cuando le explicaron el reglamento de la compañía.
Ni el no usar el atuendo prohibido libró a Marta de ser acosada sexualmente en el callcenter de Sevilla, y como el acosador era su supervisor, el agravio no cesó sino hasta que concluyó la campaña y la enviaron a otro centro.
Otro fue el caso de Laura. Dice que como no cedió a la proposición de su supervisor de “ser más amable con él”, la asignó a cuatro campañas al mismo tiempo: de venta de tarjetas, de cobro y de puntos. “No te alcanza el tiempo ni para respirar, pero no quise ceder, me sentí muy ofendida”.
Las prácticas de esclavitud moderna impuestas por Gil Díaz en la compañía que presume de ser “socialmente responsable” detonaron los intentos de sindicalización. En Pachuca, el apremio fue el caso de una telefonista que tuvo un aborto en el callcenter: comenzó a sangrar y los directivos se negaron a que tuviera cualquier tipo de asistencia. Para sus compañeros fue el indicio de que tenían que organizarse; en los siguientes meses, uno a uno fue despedido. Hoy, más cautos, los jóvenes vencen su miedo a los capataces del exfiscal de hierro y hacen nuevos intentos de ejercer su derecho constitucional a la libre asociación y que la compañía respete la Ley Federal del Trabajo. “Tenemos hambre, pero también dignidad”, reflexiona Jaime, uno de los telefonistas.
Contralínea solicitó una entrevista con Francisco Gil Díaz a través del área de prensa del Grupo Telefónica. Luego de que se informó que se le preguntaría sobre la situación de los trabajadores de Atento, no hubo respuesta. Se buscó también a los directores de Bancomer, quienes, a través de su área de comunicación se negaron a hacer comentario alguno sobre las irregularidades que reportan los operadores de Atento; por parte del corporativo Master Card, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Gil Díaz, antisindical
En 2001, Telefónica firmó un convenio con UNI Global Union, en el que se compromete a respetar los derechos laborales de sus trabajadores y a cumplir con los acuerdos internacionales de la Organización Internacional del Trabajo en todos y cada uno de sus países de operación, independientemente de las leyes locales. Al asumir el cargo como presidente de Telefónica para México y Centroamérica, Francisco Gil Díaz desconoció el acuerdo aun en contra de la presidencia del corporativo.
En entrevistada vía telefónica desde Panamá, Cenise Monteiro, directora regional de UNI América, asegura que hay instrucciones de España para que en México se haga efectivo el acuerdo marco, aunque la dirección local se ha negado a aplicarlo, e incluso, ha ido más allá: “Ha hecho acuerdos con sindicatos de protección, sindicatos amarillos que trabajan de acuerdo con las necesidades de la empresa y no con las necesidades de los trabajadores”.
Una de las partes medulares del convenio se refiere a la libertad sindical y al derecho a la negociación colectiva. El documento, suscrito por César Alierta Izuel, presidente de Telefónica, dice que en todas las compañías del consorcio, así como en sus subsidiarias, los trabajadores gozarán del derecho de formar sindicatos y afiliarse a ellos, y que Telefónica reconocerá las negociaciones colectivas en apego al Convenio 98 de la OIT. En países donde no exista sindicato, signa el documento, “la Compañía adoptará una postura neutral al objeto de no obstaculizar ni impedir a los trabajadores organizarse en el lugar de trabajo”.
Pero en México, “Gil Díaz ha llevado a Telefónica la posición abiertamente antisindical que lo caracterizó durante sus años como funcionario de gobierno”, dice la doctora en ciencia política María Xelhuantzi, autora del libro La libertad de asociación sindical y los contratos de protección en México. “Aunque –agrega– creo que él no ha informado cabalmente a la administración de España cuál es el fondo de los problemas, pues en diversas reuniones César Alierta nos ha dicho que ellos están cumplimiento con la ley. Esto tiene que ver con que Gil Díaz ofreció a Telefónica paz laboral. Les prometió todo tipo de garantías y particularmente las que se refieren a la cuestión laboral, es decir, que no va a haber conflictos, y para ello ha usado sindicatos de protección y tráfico de influencias, porque Gil Díaz tampoco es nuevo en ese oficio”.
En enero pasado, durante la reunión anual con altos directivos de Telefónica, cuenta Xelhuantzi, César Alierta “nos garantizó que ya había instruido al director (Gil Díaz) que debía cumplir el acuerdo, pero eso no ha ocurrido”. Así que durante la reunión directiva que tendrá lugar en Colombia, el desempeño de Gil Díaz será uno de los temas principales que discutirán con Alierta.
“UNI apela a Telefónica para que haga honor al compromiso que ha contraído en el acuerdo global, que otorga a todos los trabajadores de la empresa, sin excepción, que estén en Madrid o en ciudad de México, la libertad de negociar y de organizar con miras a obtener un trato justo sin interferencia de la dirección”, subraya Philip Jennings, secretario general de UNI. (ALP)