lunes, 18 de enero de 2010

HAITÍ: LA MALDICIÓN BLANCA, EDUARDO GALEANO

Eduardo Galeano
El primer día de este año [2004], la libertad cumplió dos siglos de vida en el mundo. Nadie se enteró, o casi nadie. Pocos días después, el país del cumpleaños, Haití, pasó a ocupar algún espacio en los medios de comunicación; pero no por el aniversario de la libertad universal, sino porque se desató allí un baño de sangre que acabó volteando al presidente Aristide.
Haití fue el primer país donde se abolió la esclavitud. Sin embargo, las enciclopedias más difundidas y casi todos los textos de educación atribuyen a Inglaterra ese histórico honor. Es verdad que un buen día cambió de opinión el imperio que había sido campeón mundial del tráfico negrero; pero la abolición británica ocurrió en 1807, tres años después de la revolución haitiana, y resultó tan poco convincente que en 1832 Inglaterra tuvo que volver a prohibir la esclavitud.
Nada tiene de nuevo el ninguneo de Haití. Desde hace dos siglos, sufre desprecio y castigo. Thomas Jefferson, prócer de la libertad y propietario de esclavos, advertía que de Haití provenía el mal ejemplo; y decía que había que “confinar la peste en esa isla”. Su país lo escuchó. Los Estados Unidos demoraron sesenta años en otorgar reconocimiento diplomático a la más libre de las naciones. Mientras tanto, en Brasil, se llamaba haitianismo al desorden y a la violencia. Los dueños de los brazos negros se salvaron del haitianismo hasta 1888. Ese año, el Brasil abolió la esclavitud. Fue el último país en el mundo.
Haití ha vuelto a ser un país invisible, hasta la próxima carnicería. Mientras estuvo en las pantallas y en las páginas, a principios de este año, los medios trasmitieron confusión y violencia y confirmaron que los haitianos han nacido para hacer bien el mal y para hacer mal el bien.
Desde la revolución para acá, Haití sólo ha sido capaz de ofrecer tragedias. Era una colonia próspera y feliz y ahora es la nación más pobre del hemisferio occidental. Las revoluciones, concluyeron algunos especialistas, conducen al abismo. Y algunos dijeron, y otros sugirieron, que la tendencia haitiana al fratricidio proviene de la salvaje herencia que viene del Africa. El mandato de los ancestros. La maldición negra, que empuja al crimen y al caos.De la maldición blanca, no se habló.
La Revolución Francesa había eliminado la esclavitud, pero Napoleón la había resucitado:
–¿Cuál ha sido el régimen más próspero para las colonias?–El anterior.–Pues, que se restablezca.
Y, para reimplantar la esclavitud en Haití, envió más de cincuenta naves llenas de soldados. Los negros alzados vencieron a Francia y conquistaron la independencia nacional y la liberación de los esclavos. En 1804, heredaron una tierra arrasada por las devastadoras plantaciones de caña de azúcar y un país quemado por la guerra feroz. Y heredaron “la deuda francesa”. Francia cobró cara la humillación infligida a Napoleón Bonaparte. A poco de nacer, Haití tuvo que comprometerse a pagar una indemnización gigantesca, por el daño que había hecho liberándose. Esa expiación del pecado de la libertad le costó 150 millones de francos oro. El nuevo país nació estrangulado por esa soga atada al pescuezo: una fortuna que actualmente equivaldría a 21,700 millones de dólares o a 44 presupuestos totales del Haití de nuestros días. Mucho más de un siglo llevó el pago de la deuda, que los intereses de usura iban multiplicando. En 1938 se cumplió, por fin, la redención final. Para entonces, ya Haití pertenecía a los bancos de los Estados Unidos.
A cambio de ese dineral, Francia reconoció oficialmente a la nueva nación. Ningún otro país la reconoció. Haití había nacido condenada a la soledad.
Tampoco Simón Bolívar la reconoció, aunque le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití en 1816, cuando Bolívar llegó a la isla, derrotado, y pidió amparo y ayuda. Todo le dio Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que hasta entonces no se le había ocurrido. Después, el prócer triunfó en su guerra de independencia y expresó su gratitud enviando a Port-au-Prince una espada de regalo. De reconocimiento, ni hablar.
En realidad, las colonias españolas que habían pasado a ser países independientes seguían teniendo esclavos, aunque algunas tuvieran, además, leyes que lo prohibían. Bolívar dictó la suya en 1821, pero la realidad no se dio por enterada. Treinta años después, en 1851, Colombia abolió la esclavitud; y Venezuela en 1854.
En 1915, los marines desembarcaron en Haití. Se quedaron diecinueve años. Lo primero que hicieron fue ocupar la aduana y la oficina de recaudación de impuestos. El ejército de ocupación retuvo el salario del presidente haitiano hasta que se resignó a firmar la liquidación del Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank de Nueva York. El presidente y todos los demás negros tenían la entrada prohibida en los hoteles, restaurantes y clubes exclusivos del poder extranjero. Los ocupantes no se atrevieron a restablecer la esclavitud, pero impusieron el trabajo forzado para las obras públicas. Y mataron mucho. No fue fácil apagar los fuegos de la resistencia. El jefe guerrillero, Charlemagne Péralte, clavado en cruz contra una puerta, fue exhibido, para escarmiento, en la plaza pública.
La misión civilizadora concluyó en 1934. Los ocupantes se retiraron dejando en su lugar una Guardia Nacional, fabricada por ellos, para exterminar cualquier posible asomo de democracia. Lo mismo hicieron en Nicaragua y en la República Dominicana. Algún tiempo después, Duvalier fue el equivalente haitiano de Somoza y de Trujillo.
Y así, de dictadura en dictadura, de promesa en traición, se fueron sumando las desventuras y los años. Aristide, el cura rebelde, llegó a la presidencia en 1991. Duró pocos meses. El gobierno de los Estados Unidos ayudó a derribarlo, se lo llevó, lo sometió a tratamiento y una vez reciclado lo devolvió, en brazos de los marines, a la presidencia. Y otra vez ayudó a derribarlo, en este año 2004, y otra vez hubo matanza. Y otra vez volvieron los marines, que siempre regresan, como la gripe.
Pero los expertos internacionales son mucho más devastadores que las tropas invasoras. País sumiso a las órdenes del Banco Mundial y del Fondo Monetario, Haití había obedecido sus instrucciones sin chistar. Le pagaron negándole el pan y la sal. Le congelaron los créditos, a pesar de que había desmantelado el Estado y había liquidado todos los aranceles y subsidios que protegían la producción nacional. Los campesinos cultivadores de arroz, que eran la mayoría, se convirtieron en mendigos o balseros. Muchos han ido y siguen yendo a parar a las profundidades del mar Caribe, pero esos náufragos no son cubanos y raras veces aparecen en los diarios.
Ahora Haití importa todo su arroz desde los Estados Unidos, donde los expertos internacionales, que son gente bastante distraída, se han olvidado de prohibir los aranceles y subsidios que protegen la producción nacional.
En la frontera donde termina la República Dominicana y empieza Haití, hay un gran cartel que advierte: El mal paso. Al otro lado, está el infierno negro. Sangre y hambre, miseria, pestes.
En ese infierno tan temido, todos son escultores. Los haitianos tienen la costumbre de recoger latas y fierros viejos y con antigua maestría, recortando y martillando, sus manos crean maravillas que se ofrecen en los mercados populares. Haití es un país arrojado al basural, por eterno castigo de su dignidad. Allí yace, como si fuera chatarra. Espera las manos de su gente.

De la Revista Proceso

El Haití de Papa Doc
Julio Scherer García

PUERTO PRINCIPE (Proceso).- En 1964, siete años después de llegar al poder en Haití, François Duvalier, Papa Doc, se autoproclamó presidente vitalicio y, avalado por una Asamblea Nacional compuesta por diputados que él mismo nombró, consolidó su reinado de terror hasta su muerte, en 1971. Heredó el trono a su hijo Jean Claude, quien lo abandonó en 1986, expulsado por el pueblo, agotada ya la dinastía duvalierista. En marzo de 1967, Julio Scherer García viajó a Puerto Príncipe como 
enviado del diario Excélsior para entrevistar a ese líder que decía sacrificarse por su pueblo. Proceso reproduce partes sustantivas de aquel texto, en el que el autor reflejó el contraste entre 
el discurso megalomaniaco y la pobreza en que sumió al pueblo que decía defender y que hoy sobrevive inmerso en la tragedia.

Rodeado de miseria en una de las bahías más hermosas del Caribe, el único presidente vitalicio del continente, François Duvalier, declaró esta tarde que los Estados Unidos deben evitar los errores de los antiguos romanos y tener en cuenta a los pueblos que los rodean para no exponerse al mismo final del imperio.

Guía espiritual de la república haitiana por decisión de la asamblea legislativa, apóstol y líder por tiempo ilimitado, habló para Excélsior en términos que aún para Iberoamérica resultan difícilmente comprensibles. No hay en Haití asunto importante del que no se encargue su augusta persona. En el proceso revolucionario “tiene derecho a existir”, se debe a que él es el proceso revolucionario, y si aceptó la presidencia vitalicia es necesario ver que a esta decisión lo condujo la “decisión inquebrantable” de su pueblo.

Fueron rotundas las preguntas y respuestas que se sucedieron en el despacho presidencial, presente el secretario y el subsecretario de Relaciones Exteriores y vuelto estatua el subjefe del protocolo, todos vestidos de negro en un día de sol radiante y 30 grados centígrados de temperatura.

He aquí una parte del diálogo con el Jefe de Gobierno:

–¿Qué entiende usted por democracia?

–Cada civilización o cada pueblo tiene su manera de concebir la democracia, en función de sus costumbres y tradiciones. La democracia haitiana no es la democracia alemana ni la democracia italiana ni la democracia de los Estados Unidos. En Haití tenemos nuestras fórmulas peculiares, como las tienen los países que creen y practican la democracia. Yo soy (el) octavo presidente vitalicio y el gran sueño de mi vida es fundar “La Nueva Haití”.

–¿Por qué es Haití uno de los pueblos más atrasados del continente?

–¿Por qué la masa india de América del Sur y de América Central –pregunta a su vez el presidente–, se encuentra en un estado tan cercano a la barbarie? ¿Sabía usted que en el Amazonas hay tribus que confunden a los aviones con gigantescos pájaros plateados y en cuanto los ven les disparan sus flechas envenenadas?

–¿Por qué no es usted emperador, como se lo han pedido varias veces?

–Porque hay una Asamblea Legislativa y la división de poderes propia del estado moderno.

–¿Entonces no existe en Haití el mando universal, a pesar de que usted es “líder indiscutible de la revolución, apóstol de la unidad nacional, digno heredero de la nación haitiana, renovador de la patria, jefe de la comunidad nacional por tiempo ilimitado y presidente vitalicio, según rezan los artículos 1969/197 de la constitución Haitiana?

–“Por supuesto que no”.

(…)

La epopeya haitiana

–¿Es usted hombre de derecha, de izquierda o del centro?

–Si tenemos que considerar mis discursos y mensajes, los libros que yo he escrito desde 1925, es muy fácil definir las características de mi personalidad. He repetido siempre que mi doctrina se encuentra en las páginas de la historia nacional. Esas páginas son suficientemente elocuentes, puesto que nosotros hemos hecho una bella historia, una de las más emocionantes del mundo.

“Me refiero a la epopeya haitiana, a la trasplantación de una raza de hombres de un continente a otro, lo que nunca antes había ocurrido. Ese grupo transplantado de África a América en las peores condiciones biológicas, pudo realizar una aventura de la que me enorgullezco. Como usted sabe, culminó en 1804, cuando Haití conquistó su independencia.

“Yo me quedo con la línea de los próceres, con los fundadores de la patria. A esa línea pertenezco, no sólo como doctrinario, sino como hombre de Estado. Es por esto que no creo indicado que pudiera decir si soy de la derecha, de la izquierda o del centro, puesto que nuestra colectividad preexistió a las doctrinas de estos tiempos”.

(…)

Las persianas cerradas como si la noche hubiera descendido sobre la ciudad, impiden que la luz entre a raudales en la oficina presidencial. El ambiente tiene algo de opresivo entre estas cuatro paredes donde François Duvalier se hace oír como un oráculo por sus consejeros en relaciones exteriores. Los trajes negros, las gruesas sombras, los rostros oscuros, tensos, y sólo de vez en cuando los labios de “Papa Doc” que se distienden sin que por ello se afloje la rigidez del rostro, hacen viva una sensación de incomodidad que va en aumento.

A doscientos metros, las casuchas más increíbles se alinean en el muelle. Es difícil imaginar un mayor grado de miseria. Cuando a orillas del mar hombres y mujeres han de lavar sus harapos y aun sus manos y brazos en el agua estancada de las callejuelas –un agua verde esmeralda, casi sólida– se ha llegado a un extremo.

Los mendigos forman enjambres. Las miradas inexpresivas, los cuerpos lánguidos, indolentes, confirman el cántico que acompaña al visitante desde el momento en que llega a Puerto Príncipe: “Déme algo… no he comido… Llevo dos días”.

Ese es el pueblo. En los patios de Palacio Nacional, tres tanques son visibles para todos. Y para los moradores del edificio, ametralladoras en pie disfrazadas entre la hierba y mal cubiertas por gruesas lonas de tela verde… La presidencia vitalicia y el PRI.

–¿No le inquieta el hecho de que prácticamente todas las naciones se inclinen por el cambio periódico de sus mandatarios y eviten el ejercicio del mando por tiempo indefinido?

–(…) Yo había dicho después de las elecciones de 1957 que hacía el sacrificio de mi vida a la nación. Yo no soy solamente presidente de la república, sino un líder que se sacrifica por su pueblo, un hombre que trabaja sin descanso hasta las tres de la madrugada. Yo no llegué a este puesto como político, sino como un intelectual con los libros y sus escritos bajo el brazo.

Ese intelectual, sabe lo que hace, porque es un doctrinario. Del mismo modo que Franklin D. Roosevelt se quedó en el poder por mandato del pueblo norteamericano y habría seguido en él de no haber mediado su muerte, el doctor Duvalier se mantiene en el cargo.

Alabanzas y vituperios a Duvalier

Un documento asombroso en sus términos constituye el articulado de la Constitución haitiana, que consagra al doctor François Duvalier presidente vitalicio y hace de él un hombre que empequeñece a cualquier gobernante.

Afirma que ha creado la paz, garantizado el orden, redimido a los campesinos, alfabetizado a las masas, llevado luz y bienestar a los humildes, etcétera.

Pero entre la loa sin freno y la acusación sin límite no media sino una corta distancia, como lo confirma la denuncia que de su régimen ha hecho, en nueva instancia, la Comisión Internacional de Juristas.

Es absolutamente falso –dice–, que “el gobierno del presidente Duvalier haya llevado a cabo las realizaciones que se le atribuyen, pues hoy más que nunca Haití está sumido en la miseria, la ignorancia y la injusticia social”.

Por si no bastara, agrega:

“Haití es país miembro de la Organización de Estados Americanos, entre cuyos principios fundamentales figura el origen representativo de los gobiernos y la renovación periódica de sus titulares. Si bien hay que reconocer que dichos principios han sido violados con harta frecuencia en el Continente Americano, es la primera vez en su historia que se sienta el precedente de la consagración constitucional, expresa, de violar esos principios.

La alabanza y la condena alrededor del médico rural de 58 años se trenzan de esta manera:

Si la Constitución haitiana habla de orden, la Comisión de Juristas habla de masacres. Si la Constitución señala que hay paz, la Comisión sostiene que la seguridad pública depende de decisiones arbitrarias.

Si la Constitución dice que hay tutelaje para las masas trabajadoras, la Comisión denuncia ejecuciones sumarias de campesinos.

Los juristas dicen en su estudio, terminado el año pasado y naturalmente desconocido en Haití:

“Las masacres en el pueblo de Jeremie y en el municipio de Grand-Gosier, donde familias enteras fueron eliminadas como represalia a la entrada subrepticia de un puñado de insurgentes en agosto de 1964. Las constantes exaccciones perpetradas por la policía personal del presidente en todo el territorio; las ejecuciones sumarias a campesinos en las comarcas de Saltrou, Grand-Gosier, Anse-a-Pitre, la detención de todas las personas entre 17 y 25 años en Jacmel, como consecuencia de otro movimiento de insurgentes a mediados de 1964, y tantos otros hechos que atentan directamente contra la libertad y la dignidad de los ciudadanos, son muestras de las siniestras actividades de los ‘tontonts macoutes’, policía política secreta, gracias a los cuales la seguridad de los haitianos depende de las decisiones arbitrarias del doctor Duvalier.

(…)

Duvalier y la divinidad

Frente a la Comisión Internacional de Juristas se yergue la asamblea legislativa de Haití. No hay mejor hombre que Duvalier ni puede concebirse gobernante más completo.

El increíble documento en el que la Constitución consagra al presidente elogios sin medida es, en sí mismo, un retrato de la situación política haitiana. Helo aquí en su artículo 196:

“… Por haber provocado por primera vez desde 1804 una toma de conciencia nacional a través de un cambio radical desde el punto de vista económico, social, cultural, religioso y político en Haití, el ciudadano François Duvalier, Jefe Supremo de la Nación, es elegido presidente vitalicio con el fin de asegurar las conquistas y la permanencia de la revolución duvalierista bajo el estandarte de la unidad nacional”.

En cuanto al artículo 197, dice:

“Por haber:

“A través de una oportuna reorganización de las fuerzas armadas, asegurado el orden y la paz, gravemente amenazados después de los trágicos sucesos de 1957 (cuando se produjo un levantamiento).

“Hecho posible y realizado la reconciliación de las facciones políticas violentamente opuestas con motivo de la caída del régimen de 1950.

“Sentado las bases de la prosperidad nacional por medio de la promoción de la agricultura y la industrialización progresiva del país, facilitadas por el establecimiento de grandes obras y trabajos de infraestructura.

(…) El ciudadano doctor François Duvalier, elegido presidente de la República, ejercerá vitaliciamente sus altas funciones, siguiendo las disposiciones del artículo 92 de la presente constitución…

PINOCHET NUNCA SE FUE DE CHILE, COMO TAMPOCO FRANCO DE ESPAÑA, ¿VIVA LA DEMOCRACIA?

Pedro Echeverría V.
1. El triunfo del empresario derechista Sebastián Piñera en la segunda vuelta de los comicios presidenciales realizada ayer en Chile, así como la derrota del candidato oficialista, el ex presidente Eduardo Frei, democristiano postulado por la gobernante Concertación, marca el fin de un ciclo político: el que siguió a la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, y que reinsertó al país austral en la democracia formal, con una sucesión de cuatro gobiernos de centro derecha y ¿centro izquierda? (Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet) Esos gobernantes de la "concertación" chilena nunca se atrevieron a tocar al tal Pinochet, a sus militares y seguidores. ¿Nació derechista y reaccionario el pueblo chileno o fue hecho así por los grandes, empresarios, los políticos y el clero? ¿O es por incapacidad de la izquierda?
2. Espero la opinión de mi amigo el periodista chileno Andrés Figueroa. Mientras, me adelanto y afirmo que la democracia es el engaño más grande que conozco: el manto que el capitalismo ha usado para esconder la dictadura de los poderosos y así continuar explotando y manipulando al pueblo. No conozco ninguna democracia real o popular; todas las democracias son formales y sirven para legitimar con sus leyes la gran propiedad, la explotación, el dominio de una minoría, las elecciones sustentadas en la dilapidación de dinero y tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) productos de acuerdo entre las clases dominantes. Esto de "demos/pueblo y cratos/gobierno" o "gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo", son simples frases antiguas fuera de contexto, pues "el pueblo" entonces era la misma clase "superior" dominante.
3. En la democracia formal, real, burguesa, se vale todo; mucho más el aplauso a la "alternancia" que permite, como en EEUU, Reino Unido, Francia, España, Chile, etcétera, mediante acuerdos, que durante cuatro u ocho años gobierne una pandilla empresarial y luego se intercambie con otra pandilla, igual de hijos de putas. Con lo único que no tiene que ver la democracia es con el pueblo trabajador que nunca ha gobernado y las pocas veces que ha intentado medianamente acercarse al gobierno (Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua) ha sido bloqueado, bombardeado, invadido, dividido y calumniado) Nunca se ha comprendido que la democracia es lo que conocemos como una estructura de poder -esencialmente electoral- que nada tiene que ver con el pueblo trabajadores, con la justicia y la igualdad. La democracia está contra la autogestión.
4. La democracia chilena demostró ayer domingo que más de la mitad del pueblo sigue con Pinochet, el general que derrocó y asesinó a Salvador Allende aquel septiembre de 1973 y que durante cinco años estableció en Chile un Estado de Sitio, mismo que le permitió asesinar a muchos miles de luchadores sociales. No sé si el altísimo porcentaje (¿90 por ciento?) de bisnietos o tataranietos españoles y alemanes en Chile sigue determinando la ideología, así como en España los franquistas siguen imponiéndose en los distintos gobiernos de la alternancia. ¿Y qué tal si el voto es un rechazo a la blandenguería y la corrupción de los gobiernos de la llamada "Concertación" que nunca se decidieron a encarcelar a los generales asesinos y sus aliados? o ¿Qué pensar hacer candidato a una "democracia cristiana" que desde fines de los años cincuenta ha sido enemiga de la izquierda?
5. El demócrata/electorero, "socialista" Salvador Allende, que había sido derrotado en dos ocasiones por el partido democristiano encabezado por Eduardo Frei (padre), sólo pudo gobernar tres años (1970-73), por el contrario el golpista y asesino general Pinochet pudo gobernar –junto al ejército- 18 años, es decir, hasta que Patricio Alwyn, electo, se hizo cargo del gobierno en 1990, para luego dar paso a Eduardo Frei (hijo) cuatro años después. La realidad es que la "Concertación" fue una farsa: en 1998 fue designado Pinochet, por la legislatura de Frei, "Senador Vitalicio". Con Ricardo Lagos en el gobierno, Pinochet fue perdonado en Chile de decenas de desapariciones, asesinatos y otros cargos, aduciendo "motivos de salud". Esa farsa "concertacionista" dio paso en 2006 a Michelle Bachelet con un discurso mediatizador que hizo regresar al pinochetismo.
6. Cuando Allende fue derrocado, en México muchos pensamos entre los grupos de la izquierda antiparlamentaria que el MIR chileno –dirigido por Miguel Enríquez, crítico de izquierda frente al gobierno de Allende- (es importante aclarar que hubo un MIR boliviano, otro venezolano y otro peruano) encabezaría una gran insurrección que radicalizaría al pueblo salvajemente reprimido por el golpista Pinochet; sin embargo la realidad fue totalmente diferente; fue el partido más perseguido y sus dirigentes fueron asesinados, además que tampoco sopesamos que muchos miles de militares del ejército norteamericano –encabezado por el canciller nixoniano Kiessinger- habían ocupado Santiago de Chile. ¿Qué caso tiene ahora reiterar la historia si la realidad está demostrando que el pinochetismo, como el franquismo en España, sigue manteniendo su gran fuerza?
7. La "alternancia democrática" en los gobiernos España entre PSOE y PP, en los EEUU entre demócratas y republicanos o en México entre el PRI y el PAN no hizo cambiar ni un milímetro la terrible injusticia y la desigualdad; por el contrario las diferencias económicas y sociales se hicieron más extremas, se polarizaron. La "alternancia" hace cambiar personas pero dentro de la misma clase social explotadora, pero es aplaudida por la clase dominante porque engaña a la población y permite continuar por más años con el saqueo. Es sólo cambiar de cargos, de ocupaciones, mientras regresan a lo mismo. Como diría el filósofo Kosik, es mostrarnos la apariencia, el lado falso, para escondernos la esencia que es la continuación de la explotación y la opresión. Pero como la mayoría de la población no investiga y suelo conformarse con el mundo aparente, se la joden.
pedroe@cablered.net.mx

Los olvidados de Ramos Arizpe


Menos del diez por ciento de las personas con capacidades diferentes del vecino municipio son atendidas en instituciones locales, el resto, unas novecientas, si pueden pagar doble trasporte o taxi, vienen a Saltillo. Dicen expertos que es hora de que la autoridad local se preocupe por crear políticas públicas para atender a esa población.

Hermenegilda López vive en Ramos Arizpe, tiene dos hijos con capacidades diferentes, uno de 18 y otra de 40, pero desde hace dos años dejó de llevarlos al CREE en Saltillo por falta de dinero para la combi o el taxi. Y es que en aquel Municipio no existen más que dos centros de atención para los casi mil discapacitados que lo habitan, según calcula la Pastoral Social. De acuerdo a esa cifra, representan el 2 % de la población. El DIF Municipal dice que son 350 y la directora de Salud ni siquiera tenía la cifra. A esto se suma que, curiosamente, los grupos más grandes de discapacitados se concentran en siete colonias y dos Ejidos.
El padrón más reciente del área de Atención a Personas con Capacidades Diferentes del DIF, en Ramos Arizpe, revela que en colonias como Manantiales es posible encontrar hasta 58 personas que viven con algún tipo y grado de discapacidad, otras 30 en el sector Blanca Estela, 23 en la Fidel Velázquez, 19 en el Mirador y la Zona Centro, 18 en la Santos Saucedo, 16 en la Esmeralda; además en ejidos como Paredón hay 7 y 23 en Hipólito. 194 personas discapacitadas, casi el 20 por ciento de las que calcula Pastoral Social.
De estas personas, el Centro de Atención Múltiple número 11, situado en la colonia Manantiales, atiende a 66 personas y otros 30 son admitidos en la Dirección de Salud del Municipio, donde, dice su titular, Gabriela Gutiérrez, que cada jueves llega al área de rehabilitación un especialista del CREE Saltillo.
“Uh, son muy poquitos, realmente son muy pocos los que asisten. No tengo mayores datos”, dice la funcionaria y se rehúsa a responder más preguntas.
Lo anterior revela que 96 personas con capacidades diferentes reciben atención en instancias de aquel Municipio; sólo una de cada diez, el resto se tendrían que trasladar al CRIT o al CREE de Saltillo.
Según afirman quienes conocen del tema y que fueron consultados por SEMANARIO, hacen falta políticas públicas e investigaciones más profundas por parte del municipio de Ramos Arizpe para atender a esta población que, afirman, va en aumento.

EXTRAÑO CRECIMIENTO

Diversos actores sociales, como Candelaria Galván Vislar, representante de la Pastoral Social de la Parroquia San Juan de los Lagos, coinciden en que hasta ahora nadie ha realizado estudio alguno que explique la razón por la que en algunos sectores del área urbana de esta ciudad industrial, y aún en sus zonas rurales, haya “tantos” discapacitados.
“De 10 ó 12 personas con discapacidad por colonia no baja, y estamos hablando nada más de padrones oficiales, de las personas que están cautivas en los programas de gobierno”, comparte Galván Vislar.
Pese a ello el INEGI, cuyas últimas estadísticas datan de hace 10 años, insiste en situar a Ramos como uno de los municipios con menor incidencia de discapacidad en Coahuila, el 1.45 por ciento de su población, esto es poco más de 500 personas con alguna limitación física o intelectual.
Pero María Candelaria Galván sabe que la cifra podría alcanzar hoy las más de mil personas que padecen uno o varios tipos y grados de discapacidad. Dice que la última vez que realizaron un censo, contaban alrededor de 600 discapacitados, pero que calcula que esa cifra se pudo haber disparado a ochocientos o más de mil.
Carlos Hernán Valdés Gómez, quien ha colaborado con el municipio de Ramos Arizpe por distintos periodos en una oficina de atención para personas con discapacidad, tiene sus teorías. Asegura que el fenómeno no es alarmante y que se debe a la creciente llegada de familias que han emigrado de otros Estados del País a este municipio, en busca de mejores oportunidades de trabajo.
“Tenemos una población cosmopolita, personas de toda la República radicando en Ramos y algunas de estas familias ya traen a personas con discapacidad, pienso que no hay una situación de alarma o de alerta...”, afirma.

“¿POR QUÉ?”

Candelaria Galván, “Cande”, como la nombran en su parroquia, al igual que una creciente cantidad de familias que viven el problema de la discapacidad en Ramos, aun tiene una pregunta en su mente, “¿por qué?”
Los registros del DIF ramoszarizpense indican que más del 80 por ciento de la población con alguna discapacidad son niños con trastornos como parálisis cerebral, deficiencia intelectual, retraso psicomotor, distrofia muscular, malformaciones congénitas, secuelas de poliomielitis, amputaciones, cuadriplejia, paraplejia, problemas de lenguaje, audición, ceguera, déficit de atención y lesión cerebral.
“Incluso allá en lo que se llama Las Fábricas tenemos familias completas en las que hay discapacidad como hereditaria, tú ves a familias de ocho, diez hijos en las que existe un coeficiente intelectual más bajo de lo normal, casos alarmantes de familias enteras de muchachitos que no han podido terminar la primaria porque no hay ningún tipo de terapia para ellos”, evidencia Sofía Elena Orta, presidenta de la Asociación Vida y Autismo de Ramos Arizpe.
Y expone que entre los factores que probablemente han desencadenado un aumento en la tasa de discapacidad en este Municipio, se hallen la desnutrición severa y la contaminación que las industrias han generado al ambiente.
“Algunos niños nacen con una deficiencia nutricional que no les permite desarrollarse normalmente. Otra es de que muchas de estas colonias están atrás del corredor industrial, hay algo en el medio ambiente que está incrementando los índices de más población con discapacidad”, señala. Por su parte, Carlos Hernán Valdés Gómez dice que los casos de discapacidad en adultos también podrían estar relacionados con los riesgos en los procesos de transformación implantados por algunas empresas, y luego detalla sin decir nombres que:
“Tenemos muchísimas empresas, algunas de ellas con procesos de un poquito de riesgo que implican que las personas adquieran alguna discapacidad por accidentes de trabajo”.
Y agrega que, en principio de cuentas, no existe un estudio que pueda arrojar que alguna sustancia en el aire pueda estar detonando la incidencia de discapacidad en este Municipio.

EL LASTRE DE LA POBREZA

Doña Epifania Hernández tuvo que dejar de trabajar lavando ajeno para poder atender a su hija de 50 años, que padece retraso mental desde hace diez. A su hija María, quien sufría convulsiones desde su niñez, se le agudizó la enfermedad luego de que falleció su padre. “Se murió su papá y ella se trastornó, yo creo que se le cargó mucho”, comparte Epifania.
Desde entonces ambas sobreviven en una casa de bloc desnudo que le presta un amigo de su difunto marido, esperando que alguno de su hijos le traiga algo de comer y estando al pendiente de que María tome a su hora los calmantes que le recetan en el CESAME .
“Mis hijos me traen de a poquito, porque tienen niños en la escuela, yo soy mujer sola y ...”, su voz se quiebra y casi suelta a llorar. El de ellas no es el único caso en Ramos Arizpe.
Candelaria Galván subraya que la gran mayoría de las familias que albergan en su seno a uno o más niños o adultos con discapacidad, tienen que cargar además con el lastre de vivir en la pobreza, del no tener recursos ni para alimentarse.
Por eso dice que hace algunos meses la Parroquia de San Juan de los Lagos se echó a cuestas la tarea de hacer llegar, con ayuda del Banco de Alimentos de Saltillo y la comunidad de feligreses, una despensa mensual a unos 50 hogares donde habitan una o varias personas con capacidades diferentes.
“Son de sectores como la Soledad, la Fe, Mirador, Valle Poniente, Cactus, Blanca Esthela, de todo Ramos, que requieren alimentación, las familias tienen necesidades principalmente de alimentación. Hemos tocado puertas y las personas de Ramos, son muy generosas”, comparte.
Y es que, prosigue Cande, en un buen número de las familias con discapacitados que viven en Ramos Arizpe, han quedado al frente de madres solteras o mujeres que han sido abandonadas por sus maridos, quienes se rehúsan a cargar con un hijo discapacitado. Es el caso de Irene Torres, quien procreó a Sergio y a David, ambos con distrofia muscular mortal.
“Él no aceptaba la enfermedad, se le hizo difícil, porque es difícil”, dice la mujer, que hace cinco años emigró de Saltillo a la colonia Valle Poniente de Ramos Arizpe, donde consiguió una casa barata.
Apenas en 2008 Irene tuvo que enfrentar sola la pérdida de David, el menor de sus hijos, quien murió debido a problemas respiratorios. Las cosas no cambiaron para ella quien decidió entregarse en cuerpo y alma al cuidado de Sergio, quien hoy tiene 25 años y lleva postrado en la cama la mitad de su vida.

FALTAN POLITICAS PÚBLICAS

Aunado al aumento de los discapacitados, prevalece en Ramos Arizpe la falta de políticas públicas, instancias y programas sociales dirigidos a atender las necesidades de las personas con discapacidad y sus familias.
Ejemplo de ello es Juan José Rodríguez García, un pequeño de la colonia Analco que hace nueve años nació con parálisis cerebral leve y al que sus padres, pese a su pobreza, han sacado adelante con sus propios medios. De esta manera, Juan José, que antes no podía sostenerse en pie, manejar un lápiz ni articular palabra, ha logrado vencer sus limitaciones.
“Falta apoyo, mucho, pero yo les diría a los padres que tuvieron la bendición de tener un hijo así, que le echen ganas, que no se dejen, que no porque la gente los mire raros. Que salga adelante...”, declara Carmen García, madre de Juan José.
Pocos creerían que en este Municipio de más de 56 mil 708 habitantes, considerado como uno de los primeros en el país por su desarrollo industrial, no existen centros públicos de rehabilitación para niños o adultos con capacidades diferentes.
“La gente tiene que trasladarse de Ramos hasta el CRIT o el CREE de Saltillo, tiene que pagar una combi de su colonia al centro de Ramos y de ahí al centro de Saltillo y otra del centro de Saltillo al CRIT, y de regreso es lo mismo, y no pueden pagar taxis porque no tienen los recursos”, apunta la especialista en el tema de discapacidad Ema Hernández Moyeda. Es el caso de la ya mencionada Hermenegilda López, quien se hace cargo de sus hijos Aniceto y Mercedes; ambos nacieron con una extraña enfermedad que hoy les impide caminar, por lo que la familia se había trasladado del ejido Presa de San Pedro a Ramos Arizpe con la ilusión de rehabilitarse. Pero la ilusión les duró poco.
“No tenía en qué moverme y ahorita no hemos visto a ningún médico, estamos con la voluntad de Dios, que él nos ha de ayudar en todo, quién quita y Diosito nos puede ayudar”, dice doña Hermenegilda, sentada en la cama desde donde sus hijos ven pasar los días.

¿Y LOS DEMÁS?

En el corazón de la colonia Manantiales del Valle opera el Centro de Atención Múltiple número 11, una escuela federal, que brinda educación inicial, preescolar y primaria a unos 66 niños y adolescentes con discapacidad intelectual, problemas auditivos, psicomotices y de autismo. Sofía Elena Orta, presidenta de la Asociación Vida y Autismo, piensa que la cobertura de este CAM es baja, si se considera el número de niños que en Ramos Arizpe sufren alguna discapacidad.
“¿Dónde están las otras personas? El único lugar donde son recibidos es el CAM y el CAM maneja 66 personas, ¿dónde están los demás?”, se pregunta.
La directora de esta institución, Silvia Cantú Ballesteros, sale a la defensa y declara que si las autoridades educativas proveen de más infraestructura y personal docente, este centro estaría en posibilidades de crecer en más del doble su matrícula.
“Claro que si nos construyen más salones y nos mandan más equipo de maestros podríamos atender hasta 100, 150 alumnos”, señala. Los registros de control interno del CAM 11 revelan que al menos en las primeras semanas de enero esta institución contaba con una lista de espera de 12 niños con discapacidad que requieren atención.

NECESARIO UN CENSO

La mayoría de los estudiosos del fenómeno de la discapacidad en Ramos Arizpe, coinciden en la necesidad inminente de que la nueva administración realice un censo ex profeso sobre discapacidad, a fin de que se tomen acciones en favor de esta población.
“Es empezar por hacer un censo en donde sepamos realmente cuánta gente con discapacidad hay en el municipio, porque no se ha hecho, no hay una información verídica, se requiere también de un estudio con seriedad”, manifiesta la directora de Vida y Autismo, Sofía Elena Orta.
No obstante, hay quienes afirman que un censo es una tarea difícil, pues según especialistas como Ema Hernández, las mismas familias niegan o esconden el problema. Para ilustrar esta situación relata dos ejemplos, primero el de una niña que nació con malformaciones en manos y brazos, y a la que su madre mantuvo oculta por años.
“La mamá jamás aceptó a su niña, siempre la tenía escondida y no la sacaba. Todavía se avergüenza de ella, la empalma de ropa y le dice ´no saques las manos`, la trata feo.
Del segundo caso cuenta, “vino conmigo una señora a pedirme ayuda, que por qué no le conseguía lugar a su hijo discapacitado en la escuela, le digo ´llévelo al CAM`, y dice ´no, al CAM no, me da vergüenza que vaya a estar mi hijo en el CAM`”.
Sobre ese tema Carlos Hernán Valdés Gómez, quien vive con discapacidad visual desde hace 10 años, comparte, “hace seis años que hicimos nuestro primer censo, nos topábamos con que tocábamos las puertas y aún sabiendo que ahí había una persona con discapacidad, salía la gente mayor y nos decía que no”.
Sin embargo, los especialistas entrevistados coinciden en la necesidad de conocer la magnitud del problema para así brindar atención a todos los que lo requieran. El siguiente paso, dicen, será averiguar las causas del aumento en el número de personas con discapacidad, para poder implementar programas preventivos.

Diario de campaña de Haití

Los aviones tienen serias dificultades para conseguir el permiso de aterrizaje. La ayuda no llega, la población se desespera, los cooperantes también. La situación es caótica. La ayuda humanitaria no sale de Santo Domingo porque cuesta muchísimas trasladarla. Hay un serio problema con los aterrizajes en el aeropuerto. Reportaje de Fabiola López, de la Televisión cubana.

El derechista Piñera vence de forma apretada a Frei, en Chile

Hernán Montecinos:
'Seguirá la empalagosa luna de miel entre Piñera y la Concertación'

En entrevista telefónica desde Valparaíso, el escritor y filósofo Hernán Montecinos, no está sorprendido con la derrota de la Concertación: "Era un resultado que se esperaba, que flotaba en el aire. Incluso un resultado demasiado dadivoso para la Concertación, porque de su 48 por ciento hay que restarle una buena porción de aquellos que votaron por Frei, no porque simpatizaran o fueran de la Concertación, o les gustara el candidato, sino para que ‘no triunfara la derechaÂ’. Por eso es que muchos confesaron abiertamente que su voto se lo daban a Frei en calidad de un voto con asco" .

TeleSUR _ 18/01/2010 Autor de los libros: Apuntes ideológicos (1993); Del pensamiento mágico al posmoderno (1996); Derechos humanos, entre realidades y convencionalismos (Ediciones LAR, 1998); Nietzsche un siglo después: filosofía y política para el nuevo milenio (editado por la Universidad de Santiago) y Nietzsche y Marx: distancias y aproximaciones (inédito). Columnista de las páginas web: Kaosenlared; Generación 80; culturalibre; critica; liberacion y Rebelión. Es integrante del Comité Editorial de la revista: Pluma y Pincel.

Hernán Montecinos dice sin tapujos: "El natural desgaste de la Concertación, su nepotismo en repartir los cargos públicos para sus puros parientes y amigos, sus actos de corrupción que se empezaron hacer cada vez más frecuentes, su misma soberbia, y la sordidez y mangoneos con las que empezaron actuar sus cúpulas políticas, todo ello empezó a deteriorar la imagen del conglomerado que se hacía muy difícil revertir. Por estas y otras razones es que triunfó Piñera, un empresario-político, de los trigos no muy limpios, pero eso al ciudadano de a pie poco le importó, lo único que quería era que la Concertación saliera de La Moneda, ya no quería verla más instalada allí".

MC.- Hernán, ¿qué análisis haces del 52 por ciento en segunda vuelta para Piñera?, ¿la Concertación es responsable del triunfo de la derecha pinochetista?

"Desde antes de la elección, Piñera salió a reunirse con el colombiano Álvaro Uribe, con el español José María Aznar y de regalo nos trajo al peruano Vargas Llosa. Entiendo que una vez instalado como presidente, entre sus invitados estarán el presidente-empresario de Panamá, y el recién impuesto Pepe Lobo de Honduras. Seguramente esos horripilantes ejemplares serán sus naturales amigos".

HM.- Era un resultado que se esperaba, que flotaba en el aire. Incluso un resultado demasiado dadivoso para la Concertación, porque de su 48% hay que restarle una buena porción de aquellos que votaron por Frei, no porque simpatizaran o fueran de la Concertación, o les gustara el candidato, sino para que "no triunfara la derecha". Por eso es que muchos confesaron abiertamente que su voto se lo daban a Frei en calidad de un "voto con asco".

Respecto a lo segundo, absolutamente: la Concertación es la principal responsable en tanto se mimetizó con la derecha. Llegó un momento en que ya no se sabía quién era quién, la gente se confundió y empezó a cuestionarse si lo que estaba en La Moneda, era un gobierno "progresista" o bien, una derecha larvada. Toda una política de derecha que, enumerarla, sería muy lato, por lo que te doy sólo dos ejemplos. Por una parte, la famosa frase de Hernán Sommerville, conspicuo representante de la Banca, "nosotros los empresarios amamos a Lagos". Y por otra, que la presidenta Bachelet, para no ser menos, y privatizar algo de lo que la dictadura y la Concertación se habían olvidado, no encontró nada mejor que enviar un proyecto de ley para, privatizar, ni más ni menos que las aguas de mar.

Si a todo esto, le sumamos el natural desgaste de la Concertación, su nepotismo en repartir los cargos públicos para sus puros parientes y amigos, sus actos de corrupción que se empezaron hacer cada vez más frecuentes, su misma soberbia, y la sordidez y mangoneos con las que empezaron actuar sus cúpulas políticas, todo ello empezó a deteriorar la imagen del conglomerado que se hacía muy difícil revertir. Por estas y otras razones es que triunfó Piñera, un empresario-político, de los trigos no muy limpios, pero eso al ciudadano de a pie poco le importó, lo único que quería era que la Concertación saliera de La Moneda, ya no quería verla más instalada allí.


MC.- ¿Cuál será el camino para la Izquierda ahora que tenemos al enemigo en La Moneda y sin disfraces?

HM.- No tengo la pretensión de saber cuál será el camino que se deba tomar, pero se me ocurre que el camino se nos puede hacer más fácil ahora. Para pelear contra el enemigo se precisa verle la cara. Antes, con la Concertación, se nos hacía difícil descubrírsela. La derecha por 20 años tuvo su parapeto en la Concertación, la utilizó para que le sirviera de colchón amortiguador en la contención de las justas demandas del mundo social y sindical. Ahora, la derecha no tendrá de aliada a la Concertación para aquello, al contrario, teniéndola en oposición le será más difícil contener las demandas sociales. Se supone que, para luchas como éstas, las condiciones se encuentran mejor dadas para actuar en un solo frente y no tan divididos como lo hemos estado hasta ahora.

MC.- ¿Veremos una desbandada de la Concertación al gabinete de Piñera?, ¿o las cosas seguirán como siempre en la empalagosa luna de miel entre la Concertación y la derecha?
HM.- Difícil responder esto. Está por verse. No creo en una desbandada al gabinete de Piñera, aunque sí, algunos van a apitutarse en cargos y reparticiones. Algunos lo harán en forma abierta, y otros, en forma más solapada. La empalagosa luna de miel tiene que seguir, aunque la novia no sea desflorada. Es el pie forzado que dejó la Constitución de Pinochet, dos grandes bloques con 50 y 50%, en donde, a no olvidar, 34% es igual al 66%. Difícil desprenderse de eso. Si en 20 años la Concertación no logró modificar dicho engendro constitucional, y ni tan siquiera lo intentó, difícil que Piñera sea el que lo vaya a cambiar. Seguiremos ahí donde mismo.

MC.- Hiciste pública tu opción de anular el voto, la cifra total debe rondar el 2.62 por ciento; ¿lograron enviar un mensaje político de hastío al añejo y turbio pacto entre la Concertación y la derecha pinochetista?

HM.- El hastío ya estaba instalado mucho antes de la elección, eso independientemente de estimularlo con nuevos mensajes políticos. Ahora si tú lo preguntas así, el mensaje político que yo traté de mandar es que el voto debe ser vehículo de transmisión de una íntima convicción, de una decisión razonada y autónoma, no mediatizada por elementos ajenos, como la publicidad, la conveniencia, el acomodo, y por supuesto, por el miedo, como desesperadamente intentó hacerlo la Concertación. Mario, tú bien sabes que cuando una elección se prevé muy estrecha, los votos nulos tienden a disminuir, es una ley en todos los procesos electorales.

En tal situación, los electores tienden a abanderizarse por uno u otro bando, aunque ninguno de los dos les agrade; no quieren dejar de ser protagonista de esa historia, por más pequeña que sea. Esto no te lo puedo explicar muy políticamente, en tanto hay involucrados elementos sociológicos de por medio. El caso es que caló muy hondo el mensaje en la izquierda, que votar por Frei era poco menos que salvar al país; votar nulo, en cambio, era poco menos que hundirlo y de esto último muchos evitaron actuar en conciencia, para no echarse encima un sentido de culpabilidad que después el medio social se lo enrostrara. Ese fue un factor muy fuerte que logró incluso doblegar no pocas conciencias estoicas. Este mensaje provino comunicacionalmente desde la Concertación quien lo utilizó muy inteligentemente. En todo caso, al contrario de lo que se diagnosticaba el voto nulo en vez de disminuir logró aumentar en poco más de 20,000 respecto de la primera vuelta. Fue un voto titánico y valiente en tanto fuimos muy estigmatizados. A mí se me trató muy mal, se me acusó que era agente encubierto de la CIA, que era anticomunista, traidor y que al votar nulo estaba votando por Piñera. En fin, varias perlas como esas.

MC.- El Chile de la Concertación envió tropas de ocupación a Haití, después del golpe de Estado de 2004; el Chile de la Concertación negó el legítimo derecho de Bolivia por una salida al mar; ¿será más agresiva e intervencionista la política exterior de Piñera?

HM.- Sí, es indudable, desde antes de la elección, Piñera salió a reunirse con el colombiano Álvaro Uribe, con el español José María Aznar y de regalo nos trajo al peruano Vargas Llosa. Entiendo que una vez instalado como presidente, entre sus invitados estarán el presidente-empresario de Panamá, y el recién impuesto Pepe Lobo de Honduras. Seguramente esos horripilantes ejemplares serán sus naturales amigos.

En todo caso no creo que tenga mucha maniobrabilidad y capacidad para manejar políticas intervencionistas en los asuntos internacionales. Con Bolivia, poco probable, recordemos que Morales hace ya 15 meses tuvo los cojones para expulsar al mismísimo embajador de EE.UU. por intervencionista, también ha expulsado a desestabilizadores disfrazados de ONGs, y a los fachos golpistas de Santa Cruz y de la región de la Media Luna los tiene a casi todos presos y otros han tenido que fugarse como los cobardes. Con Hugo Chávez mejor que ni se meta, porque este no tendría pelos en la lengua para dar a conocer su personal prontuario, aquel que en Chile tan pocos conocen en sus detalles. Con Cuba ni hablar, un mediocre como Piñera, no podría más de lo que no ha podido en más de 50 años el mayor de los imperios.


MC.- ¿Y qué esperar de Piñera en materia de Derechos Humanos?

HM.- Nada nuevo bajo el sol. Es posible que, en este tema, sea más astuto que Frei, quien persistentemente se negó a recibir a los Familiares de los Detenidos Desaparecidos, intentando también meter un golazo de media cancha con su ley Otero-Figueroa, que solapadamente traía de tapada una amnistía para los criminales esbirros militares de Pinochet. En fin, en mi opinión, en materia de derechos humanos poco podrá hacer. Tanto en el parlamento como en los mismos tribunales de justicia ya no están muy bien dadas las aguas para pretender retrotraer lo poco que se ha avanzado. Tampoco creo que pueda hacer un avance en esta materia. Sin embargo, no perderá la oportunidad para regalarnos sus acostumbrados: bla, bla, bla; bueno, ya sabemos y conocemos de su empalagoso charlatanismo.

MC.- ¿Qué lecciones filosóficas e históricas aprenderemos de la elección de Piñera?

HM.- Que todo va y viene como en el círculo del Eterno Retorno a que hacía referencia el filósofo Nietzsche. En nuestra región, mientras algunos países avanzan, otros retroceden. La rueda de la historia no se encuentra clavada en un lugar fijo. Todo va y viene. Recordemos que en la década del 60 una ola de progresismo cubrió a la humanidad, en América Latina y todas las regiones del mundo. Llegábamos a tocar con nuestras manos el cielo. Allí están como mudos testigos: Lumumba, Ho Chi Min, el Che, Fidel, Velasco Alvarado, J.J. Torres, Cámpora. Después, es cierto, ha venido una oleada de regresión nunca vista, Sin embargo, empiezan aparecer algunos nuevos signos, algunas luces por ahí, algunas bombillas por allá: Chávez, Correa, Ortega, Morales, Lugo, Lula, Zelaya. Son nuevas esperanzas que surgen y alientan, a pesar de personajes tan abominables como un Piñera, un Micheletti, o un Uribe.

Marx decía que todo en la vida es movimiento. Y no sólo movimiento en la materia sino, sobre todo, en los movimientos sociales, los cuales van recorriendo la historia con avances y retrocesos, durante el movimiento en espiral. Nietzsche va más allá al decirnos que el movimiento es circular donde no hay principio ni llegada, todo es una permanente recreación una constante vicisitud, todo es retorno a lo mismo. Y no dejan de tener razón estos filósofos, porque si bien sabemos, donde hoy estamos, no sabemos adonde llegaremos el día de mañana. Por cierto, mucho de esto dependerá de nosotros mismos.

MC.- ¿Cuál es tu mayor preocupación o miedo ante el gobierno de Piñera?
HM.- Muchos años con miedo me han acerado para ya no vivir con dicho estigma. Antiguamente la religión nos hacía vivir nuestras vidas con un permanente temor. Temor al infierno, temor al demonio, temor al pecado y todas esas cosas. He aprendido que no se puede vivir toda una vida con miedo. Por eso, a pesar que el sistema trata de introducirnos nuevos miedos, yo ya no los pesco, me los como, los supero. Preocupaciones sí, esas no se me pueden quitar. Preocupación por lo que le deparará la vida a mis hijas, a mis nietos, a mi compañera, a mi familia y a mis amigos más queridos. A Piñera no le tengo ningún miedo. Si lo hubiera tenido hubiera votado por Frei, al igual que otros compañeros que votaron por él cagados de susto.

MC.- ¿Qué tipo de atmósfera percibes entre tus amistades, en la televisión y la ciudadanía?.

HM.- Un tema que da para mucho: curiosamente amistades no tengo muchas. Esto porque desde hace algún tiempo, voluntariamente, subí a las montañas para ver y reflexionar el mundo como lo hizo Zaratustra. Después de una intensa actividad social, me retiré, me hacía falta recrearme en mi propia individualidad, leer mucho, pensar más, y prestarle más atención a las cosas cotidianas de la vida, gustar de lo casero.

La relación entre televisión y ciudadanía la veo como una relación tortuosa, dañina casi incestuosa. No deja pensar, no deja ser uno mismo, no deja dar libre curso a la intrínseca creatividad que llevamos en nosotros y de lo que parecemos no darnos cuenta. Y que conste, que no quiero aparecer como un pacato, un tonto pesado que vive dentro de una burbuja. No, yo también me solazo, de cuando en vez. También veo televisión, incluido algún programa farandulero, en donde abundan traseros, pechugas y piernas. De repente me pesca por ahí el novelón de una teleserie. Bueno todo, esto, porque nietzscheano al fin, se me ha hecho carne su famoso dicho: "Humano, demasiado, humano". En lo único que me cuido, es de no caer en el vicio de ver puros programas como esos.


MC.- Finalmente, junto a Elicura Chihuailaf, exigieron la renuncia de Juan Agustín Figueroa, pero nunca prosperó la Carta abierta que escribieron; cada año Figueroa limpia su imagen con el Premio Neruda; ¿quién se animará a recibir el Premio Neruda de manos de Piñera?, ¿o la derecha cancelará la ceremonia "nerudiana" en La Moneda?.

HM.- Ojalá no me hubieras preguntado sobre este asunto, porque rápidamente me viene el enojo. Sí promoví esa idea, pero a decir verdad, nadie nos pescó. Al contrario, hice ver mi indignación a muchos de mis amigos escritores: de que ningún poeta que se precie de tal, debiera concurrir, como un mínimo gesto de protesta, a la Fundación Neruda a leer sus versos o asistir a la representación tal o cual. Sin embargo, apenas son invitados a La Chascona, La Sebastiana e Isla Negra corren con Juan Agustín Figueroa aunque sea para la foto y alguna beca o "premio literario".

Es que a decir verdad, mi estimado Mario, sobre los artistas e intelectuales de Chile tendríamos que hablar mucho. Hay una mediocridad que ha sobrepasado todos los límites. Y hablo de mediocridad, no dudando de su capacidad artística o creadora, sino en cuanto a actitud que tienen como personas frente a la vida. Hay una tendencia de decir y decir cosas, mientras más floridas mucho mejor, pero cuando les tocan enfrentarse a situaciones concretas hacen todo lo contrario a lo que dicen en público. Ya estoy cansado de esto, por eso es que me resisto bastante a asistir a actos y representaciones literarias o culturales en los que veo mucho protagonismo y parafernalia también. Nuestros amigos artistas e intelectuales tienen muchas cuentas pendientes que rendir sobre su relación con la Fundación Neruda. Pero ya ves, de todo hay en la viña del señor, no solamente debemos de asombrarnos con los políticos sino también con ciertas actitudes y numeritos que se mandan algunos de los colegas que pertenecen a nuestro particular mundo.

Fuente: http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=19867&Itemid=2729

ASIMETRÍAS

18 enero 2010
ffponte@gmail.com
Haití
Por Fausto Fernández Ponte
“La pobreza resulta de la explotación de los más por los menos, muchos menos”. Paul Sweezy.
I
Sweezy (1910-94), fue uno de los grandes economistas estadunidenses y autor de “Teoría del desarrollo capitalista”, obra ya clásica en la economía política, aludió alguna vez, en una entrevista en Excélsior en 1969, a Haití.
De Haití, nuestro personaje dijo por entonces a éste escribidor que “si es difícil comprender la naturaleza del desarrollo del capitalismo, bástele al estudiante con darle un vistazo a la economía haitiana; será toda una lección”.
Sweezy, quien dirigía el prestigiadísimo cuaderno “Monthly Review” por él fundado y fue incluso perseguido por el “Establishment” estadunidense por sus ideas “radicales” en economía, pensaba que Haití era un país esclavizado.
Y no le faltaba razón. La esclavitud tiene manifestaciones morfológicas que desconsideran el componente humano, es decir, el desarrollo social. En Haití, la economía se expresaba sólo en términos de un subcapitalismo voraz .
La economía haitiana tenía por nutrientes ya desde entonces –hace cuatro décadas— las remesas de los haitianos en Estados Unidos, Canadá y Francia. Hay más haitianos en la diáspora que en el terruño.
II
Por supuesto, para Sweezy la economía haitiana se sustentaba entonces, como hoy, sobre las premisas y silogismos de un modo de producción prevaleciente en algunas formaciones en Africa y, tal vez, en la Asia himaláyica.
El tema es atañedero hoy. El terremoto que sacudió brutalmente a Haití estremeció a los pueblos de Nuestra América y, sin duda, la América anglosajona y francosajona.
En México, país con vivencias telúricas, el calamitoso trauma haitiano es también nuestro. Las percusiones sísmicas --la geodinámica propia del planeta-- ha cobrado ya cien mil vidas, si no es que más, y destruyó bienes materiales.
México es hogar de miles de haitianos. Millones de universitarios del pasado y el presente conocen a algún estudiante haitiano en nuestros centros de educación superior. Por añadidura, nos identificamos con su misticismo animista.
Así, tocante a los mexicanos, la respuesta solidaria ha sido pronta y generosa en lo posible, no sólo la del gobierno federal y algunos gobiernos de los estados, sino también de entidades de la sociedad civil, empresas y particulares.
III
Ésta implacable tragedia exhibe ante el mundo sin matices y con crudeza que el Estado haitiano, de por sí magro en su andamiaje, fue rebasado totalmente; dejó de ser funcional al ser destruido su símbolo mayor, el palacio presidencial..
Sin una infraestructura para rescates –carencia, incluso, de palas mecánicas y hospitales públicos--, la tragedia se multiplica. Pero ese drama tiene contexto apocalíptico. Esa tragedia ocurrió sobre otra, igual de terrible.
Y esa otra tragedia es, a diferencia de la secuela del sismo, asaz estructural, no coyuntural como el fenómeno geológico. Tiene quy ver con su condición de ser el país (y el pueblo) más pobre de Nuestra América en términos de bienestar.
Mas la pobreza extrema en Haití es rayana en miseria, discernida e identificada diríase que espectacularmente bajo todos los paradigmas de medición de bien ser y estar. Esa pobreza es absoluta. Lacerante. No necesita adjetivos.
Pero esa miseria tan obscena no es la consecuencia de penalizaciones teístas. Deviene de una forma de organización económica bestial, opresiva, equivalente a la esclavitud colonial que los haitianos rompieron en 1804, indicando caminos.
En nuestra crisis nos identificamos con Haití. El fantasma de la miseria ya está en México. Hay más pobres aquí que en ese desesperanzado país. Y muchos de nuestros pobres son más pobres que los haitianos. ¡Ay, México! ¡Ay, Haití!
ffponte@gmail.com

MENSAJE AMLO 18 DE ENERO DE 2010