miércoles, 8 de diciembre de 2010

manifiesto

El mundo es una constante mutacion en lucha por el equilibrio, por el bien estar para toda la especie humana eso es la paz, la buena administracion de los recursos naturales que nos ofrece la madre tierra, el desarrollo mental, fisico y espiritual.
Es nuestra responsabilidad soñar con un mundo mejor, aqui nuestro esfuerzo de transmitir informacion que una al mundo y de esa manera contrarrestar la simulacion en que el sistema capitalista y rapaz ha sumergido a una mayoria aplastante convirtiendola en automatas egoistas....
Asi empezamos....

martes, 16 de noviembre de 2010

MANIPULACIÓN MEDIÁTICA

SIQUE

Fuente:El Justo Reclamo
Sale hoy un artículo en El Universal en "Bajo Reserva" titulado "¿Por qué empañarle la fiesta a Ebrard?"
Se refiere a que AMLO hará el mitin el 20 de noviembre, mismo día que Ebrard tiene programado un acto. Dice que: ¿Por qué tanto problema? Si Ebrard se ha portado bien y no tendrá invitados del gobierno federal, ¿por qué empañarle la fiesta a Ebrard?
Esto nos da una idea de la absoluta falta de entendimiento de este opinionero sobre el movimiento por la transformación de México, o bien que es un chayotero que algo debe criticar y no encuentra otra cosa que mostrar su corta visión.
1) Reduce el mitin a que AMLO quiere "festejar" (burlándose) la celebración del centenario de la Revolución y sus cuatro años de presidencia legítima. No le pasa por la cabeza que también miles y miles de mexicanos y mexicanas estamos interesados y tenemos derecho a celebrar tales eventos ese día .
2) Como siempre los que están en el movimiento de AMLO no cuentan. El pueblo vale sorbete. Como si fuese un capricho de AMLO, los ciudadanos que necesitan ese espacio de reunión no importan.
3) Con la frivolidad que Televisa ha imbuido en los mexicanos y mexicanas supone que uno de los objetivos del mitin es quitarle espacio al gobierno federal, a eso reduce el objetivo del mitin.
Se trata de insistir en las siguientes matrices de opinión:
a) Que AMLO es necio y caprichoso.
b) Que los cientos de miles de personas que están en su movimiento no existen.
c) Que la lucha por la transformación de México se reduce a eventos en el Zócalo restándole toda seriedad.
Esas son las consignas que tienen los medios de comunicación de la oligarquía mexicana.
La gente no se da cuenta de cómo les van metiendo estas opiniones en la cabeza como si fueran la realidad. Debemos señalarlo y despertar conciencia.

LAS REBANADAS DEL PASTEL - ROCHA

SUS JUGUETITOS - HERNÁNDEZ

Sus juguetitos-Hernández

EL JUGADOR










Pedro Miguel
La Jornada
Para entender lo que pasa en México no hay que quemarse las pestañas con textos de académicos de renombre ni sumirse en la historia –de Alamán a Katz– ni hurgar en la Constitución: si realmente quieren comprender lo que ocurre, vean la se- rie 24 y sigan las aventuras del personaje Jack Bauer, un cruzado imaginario y violentísimo de la lucha contra el terroris-mo que vino a convertirse en la figura canónica de Felipe Calderón. El propio sedicente confió su fantasía en una entrevista a la BBC en marzo de 2009 (http://bbc.in/apTAWV). Hace unos días la repitió para CBS, con motivo de la presentación –en exclusiva para la tele gringa– del búnker de alta tecnología que se mandó construir con nuestro dinero para, desde allí, jugar a la guerra (http://bit.ly/aaGGrJ).

El pasado día 8, Calderón se jactó –como si fuera mérito suyo– de que la prensa mexicana puede criticarlo abiertamente, incluso en el exceso del escarnio o la burla (http://bit.ly/a8a1Rp).

No dijo nada sobre las infinitas burlas que el país le ha tolerado a él y no se ha dado cuenta, al parecer, de que es él, el propio Calderón, el que ha hecho escarnio sistemático de la institución presidencial: alguien que, tras hacerse del control de las instituciones, las emplea como juguetes bélicos, sacrifica a la gente para satisfacer sus ansias lúdicas y encima pretende que se le agradezca la gestión. No es un estadista, sino un individuo execrable y peligroso.

Él lo que quería era tener juguetes, pero la guerra ha dejado de ser un juego, el Estado ha perdido la capacidad de garantizar la vida, la integridad y los bienes de quienes residen en el territorio nacional (http://bit.ly/bDqFIQ) y la política ya casi no ofrece vías para recomponer al país porque, con el propósito de monopolizar el control del gobierno y de los organismos autónomos, la oligarquía ha roto los vínculos entre representantes y representados; la mayor parte de los legisladores y funcionarios no actúan en función de las necesidades de los votantes sino de los intereses de grupos de poder empresariales, financieros, mediáticos o delictivos.

Ahora, para retomar el rumbo, al país ya no le basta con hacer entender a Calderón que el Ejecutivo federal no es un juego, que la nación no es un set de guerra, que sus habitantes no son de hule, y que él ya no está en capacidad de resolver nada de nada, ni siquiera convocando a todos los bandos armados y con control de territorio a una ronda de negociaciones marca Mattel. Tampoco los otros integrantes de la mafia que gobierna podrán hacer gran cosa, por la simple ra-zón de que aceptaron ser piezas en el tablero de un juego enloquecido cuyos resultados generan muertos, desempleados, miserables, resentidos y marginados de carne y hueso.

Si quiere volver a tener un país que sirva para vivir en él y no para morirse (de hambre o a balazos), la sociedad deberá organizarse al margen del jugador y de sus compinches, dar la espalda a los asesinos de todos los bandos e instaurar un proyecto de nación que mire hacia la vida y no hacia la muerte.

Fácil no será, pero no hay, al margen de la violencia, otro camino. El jugador y sus cómplices continuarán absortos en su ocupación en tanto la gente no se plante frente a ellos y les comunique, en voz serena pero firme, que el juego ha terminado.

lunes, 15 de noviembre de 2010

LA MALDITA VECINDAD

Gerardo Fernández Casanova

“Que el fraude electoral jamás se olvide”

Se cumplen en este mes los cien años del inicio de la Revolución Mexicana, setenta de su paulatino deterioro y veintidós de su cancelación oficial definitiva. No obstante, y en la medida que sus postulados son vigentes y sus reivindicaciones incumplidas, el concepto de la revolución es más necesario que hace cien años. Las condiciones de injusticia en que se desenvuelve la sociedad mexicana no son diferentes a las que prevalecían durante el porfiriato; las libertades políticas sólo son de forma en tanto que se mantiene el control de la cosa pública por un puñado de privilegiados, independientemente de que se registren procesos electorales y sea posible una especie de alternancia, siempre que sea entre los mismos; la dependencia respecto del exterior, particularmente de los Estados Unidos, es hoy ofensivamente mayor que hace cien años, al grado de reducir al mínimo la posibilidad de disponer de nuestro destino como nación; independientemente de los errores de la dictadura, Porfirio Díaz no dejó de ser un patriota. Hoy quiero referirme a este último aspecto: el efecto de la maldita vecindad.

Intento no caer en el engaño de que todos nuestros males provienen del exterior; desde luego que hay mucho de origen doméstico en nuestras dificultades, pero estoy cierto que cualquier intento por crear una nación próspera y progresista requiere de tomar muy en cuenta la realidad geopolítica que, de tan abrumadora, con frecuencia la ignoramos. No es difícil caer en cuenta de que la seguridad de la potencia bélica y económica yanqui coloca a su vecino del sur dentro de su ámbito de defensa, además de los intereses de orden económico requeridos para garantizar el suministro de materias primas que les son indispensables; ignorarlo o pensar en evitarlo, es tanto como tratar de tapar el sol con un dedo. Pero no se puede olvidar la injusta guerra que nos arrebató la mitad del territorio y sus conocidos amagos de invasión por la ocupación de los puertos de Veracruz y Tampico. Tampoco pueden ignorarse intervenciones que han contribuido positivamente en la historia mexicana, aunque sólo hayan sido por excepcional coincidencia de intereses, particularmente con los intentos conservadores por restablecer la monarquía católica con Iturbide y Maximiliano.

Es en este marco que se hacen grandes los hombres de la Revolución Mexicana que supieron manejar inteligente y patrióticamente esta tremenda realidad. Las facciones beligerantes tenían claro que el reconocimiento diplomático por los Estados Unidos constituía un factor determinante en la lucha, principalmente por la disponibilidad o la carencia de armamento; no obstante, ninguno cayó en la tentación de entregar el destino nacional al extranjero a cambio de tal reconocimiento. El mismo Madero, que no podría ser calificado como contrario a los intereses yanquis, fue destituido y asesinado por intriga del embajador Wilson, por no atender a sus imposiciones. Carranza se vio permanentemente asediado por las presiones de Washington, incluida la invasión a Veracruz dizque para presionar la salida del dictador Huerta, pero no perdió el sentido de la dignidad nacional ofendida por dicha intervención y la repudió oportunamente. Obregón, siempre amenazado por los levantamientos de generales insatisfechos, negoció el reconocimiento diplomático aceptando imposiciones lesivas pero salvando lo principal; se pagó cara la pacificación del país pero se mantuvo la independencia. Calles creó instituciones con independencia e hizo frente a la rebelión de los cristeros poderosamente apoyada por los obispos católicos de los Estados Unidos, maniobrando con habilidad diplomática su solución negociada.

Lázaro Cárdenas es el caso paradigmático. Su mandato se caracterizó por los avances revolucionarios y las reivindicaciones sociales, logrados en el ejercicio soberano de gobernar conforme a los intereses nacionales. Su mérito fue que supo aprovechar la coyuntura geopolítica que se le presentó con Roosevelt en el gobierno yanqui y su política de apertura. El internacionalismo solidario de Cárdenas no sólo obedeció a las convicciones, sino que instauró una política exterior de mayor independencia para dar cobijo a su actuación interior, la que normó a la diplomacia mexicana durante varios sexenios, sorteando los embates de los afanes gringos por extender su dominación. Estoy cierto de que no fue nada fácil.

Esa fue la historia hasta que los tecnócratas gringos nacidos en México se hicieron del poder, con Carlos Salinas y su fraude electoral a la cabeza. Su toma del poder coincidió con el recrudecimiento de la guerra fría y del imperialismo gringo. Para Salinas resultó más cómodo bajar la guardia y entregarse al tobogán de las buenas relaciones de supuesta amistad (carnales diría Menem de Argentina) que nos llevaría a ser parte del primer mundo y que nos trajo al inframundo de donde no hemos podido salir. El razonamiento estúpido y traidor determinó que, siendo el vecino el país más poderoso del mundo más valdría entregarse a sus designios y hacerlo de buena gana, que mantener una forzada independencia costosa y de alto riesgo. Así, el tal Salinas hoy convertido en el poderoso factótum de la política del PRI y del PAN, echó por la borda todo el esfuerzo nacional de independencia a cambio de un plato de lentejas que para él y sus amigos significó y sigue significando el mejor negocio del mundo: robarse un país para regalarlo al imperio.

Que la conmemoración del centenario de la Revolución Mexicana nos sirva para buscar la recuperación de la Patria.

Correo electrónico: gerdez999@yahoo.com.mx

A RÍO REVUELTO; ¡GANANCIAS DE PESCADORES!

Praxedis Lescrenier
Fuente: El Justo Reclamo
México representa el río revuelto ¿Y la ganancia? ¿Quién gana? ¡Las dos mafias!, la mexicana usurpadora y la norte americana, también usurpadora. ¿Quiénes constituyen las mafias? En México, El gobierno federal en sus tres poderes; el ejecutivo, el legislativo y el judicial, las trasnacionales más corruptas norteamericanas y españolas como Halliburton, Enron, Repsol, Wal-Mart, Coca-Cola, Pepsicola, etc. los grandes empresarios mexicanos como los de Cemex, Bimbo, Televisa, TV Azteca, Koppel, etc.; los cardenales Norberto Ribera, Onésimo Cepeda, Sandoval Iñiguez, el episcopado mexicano, los usurpadores de los partidos políticos, Carlos Salinas, Emilio Gamboa Patrón, Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, Enrique Peña Nieto, del PRI, etc., Felipe Calderón, Vicente Fox, Santiago Creel, Germán Martínez, Javier Lozano, Molinar Horcasitas, etc., del PAN, Jesús Ortega y su tribu del PRD, Elba Esther Gordillo, del PANAL, el niño verde y su familia, del PEVM, etc. los ministros de la suprema corte de Injusticia, etc. y los tontos útiles que son los cárteles de las drogas del golfo, del pacífico, los Zetas, y por último, pero no todos; Guillermo Galván, jefe del ejército mexicano. Todos ellos representan la delincuencia organizada en este país. Y por la parte de Estados Unidos, aliados a esta mafia están; el pentágono, la CIA, Hillary Clinton, la DEA, Obama a regañadientes, el Tea Party, etc. Dos mafias que han usurpado ambos gobiernos de ambos países. Lo del combate al narcotráfico es una tomadura de pelo a ambas naciones, la de México y la de los Estados Unidos. Es una excusa de ambas mafias que la utilizan para hacer el negocio de sus vidas.
Están en juego alrededor de 400 mil millones de dólares anuales que no quieren perder de ninguna manera y por eso consideran ilegal las drogas y no las quieren despenalizar aún sabiendo que el cigarro y el alcoholson verdaderamente más peligrosos que la mariguana; por ejemplo. Nadie se muere de mariguanitis, pero si se mueren de alcoholismo y de accidentes de transito por alcoholizados, alrededor de 20 mil anuales.
También se mueren miles de cáncer del pulmón por el cigarro ¿Por qué no despenalizan la mariguana? Por negocio, por dinero; además les representa a la mafia norteamericana una excusa para irse adueñando poco a poco de los recursos naturales de México; recuerde; ¡a río
revuelto, ganancia de pescadores!, a los Estados unidos les interesa el río revuelto y a la mafia mexicana una oportunidad de enriquecerse a manos llenas sacrificando a su propio país. Ambas mafias son genocidas, dispuestas a todo por dinero, y todo esto seguirá sucediendo hasta que el pueblo mexicano se los siga permitiendo, hasta que Usted lo siga permitiendo.
Así que ya saben como está la cosa, ¡ya no se hagan bolas! Su presidente, que no el mío ni de la mayoría de los mexicanos, nos está mintiendo todos los días a todas horas en todos los canales. El presidente se está burlando de todo México y de usted también. Felipe Calderón es el títere de las dos mafias para desestabilizar al país a cambio del apoyo que recibió para robarse la presidencia de la república. Ojalá ya decida usted cambiarle de canal cada vez que aparezca el espurio mentiroso asesino y ojalá no vuelva usted a votar por las fariseos hipócritas, sepulcros blanqueados, raza de víboras.

LA GUERRA SIN ROSTRO

Javier Sicilia
PROCESO
MÉXICO, D.F., 15 de noviembre.- Toda guerra es terrible: muerte, miedo, despojo, odios que se expresan en atrocidades, familias rotas, miseria. Sin embargo, la guerra que desde hace años vive México tiene un sesgo inédito: carece de significado. Hasta hace poco –pienso en la Independencia, en la Revolución o en los movimientos armados de América Latina–, las guerras, con todo y su cauda de desgracias, se movían sobre ideas de justicia y de porvenir. Ideas abstractas, ciertamente, cuyas consecuencias resultaron contrarias, pero que al menos señalaban un horizonte sin el cual los seres humanos estamos privados de sentido. Hoy esas ideas no existen.

La mayor parte de las ideas de Felipe Calderón y su gobierno –no hablemos de las del crimen organizado–, que caminan en el sentido de la privatización, del fortalecimiento y la expansión de los grandes capitales, del dinero y de los privilegios, no son precisamente ideas que tengan que ver con la justicia y el porvenir. Por el contrario, han cobrado costos altísimos en miseria, división de familias y angustia que la guerra ha venido a potenciar.

En este sentido, no sólo vivimos una guerra inimaginable, sino también una sociedad inimaginable en el orden de la justicia y del porvenir. Una guerra cuyos rostros, como el de los torturados, sólo manifiesta las huellas del absurdo, hace que nos sintamos presos en una telaraña. No la podemos entender. No tenemos ninguna certeza de lo que saldrá de allí. Simplemente padecemos con la zozobra de los personajes de Kafka. Da la impresión de que habitamos en un mundo dirigido por fuerzas ciegas y sordas que se niegan a escuchar los gritos de advertencia, los consejos y las súplicas.

A fuerza de una violencia sin sustento, tanto Calderón como el crimen organizado han ido destruyendo algo fundamental para la vida humana: la confianza en que sobre la base de una política o de una guerra hay sentido de justicia y de porvenir. Por el contrario, a lo largo de estos años sólo hemos visto mentir, manipular, envilecer, torturar y matar. Nada ha podido impedirlo. No porque quienes perpetran esta guerra estén persuadidos –como lo estuvieron quienes las hicieron en el pasado– de la fuerza de sus ideas sobre la justicia y el porvenir, sino porque están poseídos por las fuerzas ciegas del mercado, que sólo puede mantenerse mediante un movimiento que se pretende perpetuo. Su dilema, como lo señalaba Jean Robert, es el de un Shakespeare pervertido: “crecer o dejar de ser”.

Ese crecimiento, como podemos verlo en las políticas económicas del gobierno y de la clase política, y en la guerra que en nombre de dicho crecimiento se ha desatado, sólo puede realizarse mediante la destrucción continua de dominios de existencia, de territorios y modos de vida; mediante la colonización de culturas, lenguajes y formas de pensar; mediante el despojo y el miedo. Así, en nombre del crecimiento, sea el de la legalidad (el del gobierno y los grandes capitales) o el de la ilegalidad (el del crimen organizado), vivimos una guerra sin significado que nos tiene en el terror y va ahondando la miseria.

En este caos es imposible la persuasión. Los seres humanos de este país hemos sido entregados a la violencia de fuerzas ciegas. Nos ahogamos en medio de gente que sólo cree en el poder del dinero. Y para quienes sólo podemos vivir con el diálogo, la amistad y las relaciones de confianza, la guerra que han desatado y la forma de vida que quieren imponernos son el infierno.

En este sentido, el problema político fundamental de México es saber si es posible seguir habitando un mundo en el que el crimen, en nombre del crecimiento –sea legal o ilegal–, está legitimado y la vida humana es vista como una realidad fútil –recursos humanos intercambiables, bajas colaterales, vidas prescindibles como las de los animales.

Si creemos todavía en que es posible hacer compatible la justicia, la paz social y el orden con la idea de la producción y el consumo desmedidos, habría que decir que sí, y entonces habrá que resignarse a una guerra cuyos resultados, en el orden del horror, son impredecibles. Si decimos que no, tendremos que aceptar que para detener esta realidad tóxica hay que inventar políticas que disocien la justicia y la paz de la cuestión del crecimiento, de la producción y del consumo desmedidos, y la asocien con la fuerza de las comunidades y sus relaciones de soporte mutuo.

Sólo mediante proyectos que recobren los ámbitos de comunidad, es decir, ámbitos de subsistencia, en donde la primera regla es asegurar los medios de sustento de los más débiles, podrá detenerse el absurdo. Esta lógica, ajena a las abstracciones de justicia y de porvenir de las guerras de antaño, y más ajena aún a las fuerzas ciegas de la guerra que hoy vivimos, hace posible la justicia y el porvenir en sus relaciones de solidaridad y de cooperación. Pero esto no depende ya del gobierno, que se mueve, al igual que el crimen organizado, en la racionalidad irracional de una economía del dinero, de la producción y del consumo sin límites. Depende de la gente y del sentido común, el más escaso –para nuestra desgracia– de los sentidos.

Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a todos los presos de la APPO y hacerle juicio político a Ulises Ruiz.

DON RAÚL VERA Y LOS DERECHOS HUMANOS

Miguel Angel Granados Chapa
PROCESO

A su regreso de Noruega, donde hace una semana recibió el Premio Rafto, la agenda de don Raúl Vera lo esperaba muy apretada. Se contaba con su presencia en dos actos simultáneos el jueves 11, en la Ciudad de México, y uno más el viernes 12, en Saltillo, la sede de su diócesis.

El 7 de noviembre recibió el Premio Rafto, en el Teatro Nacional de la ciudad noruega de Bergen. El jueves 11, a las 9:00 de la mañana, se instaló la Comisión Civil de Seguimiento de los Acuerdos SME-Gobierno Federal, de la que el prelado es miembro eminente. En el Senado, a la misma hora y el mismo día, se efectuó la primera sesión del Grupo de Trabajo de Participación Ciudadana, Capítulo México, de la Organización Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción.

Y es que el senador Ricardo García Cervantes, quien encabeza ese capítulo, decidió que fuera la Familia Pasta de Conchos –una de las iniciativas más sentidas por el obispo de Saltillo– la que se presentara a hablar sobre la situación de la minería de carbón en Coahuila. Abordar en tribuna el caso de Pasta de Conchos costó a García Cervantes una burda reconvención del subsecretario del Trabajo Álvaro Castro, quien perdió –al menos formalmente– esa posición ante la severa respuesta institucional del Senado, que declaró inadmisible el reproche a uno de sus miembros sobresalientes y consiguió una rectificación de dientes para afuera del secretario Javier Lozano, cuya postura ante los deudos de la tragedia –crimen, mejor dicho– del 19 de febrero de 2006 estuvo claramente reflejada, en estilo y contenido, en la admonición del subsecretario al legislador.

El viernes 12 don Raúl Vera presidió, en la capital de Coahuila, una reunión organizada por muchos de sus feligreses para darle la bienvenida, en un acto que sería aprovechado para entablar un “diálogo sobre derechos humanos en México”. La organización corrió a cargo del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, otra de las fundaciones del dominico que se graduó como ingeniero químico antes de ingresar a la Orden de Predicadores. Ya antes, en 1988, había fundado un centro de asistencia social, “la primera de varias instituciones que ha apoyado para asistir a gente pobre y marginada”, según informó a su auditorio la presidenta del Comité Rafto, Siri Gioppen.

Ese comité discierne desde 1987 el premio que lleva el nombre de Thoroft Rafto, un activista que antes de la caída del Muro y la disolución del campo socialista dedicó su esfuerzo a apoyar a disidentes en países sometidos al autoritarismo en Europa Oriental y en la Unión Soviética misma. A su muerte, y establecido el premio que lleva su nombre, los continuadores de su obra juzgaron necesario orientar a otras regiones del mundo su atención y, con la suya, la de vastos sectores de la opinión mundial que confían en los criterios humanitarios de esa organización noruega.

También ha tenido confianza en el Comité Rafto el correspondiente del Premio Nobel de la Paz. En cuatro ocasiones ya, recipiendarios del Rafto lo fueron después del Nobel, por la coincidencia en los principios que rigen la asignación de las respectivas preseas.

La primera persona colocada en esa situación fue la activista birmana Aung San Suu Kyi, quien recibió el Nobel en 1991. Mucho antes de entonces y aun hoy mismo ha pugnado por el cese del autoritarismo militar en su patria, Myanmar (antes Birmania), para abrir paso a la democracia. Cinco años después fue galardonado con el Nobel José Manuel Ramos-Horta, quien encabezó la lucha del pueblo de Timor Oriental por sacudirse el dominio de Indonesia, que debió retirarse de aquella isla –cuya población es de ascendencia portuguesa en el océano Índico– a causa del movimiento de opinión mundial en torno a Ramos-Horta, tras recibir los premios Rafto y Nobel.

En el año 2000 el premio discernido por el comité respectivo del Parlamento Noruego, en cumplimiento de las instrucciones de Alfred Nobel, fue otorgado a Kim Dae-jung, líder de la resistencia al militarismo autoritario en Corea del Sur, que llegó a ser presidente de esa república y desde entonces aboga por la reconciliación de las dos porciones en que la Guerra Fría dividió a Corea. En 2003, el Nobel fue para Shirin Ebadi, la legendaria juez iraní destituida de su cargo por su interpretación de las leyes islámicas en beneficio de la mujer y que como abogada ha luchado por la causa de las mujeres en una sociedad opresora. Además de su activismo civil, escribió el libro La jaula de oro, un alegato por la convivencia de formas diferentes de vivir el Islam.

A perfiles como esos corresponde ahora el del obispo de Saltillo. Así lo definió Siri Gioppen al hacer la semblanza del premiado este año con el Rafto: “Hay una clase de personas, muy escasas, que son referencia moral y cuya integridad constante les prepara a defender lo que consideran correcto sin hacer caso al riesgo personal que corran”. La oradora mencionó el paso de don Raúl por Chiapas y no pudo omitir una mención a don Samuel Ruiz, el hoy obispo emérito de San Cristóbal de las Casas. El dominico Vera había sido enviado a esa diócesis como adjunto con derecho a sucesión. Ignorantes quienes lo nombraron de su reciedumbre y sensibilidad humana, esperaron de él que acotara al obispo cuya pastoral indígena, cuya opción por los desvalidos irritaba al poder vaticano, y que al reemplazarlo desmontara su obra. La conversión vivida por don Raúl lo llevó hacia rumbos opuestos a los imaginados por sus promotores, que decidieron trasladarlo al norte, con la suposición de que, no habiendo allí indígenas con los cuales identificarse, el obispo se acomodaría al tradicional molde episcopal.

Nuevo mal cálculo. Don Raúl ha ejercido sus convicciones en varios campos. Lo preocupa la suerte de los migrantes hacia Estados Unidos, una corriente de los cuales pasa por Coahuila. Ha establecido dos centros de refugio para ese efecto: el de Saltillo, llamado Belén, ha atendido a 40 mil personas. Junto con esa atención a los seres humanos concretos, el obispo Vera es un activista en pro del reconocimiento de la dignidad humana de los migrantes, en pos de que se adopten políticas gubernamentales que en vez de perseguirlos los apoyen.

En lo que hace a la drogadicción y la violencia, ya no adosada sino consustancial al tráfico de estupefacientes, según explicó la humanitarista noruega, “el obispo Vera comparte la preocupación del gobierno por el poder y la violencia de los cárteles de la droga, pero critica sus métodos. No solucionan los problemas y debilitan la ley en vez de confirmarla”.

También preocupa a don Raúl “la exclusión social de los homosexuales, incluso por la misma Iglesia”. Para oponerse a ella apoya “la comunidad de San Egidio en Saltillo, (que) ofrece guía espiritual a jóvenes de toda orientación sexual, y don Raúl trabaja para promover su dignidad y sus derechos humanos”.

Como don Raúl, sin necesariamente conocerla, practica la máxima del obispo sudafricano y premio Nobel Desmond Tutu (“si usted permanece neutral en situaciones de injusticia, usted ya tomó partido por el opresor”), no ha vacilado en apoyar a las víctimas de la codiciosa e infame minería del carbón en Coahuila, a partir de la muerte de 65 personas en la mina de Pasta de Conchos hace más de cuatro años. De ser un obispo convencional, se hubiera amistado con los dueños de las minas y las acerías de la región norte del estado, en vez de enrostrarles su insensibilidad y sus violaciones a la ley.

Sin falsa modestia, el obispo dominico reconoció la proyección que el Premio Rafto da en el mundo, sobre todo en las civilizadas sociedades del norte de Europa, a la situación mexicana. Dijo al concluir sus palabras el domingo pasado que acaso la Fundación Rafto pudo haberse equivocado al elegir a una persona no adecuada para el premio 2010, “pero no se equivocó en elegir a México para denunciar ante la comunidad internacional la terrible situación de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, de parte del gobierno, contra hombres y mujeres, ciudadanos de nuestro país”. l

LÍO DE FALDAS EN EL PAN

Álvaro Delgado
PROCESO

MÉXICO, D.F., 15 de noviembre (apro).- El proceso para relevar a César Nava en la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN), que culminará el sábado 4 de diciembre, va más allá de una contienda entre cinco candidatos. Es, sobre todo, un pleito entre dos mujeres: Margarita Zavala Gómez del Campo y Patricia Flores Elizondo.

Ese es el motivo principal de la guerra soterrada en la facción del PAN que encabeza Felipe Calderón y que tuvo un episodio público con la salida de Patricia Flores Elizondo de la jefatura de la Oficina de la Presidencia, el 14 de julio, quien es, de facto, la coordinadora de campaña de Roberto Gil Zuarth.

La salida de Flores Elizondo del gobierno estuvo precedida de un tupido golpeteo en medios sobre supuestos conflictos generados por ella en la camarilla íntima de Los Pinos y, sobre todo, actos de corrupción mayúscula. Como la campaña fue orquestada por Maximiliano Cortázar, que filtró datos a columnistas afines, Calderón lo degradó a vocero del PAN.

Es sabido que Cortázar, un individuo que apenas terminó la secundaria, responde desde hace años a los intereses de los Zavala Gómez del Campo --al particular Juan Ignacio solía consultarlo desde el gobierno hasta en la más banal decisión--, un clan que apoya a Gustavo Madero, en cuyo registro estuvo presente la diputada local Mariana Gómez del Campo.

En la ceremonia en la que Calderón hizo públicos los cambios en su gabinete, que incluyó el relevo de Fernando Gómez Mont por Francisco Blake en la Secretaría de Gobernación y de Bruno Ferrari por Gerardo Ruiz Mateos en Economía, Flores Elizondo mostró un rostro desencajado, que no suavizaban las sonrisas entre irónicas y burlonas.

Menos de tres meses después, en la primera semana de octubre, Patricia Flores se exhibió con una actitud contrastante en la portada de la revista Gente, del Grupo Televisa, en una provocadora entrevista acompañada de un despliegue de fotografías que mostraban su característica sensualidad.

En esa entrevista aclaró que era falso que hubiera sido despedida del gobierno, sino que renunció por voluntad propia --“fue para darle aire a algo que ya estaba, de alguna manera, contaminado”--, pero que eso no implicaba su retiro de la política: “Sé mucho como para retirarme.”

Y después de dejar claro que su “relación” con Calderón es “inmejorable” --justamente lo que es identificado por los panistas como la razón de la disputa con Margarita Zavala--, Patricia adelantó que ambiciona, “en un futuro más o menos cercano”, un cargo de elección popular. “Yo no tengo prisa”, aseguró.

Pero prisa sí tiene: Quiere ser senadora en 2012 y, conforme a sus planes, también coordinadora de la bancada, ambición ésta que podrá materializarse sólo si quien preside el PAN es alguien que le deba el puesto. Y ese es Gil Zuarth.

Margarita Zavala quiere, también, ser senadora y, como Patricia, coordinadora de bancada, razón por la cual Maximiliano Cortázar le trató de construir, desde Los Pinos, una imagen de mujer “inteligente pero discreta”, contrastante con Marta Sahagún, reproducida por medios y comentaristas oficiosos.

Por las mismas razones que Patricia, la consorte de Calderón apuesta a que Madero sea el sucesor de Nava y sea ella no sólo senadora, sino coordinadora. Sabe que si gana Gil Zuarth, tan incondicional de su marido que se autodenomina sin rubor su guardaespaldas, hasta la senaduría está en riesgo.

Obviamente el riesgo de ese empleo remunerado con más de 150 mil pesos mensuales no es sólo para ella, sino para su familia, que milita en el PAN por racimos, y parvadas de panistas que viven de la política vivir.

Al final, sin embargo, será el propio Calderón el que decida quién será el próximo presidente del PAN, porque es dueño --por razones de nómina-- de las conciencias de la mayoría del Consejo Nacional, el órgano que tomará la decisión formal en poco menos de tres semanas.

Y, aunque hasta este lunes 15, Gil sólo tiene asegurados unos 150 consejeros nacionales (por cien de Madero, 60 de Cecilia Romero, 30 de Francisco Ramírez Acuña y 25 de Judith Díaz Delgado) y mantiene negociaciones con Romero, y aun ha buscado a Manuel Espino –la prórroga de su expulsión a eso obedece--, se prevé que al final Calderón rompa muñecas para imponer a un tercer presidente del PAN de manera consecutiva.

De Calderón dependerá que el futuro de Patricia Flores Elizondo sea distinto al de Rosario Robles, la experredista que se alió con Carlos Salinas, Diego Fernández de Cevallos y Carlos Ahumada, con la que se comparó en la entrevista con Gente, al definirla como una política “íntegra, con gran carrera… ¡Pero se enamoró!”.

Apuntes

Sólo la evasión de la realidad o la prepotencia puede explicar la trama para que Calderón se aumente el sueldo en más de 25%, y junto con él toda la alta burocracia. En este 2010 su sueldo es de 152 mil 567 pesos mensuales, ya descontados todos los impuestos, y pretende que el próximo año gane casi 200 mil mensuales, es decir, 198 mil 870 pesos. El Partido Mexicano de los Trabajadores de Heberto Castillo acuñó la consigna de “Salario mínimo al presidente, pa’que vea lo que se siente” y ahora se socializa otra: “El mínimo a Calderón por baquetón”…

Comentarios: delgado@proceso.com.mx

miércoles, 10 de noviembre de 2010

LA VIDA EN ROSA

José Gil Olmos
MÉXICO, 10 de noviembre (apro).- Como si fuera una versión mexiquense de la canción clásica francesa, Enrique Peña Nieto quiere hacer de su vida política una “vida en rosa” y también de oropel en la televisión, con la boda del próximo sábado 27.
Todo esta listo para que el gobernador del Estado de México contraiga nupcias --acordadas con Televisa y que serían su arranque de campaña por la silla presidencial-- con la actriz Angélica Rivero, mejor conocida como “La Gaviota”.
Trepado en el marketing político, el mismísimo mandatario de copete inamovible marcó la fecha para su casamiento en la Catedral de Toluca. Ya todos los derechos están reservados, es decir vendidos a la televisora que le ha llevado su campaña de imagen desde hace cuatro años.
El vestido de “La Gaviota” lo hará el diseñador mexicano Macario Jiménez. Ella entrará a la iglesia con Alejandro, hijo de él, y Peña Nieto con todas las niñas, según han publicado las revistas de la socialité.
Peña Nieto esta sentado en los cuernos de la luna mediática, pero ocupar ese asiento exclusivo le ha costado millones de pesos, que ha desembolsado del erario desde que llegó a la casa de gobierno mexiquense. Mareado por estas nubes mediáticas, creadas especialmente para él por Televisa, el gobernador ha hecho de su vida privada una virtud pública, llevándola al espectáculo, donde lo más importante son las apariencias.
Hace apenas unas semanas, ante unas 5 mil personas que fueron acarreadas al municipio de Lerma para que les entregaran pólizas del seguro popular, el hijo pródigo del grupo Atlacomulco anunció el enlace matrimonial.
La representante vecinal Irma Serrano González le dijo: “Le deseamos muchas felicidades, que Dios lo bendiga y suerte en su próximo matrimonio”. Peña Nieto respondió: “Gracias por esas porras y esas palabras de aliento, con la felicitación que Irma hace un momento nos daba, aunque aquí vi muchas dudas que sí, que no (sic), pero, bueno, es una decisión personal, sé que ustedes me van a acompañar, porque si en lo familiar y personal soy de mi familia, en lo político y como amigo soy de todas y todos ustedes”.
Nada más fútil en el discurso del político que pretende gobernar el país a partir de 2012, trayendo de regreso al PRI a Los Pinos. Y el uso de esta estrategia de marketing político va encaminada, de manera evidente, a conseguir simpatías entre un sector importante del electorado: las mujeres, quienes representan más de la mitad de los votantes.
Gracias a ese gasto oneroso en Televisa, en primer lugar, pero también en TV Azteca y en otros medios, Peña Nieto ha querido borrar las deficiencias de su gobierno y las expresiones más claras de sus incapacidades. Por ejemplo, que en el Estado de México hay más mujeres asesinadas que en Chihuahua, y que los cárteles de la droga se han asentado en sus municipios, cobrando "derecho de piso" a los comerciantes de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tultitlán, Chimalhuacán y Tlalnepantla.
Más allá de la campaña mediática que ha sostenido en casi cinco años – la más larga y onerosa que ha hecho un político mexicano, quizá también en el mundo --, el gobierno de Peña Nieto no puede ocultar los enormes huecos que tiene y que ahora el PAN y PRD utilizan en una contracampaña desplegada en espectaculares, mismos que fueron colocados en los municipios más importantes del estado.
Los hechos son irrefutables y ni una campaña millonaria puede ocultarlos. El Estado de México esta en primer lugar en contaminación, corrupción y robo de autos. Siete millones de mexiquenses se encuentran en situación de pobreza patrimonial y el estado tuvo el primer lugar en desempleo durante el primer trimestre del año, además de que se colocó en el segundo lugar en secuestros y extorsión a nivel nacional, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública 2010.
La sola consignación de estos hechos debería preocupar al gobernador mexiquense, porque son las verdaderas credenciales que porta como gobernante, con pretensiones de dirigir al país el próximo sexenio. Su boda, en tanto, debería dejarla exclusivamente para su vida privada, pero no es así, porque todo forma parte de una estrategia bien diseñada en Televisa para apuntalarlo con viguetas virtuales que, al parecer, son las más caras del mercado de la construcción de imágenes.
Peña Nieto vive sus días de la “vida en rosa”, entre las acolchonadas nubes de la propaganda y la publicidad millonaria de Televisa y otros medios con intereses económicos, que ven en su figura un signo de pesos.
Pero todo eso es sólo escenario, es virtual, la realidad dicta otra situación manchada por la sangre, la violencia, el desempleo y la pobreza, que reinan precisamente en su estado, al que Enrique Peña ha gobernado virtualmente.

EDOMEX, LA BATALLA

Luis Linares Zapata
Los contendientes están enfilados en orden de batalla. El campo de las trifulcas será el estado de México y los participantes han velado armas desde hace tiempo. El PRI sale de puntero indiscutible en las preferencias encuestadas, al menos eso se publica en todas las columnas periodísticas y en el boca a boca de los enterados. El PAN ha entrado en zona de conflicto y no ata todavía a sus grupos internos y, menos aún, los armoniza con sus aliados enquistados en la burocracia del PRD. Se sabe, eso sí, que el acuerdo cupular entre ellos (en especial con el señor Calderón) es sólido y sólo falta encontrar el engarce final: un candidato conveniente. PT y Convergencia han decidido ocupar sus posiciones junto al movimiento que encabeza López Obrador para la transformación de México. El despliegue de fuerzas es, según puede apreciarse y hasta el día actual, bastante ríspido y desigual.

Todos los contendientes saben, y así lo asumen en sus aprestos, que del resultado de las urnas en julio de 2011 para la gubernatura mexiquense dependerá mucho de lo que suceda en 2012. El PRI vocea, ante quien se deja, su seguridad de ganar ambas contiendas con un margen incuestionable, ya cargado de antemano en su favor. Para tal fin publicó, desde Toluca y sin dejo de pudor legal alguno, la encomienda, al aparato de gobierno, de la gestión electoral. El PAN, poco seguro de su aceptación, busca refugio entre los programas federales, tal como ocurrió en las elecciones pasadas de este 2010. La izquierda, en una jugada inesperada para muchos, optó por jugársela con una alianza popular desde la base misma de la población. No ha perdido el tiempo, pues sabe de sus muchas desventajas frente a sus contrincantes, bien pertrechados con los recursos que les acerca el poder.

Los estrategas de Peña Nieto le diseñaron, durante parte de este año, sendos foros (titulados de reflexión) para pulir la vacía imagen que le ha generado su intensa propaganda, en especial la originada en Televisa. Se supone que con tales eventos y junto a participantes de renombre el citado gobernador adquiriera, aunque fuera por simple ósmosis, algo de la solidez conceptual cuya carencia le aqueja. Mientras esto ocurría, López Obrador y los militantes partidistas del PT, PRD y Convergencia en el estado daban inicio a una extenuante gira (llamada de la lealtad) por todos los municipios mexiquenses. Apenas concluida este fin de semana pasado, se calcula, de manera conservadora, que dicha gira permitió entrar en contacto, durante 124 actos masivos, con unos 150 mil participantes. Falta el cierre programado para el domingo 14 venidero en Toluca, donde se espera reunir a 40 mil asistentes adicionales. El PRI sabe que una elección como la de 2011 no se gana ni con foros ni, tampoco, con discursos cargados de deber ser, posturas ideales para engatusar incautos. Por eso ha desplegado todo un ejército partidista que abarcará el territorio mexiquense completo. Buena parte de tal trabuco se integra por maestros del ámbito local, y otros de refuerzo que pondrá el SNTE, por acuerdo con la maestra Gordillo, ave de toda transa electoral. El PAN, ya bastante retrasado, llevará en mano el padrón de beneficiarios de los programas sociales de la Federación. Sus delegados federales serán los encargados de tal encomienda a la que, sin duda, aceitarán con recursos adicionales. Los dirigentes del PRD, sus aliados, pondrán la marca registrada.

Como bien se ve, las perspectivas no se atisban lisas ni apegadas a derecho. Se espera, eso sí, que las tensiones que se generen durante este periodo, y por la importancia de lo que está en juego, clarifiquen los límites a que llegarán los dos oficialismos, el del PAN y el del PRI. La izquierda (sin la burocracia del PRD) tendrá que sostenerse con el único ingrediente que puede ayudarle a presentar pelea: el apoyo de aquellos que buscan una más equitativa justicia distributiva. Serán, por tanto, enormes sectores de la sociedad que, por lo demás, han salido perjudicados, tanto por el abandono en que los tiene el gobierno de Toluca como por el deterioro general ocasionado por el modelo de acumulación desmedida de la riqueza.

La idea de un PRI local cuasinvencible carece de sustento más allá de la abrumadora propaganda en medios ensayada desde hace ya más de cinco años. El adalid, Peña Nieto, tiene, en efecto, pies de barro y se los heredará a quien resulte su emergente. Basta un somero recorrido por el estado para percatarse de la terrible situación económica, social y cultural en que se debaten sus pobladores. El empobrecimiento de sus clases medias es tan notorio como amargo. No bien salían de la precariedad que las acompañó en su emigración desde las diversas regiones del país, cuando han visto truncados sus deseos de progreso. Las áreas situadas lejos de la conurbación con el Distrito Federal se mantienen en vilo, pero en cualquier momento pueden ser arrastradas hacia la pobreza o marginación. Las partes que están conurbadas, con algunas raras excepciones, fluctúan entre el coraje y la desesperanza por las promesas incumplidas de mejoría o cambio. Sus asentamientos, por demás irregulares desde el trazado urbano, pasando por la más grotesca aglomeración de colores, tamaños y formas, hasta desembocar en el caótico transporte o los servicios públicos, son, y serán por décadas, marcas indelebles del desarrollo deformado. El panorama del estado de México detalla, hoy en día, una prolongada fila de changarros, puestos de tacos, merenderos y demás actividad informal de donde una gruesa capa de trashumantes se cuelga para subsistir. Con este bagaje a cuestas se terminará el presente año de tanteos y trabajos con la vista fija en 2011.

RAUL VERA, EL PASTOR DE LAS CONTROVERSIAS

Bernardo Barranco V.
Periódico La Jornada
El 7 de noviembre, Raúl Vera, obispo de Saltillo, recibió el premio Rafto 2010, por su destacada actuación en la defensa de los derechos humanos y la justicia social en México. Monseñor Vera fue galardonado por la prestigiada fundación noruega Rafto, porque es un crítico del abuso del poder y un defensor valiente de los inmigrantes, los pueblos indígenas y otros grupos en peligro. Raúl Vera, a lo largo de su trayectoria, se ha atrevido a cuestionar con firmeza a las autoridades y a defender los derechos humanos de grupos más vulnerables. No es un personaje que calcula sus reproches y cuestionamientos a gobiernos, no hace mucho calificó de dictador a Felipe Calderón por no reconocer la amalgama de complicidades entre la delincuencia organizada y el Estado mexicano. Sus posturas han llegado a chocar con muchos obispos, como fue el caso de la condena a los matrimonios gays y a la condición homosexual; allí Vera llamó a quitar prejuicios y no actuar como fariseos, se refirió a quienes consideran que aquellos que tienen una orientación diferente a la heterosexual son incapaces de realizar aportes a la sociedad, por ejemplo como padres o madres de familia, sin necesidad de aparentar lo que no son. La diócesis de Saltillo es una de las pocas que tiene un trabajo pastoral con este sector, apoya a la comunidad de San Elredo, que promueve los derechos humanos de homosexuales y lesbianas.

Raúl Vera goza del reconocimiento, no sólo de parcelas progresistas de la sociedad, sino aun por conservadores que, sin estar de acuerdo con sus posturas, lo toma en cuenta. Es uno de los pocos obispos respetados por diferentes sectores de la clase política, desde el gobernador Humberto Moreira –quien ya lo postula para el Premio Nobel y admite que a veces le jala las orejas– hasta Andrés Manuel López Obrador –quien lo declara el mejor obispo en México.

La fórmula de monseñor Vera es sencilla, es una persona honesta y congruente. Vive el evangelio con todas sus exigencias y sabe trasmitir con fervor su fe. En su casa no tiene piscinas ni gimnasios, no aparece en las revistas sociales en banquetes junto a los acaudalados ni tiene órdenes de aprehensión por millonarios fraudes. Es un pastor coherente. Él mismo se define obispo controvertido, defensor perseverante de los derechos humanos: indígenas, mujeres, mineros, campesinos, migrantes, homosexuales. Crítico de los gobiernos panistas y del uso de la violencia indiscriminada de las fuerzas armadas en la lucha contra el crimen organizado.

Vera es uno de los pocos herederos de aquella mítica generación de obispos y pastores profundamente comprometidos con los pobres y en la defensa de los derechos humanos que en las décadas de 1960 y 70 enfrentaron en diversos países de América Latina la represión de los autoritarismos militares. Aún se recuerda a personajes como Helder Cámara, de Brasil, y Óscar Romero, de El Salvador. Mientras esta generación de prelados maduraba en la Conferencia de Medellín, Colombia, en 1968, el joven estudiante de la Facultad de Ingeniería en la UNAM Raúl Vera vivió en carne propia el movimiento estudiantil en México. Vera tiene notorias diferencias con el resto de los obispos mexicanos; mientras la mayoría de los prelados ingresan al seminario siendo casi niños, entre los 11 y 14 años en promedio, casi 70 por ciento, Raúl Vera ingresa a la orden de los dominicos con 23. El obispo de Saltillo es uno de los poquísimos prelados que ha cursado su carrera en una universidad pública y secular; recordemos que la mayoría de los obispos ha adquirido su formación en instituciones intraeclesiásticas, por cierto casi 40 por ciento de los prelados ha pasado por la pontificia universidad gregoriana situada en Roma, Italia. Estos datos, para algunos intrascendentes, revelan la mayor sensibilidad social de Vera, así como la mayor capacidad de interlocución secular que posee el obispo. “L’Église, c’est un monde”, diría Emile Poulat, mi viejo profesor de sociología de la religión, porque muchos obispos no conocen otro.

Monseñor Vera es designado en 1995 obispo coadjutor en la diócesis de San Cristóbal de las Casas, en pleno levantamiento zapatista, el entonces nuncio Prigione lo coloca allí para neutralizar y contrarrestar la labor de Samuel Ruiz. Vera sorprende a la opinión pública porque no sólo hace propios los compromisos de la diócesis, sino radicaliza su opción pastoral por los indígenas ante el estupor de los sectores conservadores de la Iglesia mexicana y del propio gobierno mexicano. De ahí que ante el retiro de Samuel Ruiz, el Vaticano no lo confirme como sucesor en la diócesis y lo nombra obispo de Saltillo, en 1999. En Bergen, Noruega, en su mensaje de agradecimiento por el premio, Raúl Vera López expresó: A través de mi labor pastoral, en colaboración con grupos de defensores de los derechos humanos, me ha tocado ser testigo de cómo impunemente se atenta contra la dignidad de la persona, en diversos ámbitos y distintas áreas geográficas de México... La impunidad es la característica actual de la administración de justicia en México; aun en los casos aparentemente resueltos para quienes piden justicia, no existe reparación del daño, ni cumplimiento de sentencias o recomendaciones internacionales, ni castigo para los violadores de los derechos humanos dentro del Estado. La Fundación Rafto se pudo haber equivocado en haber elegido a la persona no adecuada para su Premio 2010, pero no se equivocó en elegir a México para hacer denunciar ante la comunidad internacional la terrible situación de violaciones sistemáticas a los derechos humanos de parte del gobierno contra hombres y mujeres ciudadanas de nuestro país. Felicidades.

martes, 9 de noviembre de 2010

TRANSFONDO ¿HACIA EL FASCISMO O LA DICTADURA?

Por Carlos Murillo González


El posicionamiento de la derecha en el país va de la mano con la transición del antiguo régimen de partido de Estado, o “la dictadura perfecta”, como alguna vez se refirió Mario Vargas Llosa al gobierno del PRI, hacia un neoliberalismo multipartidista de empresarios venidos a políticos o viceversa. El resultado está a la vista de todos y todas: polarización social, empobrecimiento, corrupción, atraso del país y una sanguinaria inseguridad pública. Por esta vía, ¿hacia dónde se encamina el país?

Con el advenimiento de la derecha neoliberal en el poder es posible notar cambios políticos en el comportamiento del Estado mexicano. No sólo ha quedado de lado el anhelo por la democracia, sino también han vuelto los antiguos fantasmas del pasado (si es que alguna vez se fueron) como el autoritarismo, la censura, la persecución a críticos del sistema, la concentración del poder político en pocas manos, la imposición política sin consulta ciudadana y así. A mucha gente todavía no le queda muy claro el peligro que implica la consolidación de este tipo de regímenes para la estabilidad y el progreso social.

Autoritarismo. El autoritarismo es una práctica política muy enraizada en la cultura mexicana: está en la familia, en el trabajo, en la escuela y reproduce la actitud de tomar decisiones que no sólo no toman en cuenta a la sociedad, sino que muchas veces va incluso en contra de la sociedad. La persona autoritaria no tolera el consenso, mucho menos la libertad ni la igualdad; cuando este autoritarismo es parte de la forma de gobierno del Estado, estamos hablando de una forma de dictadura o fascismo. La dictadura, el monopolio del poder en una sola persona, es la forma más conocida de autoritarismo; en México tenemos varios ejemplos, los más famosos por su duración son el régimen de Porfirio Díaz y el presidencialismo del PRI.

Totalitarismo. El régimen totalitarista es sinónimo de fascismo, esa forma de gobierno nacida en el siglo XX cuya característica fundamental es hacer del Estado y la sociedad un solo cuerpo, o lo que es lo mismo en la práctica, del sometimiento de la sociedad a los dictámenes del “líder” (guía, caudillo, mesías, etcétera) o del partido. En otras palabras, se trata de una dimensión política orientada a la homologación social bajo una misma ideología o creencia donde no hay cabida para las disidencias. Los ejemplos clásicos son los regímenes de Mussolini en Italia, Hitler en Alemania y Franco en España.

Fascismo a la mexicana. Con la llegada del PAN al poder en el 2000 se abren las puertas para que algunos actores políticos provenientes de organizaciones de extrema derecha como El Yunque, grupo que defiende el catolicismo de manera fanática, o el mismo Clero católico, tengan un protagonismo del que no habían gozado por décadas. El propio actuar de Felipe de Jesús Calderón, quien no acepta ni las mínima crítica a su gobierno, es ciertamente un digno representante de la derecha que parece inspirado en el fascismo a la española, más inclinado a someterse a su muy propia interpretación de La Biblia que a la Constitución.

La cuestión a noviembre del 2010, en el preámbulo del centésimo aniversario de la Revolución, el primer gran movimiento social mexicano del siglo XX y el último en cuanto a sus verdaderos alcances actualmente, es precisamente el daño a la población: no se les brinda cobertura médica, no se le ofrece educación de calidad, no se le enseña democracia, no se le garantiza la autonomía alimenticia, pero en cambio se le trata como a un infante que no sabe y necesita además que se le dirija. El colmo de esta forma de pensar clasista y autoritaria es que además la mete en una “guerra” no consensada donde están muriendo miles para “protegerlos(as)” de una situación de drogas que en realidad no era un problema prioritario de la sociedad mexicana, comparado con otros.

La situación de “guerra contra el narco” que enfrenta el país, especialmente en estados como Chihuahua y Tamaulipas o importantes ciudades como Monterrey y Ciudad Juárez, está acelerando el camino hacia un Estado fascista o una dictadura, basta ver cómo llegaron al poder Hitler o Franco. La militarización, la policía bajo un mando único, la limpieza social, la defensa de los “valores” católicos como la familia, o bien el rechazo a los matrimonios gay o el aborto, más el aferramiento al decadente sistema económico neoliberal no indican otra cosa.

Es preciso encender la alarma de hacia dónde se dirige el sistema político mexicano antes que estimular el optimismo, pues éste estaría dependiendo de las cosas que hagamos para garantizar o por lo menos resistir o no perder aquello por lo que nuestros padres, madres y abuelos(as) pelearon para que nosotros disfrutáramos. En la medida que vamos dejando la política en manos de políticos nos estamos arriesgando a perder algo más que un resultado electoral: la libertad está en peligro, tanto o más que nuestras vidas, no lo permitamos.

visite: http://carmugosociologico.blogspot.com/
Carlos Murillo González
carmugo6699@hotmail.com

LA SOCIEDAD DE LOS MIEDOS

Marta Lamas
MÉXICO, D.F., 9 de noviembre (Proceso).- Si algo ha logrado la creciente ola de violencia en nuestro país es confirmar una desoladora visión: cada vez más se viven situaciones ominosas y siniestras. Los asesinatos, “ajusticiamientos” y masacres, que responden a la inútil “guerra” contra el narco, han desatado el miedo de la población. Sin embargo, así como no se deben admitir los “daños colaterales” de ese proceso, tampoco debemos acostumbrarnos al miedo, pues deshumaniza y es peligroso.

Recientemente, el psicoanalista argentino Pacho O’Donnell exploró los distintos miedos que rondan a los seres humanos. Además de estructurar una reflexión propia desde su perspectiva psíquica, entrevistó a una serie de personalidades destacadas y con ese material hizo un libro titulado La sociedad de los miedos. Para conocer el costo de vivir en esta sociedad de los miedos, caracterizada por la enajenación, la desconfianza en el prójimo, la violencia reactiva y el sinsentido vital, O´Donnell abordó 11 miedos, que son: 1) miedo a ser distinto, 2) miedo a la muerte, 3) miedo a perder lo que se tiene, 4) miedo al futuro, 5) miedo a no ser amado, 6) miedo al fracaso, 7) miedo al sufrimiento, 8) miedo a la locura, 9) miedo a la inseguridad urbana, 10) miedo a la vejez, y 11) miedo a la soledad.

No es una casualidad que a Carlos Monsiváis lo entrevistara respecto al miedo a la inseguridad urbana, relacionado con el marcado crecimiento de la violencia delincuencial y sus consecuencias de todo tipo: psicológicas, sociales, políticas, culturales, etcétera. Con su conocida lucidez, Monsiváis inició el diálogo con O’Donnell señalando que hay otros miedos, pero ninguno tiene la misma contundencia que el miedo a la inseguridad. El DF es una ciudad de 14 millones de personas, 24 si se toma en cuenta la zona conurbada. El desempleo es un registro cotidiano que ha ido en aumento, y si bien no ligo de modo mecánico desempleo con violencia urbana, estos factores sin duda se encuentran muy relacionados. El miedo es tu guía para transitar la ciudad, es lo que te orienta.

Para Monsiváis, el miedo hace de radar; sin el miedo, no sabrías conducirte de un modo más o menos seguro. Habla de los secuestros exprés y de los otros, de los planeados por mafias y ejecutados por los capos, expolicías y guaruras. Dice: Del miedo como sensación urbana no puedes despegarte. Con su típico sentido del humor señala: En las noches, cuando tomo un taxi lo hago con miedo. Creo que en el camino podría convertirme a cualquier religión, y cuando llego le doy las gracias al dios eventual y vuelvo a mis antiguas convicciones agnósticas. Es un miedo irracional, ya que muy difícilmente me pasará algo. Hablando del Distrito Federal, Monsiváis se lamenta: El miedo secuestró a la ciudad que conocíamos, y no lleva trazas de devolverla. Y ha creado la ciudad del televisor y el teléfono celular. Uno transita por el teléfono o por la televisión como por una gran aventura, y así pospone el miedo y restringe su andar por el mundo.

Más adelante, Monsiváis apunta: El miedo te vuelve suspicaz, y las revelaciones periodísticas consolidan esa suspicacia. ¿Cuántos de los políticos están al servicio del narcotraficante? ¿Cuántos de éstos están al servicio de los políticos?¿De qué manera las economías nacionales se sustentan parcialmente con el dinero de esa actividad ilícita? Todas esas preguntas, a las que no se les puede hallar respuesta, forman parte del clima de tu medrosidad: ¿en manos de quién estoy? Si estoy en manos de la delincuencia, entonces mi miedo no sólo tiene razón de ser, ya no es sólo una guía urbana, sino una manera de entenderme con la realidad.

Nuestro añorado escritor coincide con O’Donnell en que el origen de fondo de este miedo es la desigualdad, y en que por ello la responsabilidad también debería compartirla una sociedad que acepta una diferencia tan grande entre ricos y pobres. El miedo es un pacto territorial y psicológico de todos los días. Lo inmanejable es la desigualdad social.

Pese a lo tremendo y duro de los temas, el libro de O’Donnell es positivo, pues al poner en evidencia cuestiones de la subjetividad da oportunidad de reflexionar qué ocurre con nuestros miedos. Por ejemplo, cuando los sangrientos acontecimientos que surgen como noticia día con día sólo provocan miedo: ¿nos paralizamos o actuamos?

Si bien no existe una salida mágica para contener la monstruosa violencia que nos asuela, parecería que, más allá de las reacciones de protesta, no hay proyectos colectivos que ofrezcan alternativas. No es así. Hace mes y medio, 77 líderes de la sociedad civil y la Academia se reunieron en Cuernavaca con el objetivo de condensar una agenda en materia de seguridad pública que tuviera un enfoque de derechos humanos. De ahí salió la Propuesta ciudadana para la elaboración de una política de seguridad integral, democrática y con enfoque de derechos humanos, que en estos días se dará a conocer. Este trabajo de figuras de la sociedad civil e intelectuales confirma que una manera de enfrentar los miedos es la participación ciudadana y la búsqueda de un diálogo donde el respeto a los derechos humanos sea el punto de partida, claro y clave, desde el cual las autoridades impulsen las acciones. Sí, contra el miedo es necesaria la acción ciudadana organizada.

HAY DE OBISPOS A OBISPOS

Hoy en la Jornada Julio Hernández escribe:

Onésimo Cepeda no es la excepción, aunque su talante descarado agrega visibilidad a los defectos que comparte con otros miembros de la cúpula eclesial católica. Frívolo, mundano, dado a los lujos y los excesos, el actual obispo de Ecatepec es orgulloso enlace entre los poderes del dinero (él mismo perteneció a la plataforma financiera de la que despegó Carlos Slim), la política (le encanta apadrinar candidatos y participar en reuniones selectas de gobernantes y otros elementos de la farándula partidista) y la religión. Su caso es extremoso, ciertamente, pero no por el fondo de las cosas, sino por las formas: Norberto Rivera y Juan Sandoval, por ejemplo, practican suertes parecidas a las antes mencionadas, pero sin la rotunda impudicia de quien ahora enfrenta una orden de aprehensión por considerarlo presunto responsable de fraude procesal y lavado de dinero en un proceso en que el hombre supuestamente dedicado al servicio de Dios aparece en el escenario como súbito dueño de una colección de obras de arte o como súbito e inexplicado propietario de 130 millones de dólares.

Por eso decimos hay de obispos a Obispos:

Raúl Vera, valiente defensor de los vulnerables, recibe Premio Rafto 2010

Noruega.- “Fue para mí una sorpresa enterarme de este reconocimiento, y soy consciente de que me exige una mayor congruencia y compromiso. Sin embargo, hay en mí una mezcla de alegría y dolor.

Nota relacionada:
‘Muerte, impunidad y miedo en México’ afirma Raúl Vera desde Noruega

“La razón es sencilla: Esta distinción no hubiera sido posible si México no estuviera lacerado por la violencia, la impunidad con la que actúa la delincuencia, una procuración de justicia ausente y la complicidad de los distintos niveles de gobierno que, por obra u omisión, han facilitado esta situación generalizada que mantiene a mis compatriotas sumidos no sólo en miseria, sino ahora también en la incertidumbre de no saber si habrá un mañana”, señaló el obispo Raúl Vera López luego de recibir el premio Rafto, que le fue otorgado el día de ayer en el Teatro Nacional de Bergen, Noruega.

Dicho reconocimiento es un premio de Derechos Humanos establecido en la memoria del profesor Thorolf Rafto. El premio es concedido anualmente por la Fundación Rafto a los defensores de derechos humanos y su objetivo principal es crear conciencia sobre la importancia de observar de cerca las violaciones a las personas y comunidades que
necesitan la atención del mundo.

Este año Vera López, Obispo de Saltillo, fue galardonado con el premio Rafto 2010 por su lucha por los derechos humanos y la justicia social en México.

Raúl Vera ejerce desde 2000 como Obispo de Saltillo, donde se ha destacado en la denuncia del asesinato y violación de mujeres, la situación de los inmigrantes, la lucha por los trabajadores, la falta de protección de periodistas, la impunidad policial y militar y la corrupción judicial.

Con anterioridad a su labor en Saltillo había ejercido entre 1995 y 1999 de coadjutor del obispo Samuel Ruiz en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, comprometiéndose en la mejora de los derechos de los campesinos pobres y de los pueblos indígenas.

Ruiz y Vera López contribuyeron a mantener el alto el fuego entre Gobierno y zapatistas, tras la rebelión protagonizada por éstos.

LUCHA POR LA DIGNIDAD

Frente a la situación que se vive en México, y poniendo en peligro su propia seguridad, el obispo José Raúl Vera López habla en voz alta y sin miedo contra las violaciones de derechos humanos, la corrupción, los abusos del poder y la ausencia del imperio de la ley.

El trabajo de Raúl Vera demuestra una voluntad inquebrantable y fe en la acción concreta para mejorar la calidad de vida de la población pobre, vulnerable y oprimida de México. Sus actividades son muy variadas, pero sus preocupaciones centrales son el asesinato y violación de mujeres y la situación de riesgo de los inmigrantes, además está involucrado en casos concretos de lucha por los derechos de pueblos indígenas, de campesinos pobres y por los derechos de los trabajadores.

Él ha levantado su voz en contra de la falta de protección para los periodistas y la impunidad en casos de abuso cometidos por militares y policías, también ha acusado a la Corte Suprema de estar asociada con los carteles criminales.

El obispo Raúl Vera ha dado voz a los presos y ha demostrado cómo las estructuras sociales en México sistemáticamente ponen en desventaja a los pobres y fuerzan a la gente a una vida de crimen.

Contrariamente a la mayoría del clero, él aboga en favor de los gays y lesbianas, así como de las prostitutas. En el actual debate sobre los derechos de gays y lesbianas, el obispo Vera ha destacado la importancia de luchar contra los prejuicios.

MUERTE, MIEDO E IMPUNIDAD

“Muerte”, “miedo” e “impunidad” son, por desgracia, tres palabras que hoy imperan en el vocabulario del mexicano. La “guerra contra el crimen organizado” es una lucha a muerte, en donde sólo en cuatro años que lleva el actual régimen gubernamental el número de muertes aceptado oficialmente alcanza casi las 30 mil personas”, afirmó en Noruega el Obispo de Saltillo.

Esto indica que al ser asesinados los miembros de las bandas criminales, trátese de grandes “capos”, de mandos medios o de brazos armados, con la muerte de cada uno de ellos se van a la tumba los testimonios que ellos tienen contra funcionarios de todo tipo o los empresarios y banqueros, o los responsables de centros financieros que son cómplices de las hampas criminales.

“De esta manera esas personas no solamente no son sometidas a juicio, sino que siguen alimentando el potencial criminal de estas bandas que cada vez aparecen más poderosas, frente a un Estado mexicano que vemos más débil e incapaz de enfrentarlas”.

PASTA DE CONCHOS

Además de referirse a la violencia que impera en el país, en su discurso pronunciado luego de recibir el reconocimiento, Vera López señaló otras impunidades en las que el Gobierno no ha actuado.

“Hay otro tipo de impunidades que el Gobierno solapa: Pasta de Conchos, nombre de la mina que dejó sepultados a 65 mineros de carbón que trabajaban en indignas condiciones de seguridad. A cinco días del siniestro, la empresa Industrial Minera México, de Grupo México, y el Gobierno federal suspendieron el rescate, mismo que se reanudó recuperando dos cuerpos de quienes murieron asfixiados. La empresa detuvo nuevamente el rescate a sólo 150 metros de donde estaban los trabajadores. Ahí quedaron enterrados no sólo sus cadáveres, sino también la justicia. Impedir el rescate es mantener la impunidad, evidenciar la inseguridad e incluso demostrar que los dejaron morir”, acusó.

SECUESTRO DE MIGRANTES

En sus palabras también acusó uno de los problemas en México que durante años él ha seguido de cerca. El secuestro de migrantes a manos del crimen organizado.

“La mayoría de las víctimas son personas procedentes de los países centroamericanos o algunos
sudamericanos, quienes atraviesan la República Mexicana intentando llegar a los Estados Unidos en busca de trabajo. Los autores de los secuestros son miembros del crimen organizado. Solamente en seis meses del año 2009 se contabilizaron 9 mil 758 secuestros de migrantes, también impunes.

“Los familiares de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército en medio de esta guerra, y de las personas desaparecidas, que cada día aumentan de manera alarmante, siguen pidiendo justicia”, dijo.

ESTADO FALLIDO

Durante su intervención recalcó la impunidad que caracteriza a la justicia en México.

“Aún en los casos aparentemente resueltos para quienes piden justicia, no existe reparación del daño, ni cumplimiento de sentencias o recomendaciones internacionales, ni castigo para los violadores de los derechos humanos dentro del Estado”.

MERECIDO PREMIO

Durante la ceremonia, la presidenta del Comité del premio otorgado por la fundación Rafto, Siri Gloppen, resaltó a Raúl Vera López como una persona que había elegido estar del lado de los oprimidos, y es una persona de las cuales se necesitan más en la sociedad.

“Hay una escasa clase de personas con una fuerte referencia moral e integridad constante, preparadas a defender lo que consideren correcto sin hacerle caso al riesgo personal que corran. Una de estas personas es el laureado con el premio Rafto de este año, José Raúl Vera López, Obispo de Saltillo, de México.

Igualdad de valor y dignidad es lo que dirige su lucha a favor de los derechos humanos y la justicia social. Es por esta razón que don Raúl, como le llaman afectuosamente, es un faro de esperanza e inspiración para los pobres y excluidos.

Es también la razón por la cual es un obispo controversial, quien desafía a la gente de poder y privilegiada”, dijo Gloppen en su discurso.

Las personas como don Raúl son importantes para cualquier sociedad y en cualquier tiempo. Las necesitamos para que sean nuestra conciencia social y política, para mostrarnos las injusticias que nuestras instituciones crean y mantienen. Esto es especialmente importante – y peligroso – en la dramática situación de México”, reconoció.

Agradecido con el reconocimiento internacional que le fue otorgado, el Obispo de Saltillo señaló que la Fundación Rafto se pudo haber equivocado al momento de elegir a la persona adecuada para su premio 2010, pero en lo que no se equivocó fue en elegir a México para denunciar ante la comunidad internacional la terrible situación de violaciones a los derechos humanos de parte del Gobierno a sus ciudadanos.

PREMIO RAFTO 2010
» El reconocimiento es un premio de derechos humanos entregado anualmente desde 1987 por la fundación Rafto a los defensores de esta causa.

CRITERIOS
» La fundación Rafto entrega su premio valorando los siguientes criterios.

1.- El aspirante debe ser activo en la lucha por los ideales y los principios de los derechos humanos.

2.- El candidato que lucha por los derechos humanos debe representar la perspectiva de la no violencia.

1.- El postulante puede ser una persona u organización; y dos o más candidatos pueden compartir el premio.

RECONOCIMIENTO
» La fundación Rafto ha premiado, anualmente desde 1987, a defensores de los derechos humanos.

LOS GALARDONADOS
» Zócalo te presenta a los galardonados en los últimos 10 años.

2010- Raúl Vera López (México)
2009 - Malahat Nasibova, (Nakhchivan)
2008 – Bulambo Lembelembe Josué, (Congo)
2007 – NCDHR (National Campaign on Dalit Human Rights), (India)
2006 – Thich Quang Do (Vietnam)
2005 – Lidia Yusupova, (Chechenia)
2004 – Rebiya Kadeer (China)
2003 – Paulos Tesfagiorgis (Eritrea)
2002 – Sidi Mohammed Daddach (Sahara)
2001 – Shirin Ebadi, (Irán)
2000 – Kim Dae-jung (Corea del Sur)
BIEN MERECIDO DON RAÚL!!! FELICIDADES!!!

LOS MONEROS DE LA JORNADA

La espiral de la violencia-Fisgón


El inseguro social-Rocha

LOS AMIGOS DE ELBA ESTHER

Luis Hernández Navarro
Como dicen los abogados: a confesión de parte, relevo de pruebas. El profesor Humberto Moreira, mandatario de Coahuila, afirmó en el marco de su quinto Informe de labores: Todos somos amigos de la maestra Elba Esther. Es amiga del Presidente, de gobernadores, del magisterio, de muchos miembros del gabinete y hasta de Marcelo Ebrard. Aseguró que ella es la dirigente de la organización sindical a la que yo también pertenezco.

La declaración del profesor Moreira no tendría mayor importancia a no ser por un pequeño detalle: él aspira a dirigir el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la maestra fue expulsada de sus filas el 13 de julio de 2006. Elba Esther incurrió en conductas contrarias a los estatutos de ese instituto político, como apoyar la formación de un partido político antagónico y respaldar a candidatos de otras fuerzas políticas.

La relación entre Humberto Moreira y Elba Esther va mucho más allá de una simple amistad. El gobernador forma parte del proyecto político de la lideresa sindical. Su aspiración a dirigir su partido tiene como telón de fondo la alianza pactada por ambos con Enrique Peña Nieto. La maestra se comprometió a apoyar las aspiraciones presidenciales del gobernador del estado de México.

Con 2012 en el horizonte, la profesora Gordillo ha comenzado a desmarcarse del gobierno de Felipe Calderón. Es en este contexto que se enmarca el pulso entre los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y el secretario de Educación Pública. Parece más preocupado en buscar la Presidencia de la República que en mejorar la calidad de la enseñanza, dijo Elba Esther el pasado 3 de septiembre. El gobierno federal reviró divulgando información en la prensa nacional sobre la maquinaria electoral del sindicato y organizando una campaña para responsabilizar al sindicato de los problemas de la educación nacional.

Pero es cierto que Elba Esther posee muchos amigos. Tres de ellos son su debilidad, sus amores blindados ante cualquier venganza o resquemor: Esteban Moctezuma, Marcelo Ebrard y Jorge G. Castañeda. Y como obras son amores y no buenas razones, el ex secretario de Relaciones Exteriores foxista y Héctor Aguilar Camín han tenido las puertas abiertas del sindicato para presentar su libro Un futuro para México. Y Mario Delgado, nuevo secretario de Educación del gobierno de la ciudad de México y delfín de Ebrard para la jefatura de Gobierno, tiene como asesor al ex diputado del Partido Nueva Alianza Xiuh Tenorio, uno de sus hombres de confianza de la maestra.

Elba Esther es magnífica amiga de Rafael Moreno Valle, el próximo gobernador de Puebla. En mucho debe su triunfo a ella. Sin embargo, también tiene una buena relación con Mario Marín, el mandatario saliente. Tanto así que un día después de la derrota, ella habló con Marín para decirle: Gobernador, sigo siendo su amiga. Y, consecuente con su oferta, sirvió de anfitriona del primer encuentro que el pasado 30 de agosto tuvieron el gobernador entrante y el saliente en la ciudad de México.

Un indicador de las redes de la maestra fue la respuesta pública ante el fallecimiento de su madre, la maestra rural Estela Morales Ochoa, el 23 de julio de 2009. Durante muchos años, la fiesta más esperada entre los allegados de Elba Esther fue la del cumpleaños de su progenitora, celebrada cada 20 de noviembre.

La muerte de la señora Morales Ochoa se convirtió en un acontecimiento político por la variedad y el número de manifestaciones de duelo y solidaridad con la lideresa del SNTE. Su funeral fue una muestra de influencia y poder, tanto por quienes asistieron a la funeraria como por las esquelas que se publicaron. Estuvo presente el presidente Calderón, con gran parte de su gabinete, así como empresarios, gobernadores, legisladores, e integrantes del mundo artístico y periodístico.

Aunque muchas condolencias se expresaron en privado, el número de esquelas divulgadas en los cuatro diarios de mayor circulación nacional fue notable. Más aún si se le compara con las defunciones de personajes políticos relevantes. Cuando murió la esposa de Enrique Peña Nieto aparecieron 440 recuadros de luto. Cuando falleció Juan Camilo Mouriño se publicaron 381. En este caso se difundieron 132 esquelas.

Los gobiernos estatales publicaron 26 esquelas. Una misma administración estatal pagó varias condolencias públicas. Por ejemplo, Campeche y Nuevo León sacaron cuatro cada uno. Tamaulipas y Chiapas pagaron tres. Coahuila, Sinaloa y Nayarit dos. Querétaro, Morelos, Puebla, estado de México, San Luis Potosí y Tabasco publicaron una cada quien. Nueve de los gobiernos eran priístas, tres panistas y uno perredista. Varios gobernadores y sus esposas expresaron su duelo a título individual en 32 necrológicas. Algunos lo hicieron en varios periódicos de manera simultánea.

Donde Elba Esther no parece tener muchas amistades es en el mundo sindical. De un total de 20 esquelas, solamente tres no fueron pagadas por el SNTE: ferrocarrileros, petroleros y Sedeso.

Compañías aseguradoras publicaron 10 esquelas. No es raro. La contratación de seguros para los maestros afiliados al sindicato es un gran negocio del que participan tanto empresarios como líderes sindicales. De ese asunto algo sabe el ex diputado del Panal Jaime Arturo Vázquez Aguilar, ex secretario particular de Fernando González, yerno de la maestra y subsecretario de Educación.

Por interés, convicción o temor, Elba Esther tiene muchos amigos en el poder. No obstante, es incorrecta la afirmación de Humberto Moreira en el sentido de que todo mundo es amigo de la maestra. Sus bonos en el gobierno federal están a la baja a raíz de su alianza con Peña Nieto, y nada permite suponer que mejorarán a corto plazo. Pero donde la situación es peor es entre el magisterio democrático. Allí, miles y miles de maestros la detesta.

La mamá de chuky y sus amigos (algunos):





















































El profe muy atento siguiendo instrucciones de la mano que mece el copete.

YA PÁRENLE

Pedro Miguel
Periódico La Jornada
El que seamos estudiantes, periodistas, comerciantes, manicuristas, campesinos, médicos, maleantes, políticos, madres o padres de familia, monjas, contadores, cantantes, sexoservidores, transeúntes o policías, carece de relevancia. Ustedes dejen de asesinarnos, y punto.

Ya antes nos han mandado a decir, en narcomantas o en discursos en cadena nacional, que esta fiesta sangrienta es exclusivamente entre ustedes, que los muertos seguramente eran pandilleros, que la gran mayoría de los cuerpos pertenecen a sicarios, que el resto de los mexicanos no tenemos nada de qué preocuparnos. Qué alivio: matar sicarios o pandilleros es una tarea (gubernamental o delictiva) tan legal y rutinaria como poner un sello de recibido a los oficios que se presentan en una ventanilla. Como si no existieran el Código Penal ni la Declaración Universal de Derechos Humanos, como si nadie hubiera descubierto aún la axiomática procedencia moral y social del precepto no matarás, como si Sócrates hubiese hecho gárgaras de cicuta sólo para divertir al público, como si Jesús no se hubiera dejado clavar en un madero, como si un puñado de ilustres no se hubiera tomado la molestia de reunirse en Querétaro para emprender la engorrosa tarea de redactar una constitución, como si los infractores fueran reses y no personas.

Pero nos han mentido: aunque aseguren que no asesinan a quienes no estén involucrados en los asuntos de la delincuencia organizada, han seguido apareciendo, despedazados, maniatados y apilados en montón, albañiles, turistas, adictos en rehabilitación y muchachos que festejaban algo; hemos debido enterrar a bebés cosidos a balazos porque el ejército o la policía los confundieron con capos de la droga; tenemos estudiantes muertos haiga sido como haiga sido y estudiantes vivos con los intestinos de fuera por efecto de las balas policiales; seguimos padeciendo secuestros de individuos –respetuosos de la legalidad, o no, qué importa– porque ustedes necesitaban algún insumo para su fábrica de culpables, o porque querían una lana, o porque hicieron un casting macabro para producir un video que después divulgarían en Youtube, o porque requerían un cadáver llamativo para colgar de él una cartulina con garabatos ominosos.

Felipe Calderón sugiere, con extremado descaro, que nos acostumbremos a las masacres, y José Francisco Blake Mora tiene el cinismo de pedirnos que nos armemos de paciencia ante nuestro propio exterminio. Pacientes no podemos ser ni para escuchar o leer semejantes obscenidades: la inmensa mayoría de los mexicanos no tiene ganas de morirse, ni siquiera de catarro, y menos para abonar esta sanguinaria confluencia entre los intereses económicos y los intereses políticos de unos y de otros.

Algunos de ustedes querrán una montaña de dólares; habrá el que se afane en cumplir órdenes de Washington; otros desearán subsanar inseguridades personales presentando al respetable una fachada de resueltos e implacables; alguno más deseará llevar a México –en función de sabe Dios qué cálculos torcidos y perversos– a la ingobernabilidad total, al estado de excepción y a la dictadura; otros aspirarán a las tres cosas. Pero dense cuenta de que matar es un mal negocio, así sea porque con cada persona que asesinan pierden a un potencial consumidor de droga, a un causante al cual esquilmar, a un televidente, a un votante, a un trabajador explotado, a un ser humano con el cual interactuar en el sentido que sea. Busquen otros métodos de negociación y quédense sosiegos en sus oficinas gubernamentales, en sus residencias de insolentes millones, en el bote, en sus aviones privados, en sus haciendas, en sus podios de cartón o en sus escondrijos.

Tras veintitantos años de neoliberalismo depredador (el auge de la delincuencia organizada es parte orgánica del modelo), el único lujo que les queda a los mexicanos, en su mayoría, es la vida. Tengan por seguro que, si no estuviéramos firmemente anclados a ella –incluso a esta vida, que ustedes se empeñan en volvernos miserable–, les habríamos ahorrado el esfuerzo y ya habríamos acudido en masa a cortarnos las venas en los zócalos de todas las ciudades del país. Ustedes, matones de todos los bandos, háganle como quieran, pero detengan el baño de sangre. Dejen de asesinarse entre ustedes y dejen de asesinarnos, y punto.

UN ZAPATAZO PARA LA SIP

La SIP (mafia de empresarios de la prensa) está reunida en Yucatán defendiendo la libertad en sus negocios

Pedro Echeverría V.

1. Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) –es bien sabido en el mundo- es la asociación de propietarios, editores y directores de diarios, periódicos y agencias informativas de América. Los integrantes de SIP no necesariamente son periodistas, son ricos empresarios y dueños de acciones de los medios de comunicación. Representan a más de 1.300 diarios y revistas. Fue creada en 1943 y tiene a su cargo al instituto de Prensa de la SIP y el Fondo de Becas de la SIP. Otorga anualmente los Premios SIP. Sólo representa los intereses de los grandes grupos económicos propietarios de los medios informativos, engaña diciendo tener en sus manos la defensa de los periodistas y está fuertemente relacionada con los partidos políticos de derecha y fascistas del hemisferio. Escogieron la pacífica Mérida para reunirse, siguiendo el ejemplo que Bush puso al firmar aquí con Calderón la asquerosa “Iniciativa Mérida”.

2. ¿De qué libertades pueden hablar los empresarios de la SIP que no sea la libertad de ganar dinero, de hacer negocios, de publicar lo que les venga en gana, de tergiversar las noticias y de hacer campañas anticomunistas? La SIP se fundó en Cuba en 1943 durante el primer gobierno de Batista; la segunda dictadura de éste se iniciaría con un golpe de Estado en 1952 y sólo renunciaría y abandonaría el país al triunfo de la Revolución en enero de 1959. Lo que buscan los empresarios de la SIP es derrocar gobiernos de izquierda y socialdemócratas para instalar gobernantes a su modo que les puedan otorgar subsidios millonarios y asignar mucha publicad del Estado. Como está probado hasta la saciedad, los empresarios privados de los medios de información (TV, radio, prensa) viven de los negocios –además todos ellos son multimillonarios- y les importa un bledo la “libertad de prensa o la libertad de información. Con dinero bailan.

3. Los países donde opera a sus anchas la SIP son EEUU, Colombia, México, Perú, Chile, Costa Rica y demás países centroamericanos porque allí los gobiernos de derecha los protegen con enormes subsidios. En Venezuela, Bolivia, Argentina, han mantenido una gran oposición buscando derrocar a los gobiernos de Chávez, Morales y Kirchner. En México el PAN apoya a la SIP y el gobierno de Calderón los apoya con fuerza y parece subsidiarla; pero los del PRI mantienen cierta independencia respecto a la SIP. En Yucatán un periódico (Diario de Yucatán) se queja de que el gobierno del PRI no les otorga publicidad; pero no dice que durante el gobierno del PAN recibió la cantidad de dinero que quiso. Lo mismo sucede con el periódico Por Esto! que antes se quejaba del gobierno panista de Patricio Patrón, pero hoy con el de Ivón Ortega goza de todos los privilegios. ¿No es acaso un cinismo y un maniqueísmo descarado?

4. No he conocido nunca un periódico impreso de derecha, centro o izquierda –y creo que no podrá existir- que sea independiente, plural, abierto. Yo he escrito –y desde hace 25 años lo hago casi diariamente- en por lo menos diez, pero en cada uno de ellos, con una u otra estrategia o pretexto, me han dejado de publicar sin darme razón alguna. Tampoco conozco a algún periodista que haga sus notas o artículos sin autocensurarse, sin eliminar de su texto lo no publicable por línea editorial. Todos los periódicos se dicen “objetivos”, es decir, que “sólo publican la verdad”; sin embargo sólo publican “su verdad” tergiversando la realidad. Por eso antes de leer cualquier nota lo primero que hay qué saber es quién la publica. A mí me arrancaron mi Cartel de de la Plaza hace 10 días –cartel anticapitalista, que critica al PRI, al PAN, al PRD y se opone a los procesos electorales desde hace 16 años- y ningún periódico publicó protesta alguna.

5. ¿De qué libertades de prensa y de medios de información puede hablarse en México si el 99 por ciento de la población no tiene oportunidad alguna de expresarse en ellos? Con excepción de la “libertad amplia” que gozamos en las redes de Internet, de unas 25 revistas y publicaciones que le dan cabida a los que escribo con libertad, más unas diez pequeñas publicaciones impresas, los articulistas que cada día somos más libres, no tenemos cabida en la gran prensa controlada por mafias políticas, empresariales, “culturales” antiguas y nuevas. Me preguntan: ¿Todavía eres ingenuo, tonto, al creer que hay algún medio de información que pudiera publicar tus críticas donde no dejas títere con cabeza? ¿Olvidas acaso aquella frase lapidaria de López Portillo que dijo: “No pago para que me pequen”? ¿Quieres que te deje el gobierno, los partidos, la iglesia, los empresarios, tu cartel en la plaza si barres contra todos?

6. Felipe Calderón, el presidente mexicano de facto, inauguró hoy lunes 8 de noviembre de manera formal, la 66a. asamblea anual de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en la ciudad mexicana de Mérida; instó a los medios de comunicación a enfrentar conjuntamente con el gobierno este reto, el de la “delincuencia organizada”, que es muy, muy grande, uno de los más grandes que hemos vivido en la historia", Advirtió que el crimen organizado es "la mayor amenaza" para el ejercicio del periodismo y la libertad de expresión, en México y en el continente americano entero. De igual manera hablaron la gobernadora Ortega y el presidente de la SIP, quien aprovechó para criticar la falta de libertades en Cuba, así como para defender al Nóbel Vargas Llosa, un pilar de la SIP. Asimismo participaron varias organizaciones empresariales y de derecha con el fin de demostrar que también ellos están luchando por la “libertad de de prensa”.

7. Así que la reunión de la SIP –que de ninguna manera representa a trabajadores, reporteros y periodistas honestos- es una simple reunión de empresarios derechistas de prensa a la que se le ha dado mucha publicidad. Ayer, al preguntársele aquí en Mérida al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, acerca de los narcotraficantes colombianos respondió categórico: “o están en la cárcel o están en la tumba”, pero alguien le respondió que sabía que el ex presidente Álvaro Uribe y sus amigos estaban de paseo. Santos perdió su tradicional sonrisa. Ya la SIP ha nadie engaña porque se sabe que es un instrumento de los grandes magnates norteamericanos del capital. Se sabe que la SIP, después de 67 años de vida, sólo ha sido un instrumento de grandes agencias de noticias gringas que se distribuyen en el mundo con el objetivo de engañar a los pueblos buscando que apoyen los golpes de Estado militares y los gobiernos civiles de derecha.
http://pedroecheverriav.wordpress.com