miércoles, 30 de diciembre de 2009

NUEVO GASOLINAZO A PARTIR DEL 1 DE ENERO, FORMALIZA SHCP

La gasolina Magna y el diesel aumentaran ocho centavos por litro y la Premium nueve, para reflejar el ajuste de 15 a 16% del IVA, estableció el subsecretario de Ingresos, José Antonio Meade.
La Jornada En Línea Publicado: 30/12/2009 19:51
México, DF. Los precios de las gasolinas Magna y Premium, así como el del diesel aumentarán a partir del 1 de enero, hizo oficial el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade.
El funcionario explicó que estos aumentos de 8, 9 y 8 centavos por litro respectivamente se aplicarán en concordancia con el aumento del 15 al 16 por ciento del IVA aprobado en el paquete fiscal para 2010.
Agregó que de no aplicarse estos ajustes se afectarían las finanzas del país, lo que conllevaría a determinar y establecere mayores cargas fiscales a los consumidores y los contribuyentes.
En conferencia de prensa, Meade señaló que desde 2004, los precios de los combustibles en México se han mantenido por debajo de los precios en países como Estados Unidos.
sr. MEADA el salario mínimo en México también esta por debajo de países como estados unidos

COMIENZA EL EMBLEMÁTICO 2012. ENHORABUENA

Gerardo Fernández Casanova (especial para ARGENPRESS.info)
“Que el fraude electoral jamás se olvide”
Confieso que me está costando mucho trabajo escribir este artículo; estuve tentado a evadir el compromiso que me he impuesto, argumentando un hipotético período vacacional.
La verdad es que me es imposible soslayar el convencionalismo del cambio de año; el consabido recuento de lo sucedido en el que termina para hacer propósitos para el año que comienza, pero no deja de ser doloroso reconocer que, en el 2009, los mexicanos registramos el peor año de nuestra historia, si acaso superado por los que se vivieron con las guerras de intervención, las yanquis y la francesa; hablo de las yanquis para incluir, además de la de 1847 que nos robó la mitad del territorio, la de 1913 que implicó el cuartelazo que asesinó al presidente Madero, gestado en y por la embajada de los Estados Unidos y que provocó la fase más cruenta de la Revolución Mexicana, necesaria para derrocar al sátrapa Huerta, impuesto por el embajador Henry Lane Wilson. También incluyo la que se practica de manera continua con las armas de la economía.
En este año que termina se vivió la peor crisis económica desde la etapa armada de la revolución, sumando a la doméstica, que ya dura más de veinte años, la del mundo capitalista, con sus secuelas de desempleo y recrudecimiento de la carestía y la pobreza. Nuestras ciudades están tomadas por las fuerzas beligerantes del crimen organizado y del gobierno; la población es presa de una violencia inusitada y, de hecho, se vive un no declarado estado de sitio. La gripa AH1N1 amenazó al país y puso de manifiesto el efecto del desmantelamiento del estado, inerme ante el riesgo, así como la impericia del gobierno gerencial que, además de provocar pánico en la población, paralizó innecesariamente la actividad económica, con especial daño a la del turismo. No contento con los fracasos acumulados, el régimen la emprende contra los trabajadores y, con argumentos falaces y medidas ilegales, cierra Luz y Fuerza del Centro y deja en la calle a más de 40 mil jefes de familia. El proceso electoral de mitad de sexenio mostró la debacle de la izquierda electoral y la entronización del zopilote bicéfalo, bajo los auspicios del poder de la televisión. El clero católico arremete contra un ya lánguido laicismo y pretende regresar el reloj de la historia para convertir el catecismo en ley. El rechinar de dientes se escucha por doquier.
Trato de escudriñar en la memoria alguna noticia grata, más allá de las de orden personal, y no la encuentro. Corrijo. Es buena noticia la sobrevivencia y el fortalecimiento de la movilización popular encabezada por AMLO, su presencia hasta en el más recóndito municipio, su pertinaz estructuración, el emblemático triunfo en Iztapalapa, su conexión con otros movimientos sociales. Todo ello en resistencia al más agresivo embate político y mediático jamás visto. Bueno, viéndolo bien, esta es una gran noticia: estamos vivos y tenemos la esperanza. Vale.
Comienza el emblemático 2010 de las conmemoraciones centenarias y de las premoniciones cíclicas. En tratándose de años, los del número diez han marcado los inicios de luchas tan importantes como la de la independencia y la de la revolución, que cambiaron profundamente la realidad nacional. No comparto el fatalismo de las fechas, no obstante hay quienes se esfuerzan por hacerlo valer, principalmente quienes, desde el poder, se obstinan en crear las mismas condiciones que dieron lugar a los acontecimientos que se conmemoran. Ni la corona española ni la dictadura porfirista fueron tan obstinados en desoír las advertencias de la realidad, como lo es el actual régimen espurio que, obcecado en las recetas políticas y económicas de sus patrones, insiste en mantener los privilegios de unos cuantos y en acrecentar la pobreza de la mayoría.
Para el año que comienza no puedo desear felicidades; se avizoran tiempos de enorme sacrificio y lucha. En todo caso, mi mayor deseo es que los sepamos afrontar con la plena decisión de salvar al país. El mayor esfuerzo tendremos que enfocarlo a la educación política, a la formación de la conciencia de la gente común para vencer los efectos nefastos de la propaganda oficial, de la desinformación mediática y de la manipulación clerical, verdaderos instrumentos de lo que los curas llaman “el maligno”.
Son muchos frentes para una misma lucha; desde la promoción de un referéndum para revocar el mandato de Calderón, que no por simbólico deja de tener eficacia, hasta la consecución del paro nacional que obligue al régimen a la retirada, para dar lugar a la fuerza popular en la conducción del país conforme a sus legítimos intereses. Es hora de vernos todos a la cara y de reconocernos en calidad de Patria. Es mi mejor deseo para el 2010. Enhorabuena que así sea.

CARDENALES Y OBISPOS, PROTEGIDOS POR EL PAPA Y CALDERÓN, BUSCAN RECUPERAR PRIVILEGIOS EN MÉXICO

Pedro Echeverria (especial para ARGENPRESS.info)
1. Ayer, en su homilía dominical, el cardenal Rivera Carrera aseguró que “la cultura moderna, además de atacar a la familia con la poligamia y el adulterio, hoy la agrede en su esencia por la equiparación de las uniones homosexuales con el matrimonio entre el hombre y la mujer, hasta el punto de permitir la adopción de niños y niñas en el seno de esas uniones.
La Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede, en modo alguno, llevar a la legalización de las uniones homosexuales. El bien común exige que las leyes reconozcan, favorezcan y protejan la unión matrimonial como base de la familia, célula primaria de la sociedad”. El arzobispo de México, cardenal con una enorme presencia, está a la cabeza del alto clero mexicano que ha sido acusado de protector de pederastas, de estar aliado al gobierno panista y a poderosos empresarios.
2. Desde que el presidente Carlos Salinas le otorgó todos los derechos al clero en 1992 y estableció totales relaciones con el Estado Vaticano, la poderosa jerarquía eclesiástica no ha descansado en la búsqueda de la recuperación de su dominación arrebatada a mediados del siglo XIX por las fuerzas liberales juaristas. El clero, los militares y los sectores de derecha impulsaron una guerra contra la Reforma liberal (1858/60), luego aprovecharon los privilegios de los 35 años (1876/1911) de la dictadura porfirista y en 1926 lanzó una Guerra Cristera contra el gobierno de la revolución y la Constitución de la República. Es por esa terrible historia, en la que el clero ha estado siempre aliado a las clases explotadoras y opresoras, por la que hay que tener mucho cuidado en sus intervenciones y su fortalecimiento. El PAN y el PRI neoliberales han apoyado su fortalecimiento.
3. No me metería a discutir el significado ideológico o filosófico de las religiones porque pienso como Marx que es simplemente “el opio del pueblo”. La palabra “opio” no es despectiva ni agresiva, pues el opio sólo es una droga analgésica narcótica que “se extrae de las cabezas verdes de la adormilera” (planta similar a la amapola). Parecería que la religión sólo adormece, da protección y descanso a la gente humilde en esta putrefacta sociedad capitalista que mata de hambre, enloquece a la persona y la arrincona negándole todas las salidas. ¿Cómo los humildes pueden huir de la opresión y sus penalidades si no cuentan con otras propuestas, con ideas liberadoras que las ayuden a despertar? Por eso el alto clero, a través de los siglos, se ha aprovechado de esa bondad y desesperación humana, para prometerles el cielo como salvación ante sus sufrimientos en la tierra.
4. ¿Qué pueden hacer los millones de familias que durante días y semanas no han tenido que comer, no les ha salido un trabajo, han visto enfermarse gravemente a sus hijos, etcétera y de pronto, sin poderse explicar racionalmente el por qué de las cosas, “como un milagro”, obtienen un ingreso económico, comen y sus hijos moribundos salvan su vida? ¿Cuántas millones de promesas se hacen a cualquier santo, a cualquier Dios, en los momentos de mayor desesperación que sirven de alivio, de descanso, de “colchón”, para que la gente más pobre y más honesta no tenga que darse con la pared? Por eso pienso que mientras exista el capitalismo, la explotación, la opresión y la miseria, la gran mayoría de la población tendrá que encontrar un lugar para desahogar sus penas y sus sufrimientos. Parece que la religión ayuda es fundamental para dormir el alma. El pueblo parece necesitarla.
5. El problema no es la religión como ideología porque en última instancia hay una enorme cantidad de ideologías y religiones en el mundo y cada quien puede adoptar la que quiera. El problema surge cuando las personas o grupos las interpretan para beneficio de sus intereses personales y se aprovechan de la gente honesta que los siguen. Todavía se puede hablar en México de alto clero o gran jerarquía eclesiástica que forma parte de la clase dominante y de los sectores minoritarios que determinan acerca de las políticas de Estado; pero también de clero bajo que es la gran masa de sacerdotes o curas de pueblos y pequeñas ciudades ligados directamente a los problemas de la población tales como miseria y pobreza, defensa de derechos indígenas, campesinos y sectores marginados. Sus ideologías suelen oponerse en los momentos en que la población se manifiesta.
6. La alta jerarquía católica en México, formada por los delegados papales, cardenales y arzobispos de casi todas las grandes capitales de los estados de la República, mantiene un papel determinante en las políticas de cada entidad. Todos los políticos de alto nivel deben lograr “la bendición” de esos jerarcas para obtener algún cargo de elección, de lo contrario su partido será castigado desde el púlpito y las sacristías de la iglesias. El clero –como los fuertes partidos y organizaciones empresariales hace alta política desde la cúspide del poder para conservar los privilegios que durante siglos ha tenido. Cuando desde el púlpito condena el aborto o su legalización, cuando combate a los homosexuales prohibiendo que pudieran formar una propia familia con hijos adoptados o cuando llama a sus feligreses a no votar por partidos no religiosos, están interviniendo directamente en política.
7. En los dos últimos años el alto clero, mediante un arreglo o acuerdo con el gobierno del PAN y los líderes del PRI han logrado echar abajo en 18 estados -de los 32 en que se divide el país- de las medidas avanzadas que años antes se habían logrado en materia de aborto y sociedades de convivencia. No se han podido imponer en la Ciudad de México donde desde hace 12 años gobierno el PRD. Es el motivo por el cual el Cardenal Norberto Rivera va ahora con toda su fuerza después de varios ensayos provocadores que ha preparado contra los gobiernos del PRD y López Obrador. Lo que el clero busca es recuperar el mayor poder posible en estos momentos en que el gobierno de la derecha panista, apuntalado por el ejército, demuestra tener fuerza. La pregunta sería: ¿Tendrán los ciudadanos del DF la fuerza para confrontar a los mercaderes de la iglesia?

2012, NAUFRAGIO PANISTA

José Gil Olmos
MÉXICO, D.F., 30 de diciembre (apro).- Sin haber creado una institución que funcione en una década al frente del país, el PAN ha confirmado lo que alguna vez dijo uno de sus principales fundadores, Manuel Gómez Morín, que este partido nació para oponerse y proponer, no para gobernar. Todo parece indicar que así pasará a la historia en estas fechas memorables.
Emblemático, el año entrante el país celebra dos fechas claves para la historia nacional: el centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia. Pero para la posteridad el 2010 podría pasar como el fracaso de la transición democrática mexicana.
Lamentablemente para el país la llegada del PAN al poder no significó ninguna transformación social, política o económica como se anhelaba tras 70 años de régimen autoritario del PRI, sino todo lo contrario, una profunda decepción.
De esta manera y aunque no ha transcurrido mucho tiempo, apenas tres años, el gobierno de Vicente Fox ya es recordado como el de la desilusión pues muchos de los que votaron por él veían la real posibilidad del cambio político e incluso se llegó a pensar en una transición radical del país mediante un gran pacto político entre todas las fuerzas y poderes.
Pero nada de esto sucedió, Fox dejó pasar una oportunidad histórica y no hubo acuerdos políticos con los poderes emergidos del PRI para cambiar el sistema sino que se reafirmaron las viejas alianzas sindicales, económicas y hasta de corrupción dando lugar a una enorme decepción entre los mexicanos.
Lo mismo ha ocurrido con Felipe Calderón quien, si no da un giro completo a su gobierno, será invocado como el presidente del fracaso pues sus principales propuestas han resultado ser eso, un enorme chasco pues no ha generado el empleo que prometió, ni establecido la paz ni la tranquilidad anhelada por millones de ciudadanos sometidos diariamente al terror del narcotráfico y la delincuencia organizada.
Metido cómodamente en el papel de oposición el PAN nunca se preparó para gobernar el país. Sin cuadros políticos suficientemente capacitados, carentes de preparación y de visión para toma decisiones de largo plazo, Fox y Calderón se sentaron en la silla presidencial sólo para intentar administrar el presente.
Y con ello echaron por la borda la esperanza representada en muchos de los votos que recibieron para ganar dos veces seguidas las elecciones presidenciales. Su fracaso viene a confirmar la teoría de que llegaron al poder no por el crecimiento del su partido el PAN sino por el hartazgo de la ciudadanía o por el miedo de los grupos de poder (empresarios, iglesia católica, sindicatos, etc.) de la llegada de un presidente ajeno y opositor a sus intereses.
Los gobiernos panistas vinieron a confirmar una triste realidad para los mexicanos: que las prácticas de impunidad, corrupción, mentira y traiciones que tanto criticaban del PRI, en realidad forman parte de la cultura política nacional. O sea, que no hay diferencias entre derecha, izquierda y centro en la geometría política del país.
Confirmada esta sospecha el regreso del PRI como “un partido que si sabe gobernar” parece lo más natural para los próximos años. Ahora no importa lo que digan y critiquen de los priistas, total todos los políticos son iguales o peores porque no saben gobernar.
Bajo esta idea de “nosotros si sabemos gobernar” si el PRI gana es probable que se vean cambios en el estilo o en la forma de hacer las cosas. Una de ellas, el combate al narcotráfico.
Es posible que al recobrar el PRI el poder presidencial veamos que los niveles de violencia y las formas en que se ha expresado el poder del crimen organizado sean menos graves o evidentes que las que experimentamos actualmente. Pero no es porque los priistas vayan a acabar con el narcotráfico pues saben que es imposible ya que se trata de un problema internacional con intereses profundos en los Estados Unidos, sino que le apostaran a controlarlo y para ello no duden que lleguen a acuerdos con algunos grupos como ya lo hicieron en el pasado.
2010 plantea entonces para el país muchos retos, pero el principal sacarlo del hoyo en que se encuentra, de la crisis económica, política y social al que ha sido llevado por los gobernantes panistas en quienes se fincó la enorme ilusión del cambio o el reto de la transición pero que sólo mostraron incapacidad para gobernar.

MÉXICO: EL MAPA HUMANO

Arnoldo Kraus
Todo lo que han hecho –y lo que no han hecho– los gobiernos mexicanos para fabricar la sociedad del desencuentro ha sido exitoso. El fracaso de sus políticas y la mediocridad de nuestros dirigentes han sembrado discordia, creado distancias, generado desconfianza, sepultado inocentes y expulsado connacionales. La sociedad mexicana vive inmersa en la desconfianza; trágico presente y escabroso futuro son realidades que cohabitan en nuestro ambiente.
El año que finaliza sembró más discordia que el previo. El año que sigue será peor que 2009. Perdón por el escepticismo. Perdón por la crudeza. La realidad no pide perdón: habla a partir de lo que retrata. El mapa humano del México contemporáneo es desolador. Expongo dos retratos. El primero: la sociedad del desencuentro se ha instalado entre nosotros. No hay elementos para destejer la espiral de desconfianza. El segundo: la oferta política es magra. No hay en quién depositarse, en quién confiar. Cuando la confianza en las instituciones es mínima, o nula, el desencuentro comunitario se multiplica sin parar. Ese es el mapa humano del México 2009. ¿En quién confiar?
La mayoría de la población no confía en la mayoría de sus gobernantes. La mayoría de los políticos no confía en sus pares, muchas veces, incluso, en los que militan en sus propios partidos. La mayoría de los políticos que confiaban en los pactos que tenían con sus narcotraficantes se han retirado y la mayoría de los narcotraficantes guardan malas relaciones con sus homólogos. La desalmada lucha entre narcotraficantes y el Ejército ha matado a muchos inocentes y ha cuestionado la transparencia de la milicia. Ésta no sólo no ha logrado frenar el narcotráfico, sino se ha convertido en blanco de críticas por algunas de sus actitudes en la comunidad.
La añeja falta de confianza de la sociedad en la policía y ahora en la milicia se ha incrementado conforme los índices de violencia aumentan: muchos habitantes sienten miedo cuando algún policía o patrulla se acerca; muchos le temen menos a los ladrones. No es infrecuente que la muta quiera linchar policías para buscar la justicia que nunca se les ha dado. Tampoco es la serendipia la que hace que las comunidades busquen arreglar cuentas por su propia mano: es la anemia moral de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos la que ha fomentado la desconfianza y el desprecio de la sociedad civil hacia muchas de sus instituciones.
La sociedad quisiera depositarse en algo o en alguien. Imposible: la corrupción y la impunidad despellejan todo. Los connacionales que quieren trabajar tienen que emigrar a Estados Unidos; los desterrados de Salinas, de Zedillo, de Fox y de Calderón son nuestros héroes: sin sus remesas el presente sería, para muchos, irrespirable. Muchos de los connacionales que estudiaron en el extranjero, con frecuencia a costa del erario, optan por no regresar: al Estado mexicano poco le interesa invertir en ciencia o en conocimiento. Mejor invierte y desinvierte en otros rubros.
Aunque sean otros los actores, mucha tinta y dinero corrieron con la intención, desconocida, por supuesto, de crear un Golem mexicano: Juanito. El famoso Juanito expuso la altura de muchos de los rincones de nuestra política e incrementó la desazón de la población. Juanito no logró transformarse en un Golem mexicano, pero sí consiguió sumirnos en la realidad y en los tejes y manejes de nuestra clase política (son muchas las versiones acerca del Golem. Se sabe que es una invención del folclor medieval y de la mitología judía. El Golem es un ser animado fabricado usualmente de barro u otras materias inanimadas. Proteger por medio de sus acciones o de palabras mágicas o religiosas son sus principales atributos).
El último reducto podría ser la religión. Podría ser, pero no lo es. Aunque no lo he indagado ni lo he leído, aventuro las ideas siguientes. La pobreza, la extrema pobreza, erosiona todo. La idea del mundo venidero ya ni es suficiente ni es consuelo. Todo tiene un límite. La pobreza mexicana lo rebasó hace mucho. Lo rebasó con creces y lo sepultaron las posturas de Norberto Rivera y de Onésimo Cepeda. Escucharlos un momentito, no más de un minuto, es suficiente para descreer.
La espiral de la desconfianza no tiene fin. Este año fue peor que 2008; 2010 será peor que 2009. Casi no hay en quién confiar. Casi no hay en quién creer. Son muy pocas las instituciones dignas. Nuestra realidad es patética. Vivimos inmersos en la sociedad del desencuentro.

MÉXICO SA

Arranca escalada de precios
Cuesta de enero en vertical
Dinero plástico: más intereses

Carlos Fernández-Vega
Antes de arrancar formalmente la masacre fiscal y de precios 2010 que para los mexicanos dispusieron Felipe Calderón y legisladores que lo acompañan, sobresalen algunos adelantados que desde ya cobran a los indefensos consumidores cualquier merma que, según sus estimaciones, pudieran llegar a reportar en el año por inaugurar como resultado de lo que algunos llaman política económica. La Secretaría de Hacienda ha puesto el ejemplo con el indecoroso incremento a la gasolina Magna y el diesel; de inmediato actuaron supermercados y tiendas departamentales; igual los cableros, quienes descaradamente notificaron a su clientela que le trasladarán el nuevo impuesto a las telecomunicaciones que, se supone, a las empresas del ramo corresponde pagar; sigilosos, continuaron tortilleros, panaderos, carniceros y, en fin, todos los demás, que transitan por la misma ruta, pues su tesis es que ninguno de ellos (con el gobierno a la cabeza) tiene por qué pagar su parte, y que al final de cuentas los únicos responsables de la crisis, del hundimiento de la economía, y de todas las barbaridades cometidas y por cometer, son los mexicanos de a pie, que nada tienen que ver con la toma de decisiones.
Y en esta masacre en contra de los consumidores no podía quedar fuera el sistema bancario que opera en México, el cual (en línea con Los Pinos, San Lázaro, Marcelo y sus asambleístas del Distrito Federal, los gobernadores, los legisladores estatales y demás fauna que sólo ve por el bien del pueblo) utilizó la cuchara más grande para servirse: de un mes para otro (noviembre a diciembre) aumentó más de 30 puntos porcentuales (180 por ciento) a las tasas de interés que cobran a los usuarios de las tarjetas de crédito y prácticamente triplicó el castigo monetario para clientes morosos.
Tal es el caso de la trasnacional financiera HSBC, que al cierre de noviembre pasado aplicaba una tasa de interés de 18 por ciento (anualizada) a sus tarjetahabientes cumplidos. Para diciembre de 2009 incrementó dicho indicador a 50.6 por ciento (anualizada); es decir, un aumento de 32.6 puntos porcentuales de un plumazo, sin considerar comisiones e impuesto al valor agregado. Todo ello sin mover un milímetro el pago mínimo mensual, con lo que cerca de 95 por ciento de dicho pago se destina a cubrir los intereses y tan sólo 5 por ciento a la amortización de capital, de tal forma que la deuda se convierte en un excelente cuan perverso negocio para las hacendadas instituciones financieras y en una tienda de raya para el usuario del dinero plástico, el moderno peón del siglo XXI.
Lo anterior, en medio de la aseveración del Banco de México de que el crecimiento del índice nacional de precios al consumidor a lo largo de 2009 sería de 3.6 por ciento, aproximadamente, lo que de ser correcto implicaría que la banca que opera en el país –HSBC, por ejemplo– cargaría a sus tarjetahabientes tasas de interés 14 veces mayores a la inflación oficial, la misma que se utiliza para actualizar salarios y –como dice la patronal– para cobrar multas. Por el lado del castigo monetario para la clientela morosa, en el periodo referido la tasa anualizada pasó de 36 a 98 por ciento, un enloquecido incremento de 62 puntos porcentuales, que provoca el avance exponencial del adeudo y, en automático, hace irrecuperable el débito de tal clientela. Por si fuera poco, a partir del primer día de 2010 el IVA que se carga a intereses y comisiones se incrementa un punto porcentual (de 15 a 16 por ciento).
Para el caso bancario, las cifras citadas son las más recientes, las más frescas, las que a las de ya deberán pagar los tarjetahabientes, pero los organismos públicos oficialmente encargados de vigilar y meter en orden a las instituciones financieras apenas divulgan los números correspondientes a septiembre (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) y octubre (Banco de México), con lo que aparentemente la situación no es tan mala como la descrita (no se cita a la Condusef, porque ya ni siquiera funciona su página web calculadora de tarjetas de crédito, pues está en construcción).
En este sentido, el Banco de México (que en unas horas más quedará en manos del doctor catarrito, el resultón soldado del inquilino de Los Pinos) asegura estar comprometido con mejorar la transparencia en el sistema financiero, a fin de alcanzar niveles de competencia más intensa y mayores beneficios para los usuarios finales, para lo cual publica información detallada sobre las tasas de interés efectivas que dichos intermediarios cobran a sus clientes de tarjeta de crédito. Qué bueno, pero la publica con dos meses de retraso, cuando menos.
Así es. En su más reciente reporte, correspondiente a octubre de 2009, el Banco de México asegura que en ese mes HSBC, por ejemplo, registró una tasa efectiva promedio ponderada de 33.5 por ciento y una tasa efectiva mediana de 35.8 por ciento (aplicables sólo a clientes que se encuentran al corriente en sus pagos, es decir, se excluye la cartera de los atrasados o morosos, según explica el propio banco central), aunque la propia institución bancaria documenta que tal rédito no pasó de 18 por ciento. ¿Qué sucedió en noviembre y diciembre con los salvajes intereses que cobran a los usuarios de dinero plástico? Calma, pues quien desee saberlo de manera oficial deberá esperar el respectivo informe de la institución –por esos meses ya gobernada por Agustín Carstens– correspondiente a febrero o marzo de 2010, según sea el caso, es decir, después de practicado el embargo al tarjetahabiente deudor.
En vía de mientras, el reporte del Banco de México correspondiente a octubre pasado ubica a Banco Coppel (cuyo dueño, Enrique Coppel Luken, promovió a Felipe Calderón en tiempos electorales con aquella famosa carta personal que dirigió a sus trabajadores y se publicó por doquier, y a cambio obtuvo rápida autorización de Hacienda para operar la citada institución bancaria, de las llamadas chatarra) como el emisor de tarjetas de crédito con intereses (sólo intereses) más elevados en el mercado mexicano: 67 por ciento (falta noviembre y diciembre). Le sigue banco Invex, con Juan Bautista Guichard Michel, con 65.8 por ciento (ídem).
Las rebanadas del pastel
Lo descrito no significa que hasta allí llegó el saqueo, porque es previsible que a lo largo de 2010 la citada práctica bancaria en contra de los usuarios de dinero plástico se refuerce lo mismo con los bienes y servicios, en medio de un océano de impuestos. Entonces, ¿alguien mínimamente cuerdo en el gobierno y/o en la iniciativa privada supone que con la masacre fiscal, de precios públicos y privados y de tasas de interés a la que someten a los mexicanos se logrará reactivar la economía, el país saldrá del hoyo y todos vivirán mejor?
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

ADIOSES A LA DESVENTURA

Luis Linares Zapata
Se acaba este año de acendradas desventuras nacionales y poco, muy poco, es lo que puede esperarse de las elites del país. La estructura económica sigue a la deriva, enredada en su desmantelada precariedad. Las alternativas de salida están ahí, a la vista de cualquiera que quiera usarlas, pero los programas que presagiaran el cambio hacia el desarrollo acelerado son inexistentes. Lo más notable es la esparcida noción de restaurar heridas y volver cuanto antes a la anterior normalidad. Pero más allá de esa desesperada actitud no se vislumbra otro estadio que el del estancamiento ya secular, la apropiación concentrada de la riqueza y la terrible disparidad en las oportunidades. La misma angustiante decadencia que se enseñorea por los confines mexicanos desde hace ya más de un cuarto de siglo.
La continuidad que ofrecen tanto el Sr. Calderón y sus encumbrados mandantes como el priísmo ensoberbecido y reaccionario, tratará de ser impuesta desde esas distantes cúpulas. Un real espejismo de gobierno que no tiene, siquiera, una mínima aspiración de grandeza. Las reformas adelantadas para reinyectar energía no son más que ajustes de segunda o tercera generación para afinar el mismo modelo probadamente ineficaz, disolvente e injusto. Vueltas perennes a una noria agotada, infestada de cortos intereses privados sobrepuestos a los públicos y una colección discursiva de propósitos sin basamento alguno de realidad. Simples engaños para sortear momentos álgidos, distractores de premuras y apaciguadores de daños y rencores. Un triste panorama que, en verdad, ya define la primera década del siglo XXI.
La alternancia traicionada por Fox y la ineficacia operativa del Sr. Calderón son los saldos del panismo triunfante en 2000 y del fraudulento de 2006. Enormes caudales de recursos que se dilapidaron en medio de un entorno de miseria y marginación crecientes. Pese a los preparativos para enfrentar las turbulencias de un año electoral en puerta, presagios de 2012, al panismo no le queda gran cosa que ofrecer, salvo su apego al consenso de Washington bautizado con la esclerótica doctrina del alto clero local y sus conexiones vaticanas. El priísmo, por su parte, al menos esa vertiente más adelantada en su promoción encabezada por Peña Nieto, se va develando, con paso firme, como el segmento más atrincherado de la reacción: una especie vernácula y atildada del catolicismo más provinciano. Un salto atrás que sus patrocinadores tendrán que repensar si, al menos, desean conservar algo de sus masivos privilegios.
La distancia que por estos inflamados días muestra el alto clero respecto de la conducta de la sociedad se reproduce y hasta amplía entre las elites gobernantes mexicanas y la ciudadanía. En efecto, el avance de la secularización va dejando un rastro feroz de desencuentros con el autoritarismo eclesiástico, refugio de obispos, papas y cardenales al exudar sus bulas condenatorias. Es precisamente esa distancia que se ensancha lo que engendra y acelera el desprestigio de los curas. El catolicismo retrocede, hasta casi desaparecer, en muchas naciones antes catalogadas como fieles creyentes. El caso español es ejemplar. Sólo 10 por ciento de la juventud actual de ese país se declara practicante regular de los ritos religiosos. El resto, la abrumadora mayoría, se distribuye entre ateos, agnósticos y personas que fueron bautizados, pero no siguen los ritos ni creen los dictados de la Iglesia. Los sacerdotes ocupan el último escalón en el aprecio de las profesiones, sólo arriba de los militares de carrera. Lo notable es que la clerecía no se da cuenta de que, a mayor su impertinencia con la conducta, las expectativas y las valoraciones de la gente, su desprestigio aumenta de manera proporcional hasta erosionar los antiguos aprecios de que gozaba.
Para el caso de las elites conductoras nacionales, en especial las políticas –sin olvidarse del empresariado de gran tamaño–, su desapego de las tribulaciones populares forma ya una enorme zanja que la propaganda no logra, ni siquiera, disimular. El priísmo dirigente se asfixia y sólo la manipulación del voto mitiga el deterioro que se le acumula en la conciencia colectiva. Sus directivos han colaborado, en todo momento, con la imposición del modelo vigente, tan cruento para el pueblo. Bien puede decirse que son, esos priístas encumbrados, los que lo sostienen y alimentan. Sin ellos, los panistas se ahogarían en sus propias ineficacias y groseros gorgojeos conceptuales. Sus difusores, rápidamente auxiliados por los intelectuales de la derecha, hacen malabarismo y medio para seguirles dotando de herramientas propagandísticas. Aún así, se desprenden, de manera acelerada, de esa tradición laica que tanto les sirvió de sostén y trampolín frente al electorado. El salto atrás de la nomenclatura priísta con motivo de la penalización del aborto hace crecer sus pasivos ya de por sí onerosos. El mensaje enviado por el gobernador Peña Nieto no tiene, tampoco, desperdicio. Han redondeado su postura: de aquí en adelante serán los abanderados de la reacción. De esa que se subordina al Vaticano y a sus escleróticos dignatarios a quienes, por lo demás, les confiesan sus planes íntimos. No dudan, tampoco, en usar toda esa parafernalia grotesca de lujos y poder para asentar, y dar lustre, a su imagen personal ante los creyentes: un conjunto humano que, piensan sus asesores de imagen, es mayoritario e inocente hasta la torpe ridiculez.
El futuro se clarifica con rapidez inusitada. A partir del año entrante, el horizonte político y hasta cultural de la nación se dividirá en dos tendencias contrapuestas. Una que empujará hacia la concreción del modelo actual. Es decir, pugnará por la continuidad. De su lado tendrán al poder establecido con todos sus resortes y mecanismos, en especial los medios de comunicación electrónica y las muchas instituciones bajo su férreo control. En el otro se dibuja y cristaliza una insurrección popular, no violenta, pero decidida a dar y ganar la batalla de cara a sus aspiraciones futuras en un intento por reconstruir la República.