martes, 18 de agosto de 2009

LA BURGUESIA SAQUEA Y DESTRUYE EL PAIS Y LUEGO PIDE QUE EL PUEBLO PAGUE POR ELLO

Pedro Echeverría V.
1. Los gobernantes mexicanos, como los de varios países, están desesperados llamando al pueblo y a las organizaciones a unirse para salvar al país de la crisis. Esto sólo lo hacen cuando la podredumbre se acumula y comienza y a salírseles por la boca; pero cuando se reparten el botín de sus saqueos, cuando se enriquecen a manos llenas, no hay poder humano, ni argumento moral o político, que los frene y los haga pensar. Sin embargo, nunca faltan partidos y políticos que, según dicen, acuden al auxilio de manera "desinteresada", pero sólo porque ello contribuye al futuro partidario o personal. La realidad es que esos saqueadores no tienen la menor preocupación por México, sino sólo el conservar su poder. Su "patriotismo" es sólo demagógico, el país les importa un bledo; buscan salvar su gobierno y sus riquezas. Nada más.
2. El gobierno ilegítimo de Calderón y su flamante secretario de Hacienda, Cartens, han reconocido que ya "el destino nos alcanzó", que habrán grandes recortes al presupuesto público y que sólo saldrán adelante en la crisis si todas las fuerzas políticas se unen para pedir mas sacrificios al pueblo. Parece importarles un bledo que el pueblo siga en la miseria y que unos cuantos de ricos continúen explotando al país. Se ha publicado que se ha exhortado la Secretaría de Hacienda a asumir medidas que eviten la quiebra financiera de los municipios que ha sido provocada por el propio gobierno federal, ya que ha detenido las diversas partidas que, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos, deben entregarse a las entidades y a las alcaldías. Sin embargo no se ha planteado reducir por lo menos un 50 por ciento de los salarios de los funcionarios de gobierno.
3. Pero los mexicanos, aunque hagan tronar sus pistolas, violentar la carrera de sus caballos y digan que están dispuestos a morir como machos en la raya sin dar un paso atrás, se los joden con enorme facilidad, con la risa burlesca en los labios, por sus gobernantes y los empresarios asociados. Somos "tan machos" que podemos resistir muchos años comiendo cualquier cosa, viviendo bajo techos de láminas y con pisos de tierra, incluso resistiendo enfermedades. Somos duros de roer. Y eso lo saben muy bien los gobernantes cuando repiten: "los mexicanos resisten porque son un gran pueblo, son patriotas que no se amilanan ante los problemas porque son más grandes que cualquier enfermedad o crisis". ¿Para qué preocuparse por los sufrimientos en la tierra, para qué fijarse en las desigualdades sociales, si la vida real está en otro lado?
4. Sin embargo la realidad es muy distinta, veamos: Si "como México no hay dos", "si los mexicanos fuéramos los más inteligentes y más dignos en el mundo", no hubiésemos permitido que las desigualdades económicas y sociales en el país fueran tan extremas. Jamás hubiésemos permitido una dictadura de 70 años del PRI llenos de corrupción ni tampoco los dos sexenios de estúpidos panistas que en tan poco tiempo demostraron ser iguales o peores que sus antecesores. ¿Cómo soportar que 300 mil miembros del ejército y de la policía sigan ocupando militarmente pueblos, provocando salvajes enfrentamientos que provocan miles de muertes y sin posibilidad alguna que estas invasiones terminen? Parece que lo importante no es la soberbia individual sino la posibilidad de organizarnos para la defensa permanente de nuestros derechos.
5. Felipe Calderón y su secretario de Hacienda, por no decir todos, deberían renunciar. Sus políticas han sido tan graves que el país se ha desplomado y la población está sufriendo más desempleo y miseria. Desde antes de la llamada crisis mundial las políticas de Fox y Calderón habían frenado el crecimiento del país, las inversiones y acrecentado de manera exagerada el desempleo. La llamada crisis internacional se convirtió en un pretexto cínico. ¿Pero qué debe hacer el pueblo si no se tiene fuerza para cambiar radicalmente el programa económico y político neoliberal y privatizador que lleva ya más de 25 años de estar aplicándose en México y en casi todo el mundo? El pueblo mexicano en vez de contribuir para salvar a la burguesía de su crisis, debería llevarlos a la cárcel para evitar que el país se siga cayendo en pedazos.
6. Panistas y priístas -que durante varias décadas han llevado al país a la bancarrota total- ahora hablan de aprobar en la Cámara "un presupuesto público justo y equitativo". Sin embargo, la realidad es que buscan una ley de ingresos que no lesione a los capitales multimillonarios y que descanse en impuestos indirectos a los 60 millones de pobres y miserables del país, impuestos como imponer el IVA a alimentos y medicinas. Pero, por otro lado, quieren que en la distribución de ese presupuesto se recorte el gasto social en educación, salud, creación de empleos y asistencia a los sectores más pobres, para orientarlo al pago de deudas, rescates de empresas y millonarios salarios para funcionarios de los tres poderes públicos, al IFE y a los partidos políticos. En vez de que el presupuesto sirva para equiparar a los mexicanos, sirve para dividirlos más.
7. No permitamos más que los miserables sigan pagando los enormes gastos del gran banquete de los ricos. Los gobiernos y los empresarios son los que han mantenido a México en el estado de miseria en que se encuentra y son ellos los que deben pagar los daños que han ocasionado al país. Los trabajadores deben estrechar sus lazos para evitar que sigan siendo exprimidos, como es el caso de todos aquellos que perderán sus plazas, se les reducirán los salarios o no tendrán aumento salarial alguno. Los trabajadores no son culpables de los malos gobiernos o los desfalcos. Si los trabajadores tienen alguna culpa es por dejarse manipular por los medios de información y los políticos, así como porque no hayan estado a la altura para defender sus derechos y no dejarse pisotear por la burguesía en el poder. Pero no ha que perder las esperanzas. ¡Volvamos a las calles!
pedroe@cablered.net.mx

TOMAS PLIEGO PROPONE RECORTAR PENSION VITALICIA A MAGISTRADOS TSJDF


El diputado perredista Tomás Pliego y la diputada local electa del PT, Edith Ruiz Mendicutti, presentaron una iniciativa de reformas para eliminar las pensiones estratosféricas que reciben los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF).

Entrevistado por Ricardo Rocha en “Fórmula detrás de la noticia”, el diputado local señaló que los magistrados del TSJDF, tienen derecho a una pensión vitalicia de entre 50 y 70 mil pesos mensuales, que equivale al 50 y 70 por ciento de su sueldo actual, además de la pensión que por ley les corresponde como cualquier trabajador.

Por ello, presentó una iniciativa de reformas a la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia. “Esto nos parece que es totalmente injusto y sobre todo ante esta situación de gravísima crisis que estamos atravesando”, expresó.

Pliego Calvo dijo que la los diputados de la II Legislatura modificaron la Ley, para homologar las pensiones de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del DF, con las pensiones de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y de los ex presidentes.

Destacó, que las pensiones vitalicias de los ex presidentes y dos viudas, cuestan al gobierno alrededor de 259 millones de pesos, al año.Además, Tomás Calvo se mostró indignado porque no se han aprobado las propuestas hechas por la IV Legislatura, que buscan proporcionar el apoyo económico de 700 pesos a personas de 68 años para arriba, y ya no de 70 años como se hace actualmente, "No se pueda llevar a cabo y los magistrados que ganan todos los meses 100 millones de pesos, tengan un guardadito de 150 millones de pesos para poder retirarse con sueldos estratosféricos”.

Asimismo, Pliego Calvo dijo que presentó esta iniciativa consiente de las pocas probabilidades de que se fuera a aprobar en esta legislatura, “porque a las fuerza políticas que componen la Asamblea Legislativa, no les gusta la autoridad”, por ellos, agregó que confía en que se apruebe en la próxima V Legislatura.
FELIZ CUMLEAÑOS, TOMAS!!!!!

EL DEMAGOGO AL DESNUDO

ÁLVARO DELGADO
MÉXICO, D.F., 17 de agosto (apro).- Cuando no se ha cumplido ni la mitad del sexenio, y a dos semanas del tercer Informe de Gobierno, es fácil entender por qué Felipe Calderón ordenó borrar todo vestigio de sus promesas de campaña: En un país ensangrentado, económicamente en quiebra y roto socialmente, en el desfiladero, no hay un solo dato del que pueda ufanarse. Ni siquiera Vicente Fox, que fue una nulidad y sigue siendo un fardo presupuestal para el país con su sueldo vitalicio, hizo lo que Calderón: Mandar cancelar la página de internet de su campaña y disponer que en la del Partido Acción Nacional (PAN) desapareciera todo discurso comprometedor.
Todo para evitar el escrutinio de sus ofertas y el cotejo entre lo que ofreció y la atroz realidad. El objetivo era muy claro: Apostarle a la amnesia de los ciudadanos. Porque, al cabo de casi la mitad de su gestión, no le queda ni vergüenza.
"Felipe Calderón es el candidato de las propuestas y será el presidente de las soluciones", anunciaba la propaganda en el inicio de la etapa "de contraste" contra Andrés Manuel López Obrador, en marzo de 2006, que en realidad significó el inicio de la miserable campaña de envenenamiento social.
Decía Calderón, el 6 de marzo, en el hotel María Isabel Sheraton, de la Ciudad de México, sobre el relanzamiento de su campaña: "(será) una etapa precisamente entre la propuesta de futuro, un futuro con crecimiento y empleo que representa Acción Nacional, con la propuesta de pasado económico, de endeudamiento, de devaluación, de crisis económicas, que representa López Obrador".
Si ya lo había hecho desde enero, al inicio formal de la campaña, Calderón desplegó a plenitud la demagogia, es decir, halagó las aspiraciones de un sector de la sociedad y explotó también los prejuicios de otro para presentarse como el candidato del futuro, particularmente en el crecimiento económico y la generación de empleo.
Cualquier ciudadano con sentido común y medianamente informado, incluidos quienes son panistas o simpatizantes, concluye que Calderón es, sencillamente, un fracaso. Las propias cifras oficiales --desprovistas de cualquier tendencia o mala fe-- acreditan tan miserable realidad.
Vaya, hasta el propio Calderón podría deponer su arrogancia y sonrojarse ante lo que escribió en su libro El hijo desobediente, de 2006, y lo que ha sido su gestión. Aquí un fragmento: "Imaginemos ahora el 2012. En mi último informe de gobierno hago un balance de seis años muy intensos. Hay, desde luego, enormes desafíos y retos por enfrentar, pero también evidentes logros que se pueden constatar. Resumo los principales. Cuando asumí la presidencia de la República había unos 50 millones de pobres y 22 millones en pobreza extrema. Hoy hay 35 millones de pobres y 10 millones en pobreza extrema.
"Se ha librado una batalla frontal contra la inseguridad; se ha depurado el Ministerio Público y las policías federales, y hemos encontrado colaboración en algunos estados para depurar los cuerpos policíacos locales; tenemos una policía integrada por elementos de reconocida solvencia moral, que son respetados en sus comunidades y cuyo desempeño vigilan cotidianamente los ciudadanos; ganan un salario digno, son profesionales y saben que van a tener también un reconocimiento digno; por ello hemos bajado los índices de delincuencia considerablemente.
"México es un país de leyes, un país de plena certidumbre, no sólo en los niveles de convivencia sino en la vida económica. El flujo de inversión ha permitido que los últimos tres años hayan sido los de mayor crecimiento económico en la historia contemporánea del país. Por ello se ha cumplido la meta de crear un millón anual de empleos…
"México está mejor que antes en términos de varios indicadores. En 2006 México tenía el lugar 79 en el Foro Económico Mundial de Davos en términos de credibilidad, legalidad, estado de derecho, independencia de los jueces, seguridad pública; hoy ocupa el lugar 35. Falta mucho por hacer, pero evidentemente los pasos que hemos dado nos consolidan como una nación segura para vivir y para invertir, y eso nos ha ayudado a mejorar las condiciones de vida…" Puede decirse que tiene todavía tres años para concretar estas ofertas, pero él mismo sabe que ni siquiera es seguro que las cumpla…
Apuntes
Eso sí, vienen nuevos impuestos para el hartazgo de la opulenta burocracia que ese individuo encabeza…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx