sábado, 21 de agosto de 2010

GRACIAS A LAURA ESQUIVEL POR COMPARTIR


"YO ABERRO, TÚ ABERRAS...

Victoria Schussheim

… Pero viera usted qué tal aberra él, el arzobispo primado de México, el del pelo milagrosamente ennegrecido por obra y gracia de L’Oreal, Norberto Rivera.

“Aberrar”, que suena feísimo como verbo, sobre todo si uno lo conjuga (cosa que, según la Real Academia, tiene pleno derecho a hacer), quiere decir, simplemente, “Desviarse, extraviarse, apartarse de lo normal o usual”. Y “aberrante”, por lo tanto, no es algo tremendo, terrible, inspirado por el maligno, sino simplemente “diferente”. De modo que Newton, Galileo y Einstein eran “aberrantes”. Y Picasso, El Greco o Goya, por mencionar sólo algunos españolitos, también. Y Jesús… bueno, Jesús ni se diga. Él sí que se desvió de lo que era normal y usual en sus tiempos. Tanto que lo crucificaron.

Y el que anda crucificando ahora, en nombre de lo que decidió que es “la” moral, y que escasamente, si acaso, tal vez sea “su” moral, es Rivera. Mire algunas de las cosas que dice: “Estas ‘uniones de facto’ o legaloides… son intrínsecamente inmorales. Falsos derechos”, afirma, frente a la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de reconocer la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Tengo que repasar la Constitución. ¿No era éste un país laico? ¿Y “laico” no quería decir “Independiente de cualquier organización o confesión religiosa”? ¿Por qué entonces una organización religiosa ataca las decisiones de una de las tres ramas del gobierno? ¿Qué diríamos si el Dalai Lama opinase al respecto? ¿O, sin ir tan lejos, si lo hiciese un rabino mexicano, o hasta un evangelista?

Y, sobre todo, ¿por qué dice tales sandeces a nombre de la propia institución a la que pertenece? ¿Cómo podemos aceptar que afirme que nuestro máximo tribunal efectúa “un ataque a la familia con ‘intereses oscuros’, que pretenden orillar al país ‘herido por la violencia y la descomposición social, a su ruina’”.

¡Mofles! Las bodas gay y las decapitaciones entre narcos al mismo nivel. Cosas veredes, Sancho.

Y eso no es todo, qué va. Resulta que (como se habla de adopción) se trata de “conceder falsos derechos que, por si fuera poco, afectarán a niños inocentes, a quienes se les negará el derecho de tener un padre y una madre para su adecuado desarrollo moral y psico-afectivo” (el guión por cortesía del purpurado, o a lo mejor del periodista, sepa).

Y aquí es donde la puerca tuerce el rabo. Feamente. Al margen de que yo no soy quién para saber si el adecuado desarrollo moral y etcétera depende de tener un padre y una madre (tampoco creo que sea Rivera quien tenga al respecto la última palabra), resulta que en este bendito país nuestro un porcentaje in-men-so de la población no tiene padre. Casi literalmente. Por lo menos no padre conocido, ni padre que viva en contacto con sus hijos. O porque nunca dio la cara, o porque se largó, o porque tiene otra familia. O, si acaso, porque se fue de ilegal. Resulta entonces que toda esa gente, esos millones y millones de mexicanos, no han tenido el desarrollo moral y psicoafectivo correspondiente.

Qué notable. ¿Cómo le habrá hecho el propio cardenal para desarrollarse tan bien en ausencia de padre? Porque el suyo, que se llamaba Ramón, se fue a Estados Unidos a trabajar para poder mantener a la familia. O al menos eso dice su ficha de Wikipedia (en inglés). ¿Hablará por la herida? ¿Será él también, pobrecito, alguien “herido por la violencia y la descomposición social”?


Jean Paul Sartre sentenció, "Lo hemos leído y escuchado todo y no hemos aprendido nada"

Que gran diferencia entre perverto rivera y Don Raúl Vera :

Llama el obispo Raúl Vera a desterrar los prejuicioscontra homosexuales

Demanda no actuar como fariseos, pues se corre el riesgo de acabar como Hitler

Carolina Gómez Mena
Periódico La Jornada
Sábado 21 de agosto de 2010, p. 15

El obispo de la diócesis de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, llamó a desterrar los prejuicios y a quitarnos todas esas marañas en relación con los homosexuales.

En particular, se refirió a quienes consideran que aquellos que tienen una orientación diferente a la heterosexual son incapaces de realizar aportes a la sociedad, por ejemplo como padres o madres de familia, sin necesidad de aparentar lo que no son.

En entrevista con CCM Radio –emisora del Centro Católico Multimedial (CCM) que transmite por Internet–, el jerarca comentó al sacerdote Paulino Omar Sotelo, director del CCM, que hace muchos años conoció a una pareja de homosexuales que adoptaron niños.

“Me encontré con una pareja de personas del mismo sexo que vivían juntas y que llegaron a adoptar de forma independiente, sin necesidad de tener estatus jurídico de pareja unida por la ley. Así, adoptaron 20 hijos –muchachos y muchachas–, a quienes les dieron una carrera y formación.

“Hicieron bien a personas que no tenían ninguna posibilidad por ser huérfanas. Cuando ves esos casos, dices ‘yo creo que ya tenemos que quitarnos todas esas marañas que nos hacemos hacia las personas homosexuales’”, afirmó.

Vera López aseguró que es sensato que los gays asuman ante sí mismos y la sociedad su forma de ser en lugar de aparentar una heterosexualidad con la que no viven.

He conocido casos de hombres que para disimular (su orientación) se casan con una mujer y le hacen la vida de cuadritos; no hay derecho a hacerle la vida imposible a otra persona sólo para aparecer en un estado que no es, comentó.

Asimismo, el obispo resaltó que todos los laicos tienen derecho a tener vida de pareja, con independencia de su orientación sexual.

Foto
Imagen de archivo del obispo de SaltilloFoto Guillermo Sologuren

“Algunos no se quieren casar, pero dicen ‘¿por qué voy a vivir aislado?’ Sinceramente, no me opongo. Son seres humanos a los que se debe respetar. Además, todos –heterosexuales y homosexuales– deben ser muy maduros en el manejo de su sexualidad.”

Vera López lamentó que los gays –que son nuestros hermanos y hermanas– sean segregados, incluso en la familia, y exhortó a seguir el ejemplo de Jesús, que se acercó a quienes eran excluidos y señalados sin razón.

De esta manera, el obispo citó los casos de María Magdalena, la mujer samaritana y los leprosos, y exhortó a los puritanos y puritanas que se escandalizan a no actuar como fariseos, porque en ese camino, dijo, vamos a acabar como Hitler.

El mundo ha cambiado

Vera López resaltó que en la diócesis a su cargo se realiza trabajo pastoral con la comunidad lésbico-gay, con una misa mensual y conferencias, y lamentó que cerca de 90 por ciento de ellos hayan sido dañados por sus familias y la sociedad. La Iglesia no puede ignorar este hecho ni sumarse a la condena, subrayó.

Llamó a cambiar las actitudes de discriminación hacia este sector y a entender que la familia, como se le concibe en el Evangelio, ha cambiado. Señaló como ejemplo a las encabezadas por mujeres.

En más de la tercera parte de los hogares sólo hay mamá, ya sea por abandono, viudez o migración de sus parejas, y ahora, por la mortandad de más de 28 mil personas en este sexenio (por combate al narcotráfico) son más los hombres que dejan hijos y esposas, expresó Vera López.

¿DE QUIEN ES LA GUERRA?


Samuel Schmidt

Felipe Calderón ha dedicado las últimas semanas a convencernos que la guerra que ha declarado no es solamente suya, sino que es de todos –y todas diría el zafio de Fox-. Supuestamente convocó a un diálogo nacional en el cual hizo repetidos llamados a que todos se le unan en esta guerra, suponemos para poderla ganar.

A juzgar por la actitud frente al llamado este fue poco efectivo, y esto por muchos factores.
Tal vez destaca que en temas álgidos del diálogo este se convirtió en monologo, como por ejemplo cuando se pidió la legalización de la drogas como punto central en la estrategia para combatir al crimen organizado y ahí Calderón tiró su propio teatro, porque no se puede invitar a dialogar como justificación de posturas predeterminadas cerrándose al diálogo frente a aquello sobre lo que se invita a reflexionar.

Calderón no ha superado la condición de ilegitimidad con la que inició su gobierno que se desprende del fraude electoral que lo hizo ganador de la elección. Si bien el PRI lograba fraudes y la sociedad lo toleraba, el PAN defrauda en nombre de la democracia y de la nueva política, mientras que la sociedad maduro para no caer en esas patrañas. Este déficit no solamente le da motivos a la oposición sino que debilita cualquier acto de gobierno y mucho más si se trata de involucrar a la sociedad en una guerra donde la gente pierde la vida por la nación.

El Estado define al mal y esta definición tiene que involucrar los intereses del todo social para ser aceptada y con ella sus resultados. Frente al tema del tráfico de drogas hay varias posturas que incluyen a aquellos que están a favor porque se benefician con el mismo, y nos referimos no solamente a los criminales sino a los usuarios de las mismas que no son pocos.

Calderón no ha podido en ya varios largos años de guerra, definir si esta es contra las drogas o contra el crimen organizado. Dejar que el debate determine la dirección a seguir sobre el consumo de drogas puede darle el terreno para consolidar otras partes de la estrategia. La definición de la lucha contra los carteles ha fallado porque hay el convencimiento social que el gobierno ha tomado partido por uno de ellos, aunque lo verdaderamente cierto es que partes del Estado son empleados o parte del crimen organizado.

Las acciones totalmente erróneas alrededor de la denuncia en Ciudad Juárez sobre las actividades delincuenciales de policías dejan lugar a pensar que desde muy arriba –que tanto está sujeto a la imaginación- se protege a policías criminales que producen grandes ganancias. En Juárez hace mucho la gente se quejaba del ejército y la policía, mientras el gobierno cerraba los oídos y atacaba a los quejosos y sus mensajeros.


El Estado puede convocar a la guerra para tapar sus fallas como hicieron los militares con las Malvinas, pero para eso tienen que cesar su agresión contra la sociedad, pero ese no es el caso en México. Calderón dijo que las policías no eran confiables y para eso movilizó al ejército, pero este llegó a depredar. Si la última institución en la que se debe confiar no es confiable, esa parte de la estrategia –que era la central- se derrumba.

Las guerras van avanzando con efectos directos y colaterales, los que según la procuradora de Chihuahua no se calcularon. En la guerra Calderón simplemente no se ven avances a favor de la sociedad, que ya resiente los factores adversos, como es el derrumbe de la economía.

Un periodista estadounidense me dijo: hay dos preguntas que no se hacen, ¿por qué hay tan pocos militares o policías muertos en la guerra, ya que se supone que el otro bando también pelea?, y dice el gobierno que hasta tiene mejor armamento; y ¿por qué no ha subido el precio de la droga?

La primera respuesta la dieron los policías federales en Juárez, hay comandantes que manejan a sus subordinados a favor del crimen, lo que incluye que también ellos deben ser culpables de asesinato o de solaparlo como vimos en el caso del penal de Durango, donde por cierto el gobernador salió librado sin la menor consecuencia.

La segunda respuesta está en que mientras la demanda de droga parece fija la oferta no ha bajado, luego entonces las zonas de producción están a salvo al igual que las rutas de transporte y esto incluye a Estados Unidos, el mayor mercado del mundo.

Calderón pelea por sus intereses y estos no son los de todos y por eso seguirá siendo su guerra, sin apoyo social y con grandes costos. Para muchos el ya lleva la marca de asesino, triste destino para el que llegó a presidente defraudando al pueblo