miércoles, 24 de marzo de 2010

"ESTE AÑO PINTA MUCHO MEJOR", ¿PARA LOS EMPRESARIOS?, ¿SERÁ MENOS PEOR PARA EL PUEBLO O SEGUIRÁ TAN JODIDO COMO SIEMPRE?

Pedro Echeverría V.
1. El presidente de facto, Felipe Calderón, reiteró que 2010 será un mejor año en materia económica. "Este año pinta mucho mejor y se refleja en cierta recuperación", afirmó el mandatario. El viernes pasado los integrantes de su gabinete económico presentaron cifras con un panorama optimista en torno a la economía nacional aunque –para no hacer el ridículo luego- reconocieron riesgos y ataduras a la aprobación de las reformas estructurales pendientes. El martes pasado, en Cancún, durante la reunión del Banco Interamericano de Desarrollo, Calderón reiteró los números positivos de la economía, pero también apuntó que hay riesgos. Pero en México ya nadie le cree al gobierno, menos a Calderón que, como su antecesor Fox, se ha pasado diciendo que las cosas van bien, cuando los trabajadores del país nunca habían estado más mal.
2. Alguien decía: "Si al gobierno y a los empresarios les va bien, a México le va bien"; pero tampoco me olvido que el filósofo sofista Protágoras enseñaba: "el hombre es la medida de todas las cosas", es decir, sido todos los seres humanos viven bien entonces el mundo está bien. ¿Es que alguna vez los gobernantes –que como Calderón obtuvieron el poder con el apoyo empresarial- pueden dejar de pensar en quienes los apoyaron para asumir los cargos políticos en que están? Los criterios que usarán siempre para medir si un país está bien o mal serán los mismos que usan los hombres de poder. Durante los gobiernos priístas México logró crecimientos hasta del ocho por ciento y hubo un periodo de 15 años (1955-70) conocido como "desarrollo estabilizador" en que el crecimiento anual promedio fue del 6 por ciento. Pero la población siguió en la pobreza.
3. Durante los seis años del gobierno ultra represor de Díaz Ordaz (1964-70) se alcanzaron cifras altas y el promedio del PIB en el sexenio fue de 6.7, ¿De qué sirvió a los indígenas, campesinos, obreros, en concreto, si su nivel de vida nunca creció? La realidad es que esos crecimientos económicos no significan mayor bienestar para la economía y la vida de la población, sino simplemente significan "modernización" capitalista en beneficio de los hombres de negocios. Alguien diría tramposamente que la "modernización" beneficia a la población; sin embargo la experiencia ha demostrado que profundiza más la división entre las clases sociales: concentra más las riquezas entre unos mil o dos mil multimillonarios y margina del "desarrollo" al 70 u 80 por ciento de la población. En vez de alcanzar un buen nivel de vida, los expulsa del trabajo.
4. Si bien no se pueden hacer cálculos sin datos estadísticos, si es imposible prescindir de números y cifras para realizar estudios serios, las estadísticas como informaciones generales o "macros" suelen ser muy engañosas, sobre todo cuando son presentadas con trampas. Si se informa que se destinaron miles de millones de pesos en servicio de salud, en educación, para créditos al campo o para bienestar social, no significa nada si no vemos en concreto en qué han mejorado las cosas. ¿Tenemos más médicos, más medicinas, más camas de hospital y los pacientes son atendidos cuando lo solicitan? En educación: ¿Han desaparecido los rechazados, han aumentado las matrículas, se han abierto las escuelas y universidades para que nadie se quede sin estudiar? En el campo: ¿están recibiendo los campesinos los créditos, la maquinaria, los precios de garantía que necesitan?
5. ¿Qué pasa entonces con Calderón y los panistas? Que están en campaña política y cualquier informe lo tergiversa y lo convierten en frase estratégica de campaña. Por eso la investigadora Fitch Rating ha señalado: "Si bien México tendrá una recuperación económica en 2010, debido a la reactivación del consumo en Estados Unidos, el gobierno no debe sobre exagerar las cifras de crecimiento, pues no se vislumbra que en el corto plazo el país pueda mantener ese ritmo debido a la falta de reformas". El crecimiento promedio en el sexenio de Fox fue de 2.28 cuando él en campaña prometió el 7 por ciento. Parece que el PIB anual promedio del primer trienio calderonista será de -0.3%. Si cumple la meta de 3-4% anual promedio para la segunda mitad, entonces el PIB promedio anual del sexenio será de 1.3%, peor que el sexenio de Fox.
6. La economía mexicana necesita crecer a casi el 8 por ciento como promedio anual para crear el millón 300 mil empleos que necesita y así solucionar el trabajo de los 1.3 millones de mexicanos que se suman a la fuerza productiva cada año. Cuando Calderón declara con bombo y platillo que se crearon 100 o 300 mil empleos en un año está diciendo que un millón de trabajadores se quedaron sin ocupación durante ese período y que se sumaron al ambulantaje informal, se fueron a los Estados Unidos o de plano se vieron obligados a sumarse a la "delincuencia". No se trata solamente de recuperar los empleos perdidos, si no de crear 1.3 millones de empleos. Aunque el PIB durante 30 años (1941-1982) haya sido del 6% nada cambió por insuficiente y porque sirvió para que una minoría acumulara riquezas. ¿Puede olvidarse acaso el discurso de LEA del "desarrollo compartido"?
7. Así que en lugar del discurso de campaña de Calderón de que "este año pinta mucho mejor" habría que preguntar: ¿mejor, para quién? Obviamente para la clase política y empresarial que continuarán acumulando riquezas y propiedades. Teniendo como base las alzas de las gasolinas, los impuestos y los servicios, en las últimas semanas la inflación ha comenzado a dispararse y esas medidas profundizarán el descontento de la población. Desafortunadamente no existe un izquierda unitaria que pudiera encauzar el descontento y sí un fortalecimiento del aparato militar y policiaco con la asesoría del Pentágono yanqui. Más que perseguir al narcotráfico por la distribución y venta de la droga, ahora la consigna de los gobiernos de México y de EEUU es perseguirlos por la fuerza militar que tiene al derrotar y enloquecer al ejército del gobierno. EEUU busca sellar su frontera y respaldar al gobierno débil de Calderón.
pedroe@cablered.net.mx

EL CAPRICHO DE NATI Y ENRIQUE

Marcela Gómez Zalce
24 marzo 2010
gomezalce@aol.com
• La tragicomedia de errores
• Lo caro de… caras nuevas
El primer deber de un gobernante, mi estimado, es vencer el miedo. Delicado el torbellino que azota al desgobierno del joven Rodrigo Medina de la Cruz, que en los últimos días demuestra una descomunal incapacidad, pasmo, confusión y torpeza para hacerle frente a una volátil crisis, la cual ha sido pésimamente manejada por la runfla de disfuncionales esféricos que lo rodean. El epicentro del organizado crimen incrustado en la burbuja de autoridades municipales y estatales ha desencadenado un peligroso coctelito que se gesta en la cuna regiomontana, otrora orgullo de la clase empresarial, y que dista de estar bajo control y con una clara estrategia en el control de daños que golpean irremediablemente la imagen de este imberbe gobernador.
El mismo que se vendió hace escasos seis meses (que para la ciudadanía en Nuevo León parecen como seis minutos… pero bajo el agua) como una de las joyas y caras nuevas tricolores que hoy revela la imperiosa necesidad de contar con algunos añitos y una dosis de experiencia, si no para el arte de gobernar, my friend, por lo menos con talento para seleccionar a sus colaboradores.
Medina de la Cruz es el capricho de Natividad González Parás y de Enrique Peña Nieto, quienes asumieron (although assumption is the mother of all fuckups) que entronizándolo en la silla de gobierno para transitar en la ruta de los planes al 2012 sería un paseo por el Cerro de la Silla. Nada más alejado de la realidad que alcanzó en tiempo récord la inexperiencia, la frivolidad y la ineptitud de Rodrigo y su inner circle que ha servido para dar penas ajenas.
El botón del caos alcanzó su clímax con los imperdonables, (in)explicables y ni tan enigmáticos bloqueos en las calles de Monterrey por la organizada delincuencia, que amedrentó a la ciudadanía y paró en seco al desgobierno de Medina de la Cruz, que horas después se veía coronado con el inédito asesinato de dos estudiantes del prestigiado Tec, quienes murieron en el fuego cruzado, no, no… perdón, del lado de los soldados, desenvolviendo una tragicomedia de errores, desaseo, confusión, impericia y desorden encabezado por el mismísimo mandatario estatal.
Luego entonces, su miserable procurador Garza y Garza escupía al cielo, el rector sucumbía ante la confusión, los familiares enloquecían buscando a sus hijos desaparecidos y el Ejército con ese lucido (que no lúcido) tino etiquetaba a los alumnos como “sicarios”, abriendo un capítulo de grotescas declaraciones que, of course, golpearon una vez más la sonrisa, sin dientes, del joven Rodrigo, reafirmándole al mordaz respetable su acreditada incapacidad para poner orden en el evidente desorden.
Veamos.
El joven gobernador señaló que la PGR fue la que informó que los estudiantes eran “sicarios” y minutos después, documentando la casa de la risa loca regiomontana, su miserable procurador le enmendaba la plana aclarando que fue el Ejército.
¡Chingoooón!
Si esta caterva de disfuncionales, amable lector, no logra ponerse de acuerdo en la estrategia mediática (in case there is one) detrás de la gravísima crisis, saliendo como chivos en cristalería a contradecirse en un caso que ha enlutado, agraviado y consternado a México… qué futuro le depara a Nuevo León. No sólo por la absoluta falta de respeto al dolor de las familias que atestiguan el ridículo circo de dimes y diretes estatales y federales, sino porque se devela la otra cara de la personalidad y del carácter del joven gobernador…
Que salió con la atinada estupidez de andar convocando marchas ciudadanas contra la inseguridad que, por cierto, es su responsabilidad. Lo demás es lo de menos, aunque a estas alturas del estrenado partido quizá lo de menos es que Medina de la Cruz renuncie porque Monterrey según la nueva radiografía criminal apenas calienta narcomotores…
Y lo sabe Natividad González Parás y su banda (de intereses) incrustada en el desgobierno de su capricho, además del otro cabrito en cristalería, Mauricio Fernández. Y Monterrey, no es Ciudad Juárez. Monterrey no es Reynosa. Monterrey no es Cuernavaca.
Y Rodrigo Medina de la Cruz y su ilustre equipo de inútiles que lo rodea no terminan de entender, my friend, lo que necesita el monstruo que están enfrentando:
Estrategia, inteligencia y… huevos. Muchos huevos.
gomezalce@aol.com