Victoria Schussheim
… Pero viera usted qué tal aberra él, el arzobispo primado de México, el del pelo milagrosamente ennegrecido por obra y gracia de L’Oreal, Norberto Rivera.
“Aberrar”, que suena feísimo como verbo, sobre todo si uno lo conjuga (cosa que, según la Real Academia, tiene pleno derecho a hacer), quiere decir, simplemente, “Desviarse, extraviarse, apartarse de lo normal o usual”. Y “aberrante”, por lo tanto, no es algo tremendo, terrible, inspirado por el maligno, sino simplemente “diferente”. De modo que Newton, Galileo y Einstein eran “aberrantes”. Y Picasso, El Greco o Goya, por mencionar sólo algunos españolitos, también. Y Jesús… bueno, Jesús ni se diga. Él sí que se desvió de lo que era normal y usual en sus tiempos. Tanto que lo crucificaron.
Y el que anda crucificando ahora, en nombre de lo que decidió que es “la” moral, y que escasamente, si acaso, tal vez sea “su” moral, es Rivera. Mire algunas de las cosas que dice: “Estas ‘uniones de facto’ o legaloides… son intrínsecamente inmorales. Falsos derechos”, afirma, frente a la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de reconocer la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Tengo que repasar la Constitución. ¿No era éste un país laico? ¿Y “laico” no quería decir “Independiente de cualquier organización o confesión religiosa”? ¿Por qué entonces una organización religiosa ataca las decisiones de una de las tres ramas del gobierno? ¿Qué diríamos si el Dalai Lama opinase al respecto? ¿O, sin ir tan lejos, si lo hiciese un rabino mexicano, o hasta un evangelista?
Y, sobre todo, ¿por qué dice tales sandeces a nombre de la propia institución a la que pertenece? ¿Cómo podemos aceptar que afirme que nuestro máximo tribunal efectúa “un ataque a la familia con ‘intereses oscuros’, que pretenden orillar al país ‘herido por la violencia y la descomposición social, a su ruina’”.
¡Mofles! Las bodas gay y las decapitaciones entre narcos al mismo nivel. Cosas veredes, Sancho.
Y eso no es todo, qué va. Resulta que (como se habla de adopción) se trata de “conceder falsos derechos que, por si fuera poco, afectarán a niños inocentes, a quienes se les negará el derecho de tener un padre y una madre para su adecuado desarrollo moral y psico-afectivo” (el guión por cortesía del purpurado, o a lo mejor del periodista, sepa).
Y aquí es donde la puerca tuerce el rabo. Feamente. Al margen de que yo no soy quién para saber si el adecuado desarrollo moral y etcétera depende de tener un padre y una madre (tampoco creo que sea Rivera quien tenga al respecto la última palabra), resulta que en este bendito país nuestro un porcentaje in-men-so de la población no tiene padre. Casi literalmente. Por lo menos no padre conocido, ni padre que viva en contacto con sus hijos. O porque nunca dio la cara, o porque se largó, o porque tiene otra familia. O, si acaso, porque se fue de ilegal. Resulta entonces que toda esa gente, esos millones y millones de mexicanos, no han tenido el desarrollo moral y psicoafectivo correspondiente.
Qué notable. ¿Cómo le habrá hecho el propio cardenal para desarrollarse tan bien en ausencia de padre? Porque el suyo, que se llamaba Ramón, se fue a Estados Unidos a trabajar para poder mantener a la familia. O al menos eso dice su ficha de Wikipedia (en inglés). ¿Hablará por la herida? ¿Será él también, pobrecito, alguien “herido por la violencia y la descomposición social”?
Jean Paul Sartre sentenció, "Lo hemos leído y escuchado todo y no hemos aprendido nada"
Que gran diferencia entre perverto rivera y Don Raúl Vera :
Llama el obispo Raúl Vera a desterrar los prejuicios
contra homosexuales
Demanda no actuar como fariseos
, pues se corre el riesgo de acabar como Hitler
Sábado 21 de agosto de 2010, p. 15
El obispo de la diócesis de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, llamó a desterrar los prejuicios
y a quitarnos todas esas marañas
en relación con los homosexuales.
En particular, se refirió a quienes consideran que aquellos que tienen una orientación diferente a la heterosexual son incapaces
de realizar aportes a la sociedad, por ejemplo como padres o madres de familia, sin necesidad de aparentar lo que no son.
En entrevista con CCM Radio –emisora del Centro Católico Multimedial (CCM) que transmite por Internet–, el jerarca comentó al sacerdote Paulino Omar Sotelo, director del CCM, que hace muchos años conoció a una pareja de homosexuales que adoptaron niños.
“Me encontré con una pareja de personas del mismo sexo que vivían juntas y que llegaron a adoptar de forma independiente, sin necesidad de tener estatus jurídico de pareja unida por la ley. Así, adoptaron 20 hijos –muchachos y muchachas–, a quienes les dieron una carrera y formación.
“Hicieron bien a personas que no tenían ninguna posibilidad por ser huérfanas. Cuando ves esos casos, dices ‘yo creo que ya tenemos que quitarnos todas esas marañas que nos hacemos hacia las personas homosexuales’”, afirmó.
Vera López aseguró que es sensato que los gays asuman ante sí mismos y la sociedad su forma de ser en lugar de aparentar una heterosexualidad con la que no viven.
He conocido casos de hombres que para disimular (su orientación) se casan con una mujer y le hacen la vida de cuadritos; no hay derecho a hacerle la vida imposible a otra persona sólo para aparecer en un estado que no es
, comentó.
Asimismo, el obispo resaltó que todos los laicos tienen derecho a tener vida de pareja, con independencia de su orientación sexual.
“Algunos no se quieren casar, pero dicen ‘¿por qué voy a vivir aislado?’ Sinceramente, no me opongo. Son seres humanos a los que se debe respetar. Además, todos –heterosexuales y homosexuales– deben ser muy maduros en el manejo de su sexualidad.”
Vera López lamentó que los gays –que son nuestros hermanos y hermanas
– sean segregados, incluso en la familia, y exhortó a seguir el ejemplo de Jesús, que se acercó a quienes eran excluidos y señalados sin razón
.
De esta manera, el obispo citó los casos de María Magdalena, la mujer samaritana y los leprosos, y exhortó a los puritanos y puritanas
que se escandalizan
a no actuar como fariseos
, porque en ese camino, dijo, vamos a acabar como Hitler
.
El mundo ha cambiado
Vera López resaltó que en la diócesis a su cargo se realiza trabajo pastoral con la comunidad lésbico-gay, con una misa mensual y conferencias, y lamentó que cerca de 90 por ciento de ellos hayan sido dañados
por sus familias y la sociedad. La Iglesia no puede ignorar
este hecho ni sumarse a la condena, subrayó.
Llamó a cambiar las actitudes de discriminación hacia este sector y a entender que la familia, como se le concibe en el Evangelio, ha cambiado. Señaló como ejemplo a las encabezadas por mujeres.
En más de la tercera parte de los hogares sólo hay mamá, ya sea por abandono, viudez o migración de sus parejas, y ahora, por la mortandad de más de 28 mil personas en este sexenio
(por combate al narcotráfico) son más los hombres que dejan hijos y esposas, expresó Vera López.
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