jueves, 4 de marzo de 2010

VOCES INDEPENDIENTES

Voces independientes
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Sylvia Georgina Estrada/Carlos Díaz/Susana Zepeda
04-Marzo-2010
Promotores culturales se unen para analizar el panorama artístico de Saltillo y ofrecer sus propuestas
Desde hace varios años las manifestaciones artísticas en Saltillo se han apoderado de plazas, bares y cafés porque los espacios “oficiales” resultan insuficientes. Ante este panorama, han surgido promotores culturales que primero empezaron a apoyar a conocidos y amigos, pero al paso del tiempo se han convertido en un referente tanto para creadores emergentes como consolidados.
Varios promotores compartieron sus experiencias y opiniones sobre este tema: Jorge González Vargas, del Colectivo Foro Rock Imagina Radio Y TV Web, Alejandra Peart, del Centro Cultural Ágoras y la editorial Atemporia, Sergio Castillo, de la taberna El Cerdo de Babel y organizador del Festival Arriesgado, y Aniremak Santos, de Casa Tiyahui.
En un ejercicio periodístico que busca acercar a estos protagonistas de la cultura con la comunidad, VANGUARDIA organizó un foro en el que los asistentes compartieron su punto de vista sobre cómo se desarrolla la actividad artística en la ciudad, las dificultades con las que se han enfrentado y sus propuestas para activar no sólo la creación, también la asistencia de nuevos públicos.
“La cultura y el arte son necesarios”, expresaron todos los participantes a lo largo de las dos horas que duró el debate. A este clamor unieron propuestas como la necesidad de que los espacios públicos —plazas, museos, callejones, centros culturales— se abran a los proyectos de los creadores locales, que la sociedad respete y valore el trabajo de los artistas, y que se aprovechen las posibilidades que tienen exposiciones, conciertos, presentaciones de libros y montajes como generadores tanto de una identidad ciudadana, como de atracciones turísticas.
"No somos doctores en arte ni expertos, pero si alguien recibe un sueldo por llevar la cultura debería al menos tener la apertura mental para que gane la ciudadanía".
Sergio Castillo
Organizador del Festival Santos Rojo
"Exigimos a las autoridades el respeto que se merece cualquier expresión artística y cultural".
Jorge González Colectivo Foro Rock Imagina
Casa Tiyahui
Aniremak Santos encabeza el colectivo Casa Tiyahui, cuya labor consiste en ofrecer un espacio abierto a las diversas manifestaciones culturales para que el público de la región pueda acceder a una oferta adicional.
Desde su creación, hace un año, Casa Tiyahui ha visto pasar por sus habitaciones a escritores que acuden a presentar sus libros, así como conferencistas de diferentes temas, sin dejar atrás las exposiciones colectivas y la creación musical. Todo esto porque la filosofía de quienes conforman este centro cultural se basa en la premisa de que “la creatividad y el arte te dan herramientas para transformar la realidad”, como comentó Aniremak. Y creen firmemente que “otro mundo es posible”.
Y para colaborar en la construcción de esta realidad nueva, más inclusiva y abierta, en Casa Tiyahui echan mano de las redes de amigos que con el tiempo han creado para colaborar entre sí y continuar con su tarea altruista. En este centro los artistas tienen las puertas abiertas.
“Ahorita tenemos clases de tambores africanos, malabares, teatro, pintura, se abre este espacio para exposiciones, para fiestas… Es un espacio independiente”, compartió Aniremak.
Participación ciudadana
Si pudieran solicitar algo a las instituciones oficiales que se encargan, con un presupuesto, de promover las manifestaciones culturales, Aniremak Santos explica que lo único que propondría es humildad para entender su trabajo —que no es poco— ya que se trata de procurar espacios para todos y para todo y que a la vez se logre que la ciudadanía participe.
“Yo les pediría a todas las instituciones que se dedican a esto, que tienen el presupuesto para la promoción del arte, que tengan la humildad de entender su trabajo. Su labor es que se promueva, que se aprecie el arte, que toda la ciudadanía participe en estos eventos artísticos… Yo creo que lo mejor que le puede pasar a esta ciudad es que las personas que están en estas instituciones, sin afanes políticos o de que pequeños grupos permanezcan en el poder, entiendan que para dar un mayor beneficio a esta sociedad saltillense, coahuilense o del mundo, es necesario que estemos juntos y que trabajemos, esa sería la utopía”.
Y agregó que lo que es fundamental es este cambio de actitud para que muchos artistas se animen a acercarse a las instituciones.
Centro Cultural Ágoras
Alejandra Peart llegó a Saltillo con la idea de crear un centro cultural de arte independiente. La inquietud de este proyecto nació en la Ciudad de México, con la realización de la revista Atemporia, la cual se convirtió en editorial y como una bola de nieve fue creciendo hasta llegar a Saltillo, donde se decidió abrir un centro para promover a músicos, poetas, pintores y demás artistas que no cuentan con un espacio para expresarse. El Ágoras Santa Lucia abrió sus puertas hace dos años, agregando además un restaurante-bar que le permite subsistir en estos tiempos difíciles, donde llevar el arte a las personas requiere de un esfuerzo descomunal.
En este lugar se puede ver gran variedad de obras, desde música clásica hasta conciertos de rock. Todo esto se llevó a cabo gracias a las redes de interrelaciones que se fueron tejiendo alrededor del país, donde se fue conociendo cada vez más gente. “Se va haciendo una red, que yo siempre he creído que es lo que en realidad ayuda a que algo pequeño crezca y llegue a mayor cantidad de personas”, asegura Alejandra en el debate cultural organizado por VANGUARDIA para discutir asuntos sobre la cultura en la capital entre quienes organizan este tipo de eventos.
La lucha contra los limitantes
Peart afirma que esta labor es un esfuerzo constante con muchas limitantes, entre ellas las instituciones oficiales que no quieren “abrir sus ojos al arte”. “Es muy triste, pero en lugar de lamentarnos, vamos a tratar de despertarlos”, dice que aún “es tiempo de abrir los ojos”, para que las instituciones puedan ver todas las propuestas artísticas que no se están tomando en cuenta. Son esas instituciones las que tienen el dinero con el que ellos no cuentan y que no está siendo aprovechado. “No sólo hay que irse por lo popular, está bien que traigan a Yuri, todo es cultura, pero no nada más eso, se queda como algo hueco, le falta vida”.
La editora asegura que, sin embargo, este es un problema también de educación, pues la gente tiende a consumir sólo lo que ve en la tele. “Al pueblo pan y circo”, dice desesperanzada, pero reafirma su actitud, al ver su propio ejemplo y cómo con el pasar de los días “los artistas ya no buscan a las instituciones” sino al revés, citando lugares como Tijuana o Guanajuato y con la esperanza de convertir a Saltillo en un lugar donde se realicen ese tipo de eventos.
Aunque sea poco, ella prefiere dar su ayuda, “una semillita” para mejorar la situación cultural al continuar con la realización de eventos en el Ágoras. Siempre preocupada por dar ayuda a los artistas, aunque seguido falten recursos, busca obtenerlos como sea. Realizando subastas y demás actividades, ya que a los clientes no les gusta pagar. El apoyo se da entre artistas y promotores por simple “amor al arte”, con mucha perseverancia, y por el compromiso social que siempre está ahí.
Festival Santos Rojos
Tomar el centro
No sabe si será la tierra, el agua o “la cerveza del Cerdo de Babel” —grita una voz del público—, pero en Saltillo se está creando una sinergia, sobre todo en el centro, donde se genera toda esta fuerza creativa que lo único que pide es respeto. Sergio Castillo expresa que sus objetivos a largo plazo serán poder pagarle a los artistas y consolidar a Saltillo dentro de las ciudades reconocidas mundialmente con movimientos de este tipo, llevar a la capital coahuilense al nivel de Madrid o Guanajuato. Esto último lo vislumbra para un par de años. Mientras tanto, los movimientos armados con melodías y pinturas continuarán con el Festival Santos Rojo de Artistas Arriesgados, donde año con año pretenden tomar las calles para que “el ciudadano común tenga arte a su alcance”
A los artistas ¿quién los cuida?
Respeto, apertura mental y de los espacios, es lo único que puede pedir Sergio Castillo a las autoridades culturales de cualquier nivel de gobierno. Denuncia que el año pasado un incidente estuvo a punto de impedir que se presentara el espectáculo inicial del Festival de Arte Arriesgado. El callejón Santos Rojo fue escenario de cómo un “acuerdo ranchero” entre policías y vendedores ambulantes impedía concretar el evento planeado con anterioridad. Gracias a la presencia de los medios de comunicación todo se llevó en paz. “No toleran la música de quienes participaron en el festival, pero no escuchan a los adolescentes borrachos que salen del Casino”, expresa.
La eliminación de las marañas mentales, la corrupción y el compadrazgo deberían de eliminarse de quienes administran los recurso que finalmente son del pueblo. “No somos doctores en arte ni expertos, pero si alguien recibe un sueldo por llevar la cultura debería al menos tener la apertura mental para que gane la ciudadanía”. Castillo refrenda además la importancia del arte, pues engrandece el espíritu y hace ciudadanos más humanos.
Tras reconocer la importancia y el atractivo turístico de los museos, Castillo propone la generación de públicos desde temprana edad. ¿Cómo? A través de la educación inicial, puesto que la adquisición de la conciencia estética no aparece por arte de magia. Igual reconoce que los artistas conocidos llenan las plazas mas no tocan la fibra del alma como las Bellas Artes. “No necesitas entenderlas”. En el público alguien cuestionó la necesidad de depender económicamente del gobierno. Castillo respondió que recibir estos estímulos es válido, aunque no deja de ser un tabú, pues generalmente para los artistas es difícil ver lo que hacen como un negocio. Por lo que propuso analizar las políticas culturales.
Colectivo Foro
Rock Imagina
Eugenia Flores Soria
De los cuatro valientes promotores culturales que dieron su voz en el foro “Gestión Cultural”, Jorge González Vargas es quien tiene mayor tiempo de navegar entre las aguerridas olas de las expresiones independientes. Cosa poco sencilla: luchar por conseguir espacios, enfrentar la censura, promocionar artistas, difundir propuestas alternas, conseguir fondos, crear públicos… Todos saben que combatir con el ejército del arte y la cultura es tremendamente arriesgado.
Para muchos, involucrarse con alguna actividad artística (o peor, consagrar sus estudios en alguna rama del arte), parece una completa locura, y más en una época y lugar en el que conseguir el pan de cada día, cuesta más y más cada vez.Pero un promotor cultural sabe que uno de los medios más importantes y necesarios para mejorar una sociedad, es la expansión del arte en todas sus manifestaciones, el enriquecimiento espiritual que genera, sin mencionar los conocimientos, las ideas, las denuncias, los cambios.
Por eso Jorge es muy insistente. Originario de la Ciudad de México, llegó a Saltillo hace 24 años y comenzó a trabajar en la radio. Su experiencia, la necesidad de una expresión sin ataduras, y el compartir ideas y conocimientos, lo llevó a alejarse de las instituciones oficiales de cultura para ir en búsqueda de la pluralidad artística y humana.
“El futuro ya nos alcanzó”, dice. Pero él continúa con su misión. Inició en estaciones como XEKS y Radio Tecnológico, participando en programas como “La Manzana Musical” (sobre música de Los Beatles), “La Opción Musical” y “Generación Beat”, donde se incluían entrevistas, eventos culturales y demás. Después de un largo currículo de más de dos décadas de trayectoria, en el que incluye teatro experimental, programas de televisión, revistas y periódicos culturales, promotor de eventos y mucho más, Jorge tiene 10 años con una estación de radio por internet llama Imagina Radio y T.V. ( http://www.radioimagina.webs.com/).
Compromiso con el arte
¿Y cuál es el ingrediente secreto para no rendirse, para seguir evolucionando, creciendo, cambiando? Él mismo se responde: “la gestión se hace con cariño, con ganas de vivir”. “Cuando una ciudad no tiene arte y cultura se vuelve una ciudad suicida. Ante la ineficacia y falta de apoyo, existe el compromiso, y así se encontrarán los medios para seguirse manifestando”.
Basándose en su experiencia, problemas, dificultades y aciertos, Jorge expresó algunas propuestas para mejorar la gestión cultural en Saltillo. Entre ellas está el respeto y la comunicación con instancias educativas. “Que no se nos vea como los que hacemos ‘la talacha’, sino como sustento que hace fortalecer el movimiento”, planteó. “La cultura es una necesidad y con o sin presupuesto se sigue dando”. Además de “hacer de lo independiente un frente” para que la presencia artística sea más notoria y que incluya tanto lo colectivo, como lo individual. “Exigimos a las autoridades el respeto que se merecen los artistas”, finalizó.

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