Marcela Gómez Zalce
05 marzo 2010
gomezalce@aol.com
• Cabildeos desesperados
• La tela de Covián
Hay historias, mi estimado, que no deben ocultar la verdad. La semana termina con señales escalofriantes y que tienen a más de uno en la lámpara sideral. La simpática revelación de que, con la pena, siempre sí firmaron acuerdos entre el PRI y la PANdilla teniendo como testigo al cadáver de Bucareli, le puso los pelos de punta a Sor Beatriz, que tendrá que dar algunas explicaciones del escandaloso arreglón bajo la mesa para empinarle a millones de mexicanos el IVA para vacunar a Enrique Peña Nieto de la posibilidad de una alianza el año próximo en su divertido terruño.
El asunto parece ir in crescendo tanto en el interior del blanquiazul como en la jauría tricolor y no da visos de quedar en un atractivo malentendido sino consolidando fracturas de cara a un proceso electoral que se antoja de pronóstico reservado y donde además el árbitro, o sea, el ife (con minúsculas), tiene estupendos desafíos englobados en su maravilloso monitoreo (de 24 mdd) que tiene insatisfechos a tirios y troyanos.
El hecho es que el cacareado acuerdito para que Enrique no tenga ningún desaguisado que lo despeine (al diablo con la ciudadanía… que es la que vota y debería botarlos a todos) ha sido el detonador de un conflicto latente de intereses entre el (des)gobierno y las lacritas tricolores. Esos intereses que no logran encontrar rutas comunes de consenso y salida pero que han facilitado rutas comunes de choque y disputas que enrarecen y polarizan el frágil contexto político-social, que aderezado de atroces ejemplos como el narrado ayer por el querido Ciro Gómez Leyva “Dos reporteros de MILENIO : El día en que el periodismo murió” no dejan duda del vacío, de la ruptura en la cúpula política, de la impunidad, del desmadre, de la ausencia de la ley, del colapso rápido de un Estado fallido, del fracaso absoluto en la temeraria guerrita, del miedo y del silencio cómplice y la censura en la que participan autoridades federales, estatales y municipales.
Luego entonces, my friend, se entiende que nuestros agobiados vecinos den sugestivos tumbos declarativos ensalzando un día sí y otro también la valentía del desgastado calderón para después arremeter con mensajitos del riesgo de abandonar esta sangrienta aventura que, enmarcada en la desesperación de nuestras fuerzas armadas, cabildeando en el Legislativo para sacar adelante la cacareada Ley de Seguridad que los arrope con un marco legal y así tener escudos para enfrentar el severo juicio sobre los derechos humanos —tema en el que pasarán a la báscula de la historia—, muestran un panorama digno de risa histérica por no decir de alarmante horror…
Ese mismo que debieron sentir en el seno de la casta, pura y limpia iglesia católica (con minúsculas) al enterarse de los efectos de la granada deschavetada por los hijos del engendro llamado Marcial Maciel, fundador de los legionarios de Cristo a quien el Vaticano protegió durante décadas pese a las denuncias y que ayer soltó a los demonios… pero legislativos.
Sí, mi estimado, ayer el pleno de la Cámara de Diputados condenó la impunidad que persiste en México para castigar los casos de pederastia. En el acalorado debate salieron a relucir los casos del góber precioso, Jean Succar Kuri, sus botellas de cogñac y el héroe de la película, y ya encarerrados, Miguel Ángel Yunes y Emilio Gamboa. Todo en el marco del punto de acuerdo propuesto por la panista Rosi Orozco —quien trae espléndida agenda religiosa con Margarita Zavala, además de ser la nueva estrella en el firmamento de La Lore, acusada de estar en el retén donde secuestraron al joven Martí— a fin de exhortar a las procuradurías locales a redoblar esfuerzos para atender la problemática de la trata y la explotación sexual infantil.
La divina jiribilla que cayó del cielo logró poner en sintonía al Congreso, cuyos integrantes aprovecharon el tirititito del escándalo de los Legionarios de Cristo para ajustar cuentas de violaciones a niños en Oaxaca, Quintana Roo, Veracruz y Puebla... entidades que van a elecciones este 4 de julio, yes?
Otro botoncito más de la vertiginosa descomposición política que detonó la ingenua travesura de pactar en lo oscurito.
Chingón.
Por la mirilla
No le quite el ojo al caso del magistrado Miguel Covián, destituido recientemente por el pleno del TEDF al ser culpable de infringir la Ley de Servidores Públicos al cobrar por más de un año una plaza de investigador en el Conacyt. El quid es que hay todavía tela legal de dónde cortar… so stay tuned for the fantastic details.
¡Adiós!
gomezalce@aol.com
viernes, 5 de marzo de 2010
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