lunes, 25 de enero de 2010

Entierran vivo a un estudiante de Saltillo

Alumnos de Medicina de la UAdeC ‘asesinan’ a compañero y lo sepultan. Víctima sale de su tumba y los denuncia

Vanguardia

Aunque pareciera el guión de una película de Hollywood, ocurrió este fin de semana en Saltillo: varios estudiantes de Medicina de la UAdeC ingresaron por la noche a un panteón y agredieron a un compañero con palos, tubos y cuchillos… al creer que lo habían matado, lo sepultaron.
El problema para los ahora prófugos es que Juan Manuel Encino Lara, de 19 años, sólo había simulado su muerte para que lo dejaran de golpear, y al ver que sus “amigos” se retiraban del lugar pudo salir de su tumba para denunciar los hechos.
El “muerto viviente” fue encontrado por un velador del lugar en la puerta principal del Panteón de Dolores, ubicado en Jesús Valdés Sánchez a la altura de La Aurora, ayer por la mañana.
Encino Lara estaba cubierto de tierra y sangre, y de acuerdo con el velador en un principio creyó que se trataba de un anciano golpeado, por lo que marcó a los servicios de auxilio. Fueron los paramédicos quienes se percataron de que se trataba de un joven.
La víctima presentaba seis heridas con arma blanca en el cráneo y dos más en la mano izquierda, además de golpes en el tórax producidos con tubos y palos. En el camino del panteón a la Clínica Uno del Seguro Social, el estudiante narró a los paramédicos la pesadilla que vivió la madrugada del domingo a manos de sus propios compañeros de escuela.
Contó que él y otros compañeros, no precisó cuántos ni quiénes, de la Facultad de Medicina ingresaron al Panteón de Dolores, aunque tampoco explicó a qué iban al lugar, al que entraron brincando la barda.
Encino Lara, sin dar mayores detalles, detalló que ya adentro sus “amigos” comenzaron a golpearlo entre todos, hiriéndolo con lo que parecía ser un cuchillo, palos, tubos y piedras, según trascendió.
Ante la brutal golpiza, dijo que optó por fingir su muerte, acción que le sirvió para que ya no lo agredieran más.
Relató que al darlo por muerto, cavaron una fosa y arrojaron el cuerpo, para después huir del lugar. Una vez que se fueron los agresores, Encino Lara pudo salir de su tumba, debido a que no estaba tan profunda.
Tras “volver a la vida”, el joven estudiante se dirigió a la puerta principal del panteón, pero debido a sus heridas no pudo salir del lugar y se quedó allí hasta que el velador llegó a las 08:00 horas.
El estudiante quedó internado en la Clínica Uno, pero antes dijo a los paramédicos que vive en el 1096 de la calle Morelos, en la colonia Bellavista.
Los familiares de Encino Lara acudieron por la tarde de ayer a interponer una denuncia ante el Ministerio Público.
A pesar de lo grave de la situación, la Agencia de Homicidios de la Fiscalía General del Estado no fue avisada de la agresión al estudiante hasta en la tarde que la familia interpuso la denuncia.
Beatriz Adriana Vázquez, agente del Ministerio Público del Grupo de Homicidios, dijo que los hospitales están obligados a reportar cualquier lesionado por arma, pero que ayer no recibió ningún reporte.
Lo anterior pudo deberse a que el personal de la clínica no dio aviso a las autoridades o a que la guardia de la Policía Investigadora no pasó el reporte al Ministerio Público. Al cierre de esta edición ninguna autoridad universitaria había declarado al respecto.

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