Jesusa Cervantes
MÉXICO, D.F., 22 de enero (apro).- Mientras dirigentes políticos y aspirantes a gobernar un estado se debaten entre hacer alianzas o no con sus ancestrales opositores; o delinean la estrategia política que seguirán en la Cámara de Diputados para allegarse más votantes en la renovación de las autoridades de prácticamente la mitad del país --este año habrá 11 elecciones para gobernador y cuatro más de congresos locales y presidencias municipales--, el gobierno federal sigue con la venta de garage del país, y nadie repara en ello.
El distractor electoral es bueno para el gobierno. Para el PRI es lo que importa por ahora; requiere ganar estas elecciones para fortalecerse y en el 2012 recuperar la presidencia de la República. En este momento eso es lo importante, ya que tenga nuevamente el poder total en sus manos, quizá y solo entonces, podría preocuparse por el país y sus problemas reales.
Me refiero a las subrogaciones del servicio de salud, de las que Proceso dio cuenta y exhibió lo amañadas que han resultado ciertas licitaciones como, por ejemplo, la atención para enfermos renales.
Proceso publicó cómo el entonces director del IMSS y hoy secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcaditas, elaboró una licitación para dejar fuera a tradicionales empresas que han prestado eficientemente este servicio --según el dicho de los propios derechohabientes--, y entregó éste a Olegario Vázquez Raña, a través de su Centro de Diagnóstico Ángeles.
Un centro que, por cierto, no cuenta siquiera con las mínimas normas de salud, como son la higiene o de renovación del material utilizado para le hemodiálisis, con el consiguiente peligro de infectar de otras enfermedades a los ya de por si deteriorados enfermos renales.
Todo para uno de los empresarios favoritos del panismo.
Pero esta “venta” de los servicios no ocurre sólo en el sector salud, ya lo vimos con las ya famosas guarderías subrogadas y que provocó la muerte de 45 niños en Hermosillo, Sonora, por no contar con las medidas de protección civil.
Un caso similar ocurrió en noviembre pasado con otra empresa llamada Corphomed, la cual tiene la licitación de este servicio de hemodiálisis en Querétaro. En ese mes, el centro de atención fue clausurado. Ahí habían muerto más de 30 enfermos renales, sin embargo, la clausura no se debió a la negligencia médica, sino a que no contaba, tampoco, como en el caso de las guarderías de Hermosillo, con las medidas de protección civil adecuadas para garantizar la seguridad de los pacientes.
Lo curioso de este caso es que la licitación que le entregó Molinar Horcasitas establece que aunque se cierra un centro la misma empresa puede seguir brindando el servicio en otros hospitales.
El problema con esta subrogación, que prácticamente es una venta de los servicios, los cuales el gobierno está obligado a brindar, que para eso se cobran cuotas del IMSS y muchos otros impuestos, es que en las licitaciones se les permite o se les da una prórroga, una vez entregadas las licitaciones: Se les otorgan, en su mayoría, tres meses para acondicionar el lugar cuando ésta debería ser una de las exigencias mínimas para concursar.
Bueno, pues ahora un caso similar de licitación amañada o si se quiere catalogar como “dirigida” a ciertas empresas, esta en curso en Pemex.
El país está obligado, por la firma de convenios internacionales, a elaborar gasolinas menos contaminantes; para ello debe sustituir un elemento de la gasolina que se llama MTB y que es altamente contaminante. La sustitución será por el llamado etanol, el cual es un bioenergético mucho menos contaminante y que utilizará para la elaboración de las gasolinas.
Hablo de venta de garage porque prácticamente el gobierno está vendiendo al mejor postor para él, no para la sociedad, estas licitaciones dejando fuera de la competencia a productores mexicanos de sorgo, maíz o caña de azúcar que son la materia prima de la cual se puede obtener etanol.
En septiembre pasado, Pemex Refinación lanzó su convocatoria para adquirir más de 600 millones de litros para el estado de Jalisco y ahí empezar con la sustitución del MTB por etanol.
Cuando menos 15 empresas adquirieron las bases de licitación pero las exigencias son tan difíciles de cumplir que representan serios obstáculos para que los productores mexicanos asociados con empresas mexicanas puedan competir.
Por ejemplo, Pemex Refinación les demandó un capital mínimo de 333 millones de pesos y una fianza de más de 600 millones de pesos.
Esta demanda hizo que 14 de las concursantes se retirarán de la licitación.
Apenas el pasado viernes se supo que sólo tres empresas presentaron propuestas económicas, es decir, entre ellas estarán los ganadores. Y adivinen quién participa, pues una empresa brasileña líder en el mercado del etanol. Sólo una empresa como Andrade y Gutiérrez, S.A. de C.V., puede cubrir estos millonarios requisitos, claro que para ello se está asociando con otra empresa mexicana.
Es casi seguro que dicha empresa será la ganadora. De ahí que sostengamos que el gobierno mexicano continúa con su venta de garage del país, pues mientras está perdiendo la oportunidad de impulsar el campo mexicano, revitalizarlo e incluso apoyarlo con la adquisición segura de sus productos, y de paso podría reactivar la economía de algunas empresas que se pueden asociar con los productores para elaborar y comercializar juntos el etanol, el gobierno de Felipe Calderón está optando por ponerles los mayores obstáculos y beneficiar a empresas extranjeras.
De esto no se habla en los medios de comunicación. Pareciera que lo importante son sólo las elecciones, las alianzas perversas donde los principios ideológicos poco interesan.
Mientras el PRI, el PRD y el PAN están enfrascados en estas discusiones, el gobierno panista sigue con su venta del país. Y bueno, existen otros casos bastante documentados de cómo el gobierno calderonista y el de Vicente Fox en su momento, entregaron todo a la corona española a través de sus empresas para que sean éstas las que dominen el mercado energético en México.
Prácticamente la política energética está en manos de los españoles y no hay partido que detenga al gobierno en esta carrera por entregar todo al extranjero, ya sea mediante subrogaciones o mediante licitaciones, para el caso final es lo mismo: los mexicanos, las empresas medianas y los productores del país están cada día más y más fuera del mercado, y con pocas posibilidades de participar.
A ver si para cuando el PRI recupere la Presidencia de la República pueda hacer algo; o quien sabe si le interese hacer algo. Aquí lo que importa a los partidos es el poder; del bienestar de los mexicanos nadie se acuerda, menos en este año eminentemente electoral.
Correo mjcervantes@proceso.com.mx
sábado, 23 de enero de 2010
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