YA FUÉ ABATIDO EL JEFE DE SICARIOS QUE ASESINARON A ESTUDIANTES: pROCURADORA

Los jóvenes ultimados eran inocentes, afirma Patricia González en Chihuahua
La matanza fue perpetrada por la banda de Los Aztecas o La Línea, insiste la funcionaria
Rubén Villalpando y Miroslava Breach
Corresponsales
Periódico La Jornada Jueves 4 de febrero de 2010, p. 5
Ciudad Juárez, Chih., 3 de febrero. El Doce, jefe de los sicarios que la madrugada del domingo mataron a 16 personas, la mayoría estudiantes que celebraban una fiesta, falleció en un enfrentamiento contra militares el lunes por la tarde, informó Patricia González Rodríguez, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Chihuahua.
La funcionaria señaló lo anterior con base en las declaraciones de José Dolores Arroyo Chavarría, el pistolero que fue presentado ayer ante la prensa como uno de los autores materiales del crimen.
González Rodríguez sostuvo que los muertos de Villas de Salvarcar eran jóvenes inocentes, pero mantuvo la versión de que la matanza fue realizada por la banda de Los Aztecas o La Línea, que trabaja para el cártel de Juárez, porque creyeron que los muchachos eran miembros de la pandilla rival de los Artistas Asesinos, AA, o doblados, al servicio del cártel de Sinaloa.
La funcionaria explicó que Arroyo Chavarría declaró que el día de su detención, ocurrida el primero de febrero, él viajaba con su jefe El Doce, El Rama o Ramón, para intentar dar muerte a Daniel Elías Becerra Vicencio, supuesto integrante de la pandilla Los Doblados, quien viajaba en un vehículo acompañado de una mujer. Pero nos detectaron los militares y mataron al jefe, me arrestaron a mí y otro acompañante está herido.
Arroyo Chavarría fue presentado de espaldas ante la prensa el martes, antes de consignarlo ante un juez acusado de intentar matar al personal militar que lo detuvo y de robo de auto, ya que el vehículo en que viajaba con su jefe tiene reporte de hurto en Estados Unidos.
El detenido también declaró que su grupo fue responsable del homicidio de cinco personas en el bar Bandoleros, ocurrido la madrugada del lunes, donde ultimaron, entre otros, al policía estatal César Javier Rangel Medina. Al ser arrestado portaba un arma de fuego calibre 5.7 x 28, un radio de comunicación negro y dos teléfonos celulares.
Arroyo Chavarría manifestó que por su trabajo con La Línea le pagaban 2 mil pesos semanales, además de compensaciones cuando hacían jales especiales.
Declaró que en la matanza de los estudiantes hizo la labor de halcón (vigilante) para alertar en caso de que se acercaran militares, mientras otros miembros de la célula criminal, a los que conoce con números como El 15 o El 37, y el jefe de otra célula al que le apodan El 51, envió gente y vehículos para acabar con los miembros de la AA.
En entrevista enviada por la oficina de comunicación social de la PGJE de Chihuahua a los medios de comunicación, González Rodríguez señaló que a los sicarios lamentablemente no les importó que en el domicilio al que acudieron había jóvenes que nada tenían que ver con un grupo de pandillas y que quizá había algunos adultos que pudieron estar implicados en pandillas.
Las investigaciones solamente apuntan hacia eso y, lamentablemente, en el enfrentamiento con el Ejército el jefe del grupo criminal que llegó ahí falleció porque disparó contra el Ejército y el Ejército repelió la agresión, dijo.
La fiscal sostuvo que las indagatorias que se realizan con autoridades federales han logrado determinar que el grupo armado disparó en forma indiscriminada contra tres domicilios en ese sector, sin importarles quiénes eran los individuos que buscaban.
De acuerdo con los datos con que se cuenta, agregó, algunos adultos que se encontraban en los domicilios aledaños a la casa en que se celebraba la fiesta de los estudiantes pudieran ser quienes tenían relación con pandillas y eran el objetivo de los homicidas.
La funcionaria sostuvo que en Villas de Salvarcar hay grupos de pandilleros que tienen rivalidad con otros de la colonia El Campanario, pero el líder de los pistoleros dio la orden de disparar parejos contra todos.
Muerto el perro, se acabo la rabia, ajá, ¿quien les cree?
La rabia y la impotencia crecen cada día por la injusticia, la impunidad y el cinismo del gobierno.