Lunes 01, febrero del año 2010
De las visiones distintas.
El que don Felipe Calderón diga que ve una Patria muy diferente a como la vemos el resto de los mexicanos; a tal grado que nos conmine a todos a respaldarlo en todas sus acciones.
De las visiones distintas.
El que don Felipe Calderón diga que ve una Patria muy diferente a como la vemos el resto de los mexicanos; a tal grado que nos conmine a todos a respaldarlo en todas sus acciones.
En vez de que sea precisamente él quien acompañe al Pueblo en sus solicitudes y demandas, pues finalmente se supone que en eso consisten las democracias.
Hace ver, en el mejor de los casos, que quienes le informan, tampoco tienen la misma visión de lo que está pasando que percibimos los ciudadanos. Y en el peor de los casos, que sí se dan cuenta de lo que pasa, pero por aviesos intereses deliberadamente lo mal informan.
Pero cualesquiera que sea la realidad, lo cierto es que el Pueblo y el Gobierno ven las cosas de manera distinta.
Y que el que debiese estar bien informado, sencillamente no se toma la molestia ni de leer los periódicos (solo ve y habla con los periodistas a modo) y por supuesto que no está en contacto con el Pueblo.
Los “intelectuales” de los que casi todos los gobernantes se rodean y premian, siempre han sido los corifeos de quienes detentan el Poder. Y nuestro México no es la excepción.
El premiar y recompensar económicamente a quienes hablan bien de él, cuando pruebas hay de que los premiados fácilmente se voltean en cuanto otros llegan al Poder.
Más el total desconocimiento de la verdadera situación del Pueblo, hace recordar, a querer o no, a la Revolución francesa, cuando los ciudadanos no tenían pan y en la corte se hartaban de pasteles.
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