Marcela Gómez Zalce
15 febrero 2010
gomezalce@aol.com
• El cadáver político de Bucareli
• Queja ante la CIDH
La ley, como la telaraña, mi estimado, enreda al débil pero es rota por el fuerte. Vertiginoso inicio de semana con la inédita cascada de absurdas explicaciones sobre los motivos de la renuncia a la PANdilla por parte del titular de Bucareli, quien regala joyitas como me quedo porque no soy cobarde (?).
Chingón.
Fernando mandó al diablo a los azules, sin explicar sus simpáticas razones, aferrándose a un cargo que necesita de la confianza integral para tender los puentes políticos, sin darse cuenta que es un cadáver cuyo ataúd pesa en la espalda de Los Pinos. Porque cualquier nuevo pacto, acuerdo y/o arreglón, no tendrá el crédito suficiente en el banco del ánimo de quienes se sienten a esa desacreditada mesa. Una vez más Felipe Calderón paga con la misma mezquina moneda que muchos panistas han sufrido; habría que preguntarle a Santiago Creel la empinada que le puso el gymboree (con minúsculas) presidencial y su jefecito en la época en que se estaba desdoblando el frankenstein electoral.
Lo divertido es la atractiva formulita de esta PANdilla en el poder (del no poder) de hacerse la vida imposible, cuando el volátil contexto es complicado.
El reciente ejemplo del fallo judicial en contra del sindicato minero en Cananea es prueba suficiente de que los intereses de Los Pinos son los intereses de Grupo México. Y los intereses de Germán Larrea son, no sólo darle flit al liderazgo de Napoleón Gómez Urrutia, sino aplastar el derecho de huelga y los de la clase trabajadora que ve, una vez más, la ausencia de la ley en este (des)gobierno, que junto al de Vicente Fox, ha emprendido una persecución feroz, convertida ya en una venganza personal, para aplastar al sindicato de los mineros que han logrado la solidaridad internacional —USW, AFL-CIO, FITIM, ICEM— con la entrada de una queja ante la CIDH con sede en Washington que, aunque no lo parezca, generará estupendas tensiones bilaterales.
Y mientras los mineros lograban una suspensión temporal que les da una pequeña bocanada de oxígeno para impedir que sean desalojados de la mina por la fuerza, Grupo México anunciaba que… no habrá desalojo en Cananea en el corto plazo, pero (siempre hay un pero) exhortó a las autoridades federales, estatales y municipales a que lleven a cabo acciones preventivas (subtle term) para desalentar la confrontación. En otras palabras, impedir (¿al costo que sea?) que gente violenta llegue a Cananea, evitar la concentración de gente violenta.
Quizá, mi estimado, porque no se necesita ser una lumbrera con tres neuronas (de preferencia que no sean motoras) para pronosticar lo que va a suceder en ese importante territorio cuna de la Revolución: madrazos.
Sobre todo cuando los argumentos legaloides de Grupo México —apoyados por el secretario del Trabajo (sucio), Javier Lozano—, aduciendo asuntos de fuerza mayor para recuperar la mina chocan con la realidad que… ésta puede funcionar de inmediato sin problemas. Tan es así, que Larrea & Co informaron que hoy darán a conocer un programa de beneficio para los trabajadores y convencerlos de que acepten su liquidación, y posteriormente su recontratación (ring a bell, SME?), cuando se sabe de sobra que ya hay un sindicato blanco (¿qué… hay de otros?) listo y con su listón para comenzar a laborar en la mina.
El (des)gobierno de Felipe Calderón tiene una bomba de tiempo en sus manos (another one?!) porque los mineros van a defender con su vida su fuente de trabajo y su legítimo derecho de huelga. Y Grupo México y Los Pinos van a defender el derecho del Estado para aplastar movimientos incómodos, así que el estallido es previsible y prenderá la mecha (corta) del cacareado colapso rápido.
Lo único que falta es que la caterva de genios, de ilustres asesores y de mentes brillantes que rodean al alucinado calderón ordenen la entrada del Ejército y de la policía federal para sacar a los mineros de Cananea en estos días previos… a otro explosivo aniversario: el de Pasta de Conchos.
Ahí donde por negligencia empresarial fallecieron 65 mineros por trabajar en condiciones deplorables para una empresa que tiene de $obra para tejer sus alianzas al precio que sea. Ahí donde se inició la atroz persecución contra Gómez Urrutia. Ahí donde Fox le ordenó a Moreira, quien lo denunció públicamente, armar un expediente a la medida y encarcelarlo.
La ingenua duda es si Pasta de Conchos y Cananea son ingredientes suficientes para detonar aún más, my friend, la emoción presidencial que se crece ante la peligrosa adversidad…
gomezalce@aol.com
lunes, 15 de febrero de 2010
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