Laura Poy Solano
Periódico La Jornada Domingo 14 de febrero de 2010, p. 16
Frente al vacío de gobernabilidad en México surgen nuevas formas de participación ciudadana y política, que sin integrarse en una organización nacional ni en un partido político están empujando transformaciones en el ejercicio del poder público desde lo local y regional, afirmó Martín Aguilar Sánchez, catedrático de la Universidad Veracruzana (UV) y autor del libro Movimientos sociales y democracia en México: 1982-1998. Una perspectiva regional.
A pesar del creciente proceso de feudalización de los gobiernos estatales, que intentan cerrar cada vez más los espacios democráticos, los movimientos y las redes sociales construidas desde lo local están cobrando mayor fuerza, ante una elite política y económica incapaz de percibir esas transformaciones.
En entrevista, tras concluir la presentación de su obra en Casa Lamm, a la que asistieron Fluvio César Ruiz, consejero profesional de Petróleos Mexicanos; Ariel Rodríguez, investigador de El Colegio de México, y Sergio Tamayo, especialista en movimientos sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana, indicó que en el país hemos ido por un camino de aprendizaje, desde los grandes movimientos de masas de los años 50 del siglo pasado hasta acciones organizadas de protesta a través de redes locales y regionales que están dando la pelea por sus derechos.
Aguilar Sánchez, director del Instituto de Investigaciones Históricas y Sociales de la UV, indicó que tras el asesinato de 15 jóvenes en Ciudad Juárez, Chihuahua, y la visita del presidente Felipe Calderón a esa localidad, fuimos testigos del proceso de cambio que se está generando, cuando una de las madres que perdió a dos de sus hijos, con todo y su dolor, tuvo la fuerza de decir al Presidente de la República perdón, pero lo están haciendo mal. Esto es parte de cómo hemos cambiado y de que en los estados está creciendo lentamente este proceso de organización ciudadana.
En México, agregó, muchos se desesperan porque no ven el gran movimiento ciudadano, pero está ahí, en las localidades, creciendo a través de una lucha de sus derechos y transformando la forma en que se ve el ejercicio del poder público.
Al respecto, Fluvio Ruiz insistió en que frente a los vacíos de poder de un gobierno fallido existe una respuesta organizativa tal vez no muy visible desde la perspectiva nacional, pero son células muy bien organizadas que quizá busquen incidir en cuestiones muy particulares tratando justamente de resarcir esa falta de gobierno.
domingo, 14 de febrero de 2010
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