Julio Scherer García
En su libro “La Violencia de Estado
en México”, Carlos Montemayor
da el tiro de gracia a Luis
Echeverría. La bala penetró entre
las cejas del exPresidente, un traidor.
Reseña el historiador que Richard
Nixon y Luis Echeverría se reunieron
dos veces en junio de 1972 y que el tema
de sus conversaciones fue el peligro
del comunismo en América Latina, representado
por Fidel Castro y Salvador
Allende. La investigadora Kate Doyle
confirmó que para entonces Echeverría
ya buscaba convertirse en el líder del
Tercer Mundo y que en público defendía
a Castro y más enérgicamente a Allende.
Las grabaciones de las conversaciones
entre los Presidentes fueron desclasificadas
y públicas, pero la muerte y relevancia
excepcional de Montemayor da
al suceso una actualidad que no hay manera
de pasar por alto. “La Violencia de
Estado en México” revive inevitablemente
la tragedia latinoamericana de los
setenta y los ochentas, presente Echeverría
como un actor de primera línea.
Los colaboradores de Kate ocupados
en dar seguimiento al asunto, escucharon
169 cintas para localizar cada
conversación en la que se mencionaba
a México o a Echeverría, aunque el tema
central fueron las reuniones que tuvieron
ambos presidentes el 15 y 16 de
junio de 1972. Doyle refiere que Echeverría
habló particularmente de la amenaza
comunista en la región.
“Latinoamérica –consignan las grabaciones–
enfrentaba un peligro inminente,
le dijo Echeverría a Nixon, acosada
por la pobreza y el desempleo y la
propaganda de la Unión Soviética, que
mostraba a la Cuba de Fidel Castro como
la respuesta a los problemas del hemisferio.
La solución, insistía, era el capital privado.
Por ello exhortaba a Nixon a que promoviera
las inversiones en México y en la región.
“Echeverría: dígale (dirigiéndose al
traductor) al señor presidente, que en el
discurso que voy a tener dentro de una
hora en el Congreso, ratifico mis tesis del
Tercer Mundo frente a las potencias...
“Nixon (interrumpiendo): la doctrina
Echeverría.
“Echeverría: Sí… porque si en América
Latina yo no tomo la bandera, nos la
quita Castro Ruz. Estoy perfectamente
consciente de eso…”
* * *
Escribió Montemayor acerca de la magnitud
histórica de esos días:
“… queda clara su afirmación reiterada
(de Echeverría) sobre Cuba como centro
de agitación y como base soviética de
penetración en todo el continente. Sólo
México, aliado con Estados Unidos, podría
frenar esa ola expansiva de agitación
cubana en Latinoamérica. Echeverría podía
aportar, además, su larga experiencia
para frenar en México la penetración perjudicial
de la isla desde el movimiento estudiantil
de 1968; Nixon podía confiar y
aliarse con él para detener la penetración
cubana y soviética con una idea diferente
de libertad y de cooperación económica
entre ambos países. Así, y esto era su
gran preocupación personal, podrían quitarle
la ‘bandera’ a Fidel Castro.
“Richard Nixon fue muy receptivo al
planteamiento de su colega mexicano y
no dejó dudas de su oposición a Cuba y a
Chile por considerarlos como ‘enfermedades’
sociales que podrían contagiar al continente
entero.”
De acuerdo con la textualidad de las grabaciones,
Nixon respondió de la siguiente
manera a la propuesta de Echeverría:
“Pero quiero decirle al presidente que
puede (…) contar conmigo para exhortar a
la comunidad de negocios estadounidense
a que invierta en Latinoamérica. Creo que
es de vital importancia para Estados Unidos
no permitir que la tragedia cubana infecte
al resto del Caribe y, eventualmente,
al resto de Latinoamérica. Y, francamente,
para serle muy sincero, creo que sería muy
perjudicial para todos nosotros que el expediente
chileno se esparciera por el resto del
continente. Sería un hemisferio muy enfermizo
si ésta fuera la tendencia del futuro.”
En la línea del pensamiento de Montemayor,
que a tantos enluta, me parece
claro que en esos días de junio de 1972
cobró forma o tomó impulso la decisión
de “limpiar” al continente de las enfermedades
sociales que podrían infestarlo.
Así, nacería la Operación Cóndor y el
3 de septiembre de 1973 moriría Allende
entre las llamas de La Moneda.
Echeverría pertenece a esa historia. ●
sábado, 6 de marzo de 2010
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