EDITORIAL

Año 8, número 3287
Sábado 13, marzo del año 2010
Tira la piedra…
Mientras el maltrecho César Nava reconoce ante los senadores que cometió un error al haber confiado en semejantes personajes y que eso no volverá a suceder nunca más (como si con eso fuera suficiente)
Al tiempo que de nueva cuenta reta a Enrique Peña y a Beatriz Paredes a pasar la prueba del polígrafo para saber quien miente. Pudiendo decir que por la actitud de todos los implicados en este vergonzoso asunto, se nota que los que lo chamaquearon fueron los experimentados priístas.
Todo este show, tratando por supuesto de desviar la atención del fondo del asunto, que sin duda es el acto delictivo de las alianzas y contra-alianzas en las que intervinieron los Gobiernos Federal y Estatal, y los propios Partidos Políticos.
Y desde luego de la podredumbre que es y ha sido la política y su sobada Democracia de acuerdos y pactos por debajo de la mesa, donde todos han quedado aún más que enlodados ante los ojos de la sociedad.
Por lo que poco es lo que hay que hacer o decir cuando el cinismo aparece de forma tan oprobiosamente tramoyista (válgase la expresión)
Las recientes declaraciones de Don Felipe Calderón haciendo un llamado a la clase política a la que prácticamente “regañó” por la imagen que se daba a los ciudadanos (y al mundo) “Debemos re-dignificar la política”, dijo.
Prácticamente tirando la piedra y escondiendo la mano, pues la vox pópuli dice que él es responsable de todo este caos. Pocos son los que creen que no estuvo enterado de todo, y desde un principio.
Si no es que fue quien lo maquinó. Porque quien lo haya planeado denota a todas luces que no es muy inteligente. Y cabe decir que lleva todo su sello personal.
Pero el resultado ha sido una auténtica bomba de tiempo que no se va a acabar con un borrón y cuenta nueva.
Gran daño le hicieron a la pseudo Democracia, pero puede servir para que muchos abran los ojos.