La Lámpara de Diógenes
domingo, febrero 21, 2010
La gente comenzó a llenar la plaza desde las dos de la tarde al tiempo que le repartían banderitas de ambos países. No faltaron las mantas del único partido que apoya a AMLO: "Bienvenido Evo Morales Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia". Cientos de personas se formaban frente a los arcos detectores de metal que habían sido instalados por la delegación política, la SSP-GDF y el Estado Mayor Presidencial (EMP) en los accesos al Jardín Hidalgo.
Las vallas metálicas que contenían a las personas que ansiosas deseaban ver pasar a Evo Morales en cada pasillo del jardín coyoacanense estaban a cargo del grupo masón del PRD de la Resistencia Civil Pacífica, que con poca organización y múltiples quejas cumplían su labor lo mejor que podían, mientras la gente gritaba emocionada: "¡Fuera (muera) Calderón¡"Finalmente llegó la comitiva diez minutos antes de las cinco de la tarde. Los acompañantes protocolarios se bajaron de sus vehículos, algunos rostros conocidos: Marti Batres, Gerardo Fernández Noroña y Porfirio Muñoz Ledo, quien no desperdició el momento de confusión, entre sahumeríos y recibimientos, para echarle unas furtivas fumadas a un cigarrillo.
Evo pasó presuroso frente a las personas que animosamente agitaban banderas bolivianas y mexicanas para desaparecer unos minutos en el interior de una de las carpas de la delegación Coyoacán había instalado. Cuando salió se dirigió directamente al templete, en donde fue recibido con gritos provenientes de miles de gargantas: ¡Evo, Evo, Evo!
Los discursos dieron inicio, algunos particularmente abucheados como el de Raúl Flores, delegado de Coyoacán. Otros más, en el predecible tono que nadie parece ya tolerar. De entre algunos grupos de personas, intentando apresurar a los oradores se escuchaba: ¡Evo, Evo, Evo!
Cuando por fin, el momento esperado llegó, Evo Morales sentenció que el compromiso de todos los movimiento sociales y populares también deben centrarse en la urgencia por preservar la vida en el planeta Tierra, dijo que el sistema capitalista no es la solución para los grandes problemas de la humanidad y resaltó que para gobernar, primero se necesita escuchar al pueblo y subordinarse a él. El discurso de Evo terminó con las esperanzadoras palabras: "Mucha fuerza hermanos y hermanas, pronto México se liberará", mientras en Internet empezaba una batalla entre los Trending Topics de México de Twitter, demostrando que la intolerancia está justamente entre los que tienen acceso a más recursos tecnológicos y particular miedo a su propia ignorancia que aquellos que sólo tienen, muchas veces, su coraje y dignidad.
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