martes, 10 de noviembre de 2009

ENVIADA POR UN SABINENSE DE, SABINAS!!!, BUENÍSIMA!!!

Luz y Fuerza: la verdadera historia
En una sala de Los Pinos están reunidos Felipe Calderón y sus principales colaboradores. Todos ellos están sentados en semi círculo alrededor de una mega televisión de plasma, de esas de 100 pulgadas, pagadas por supuesto con nuestros impuestos. Están viendo el partido de México contra El Salvador.
Haciendo lo que mejor sabe hacer (de hecho creo que es lo único que sabe hacer), Javier Lozano, el secretario del Trabajo, está echando bronca:
--¡Pinche árbitro, vendido! ¡Hasta pareces perredista, güey! ¡Hijo de tu electricista, madre! ¿Por qué no marcas penalty, baboso?
A su lado, siempre preocupado por los asuntos importantes del país, el titular de Hacienda, Agustín Carstens, comenta con inquietud:
--No me digan que ya se acabaron los chicharrones.
Ahí también está el líder nacional del PAN, César Nava, que como es muy bruto lleva puesta la playera de Brasil. Junto a él está Josefina Vázquez Mota, a la que ni le gusta el futbol y ni siquiera le entiende, pero ahí está haciendo bola, que es lo único que sabe hacer.
Sentado en un rincón, Genaro García Luna juega a la guerra contra el narco con unos soldaditos de plomo. Hasta cuando juega él solo, los criminales le ganan la pelea.
Detrás de la barra está el secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, quien insiste una y otra vez que no "no hay un plan B para los pobres", mientras prepara otra jarra de piña colada.
Al centro, claro, está Felipe Calderón que apenas puede ver el partido porque no termina de decidirse cuál de todas las playeras de futbol que tiene debe usar en esta ocasión. Termina por quedarse con la del Pachuca que es la única que no se le ve taaan grande.
Todos están que se muerden las uñas, pues a pesar de su evidente superioridad los muchachos de Javier Aguirre no logran amarrar el boleto para el Mundial de Sudáfrica, pues ese 1-0 se siente muy endeble. Carstens comenta con preocupación:
--¿Alguien sabe dónde quedó el guacamole?
Por fin, San Cuauhtémoc Blanco hace el milagro y mete un golazo como en sus mejores tiempos. Los gritos y las porras en Los Pinos no se hacen esperar. Fernando Gómez Mont sale al jardín a hacer la ola con los elementos del Estado Mayor Presidencial, mientras que la canciller Patricia Espinosa toma el teléfono para llamar a Barack Obama a fin de darle la buena noticia, pero para variar se equivoca de número y quien le contesta es Hugo Chávez.
Pese a la euforia general, Javier Lozano sigue peleándose con la televisión:
--¡Pinche árbitro, marca algo! ¡Pareces hermano de Zhenli Ye Gon! ¡Seguro te pagó Napoleón Gómez Urrutia! ¡Te voy a mandar una carta aclaratoria para desmentirte tu tarjeta amarilla, cabrón!
De repente, el veterano Paco Palencia saca fuerzas quién sabe de dónde y se avienta una de esas jugadas que nunca le vemos en los Pumas (de hecho nunca se la hemos visto en ningún lado) y clava un misil en la portería salvadoreña con todo un crack, o quizá como alguien que fumó crack, no lo sé.
El gol de Palencia hace que Carstens lance por los aires las tostadas de tinga, Javier Lozano se atraganta con su propia lengua hasta ponerse morado, de puro gusto Genaro García Luna saca la pistola y lanza tres tiros al aire, y el siempre callado Luis Felipe Bravo Mena se desgañita gritando "nos vamos al mundial... nos vamos al mundial".
En efecto, el golazo de Palencia amarra el pase de México al Mundial del próximo año. No hay de otra. Los azules comandados por Carlos de los Cobos no tienen manera de revertir el resultado: el Tri está del otro lado del charco.
Con la certeza del pase al Mundial, Felipe Calderón apura su tequila, al parecer el duodécimo de la tarde, se quita la playera del Pachuca, saca su pluma fuente y con la mano izquierda firma en ese momento el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro.
La operación es impecable: con todo el mundo festejando en el Ángel de la Independencia, ni siquiera los broncudos electricistas se dan cuenta de lo que pasa. En sólo tres horas, la PFP toma todas las instalaciones de Luz y Fuerza y echan a los pocos trabajadores que ahí estaban.
Para cuando se dan cuenta de lo que está ocurriendo ya es demasiado tarde, ya están sintiendo toques en una zona donde a los hombres nos duele muchísimo. Toques, joven, toques. Y así les bajaron el switch.

MAÑANA NOS TOCA A TOD@S BAJARLE AL SWITCH, PA´QUE LES DUELA......MUY MACHITOS!!!

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