martes, 20 de octubre de 2009

2 DE PROCESO


Mayoría priista apoya incremento al IVA; se fractura bancada tricolor
LA REDACCIóN
MÉXICO, D.F., 19 de octubre (apro).- MEXICO, D.F., 19 de octubre (apro).- Dividida, la bancada del PRI en San Lázaro acordó apoyar el incremento del IVA del 15 al 16 por ciento."No podemos apostarle a que el país siga mal. Anteponemos nuestros intereses partidarios a la situación del país que se ha deteriorado por la ineficacia de los gobiernos panistas", justificó el coordinador de los priistas, Francisco Rojas en conferencia de prensa posterior al cónclave de su partido.La decisión de apoyar el incremento al IVA consiguió 124 votos a favor por 41 en contra. La fracción del PRI también aprobó el aumento de 54 a 59 dólares al precio del barril de petróleo, a fin de contrarrestar la recaudación de 71 mil millones de pesos que el gobierno pretendía obtener con el nuevo impuesto de 2%, que los priistas también rechazaron.
Con su nueva propuesta el PRI pretende que el gobierno tenga un ingreso adicional de 116 mil millones de pesos.
El pasado viernes 16, el grupo parlamentario del PRI se pronunció por subir de 15 a 17% el IVA, y con sus gobernadores hizo corridas para ver si con esa modificación podría resarcirse la entrega de dinero a los estados vía Presupuesto de Egresos y como producto del impuesto de 2%. Dos días después, el domingo 18, al mediodía, los priistas volvieron a reunirse. Fue entonces cuando determinaron que propondrían solo un punto porcentual al IVA, de manera que en las zonas fronterizas del norte, donde se cobra 10% de IVA, pasaría a 11%, y en el resto del país se incrementaría de 15 a 16%, medida con la cual podrían obtenerse de 25 a 30 mil millones de pesos.
Y más: en su plenaria aprobaron que en lugar de los 54 dólares que el gobierno federal propuso como precio para el barril de petróleo, este aumente a 59 dólares, es decir, cinco dólares más, lo que le representaría a las arcas federales un ingreso de cuando menos 45 mil millones de pesos, que sumados al IVA darían entre 70 y 75 mil millones, mismos que contrarrestarían los 71 mil millones de pesos que supuestamente se recaudarían con el impuesto de 2% que propuso Calderón y que los priistas rechazaron desde el 8 de septiembre, día en que el Ejecutivo federal envió su proyecto a la Cámara de Diputados.
La decisión asumida por el PRI la noche del viernes y modificada este lunes, luego de siete horas de discusión al interior del grupo parlamentario, provocó jaloneos entre los legisladores, pues muchos de ellos consideraron que se le estaba haciendo la tarea al gobierno de Calderón, ya que se entendería que eran ellos quienes estaban proponiendo el aumento en los impuestos.
A raíz de ello, los diputados priistas, encabezados por Francisco Rojas, emitieron un comunicado de prensa, en el que establecieron claramente que tanto el 2% como el aumento al IVA de 15 a 16% fueron "propuestos" en la mesa de negociación por la Secretaría de Hacienda.
Dice el texto: "La fracción parlamentaria del PRI sostiene un intenso debate en su interior sobre la iniciativa del presidente de la República de incrementar diversos impuestos, como el inicial 2% de contribución, así como la nueva propuesta generalizada al IVA de 16%, propuestos en la mesa de negociación por la Secretaría de Hacienda".
Frente a la diferencia de opiniones al interior de la fracción priista, esta se reunió hoy por más de siete horas, tras lo cual 41 diputados rechazaron el aumento de 16% al IVA, dado que consideraron que el costo político recaerá en ellos y no en el gobierno federal.
La fracción del PRD, que tiene 71 legisladores, manifestó su rechazo al aumento del IVA.Alejandro Encinas, coordinador de los perredistas, manifestó que cualquier impuesto nuevo al consumo profundiza la crisis, y lo que hay que hacer es buscar dónde hay recursos.
La propuesta del PRI también contempla aumentar el déficit para que quede en 0.7.5%, en tanto que el gobierno lo ubica en 0.5%. Además, sugiere que el Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS), que es el gravamen que se aplica a la cerveza y al alcohol, sea de 1.5% y no de 3%, como lo propone el gobierno, bajo el argumento de que subirlo afectaría las fuentes de empleo.
En cuanto al impuesto de 4% a las telecomunicaciones que propone Felipe Calderón, el PRI y PAN sugieren que sea de 3%, cifra avalada por el PRD, siempre y cuando se excluya el Internet.También se propone un impuesto a depósitos en efectivo que quedaría con una tasa de 3%, con lo que la exención se reduciría a 15 mil pesos, en lugar de los 25 mil pesos propuestos por el gobierno federal.
El único aspecto en el que existe coincidencia entre el PRI, el PAN y el gobierno es el de subir el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y que la tasa pase de 28 a 30%. Sin embargo, el PRD se opone rotundamente, al igual que el PT, pues considera que el paquete económico será recesivo e inflacionario, además de que no se toma en cuenta la creación de empleos.
La reunión de la Comisión de Hacienda inició este lunes a las 21:30 horas, con el planteamiento de que se apruebe la propuesta del PRI para que sea sometida mañana al pleno de la Cámara de Diputados. Al respecto, Rojas comentó: "Estamos en contra del aumento de impuestos, pero también entendemos que no podemos poner en riesgo al pís, actuando irresponsablemente"En la encerrona priísta, hablaron a favor de incrementar el impuesto los diputados de los estados de México, encabezados por Emilio Chuayffet; los de Oaxaca, Puebla e Hidalgo, mientras que en contra se manifestaron los legisladores de Veracruz, Sinaloa y algunos de Tamaulipas. El líder de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Cruz López, también habló en contra de la propuesta. El dirigente, que agrupa a 80 de los 237 diputados del PRI, aseguró que aumentar el IVA no es transitable.Se espera que mañana pueda sesionar la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.

Felipe Calderón y Mr. Hyde
JAVIER SICILIA
Contra lo que se esperaba de un hombre formado en el humanismo cristiano, Felipe Calderón tomó desde el principio el camino contrario. Una especie de esquizofrenia, comparable a la que habitaba al Dr. Jekyll, el personaje de Robert Louis Stevenson, lo ha ido convirtiendo en una especie de Mr. Hyde de la política en cuya personalidad ya casi no queda rastro del humanista.Desde el inicio, desde que tomó la tribuna legislativa para entronarse como presidente en unas elecciones tan turbias como abusivas, su política ha sido la violencia. A la guerra contra el narcotráfico, con la que su triunfalismo abrió su gestión, ha sumado ahora un paquete fiscal no menos violento y contraproductivo.Las razones están a la vista. La guerra contra el narco no sólo ha generado y continúa generando una inmensidad de asesinatos y secuestros en condiciones que no habíamos visto desde la Revolución –torturados, descabezados, colgados en los puentes con mutilaciones sexuales–, sino que además ha generado una inmensa cantidad de negocios improductivos que se cargan a cuenta de la gente. En un artículo escrito en 2001, La economía y el narcotráfico (Proceso 1275), cuando Vicente Fox sentó las bases para esa guerra, mostraba los costos que esa guerra acarrearía. Para imaginarla pensemos en un iceberg invertido. Abajo se encuentra el 7% de los beneficios ilícitos que produce el narcotráfico, arriba, el 93% de los negocios limpios e improductivos, cargados a los contribuyentes, que genera el gobierno para su combate: policías, jueces, cárceles, logística policiaca, Ejército fuera de sus recintos. Ahora, a esa carga inmensa, Calderón le suma otra igual de violenta y contraproductiva: más impuestos. Ajenos a la realidad del país, encerrados en abstracciones matemáticas y variables económicas, los expertos calderonistas –que jamás se han subido al Metro ni caminado las calles del país, que han transitado de las aulas de Harvard o de las oficinas gubernamentales a los cubículos de Hacienda con salarios altísimos cuyos costos los pagan quienes producen–, han decidido, contra toda la realidad microeconómica de los mexicanos, aumentar los ya de por sí desproporcionados impuestos.Hasta el siglo XIV, el pago de impuestos, con excepción de las contribuciones excepcionales para la guerra, era visto como un deshonor, como una vergüenza reservada a los países conquistados, como el signo visible de la esclavitud. Esa visión se encuentra por todas partes en la literatura de la época, lo mismo en el Romancero que en el Ricardo II de Shakespeare: “Esta tierra (...) ha hecho una vergonzosa conquista de sí misma”.Con la consolidación de los estados absolutistas, y después, con la emergencia de los Estados nacionales, los impuestos adquirieron legitimidad. Sin embargo, los abusos en ese rubro se vieron siempre como un signo ominoso. Por ejemplo, desde el ascenso de Enrique IV, quien cargó al pueblo con impuestos arbitrarios, hasta la Revolución Francesa –una de cuyas causas tuvo que ver con esos abusos–, Francia fue vista por todos los otros países europeos como el pueblo esclavo por excelencia, el pueblo que estaba a merced de su soberano como un rebaño.La política hacendaria de Calderón es de ese mismo cuño. Calderón y sus muchachitos de gabinete no miran que los impuestos que ya existen son una dura carga no sólo para las pequeñas empresas, sino para la cada vez más grande mayoría de gente que trabaja mediante recibos de honorarios. Esta gente, que carece de seguridad social, de prestaciones –no se les pagan vacaciones ni aguinaldos y pueden ser despedidas en cualquier momento sin indemnización– deben ya pagar IVA y IETU. Aumentarles los impuestos es arrojarlos más allá de la esclavitud. Si a eso se agrega el 2% a toda la población, la miserabilización cundirá por todas partes. Ese impuesto, que se pretende destinar a un programa de dádivas –Oportunidades, pese a la demagogia de Calderón, es una caridad burguesa–, lejos de solucionar el problema, lo aumentará. Aun cuando ese dinero llegara completo a sus destinatarios –cosa que la corrupción impedirá–, la paralización del trabajo y las condiciones de esclavitud a la que la mayoría de la población deberá someterse para pagarlo hundirán más al país. Los pobres, en los que Calderón trata de escudarse, no necesitan ese 2%. Su economía –y eso es lo que ha salvado al país de la ruindad de sus gobernantes– se mueve en una economía paralela y desenchufada del sistema.Lejos de solucionar algo, los impuestos, como la absurda y contraproductiva guerra contra el narco, terminarán, como sucedió con la Francia de Enrique IV, por poner a la gente a merced de un soberano desquiciado, de un cristiano transformado en un Mr. Hyde al servicio de una clase política venal y tan contaproductiva como corrupta.En su novela, Robert Louis Stevenson salvó al Dr. Jekyll matando a Mr. Hyde mediante el suicidio del doctor. Calderón podría salvarse también con el suicidio político del personaje que lo posee, es decir, renunciando o girando hacia un verdadero humanismo cristiano su política. ¿Tendrá la lucidez de Jekyll para hacerlo? Es difícil. En todo caso, alguien, quizá la propia gente, tendrá, como los franceses de 1789, que obligarlo.Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a los presos de Atenco y de la APPO, y hacer que Ulises Ruiz salga de Oaxaca.os, donde la mayoría priísta y el PAN ya están de acuerdo en incrementar el IVA.

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