Felipe Calderón se va de los pinos
Se rinde Calderón. La madrugada de hoy presentó su renuncia irrevocable en una ceremonia privada
Alfredo García
28-Diciembre-2009
UNA RENUNCIA ESPERADA
En un acto sin precedentes en la historia de México, el Presidente deja el país por la puerta trasera. En 2006 comenzó su mandato con la mitad del electorado en contra y hoy, tres años después, sin dar la cara, se va con el repudio de gran parte de los mexicanos
Aunque la exclusiva fue lanzada simultáneamente por dos sitios de Internet, y sólo espera su confirmación en las próximas horas por Comunicación Social de la Presidencia de la República, la noticia ya dio la vuelta al mundo: Felipe Calderón presentó su renuncia irrevocable como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Calderón Hinojosa resignó la banda presidencial en manos del magistrado Guillermo Ortiz Mayagoitia, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyo alto nombramiento expira por cierto el año 2010. La escueta ceremonia tuvo lugar a altas horas de la noche, en el salón de Embajadores de Palacio Nacional, resguardado por un cuerpo de élite del Ejército Nacional. Los concurrentes al insólito acto apenas rebasaron una veintena de personas.
Los portales Qetzalkóatl 2000 y SuavePatria.com, de creación reciente, operados por dos equipos de jóvenes regiomontanos doctorados en periodismo por la Universidad de Paysandú y por el Instituto de Altos Estudios de Curazao respectivamente, lanzaron la bomba institucional los primeros minutos de este domingo.
Al parecer, una transmisión del acto por televisión abierta en cadena nacional fue descartada en los primeros minutos de la madrugada. La oficina de la Presidencia decidió filtrar por el momento la información solamente a dos sitios de élite de Internet, así como a dos o tres periódicos centroamericanos, con la supuesta intención de ir preparando a la opinión pública.
El vacío de poder que esta situación crea será resuelto no antes del próximo miércoles 30 de noviembre, según fuentes de alta confidencialidad de Los Pinos. Las tendencias más fuertes son las que se manifiestan en favor del propio Ortiz Mayagoitia, titular del Poder Judicial de la Federación, y de Margarita Zavala, hasta el sábado primera dama de la Nación.
UN PRESIDENTE CUESTA ARRIBA
Llega así a su término un mandato presidencial que había sido severamente cuestionado desde sus primeros momentos. Desde antes que tomase posesión, políticos opositores y líderes de la opinión pública habían demandado una segunda vuelta electoral, o bien una presidencia interina para convocar a nuevas elecciones, aunque nunca un alargamiento del mandato de Vicente Fox para que organizara éstas. El juramento presidencial, llevado a efecto en el Palacio de San Lázaro la mañana del 1 de diciembre de 2006, estuvo signado por el intento de golpe de Estado que protagonizaron las fracciones parlamentarias del PRD, el PT y Convergencia Democrática.
“Sólo la prudencia política del PRI –en palabras del magistrado Ortiz Mayagoitia, recogidas por El Universal apenas el pasado sábado-, así como el probado oficio de los medios de comunicación y la madurez de la opinión pública pudieron detener este golpe de mano, que habría arrojado al país al infantilismo institucional, a la anarquía cívica y a la violencia generalizada de los cárteles del narcotráfico”.
Y lo que resulta más curioso: la renuncia tuvo lugar en momentos y circunstancias que recordaron vivamente la toma previa de posesión, ocurrida en los primeros minutos del 1 de diciembre, también en una solitaria sala de Palacio Nacional, donde sólo comparecieron el mandatario saliente Vicente Fox y un pelotón del Ejército. Así pues, el principio y el fin de este período ocurrieron, en palabras improvisadas de los comentaristas regiomontanos de SuavePatria.com, “en el secreto y como bajo el resguardo de la noche: Calderón se fue como había llegado: por la puerta trasera, a escondidas de la opinión pública”.
LLEVADO POR LA MALA
Desde su campaña presidencial, el morelense había recalcado su afición por una canción michoacana, “El hijo desobediente”. Sin embargo, el himno oficial de su mandato pareció ser otra canción tradicional, la que se intitula “Llevado por la mala”. En efecto, algunos comentaristas, sobre todo de provincia, señalaron con piadosa intención el hecho de que Felipe parecía un presidente con mala suerte.
Rememoraban, para ello, toda clase de circunstancias: la antipatía de la pareja presidencial Vicente Fox-Martha Sahagún hacia un precandidato débil, de baja estatura, con una voz quebrada nunca se supo si por la impotencia o por el nerviosismo. La tremenda ventaja que le sacaba en lasencuestas preelectorales un candidato opositor, López Obrador, cuya principal gracia y mérito consistían en haber aparecido minuto y medio a diario, durante cinco años, en los noticieros de la empresa Televisa.
Añadían la forma tan penosa como había conseguido remontar una desventaja que parecía definitiva, gracias al empuje de una campaña sucia que le diseñaron sus estrategas y los del presidente saliente Vicente Fox. Hasta llegar a la noche del 2 de julio, noche de cuchillos largos electorales, cuando un medio punto porcentual determinó a duras penas el triunfo del michoacano. Esos mismos comentaristas hacían mención luego a los cinco turbulentos meses que siguieron, período de desgobierno y protestas callejeras, cuando el presidente Fox a duras penas sostenía las riendas del mando, cuando el Tribunal Electoral Federal se resistía a nombrar a Calderón presidente electo, abonando con ello toda suerte de suspicacias y sospechosismos.
LA GUERRA DEL NARCO
Gabriel Contreras, cronista de la revista Gatopardo, había informado que la lectura de cabecera de Felipe Calderón, en el mes de noviembre, había sido “Diario de la Guerra del Cerdo”, del novelista argentino Adolfo Bioy Casares. El dato ilustra quizá el estado de ánimo de un presidente que apostó, como en un pacto antifáustico, su conciencia, su imagen pública y su período de gobierno a la semi militarización del país, poniendo bajo el control del Ejército las diez o doce principales capitales de provincia, donde se ha vivido prácticamente un régimen de baños de sangre cotidianos, en los tres años justos que alcanzó a durar su sexenio.
La violencia que se vivió durante este período ha sido la más grave registrada entre nosotros desde los tiempos de la Revolución Mexicana. Merced a ella, ciudades como Juárez, Torreón y Monterrey se parangonaron con otras capitales de la barbarie como Bagdad, la Franja de Gaza y Kabul. Sin embargo, los narcotraficantes actuales no son robavacas con ideales como aquellos que iniciaron la Revolución Mexicana. Son capitalistas de chequera y metralleta, hombres de empresa con rólex y camioneta blindada, capitanes de industria con avioneta particular y campo privado de golf.
Son especímenes del capitalismo salvaje, y no prohombres de una violencia utópica. Los ideales son el único lujo que no se pueden permitir. Son la tela inconsútil que dejan a los miembros del EPR para que cubran con ella sus andrajos. Los cárteles del narco son las únicas entidades violentas que cuentan con capacidad económica y con capacidad de fuego. Y aun cuando el cártel de Sinaloa, el de Juárez y el de Tijuana llegaron a integrar una federación, ninguno de ellos en particular está interesado en coordinarse con los otros para derribar al Estado mexicano. Por más que las instituciones se hayan mostrado débiles durante el mandato de Felipe Calderón, el objetivo principal de los cárteles ha sido el lucro y la ganancia, no la toma del poder político ni la reivindicación masiva de los pobres.
Fue el mismo cronista Gabriel Contreras, de la revista Gatopardo, quien ratificó en su reportaje: “Calderón, un hombre sin privacía”, las informaciones que habían corrido hasta entonces de manera oral, en el sentido de que el presidente se había vuelto adicto a la bebida, siguiendo también en esto los pasos de su mentor, el filósofo panista Carlos Castillo Peraza. A decir de sus allegados, la afición por las bebidas alcohólicas se acentuó hasta niveles preocupantes, sobre todo a partir del accidente de aviación en el que falleciera el joven secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño. Al parecer, Calderón prefería la ginebra inglesa Beefeater y un whisky de los Highlanders de Escocia, sin marca comercial, que se envasa para distinguidas personalidades mundiales como el cantante Bono, el Nobel Gabriel García Márquez y Frédéric Miterrand, sobrino del famoso ex presidente y actual ministro de Cultura en el gabinete de Sarkozy en Francia, famoso últimamente por ciertos escándalos que protagonizara en burdeles homosexuales de Tailandia.
LO QUE RESTA
Margarita Esther Zavala Gómez del Campo nació en la ciudad de México el 25 de julio de 1967. Conoció a Felipe Calderón Hinojosa en el Partido Acción Nacional e iniciaron su noviazgo en la ciudad de Morelia. Es abogada por la Escuela Libre de Derecho. Desde 1990 ha alternado su labor política con el trabajo en diversos bufetes jurídicos, así como la docencia en la materia de Derecho. En el Partido Acción Nacional se desempeñó como Directora Jurídica del Comité Ejecutivo Nacional y como Secretaria Nacional de Promoción Política de la Mujer, de 1999 a 2003.
Es consejera nacional del PAN desde 1993. Ha participado en diversos foros y conferencias encaminadas a fortalecer la equidad de género, entre ellos la Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), donde participó como ponente con el tema de Derechos de las Mujeres. Es uno de los miembros fundadores de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de las Mujeres. En el mes de junio del 2008, ya como primera dama de la Nación, presentó la campaña de información “Para una nueva vida”, que busca proveer a los padres de familia de información que contribuya a la prevención de adicciones entre niños y jóvenes: esta lucha contra las adicciones se ha convertido en un tema prioritario en su agenda.
A diferencia de su antecesora Martha Sahagún, tiene una amplia experiencia política y una sólida preparación académica. Durante el gobierno de Felipe Calderón (1 de diciembre de 2006 a 27 de diciembre de 2009) se hizo notar, si puede decirse, por su discreción, su mesura y su firmeza. Hasta el momento, es la candidata más fuerte a suceder a su cónyuge en la primera magistratura de la Nación, como presidenta sustituta, con el mandanto de convocar a elecciones generales en el término de un año.
Guillermo Iberio Ortiz Mayagoitia nació en Misantla, Veracruz, el 10 de febrero de 1941. Es un distinguido jurista y ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No tiene parentesco directo con su homónimo Guillermo Ortiz, hasta hace unos días gobernador del Banco de México.
Actualmente preside el máximo tribunal de la nación, función que cumplirá hasta el 31 de diciembre de 2010. Estará a cargo de la oficina de la Presidencia durante unos días, mientras el Congreso federal ratifica a Margarita Zavala como titular de la máxima magistratura de la Nación.
¡Feliz dia de los inocentes!
VIDAS PARALELAS
Podemos señalar algunas similitudes interesantes entre los mandatos de Felipe Calderón (2006-2009) y el de su paisano Pascual Ortiz Rubio (1930-1932). Ortiz Rubio (Morelia, 1877 - México, 1963) estudió en la Escuela Nacional de Ingenieros de México y se tituló como topógrafo en 1902. En 1910 se unió al movimiento maderista. Fue diputado federal durante la presidencia de don Francisco I. Madero, y junto con todos los integrantes de esa Legislatura, la primera del México moderno, fue llevado a prisión el 15 de febrero de 1913, con el triunfo del cuartelazo del general Victoriano Huerta. Ejerció su profesión de topógrafo en Michoacán e intervino en la política local, primero como diputado y luego como gobernador (1917-1920). En 1920 fue nombrado secretario de Comunicaciones y Obras Públicas en el gabinete de Adolfo de la Huerta y después en el del general Álvaro Obregón. El presidente Plutarco Elías Calles (1924-1928) lo nombró embajador en Alemania, y posteriormente en Brasil. De éste último puesto fue convocado por el presidente Emilio Portes Gil, para que se convirtiera en candidato presidencial del flamante Partido Nacional Revolucionario, que el entonces mandatario había organizado por instrucciones del mandatario saliente Plutarco Elías Calles, el autonombrado Jefe Máximo de la Revolución. Ortiz Rubio triunfó en unas elecciones muy reñidas contra el candidato independiente José Vasconcelos Calderón, antiguo rector de la UNAM y secretario de Educación del general Álvaro Obregón, así como uno de los intelectuales más destacados que ha dado México. Tomó posesión el 5 de febrero de 1930, en medio de un magno descontento nacional, que de algún modo prefiguraba el que se desbordaría por parecidas razones el 1 de diciembre de 2006. El mismo día de su toma de protesta fue víctima de un atentado con proyectiles de bala que le dejó heridas en el rostro y lo obligó a dejar el poder en manos de sus colaboradores, durante un lapso de sesenta días. Los seguidores de Vaconcelos, jóvenes universitarios en su mayoría, se agruparon finalmente para dar origen al Partido Acción Nacional, el primer partido de la derecha moderna en México. El periodista Luis Calderón Vega, padre del presidente que acaba de dimitir, fue testigo presencial de todos estos hechos, y uno de los fundadores de la nueva agrupación política. Ortiz Rubio ostentó el mando del país hasta el 4 de septiembre de 1932, cuando se vio obligado a renunciar por la oposición generalizada a su gobierno por parte del Congreso, de los gobernadores de los estados y del propio general Plutarco Elías Calles, el Carlos Salinas de Gortari de aquel entonces. Antes de irse, y haciendo eco de la atmósfera de golpe de Estado que se respiraba en esos momentos en el país, declaró: “Salgo con las manos limpias de sangre y de dinero; prefiero irme y no quedarme aquí sostenido por las bayonetas del Ejército mexicano”. (¿Alguien recuerda el lema ‘Manos limpias’, que empleó Felipe Calderón durante su campaña presidencial? La correspondencia, de tan exacta, parece borguesiana.) Ortiz Rubio partió al exilio. En 1935 regresó al país, cuando el presidente Lázaro Cárdenas lo nombró gerente de la flamante compañía Petromex, antecedente del gigante energético y presupuestal PEMEX. Durante su gobierno se fundó la Comisión Nacional de Turismo, se promulgó, el 28 de agosto de 1931, la trascendental Ley Federal del Trabajo y ese mismo año México ingresó en la Liga de las Naciones.
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