domingo, 28 de marzo de 2010

EL MONTERREY DE LÓPEZ DÓRIGA

15 Diario.com
Nora Carolina Rodríguez
“La verdad es que yo no sé en qué momento Monterrey entró en la vorágine de violencia y caos en la que está hundida, y con ella cientos de miles de regios de bien. Hablo de la ciudad más industriosa del país, con la gente más empeñada en salir adelante, donde todo ha florecido al punto de ser un modelo aspiracional, tanto que ellos mismos determinaron su marca, regio, que más que un gentilicio es una actitud. ¿Qué hacer cuando la delincuencia del narcotráfico se ha apoderado de una plaza y esa plaza es nada menos que la segunda ciudad más importante del país? ¿Es éste el símbolo de la derrota del Estado mexicano y, con él, de la sociedad toda? Si la delincuencia ha hecho lo que ha hecho con una ciudad de esa magnitud, ¿qué hará con otras menores y poblaciones olvidadas de la mano de Dios? No sé cuál sea la solución. Pero sí sé que la situación no puede dejarse como está, en caída libre. Y no lo podemos permitir, seamos o no regios. Porque si Monterrey cae del todo, el país, todo, le seguirá."
Joaquín López Dóriga,

Respuesta a Joaquín López Dóriga
Estimado Joaquín:
En realidad ni te conozco, menos te voy a estimar. Mira, si conocieras la historia de Monterrey, no usarías tan a la ligera esos adjetivos acerca de la industriosidad, del modelo para seguir adelante, y esas cosillas. Si supieras que el capitalismo se asentó desde hace muchísimo tiempo en nuestra ciudad, en nuestra entidad, si tuvieras claro que el modelo neoliberal es el que inspira a los forjadores de nuestro dizque gran progreso, y si estuvieras de acuerdo en que esto representa la explotación irracional de los seres humanos, pues entonces trataría de medir mejor tus expresiones acartonadas.
Monterrey siempre ha sido una plaza caliente. Siempre se ha disputado la posibilidad de exprimir a obreros y empleados. Siempre ha sido un lugar nada árido, nada abandonado, un lugar rico pero en capitales. Y como bien sabemos, los capitales están en manos de unos cuantos, y lo digo en masculino. El capital no se comparte, no se reparte, ni es para discutirse. El capital es de los capitalistas, y si hoy los capitalistas son los que invierten sus ganancias -de donde provengan- para blanquear el dinero, a quién le importa. Si eso va a generar empleos, aunque sea en empresas fantasmas que duran un suspiro, si eso va a redituarles ganancias a quienes lo blanqueen, el capital es el capital. La explotación sigue y seguirá siendo la explotación. Que hoy se quedan sin trabajo nosecuántos obreros, no importa, nunca ha importado, no veo la diferencia de si el dinero es de los garzasadas, zambranos, guzmanleyvas, beltranleyvas, osielescarrillos, garzalamadres, o lo que sea.
¿Qué sabes tú de maquiladoras con tres turnos, qué sabes tú de obreros y obreras saliendo de su chamba a las 2 de la mañana, que al dirigirse a sus casas son extorsionad@s por las policías, qué sabes tú de niños y niñas que se han quedado en la orfandad y en el pasmo perdiendo a padres o hermanos a punta de metralleta delante de sus ojos?
Mira, tontín, si Dios existiera no tendría compasión de los que maltratan a los seres humanos, de los que son capaces de torturar, decapitar, matar inocentes; no tendría medida para castigar, con varas y cuartas a quienes actuasen de tan pésima fe (y forma) contra su prójimo. Tu labor televisiva es la de desinformar, la de confundir, la de perogrullar, la de decir estupideces y cuestionar si el estado mexicano está derrotado. Eso ya ni se pregunta. Es obvio. Por ahí puedes continuar, no te has dado cuenta que siendo cómplice del espurio y de los Azcárraga, tú y ellos han ido sumiendo al país (nuestro país) en la ruina y desolación.
Si por decir burradas te pagan, pues por ahí dale, la sociedad toda está despertando y está cuestionando qué tiene esto que ver con tu tal Dios y qué responsabilidad tienen los dirigentes usurpadores. Y ten cuidado, retontín, porque el panorama puede revertirse contra ti y los capitalistas, sean éstos blanqueadores de dólares o inversores ingenuos.
Las cosas se están poniendo bastante difíciles y el pueblo no puede aguantarse toda la vida. Yo que tú, mejor me callaba (o me abstenía de decir burradas).
Nora Carolina Rodríguez

EL SAQUEO DE PEMEX

Autor: Álvaro Cepeda Neri
Sección: Ex Libris
28 Marzo 2010
En más de nueve años, la fallida alternancia convertida en fracaso de los panistas encabezados por Fox, Mart(h)a, Calderón, Mouriño, Nava y sus principales almas azules demostró que son unos pillos. Para el diccionario, son ladrones; administrativamente, prevaricadores. El Código Penal los tipifica como rateros, por practicar exitosamente el delito de robo. Para la Constitución, son una banda dedicada al enriquecimiento ilícito. Y, desde Calderón hasta el último de ellos, servidores públicos que, por sus actos y omisiones, han afectado “la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia” en el desempeño de sus empleos, cargos y funciones, que los hacen candidatos al juicio político, deslinde de responsabilidades penales y encarcelamiento.
Estamos ante la posibilidad real, por segunda vez, después de Santa Anna, de enjuiciar a un presidente de la república: Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, para que responda de sus actos, omisiones y complicidades y, por primera ocasión, fijar el precedente de que quien traicionó el juramento de “guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen”, y al no haber desempeñado leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República, sea demandado por la Cámara de Diputados ante la de Senadores, para que éstos, constituidos en jurado, dicten la sentencia.
Sin que sea el libro Camisas azules, manos negras: el saqueo de Pemex desde Los Pinos, escrito por la reportera Ana Lilia Pérez, una investigación de Ministerio Público, aunque sí resultado del acucioso, metódico y verídico periodismo de investigación que lleva practicando sistemáticamente, tiene las características documentales para que diputados federales y senadores, con su guía, se dieran a cumplir con su obligación constitucional de completar esa investigación para deslindar responsabilidades, al menos a tres o cuatro, quizá a cinco servidores públicos, como presuntos delincuentes (de esa otra delincuencia organizada en el y desde el poder público de la Presidencia de la República como administración pública federal centralizada y paraestatal, en el siguiente orden: Calderón, Nava, Mouriño (post mórtem) y Reyes Heroles González de la Garza (el de la cartita a Proceso, 28 de febrero de 2010, queriendo sacarle el bulto a las imputaciones periodísticas), y a la señora Georgina Kessel.
El trabajo de Ana Lilia Pérez es la punta del hilo de una corrupción desde el foxismo a las “manos limpias” de Calderón y los calderonistas, quienes, desde hace casi una década, han estado robándose, por todos los medios –tráfico de influencias, coalición de servidores públicos, uso indebido de atribuciones y facultades, peculado y enriquecimiento ilícito– la riqueza petrolera, como nunca antes una pandilla presidencial. El índice onomástico del libro es, con sus excepciones, la regla general donde aparecen los pillos del Partido Acción Nacional que llegaron con tal voracidad depredadora que “¡hoy, hoy, hoy!” representan el excremento politiquero, cuya peste asfixia la vida pública.
Desde la primera hasta la cuarta parte, con sus capítulos (“Los hombres del presidente”, “La familia incómoda”, “Camisas azules, manos negras” y “Negocios privados de hombres públicos”), la reportera va fundamentando, con la veracidad de los hechos consumados y documentales, la rapiña del abogado Nava, el secretario Mouriño, de Mart(h)a e hijos (los bribones Bribiesca e hijastros de Fox), del diputete Nordhausen, el imperio saqueador de Saint Martín, las tropelías de Juan Bueno Torio, la pugna por la rapiña de Reyes Heroles y Mouriño, y el espionaje azul-calderonista de Rosendo Villarreal.
Miguel Ángel Granados Chapa, prologuista y presentador del libro, afirmó: “Felipe Calderón tiene que responder a los delitos de sus colaboradores, de sus subordinados. Que no se vaya sin responder” (Reforma, 28 de febrero de 2010). Y es que la autora-reportera ha publicado un documento singular: es el expediente periodístico, político y socialmente más completo, donde danzan en la impunidad los “honrados y honestos” panistas que “orinan agua bendita” sobre la tumba de Gómez Morín.
La reportera, rastreando sin concesiones de ninguna especie la información sobre el binomio corrupción-impunidad, con nombres, hechos, actos y omisiones que imputan responsabilidades, ofrece a los lectores todas las pistas del saqueo a Petróleos Mexicanos (Pemex) en lo que va de la última década a partir del devastador foxismo y su continuidad voraz, ambos al amparo del abuso del poder presidencial. Y todo apunta para que Calderón y su pandilla sean llevados a juicio político y después a juicio penal. Pieza clave de ese pillaje fue Mouriño, y no debe descartarse su “accidente” como una eliminación para tratar de romper la cadena de atracos que dificulten las pesquisas judiciales, constitucionales y periodísticas. Esto, empero, no fue obstáculo para Ana Lilia Pérez.
El libro no tiene desperdicio. Página a página, su contenido es de una precisión en sus datos y juicios para analizarlos y tener la más completa revisión de los árboles y del bosque de Pemex por donde andan los ladrones calderonistas ensimismados en la rapiña.
Ficha bibliográfica:
Autora: Ana Lilia Pérez
Título: Camisas azules, manos negras: el saqueo de Pemex desde Los Pinos
Editorial: Grijalbo, 2010
cepedaneri@prodigy.net.mx

MAXIMILIANO Y SUS DOMADORES DE LA PRENSA

Autor: Álvaro Cepeda Neri
Sección: Defensor del periodista
28 Marzo 2010
Es un lugar común referirse a los dobles espías, ya sean personajes reales (y precursores) o de novelas, donde esos astutos policías de muy alto rango aparecieron desde siempre para llevar y traer información a los gobiernos y espían a las empresas. Abundan entre políticos para enterarlos de lo que hacen sus competidores, enemigos o adversarios, como lo documentan las revistas Proceso y Contralínea. Un espionaje que encabeza el Centro de Investigación y Seguridad Nacional y otro que organizó el gobierno mexiquense para allegarse confidencialidades que le sirvieran para sus fines futuristas en marcha. Los espías, por lo general, sirven a dos amos y cobran por sus servicios clandestinos.
Los directores de comunicación, falsos y auténticos “azules”, pues los hay de extracción priista (el Partido Revolucionario Institucional sigue siendo semillero de candidatos con disfraz de todos los partidos), la hacen de espías dobles. Por lo general, buscan a periodistas de cualquier nivel (en radio, televisión o prensa escrita) para sopearlos y, supuesta o realmente, les pasan algunos tips a cambio, luego regurgitan lo que llevan en el “buche” a sus jefes inmediatos, que resultan ser secretarios del despacho presidencial. Ellos se reportan con Max Cortázar, el timbiriche mayor, para vomitarle lo que saben en desayunos, comilonas y cenas, e incluso en “vamos a tomarnos un café”, para que lo ponga en conocimiento del inquilino de Los Pinos.
Esos jefes de “prensa”, además de boletines, manejan la publicidad como chantaje para que los medios favorecidos no toquen a sus jefes ni al “señor presidente”. Y denuncian con su índice de fuego corruptor a periodistas y publicaciones que se atreven a criticar e informar verazmente. De la Secretaría de Salud salen difamaciones. De Pronósticos Deportivos, pagos de planas, anuncios en la radio, a cambio de que no se ocupen de las corrupciones en esa empresa de apuestas. La mayoría de esos espías ha enlistado a revistas, para las que Calderón ordenó cero publicidad, como enemigas del régimen azul. Y tienen una campaña cerrada contra los periódicos que, cumpliendo con su deber, publican cuanto es motivo para toda clase de espionajes que se ejercen como contrapoder. Esos “jefes” de Cortázar son los “domadores” del mismo Maximiliano (a quien en su boda le regalaron costosísimo obsequio a nombre de la pandilla de Don Gato). Tratan de domar información crítica, ya que a Calderón, como él mismo dice, le molesta que los medios de comunicación se ocupen más de los hechos de inseguridad, desastre económico, desempleo, feminicidios, etcétera.
Espías con fabulosos sueldos y derecho a meterle mano al presupuesto de publicidad (la Secretaría de Salud tuvo 552 millones de pesos el año pasado, sin rendición de cuentas). Esos domadores han silenciado a la prensa sobre hechos que luego son abortados por otros medios de comunicación. Y si bien reciben de sus invitados mediáticos cierta información a cambio de la que los espías proporcionan, y algo obtienen de maniobrar con los presupuestos de publicidad, no han logrado del todo domar a la prensa escrita ni la oral, aunque más a la audiovisual, pues siguen emergiendo los fallidos resultados del calderonismo. Los domadores de Maximiliano “operan” como espías dobles que, al servir a dos patrones, con uno quedan mal. El calderonismo quisiera la censura total de la prensa, y el amordazamiento de las libertades de expresión. Pero esos derechos, con todo y las embestidas y falta de garantías, son ejercidos constitucionalmente contra viento y marea del calderonismo y de Maximiliano y sus domadores.
cepedaneri@prodigy.net.mx

LAS DOS LÓGICAS

El despertar
José Agustín Ortiz Pinchetti
La preocupación de los integrantes de los comités obradoristas en la sierra nororiente de Puebla era cómo organizar el pasado jueves un gran acto en Teziutlán. Andrés Manuel viajaría a la perla de la sierra a evaluar el trabajo de meses. En el pueblerío de la abrupta sierra se han formado más de 60 comités municipales y territoriales. Organizar y trasladar a los representantes es difícil. Los partidos gastan cientos de miles de pesos en actos semejantes. Los comités dependen de la iniciativa y las aportaciones voluntarias.
Consiguieron el teatro Victoria –recinto antiguo recién remodelado–, así como sillas, mesas, edecanes y el refrigerio. Ordenaron listas, prepararon marbetes y cuidaron la seguridad. Tres pueblos convergieron para llevar tortas y refrescos.
El acto fue un éxito de autogestión. Estuvieron presentes 30 comités municipales. Se tomó protesta a 33 nuevos y pasaron lista cerca de 400 activistas. Se organizó un bailable previo. El maestro de ceremonias y varios oradores dieron la bienvenida, incluso en náhuatl. Llegó gente de los pueblos limítrofes de Veracruz. Después de un informe de avances, Andrés Manuel dirigió un mensaje, recibido con entusiasmo. A la hora del refrigerio se dieron cuenta de que la ración de tortas se había multiplicado milagrosamente y la gente se pudo llevar un itacate. Al final todos sintieron esa alegría que se genera con la participación voluntaria, disciplinada y exitosa.
Mientras, la clase política está atrapada. El PAN, después de años de abrirle camino al PRI para que regrese, se da cuenta del desastre que se le viene encima y genera resistencia y se alía hasta con los partidos que victimizó en el fraude de 2006. Todos coinciden en que lo fundamental es detener al PRI en las elecciones estatales de este año e impedirle ganar la gubernatura del estado de México en 2011. Esto confunde e irrita a los priístas, que ya sentían en sus manos la Presidencia por otros 70 años. El PRI aún es un partido autoritario y corrupto. Los gobernadores son operadores de la compra y la coacción del voto. El gobierno panista es impotente para detenerlos.
Los comités en Teziutlán operan con la lógica de la participación voluntaria, la entrega a una causa y la voluntad de salvar a México. La lógica de la partidocracia es mantenerse en el poder. Seguir en una o en otra forma aliados a la oligarquía. Seguro a los políticos que medran en la capital, los comités serranos pueden parecerles ingenuos. Pero éstos con otros miles forman un gran movimiento de presión social que puede cambiar el rumbo y sacar a México de la decadencia.
jaorpin@yahoo.com.mx

COMANDO ARMADO MATA A 10 INTEGRANTES DE UNA FAMILIA EN DURANGO

Se trasladaban en una camioneta cuando un comando armado les marcó el alto, al no atender el llamado los atacaron con armas de fuego y artefactos explosivos.
La Jornada en línea Publicado: 28/03/2010 22:45
Durango, Dgo. La tarde de este domingo fueron ejecutados 10 integrantes de una familia que no atendió a la orden de alto que le indicó un grupo armado en el municipio Pueblo Nuevo, Durango.
La Procuraduría General de Justicia informó que cerca de las 14:00 horas, la familia procedente del ejido El Aval se dirigía al municipio Los Naranjos donde, al parecer, recibirían apoyos educativos impulsados por el gobierno federal.
Sin embargo, siete kilómetros antes de llegar a Los Naranjos fueron atacados con armas de fuego y artefactos explosivos después de que un comando armado le marcara el alto a una camioneta pick up que no acató la orden.
La dependencia estatal, informó que en el lugar perdieron la vida los hermanos Yolanda, Ivan, Erika y Margarita Ortega Rueda, de 19, 17, 11 y 13 años respectivamente. Además de Juana Francisca y Yesenia Sarabia Mancipas, de 8 y 15 años, Sergio González Leyva, de 16, Carlos Ramírez Leyva, de 15 y Pedro y Lázaro Leyva Cabrera, de 21 y 19 años.
Es justo?

NUEVO LEÓN: MANIPULACIÓN INFORMATIVA

Jesús Cantú
MÉXICO, D.F., 28 de marzo.- Frente a la tragedia, las autoridades manipulan y ocultan la información, e inician intensas campañas publicitarias para incidir en las percepciones ciudadanas. La muerte de tres inocentes en dos enfrentamientos entre militares y presuntos delincuentes evidencia algunas constantes en los comunicados oficiales: siempre que los fallecidos no son transgresores reconocidos en la opinión pública, se difunde que “hasta el momento se encuentran sin ser identificados”, además de minimizar el número de militares heridos.
Al darlos oficialmente por no identificados, siempre es posible señalarlos extraoficialmente como delincuentes o sicarios. En el caso de los dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey abatidos en el fuego cruzado frente a dicha institución, las versiones periodísticas reiteradamente los identificaron como sicarios hasta la tarde del sábado 20, cuando el rector del Tecnológico, Rafael Rangel Sostmann, aclaró a través de un comunicado oficial que se trataba de dos integrantes destacados de su comunidad estudiantil.
En la persecución de presuntos secuestradores en Colinas de San Jerónimo, las primeras versiones periodísticas, difundidas el sábado por la mañana, hablaban del fallecimiento de “un secuestrador, su novia y un cómplice de éstos”. El comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional a través de la Comandancia de la 7ª Zona Militar, distribuido el sábado 20 –más de 12 horas después del acontecimiento–, nuevamente señala: “En este evento resultó muerta una persona del sexo femenino que hasta el momento se encuentra sin ser identificada”. De nuevo, oficialmente está sin identificar; extraoficialmente, es la novia de un secuestrador.
Si en el caso de los estudiantes, aunque con reservas, puede entenderse la explicación de que los dos caídos no portaban identificaciones, en Colinas de San Jerónimo no había dudas: a la víctima le sobrevivió su esposo, que conducía el vehículo, así que de inmediato se conoció su identidad; sin embargo, es más conveniente dejar la idea de que todos los muertos son “sicarios” hasta que sus familiares demuestren lo contrario.
Por otra parte, si es atendible la versión de que los dos estudiantes cayeron víctimas del fuego cruzado, prácticamente es insostenible en el caso de Sandra de la Garza: según los indicios, casi todos, si no es que todos los disparos, fueron de los militares, pues de acuerdo con el boletín oficial a los secuestradores sólo les decomisaron “dos armas largas, 19 cartuchos de diferentes calibres, un cargador metálico…”. Vecinos del lugar afirman que prácticamente no hubo balacera.
Los estudiantes sí fueron víctimas del fuego cruzado y, en ese sentido, pudieron ser abatidos por cualquiera de los dos bandos; pero en el segundo caso lo más probable es que únicamente los militares hayan disparado contra la camioneta, de la que ciertamente no salió un solo disparo, lo cual puede comprobar fácilmente un perito en balística con sólo revisar los impactos sobre ese vehículo.
También era sencillo averiguar la identidad de los abatidos en el Tec, pues los militares o las autoridades que recogieron los radios de los guardias y los videos de la institución supieron desde el primer momento que el guardia de la puerta en ese crucero sospechaba que se trataba de estudiantes. No obstante, todo indica que desaparecieron todas sus pertenencias, incluyendo cualquier identificación. La madre de uno de ellos, Jorge Antonio Mercado, dijo que ni con mucho maquillaje pudo ocultarse el daño a su rostro, por lo que pudo ser “objeto de tortura” .
En cuanto a los soldados heridos en el enfrentamiento de la madrugada del viernes 19, Proceso señala en su anterior edición que “tres militares resultaron heridos por fragmentos de granada”. El boletín oficial dice que fue sólo uno; información extraoficial, pero de una fuente directa, confirma que fueron tres, y que uno de ellos fue trasladado para que lo atendieran en la Ciudad de México porque está en riesgo de perder un ojo.
Por haber involucrado a una institución educativa con el prestigio del Tecnológico de Monterrey, los hechos del pasado fin de semana permiten diseccionar claramente la estrategia oficial: la información se presenta de manera que permite generar la percepción de que “si bien hay bajas, le estamos metiendo muchos goles a la criminalidad”, como presumió el presidente Felipe Calderón en febrero de 2008, precisamente en el Tec. También facilita que los militares evadan su responsabilidad en las muertes de civiles ajenos a la delincuencia, y dejar a los familiares de los abatidos la tarea de buscarlos para demostrar posteriormente su inocencia.
Por si todo esto fuera poco, el gobierno del estado responde a la ola de inseguridad inundando de spots publicitarios las pantallas de televisión (incluso la nacional) en franca violación al artículo 134 de la Constitución, que prohíbe expresamente incluir en la propaganda oficial los “nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen la promoción personalizada de cualquier servidor público”. Además, el gobernador Rodrigo Medina convoca a la ciudadanía a una manifestación para el domingo 28 de marzo a fin de “exigir que cesen las agresiones contra un pueblo ejemplar” y las diligentes televisoras locales agradecen los cientos de millones de pesos de propaganda promoviendo ese llamado en diversos espacios.
Así la estrategia oficial y la manipulación de la información parecen ser el elemento más sólido de esta llamada guerra contra la delincuencia organizada.

MONTERREY: CIVILES O SICARIOS, DA IGUAL

Luciano Campos Garza
MONTERREY, NL., 27 de marzo (Proceso).- Ante la indignación social por las muertes de ciudadanos inocentes en medio de los operativos militares, el gobernador nuevoleonés Rodrigo Medina trata de ocultar su inoperancia con llamados “a la unidad”, artificiosos desplegados de prensa y marchas “por la paz”. A su vez el Ejército, enfrascado en enfrentamientos reactivos por todo el estado y sin autoridad que le imponga respeto al marco legal, tacha a todos los caídos de “sicarios” –como hizo con los dos estudiantes del Tec– y considera “narcocampaña” cualquier crítica.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos, el rector del Tec de Monterrey y familiares de las personas muertas en el fuego cruzado entre elementos de las Fuerzas Armadas y la delincuencia organizada exigen que los responsables de estos asesinatos sean llevados ante la justicia.
En Nuevo León hay por lo menos cinco de esos casos documentados. Ante los reproches por los daños “colaterales” en los enfrentamientos, el comandante de la cuarta región militar, general Guillermo Moreno Serrano, declaró al periódico El Norte que el Ejército no ha cometido homicidios: “Seríamos una horda de salvajes. Por eso tenemos disciplina, entrenamiento, adiestramiento, leyes y un código militar. No somos asesinos”.
En cuanto al gobernador, durante su campaña el priista Rodrigo Medina exclamaba en un spot de televisión: “¡Por Nuevo León daré mi vida!”. Ahora, no sabe para dónde voltear.
En Anáhuac, municipio ubicado en el extremo norte de Nuevo León, el miércoles 3 se enfrentaron a balazos miembros de la delincuencia organizada y el Ejército. La Secretaría de la Defensa Nacional señala que “hubo ocho delincuentes muertos”.
Se explica que durante el enfrentamiento un auto de los agresores chocó con un vehículo militar, momento que aprovecharon los delincuentes para sacar a cuatro de sus muertos, subirlos a otra camioneta y darse a la fuga. “En el lugar de los hechos perdió la vida un elemento de tropa y uno más resultó herido, mismo que durante su traslado para su atención médica lamentablemente murió”.
No se aclaró oficialmente la identidad de los civiles muertos. Sin embargo, en fotografías que tiene la organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC), se aprecia a varios de éstos tirados y con armas de fuego en las manos. Sin embargo, entre ellos han sido reconocidos los esposos Juan Carlos Peña Chavarría y Rocío Romely Elías Garza, ambos de 29 años.
Sus familiares presentaron el jueves 11, ante la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, una denuncia en contra de miembros del Ejército Mexicano y “quienes resulten responsables” de los asesinatos (averiguación previa 580/10).
A las 12:20 horas del miércoles 3 –refieren en su demanda–, escucharon detonaciones que se prolongaron durante 10 minutos. Fueron a la casa de la pareja y preguntaron por ella, pero fue hasta las 19:30 cuando se enteraron en la televisión de una balacera entre sicarios y militares. Se dijo que en el lugar murió una delincuente conocida como La Gata.
Poco después llegó el alcalde Santos Javier Garza García para notificarle a un hermano de Rocío: “Es muy duro, pero les tocó. Hubo dos bajas aquí, y son tu hermana y tu cuñado”. Dejaron huérfanas a dos niñas.
Extracto del reportaje principal que se publica en la edición 1743 de la revista Proceso, ya en circulación.

Piden 10 mil asilos a EU en tres años de Calderón

CHIHUAHUA, Chih, México).- En los tres años que tiene gobernado México Felipe Calderón Hinojosa, alrededor de 10 mil mexicanos han solicitado asilo político en Estados Unidos.Lo anterior según estadísticas del Departamento de Justicia de ese país.De acuerdo con las cifras oficiales, durante el 2007 buscaron la protección estadounidense 3 mil 42 mexicanos, mientras que para el 2008 el número de solicitantes aumentó a 3 mil 459.Para el 2009, las solicitudes disminuyeron a 2 mil 846.Sin embargo, desde 2007 hasta 2009 Estados Unidos sólo le concedió el asilo político a 183 mexicanos, es decir, una cantidad ligeramente menor al 2 por ciento de los solicitantes.“Tenemos casos de personas a las que han secuestrado, hay muchas pruebas y aun así los estamos perdiendo porque el Gobierno norteamericano siente que si otorga el asilo es darle una cachetada al Gobierno mexicano y aceptar que es corrupto y que no puede proteger a sus ciudadanos”, expresó Eduardo Beckett, abogado del Centro de Ayuda para Inmigrantes las Américas.Tan sólo en la frontera Juárez-El Paso, este centro de ayuda informó que diariamente recibe dos llamadas de chihuahuenses preguntando si califican para el asilo.“El Gobierno de Estados Unidos es tan duro porque le está dando millones de dólares al gobierno mexicano para combatir la violencia y los solicitantes se desaniman porque las Cortes de Migración son mucho más duras con ellos, especialmente en El Paso y entonces deciden arriesgarse y venirse sólo con sus visas láser”, agregó Beckett.Sin embargo, hay quienes piensan que el hecho de que el asilo sea concedido a tan bajo número de mexicanos puede deberse a otra razón, además de las relaciones internacionales entre ambos países.

La guerra contra (algunas de) las drogas

Noam Chomsky

Un sustituto para el Imperio del Mal que está desapareciendo ha sido la
amenaza de los narcotraficantes latinoamericanos. A principios de setiembre de
1989, una gran campaña gubernamental en los medios fue lanzada por el
presidente. Ese mes los cables de Associated Press transmitieron más noticias
acerca de drogas que acerca de América Latina, Asia, el Medio Oriente y África
juntas. Si se miraba la televisión, cada noticiero tenía una gran sección sobre como
las drogas estaban destruyendo nuestra sociedad, convirtiéndose en la mayor
amenaza a nuestra existencia, etc.
El efecto en la opinión pública fue inmediato. Cuando Bush ganó la elección
del 88, la gente decía que el déficit presupuestario era el mayor problema que
encaraba el país. Solo un 3% mencionó las drogas. Después de la campaña de los
medios, la preocupación por el presupuesto estaba mucho más abajo y las drogas
se habían elevado hasta el 40-45%, lo cual es altamente inusual para una pregunta
abierta (en la cual no se sugieren respuestas).
Ahora, cuando algún estado cliente se queja de que el gobierno de EE.UU.
no le está enviando suficiente dinero, ya no le dicen: "lo necesitamos para detener a
los rusos" —sino, "lo necesitamos para detener el narcotráfico". Como la amenaza
soviética, este enemigo provee de una buena excusa para la presencia militar
dondequiera que haya actividad rebelde u otros disturbios.
Así pues, internacionalmente "la guerra contra las drogas" provee una
cobertura para la intervención. Aquí [en E.E.U.U.] tiene poco que ver con las
drogas pero ayuda a distraer a la población, aumentar la represión en las ciudades,
y construir una base para poder atacar las libertades civiles.
Esto no quiere decir que el "abuso de substancias" no sea un problema serio.
En el momento en que fue lanzada la guerra contra las drogas, las muertes por
causa del tabaco estaban estimadas en alrededor de 300.000 al año, y otras 100.000
debidas al alcohol. Pero estas no son las drogas a las que la administración Bush
apuntaba. Perseguía las drogas ilegales, que han causado muchas menos muertes
—poco más de 3500 anuales— de acuerdo a los datos oficiales. Una razón para
perseguir estas drogas es que su uso ha estado declinando en los últimos años, así
la administración Bush podía predecir con seguridad que la guerra contra las
drogas tendría éxito", reduciendo el uso de las mismas.
La administración apuntaba también a la marihuana, que no ha causado
ninguna muerte conocida entre sus 60 millones de usuarios.
De hecho, ese ataque ha exacerbado el problema de las drogas muchos
consumidores de marihuana se han pasado de esta droga relativamente inocua a
otras más peligrosas como la cocaína, las cuales son más fáciles de disimular.

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"la sociedad debe proponerse la regeneración de sus miembros, no su amputación"

voltaire

Estrategia: tirar al bulto

23 de marzo, 2010
Miguel Ángel Granados Chapa

Un general con mando de tropas explicó así a un importante político norteño la estrategia del Ejército contra los narcotraficantes: "Salimos a las calles y donde los encontramos, los matamos".
Tal simpleza explica la cantidad de bajas que causan las intervenciones militares. Suele haber más muertos que detenidos. Pero entre las víctimas no sólo hay delincuentes sino también personas ajenas a la batalla que con tan elemental lógica despliega la fuerza militar.El comunicado de la Secretaría de Gobernación (¿por qué no de la Defensa?, ¿ por qué no de Seguridad Pública?, ¿por qué no de la PGR?, ¿por qué de Bucareli, que carece de competencia en esa materia?) describe el trayecto de los efectivos castrenses que participaron en la balacera en que resultaron muertos dos estudiantes de posgrado de ingeniería del Tecnológico de Monterrey: "El cuartel general de la 7ª. zona militar recibió una denuncia ciudadana alertando que en el bar Valentona se encontraban individuos armados. De inmediato el personal militar se trasladó a dicho lugar". ¿Así nada más, sin recabar información adicional que corroborara la denuncia anónima? ¿Sin coordinar la acción con autoridades locales, sin siquiera notificarles ya no que se dirigían al lugar sino del motivo del hecho, la denuncia del grupo armado presente en esa cantina? ¿Sin considerar los riesgos de una trampa?Cuando el personal militar iba en camino, "una camioneta se emparejó y, al realizar una maniobra peligrosa, fue seguida por la unidad militar". Tal desvío de su destino previsto, ¿significó que el grupo armado en la Valentona permaneciera allí o se marchara sin problema? ¿Eran los mismos los integrantes de dicho grupo y los que distrajeron la atención de los militares que en vez de seguir hacia donde el telefonema los llamaba siguieron a un vehículo por hacer "una maniobra peligrosa"?Trocar su rumbo fue erróneo, significó caer en la probable trampa tendida a los militares pues "momentos después, ya sobre la avenida Eugenio Garza Sada, la camioneta comenzó a abrir fuego", ante lo cual "los efectivos militares repelieron la agresión en las inmediaciones del Tec de Monterrey". De pronto, "el vehículo de los agresores se detuvo, parte de los delincuentes huyeron rumbo a la entrada de esa institución educativa y los restantes al crucero de las avenidas Garza Sada sur y Luis Elizondo, donde varios de ellos fueron recogidos por una patrulla tipo pick up, aparentemente de la policía local, la cual se dio a la fuga".Al día siguiente el gobernador Rodrigo Medina admitió que agentes estatales y municipales han sido cooptados por la delincuencia, y el domingo informó que 81 miembros de esas corporaciones fueron dados de baja, pero al parecer sólo cuatro fueron consignados al Ministerio Público. El motivo del cese y la consignación fue la participación de los involucrados en los bloqueos de calles con vehículos robados, que impidieron la circulación de personal militar y generaron caos vial en la capital de Nuevo León. Pero nada se dice del auxilio presuntamente prestado a los atacantes de la unidad militar que iba a la Valentona."Simultáneamente a esos hechos -continúa Gobernación- arribaron más camionetas con agresores que comenzaron a atacar desde diversos puntos con granadas y armas de fuego al personal militar. Esta situación propició que los efectivos militares buscaran nuevos lugares de protección y desde donde contraatacar a los agresores, en tanto llegaran refuerzos al lugar de los hechos... Una vez controlada la situación arribó al lugar del enfrentamiento el AMPFC (agente del ministerio público federal), personal de peritos en balística, y del SEMEFO (Servicio médico forense) para recabar evidencias, levantar los cuerpos y dar fe de los hechos". ¿Levantar los cuerpos? ¿Cuáles cuerpos? En las líneas anteriores, ni en las posteriores se describen los resultados de la escaramuza. En la explicación oficial no hay un solo dato sobre el momento y la forma en que cayeron Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo. Se informa, en cambio, que "durante el enfrentamiento resultó herido un elemento militar, mismo que fue trasladado de inmediato para su atención médica, encontrándose estable".Ni Gobernación, ni la Defensa, ni el gobierno estatal o el municipal se refieren en momento alguno a la tercera víctima de los enfrentamientos. Se trata de una señora que viajaba con su marido en un automóvil donde llevaban un pastel a casa, tal vez a una celebración que ya no pudo ocurrir. "El hombre narró que fue imposible evadir el tiroteo" (Reforma, 21 de marzo).Los Pinos expidió un comunicado donde se presentan las condolencias presidenciales por la muerte de los jóvenes Mercado Alonso y Arredondo Verdugo. Además de la muerte, las víctimas habían sido presentadas como sicarios, en una calificación de la que nadie quiere hacerse responsable. La Sedena informó el propio día 19 que en los hechos habían perecido dos personas cuya identidad se desconocía. El procurador Alejandro Garza Garza dijo que se limitó a reiterar que no se había identificado a las víctimas. Y sin embargo, los jóvenes sacrificados llevaban consigo sus credenciales del Tecnológico. Ante los informes oficiales, la propia institución aseguró el viernes por la noche que nadie perteneciente a la misma había estado involucrado en la acción.Menos mal que a la señora muerta, la tercera víctima, no la inmiscuyeron en el narcotráfico.

Cajón de Sastre
Con gesto doblemente teatral, los signatarios del mensaje No a la Generación del No titularon Segunda llamada a la republicación de su exhortación a aprobar la reforma política presentada por el Ejecutivo, tras de lo cual han aparecido otras iniciativas que únicamente son mencionadas en la republicación de aquel texto. Ocupados en la obtención de nuevas firmas para la segunda llamada (que acaso sea el precedente de una nueva publicación donde se diga Tercera llamada, tercera, comenzamos), los promotores del No a la Generación del No se distrajeron y mantuvieron en el elenco a por lo menos dos personas que les habían comunicado el retiro de su firma, Enrique Krauze y Sergio Aguayo. A su vez, los diputados panistas, gozosamente autocalificados como generación del sí estorbarán el abordamiento de la reforma política al poner a discusión la laboral.

Este texto se publicó en Reforma el 23 de marzo

Caos y miedo en Monterrey tras asesinatos en el Tec

Periódico La JornadaDomingo 28 de marzo de 2010, p. 2

Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada

Durante sus tres fundaciones, Monterrey resistió la batalla de los indígenas, los embates de la Inquisición y la rebelión de los nativos, pero nunca antes en su historia reciente había vivido una guerra irregular urbana como la de los últimos días.
Nuevo León fue uno de los estados menos afectados por la Independencia, y tampoco la Revolución pudo con la Sultana del Norte, consolidada como capital industrial de México. Su historia de guerra de guerrillas, sin embargo, es importante y se centra en la endémica desigualdad social y el aumento vertiginoso de la oligarquía al ritmo del crecimiento de la extrema pobreza.
¿Está pagando Monterrey finalmente su factura de desigualdad? Los acontecimientos de las últimas semanas han generado miedo entre la población: más de 30 bloqueos vehiculares del crimen organizado sitiaron la ciudad, las balaceras en las calles de la entidad dejaron varios cadáveres de civiles, mientras el Ejército escondía identificaciones de jóvenes asesinados y la Marina enfrentaba la sospecha de ejecuciones extrajudiciales contra narcomenudistas…
Es el caos, aunque para algunos es una anarquía que revela ingobernabilidad: “Nos encontramos en una guerra irregular. Es el colapso total de las instituciones de Nuevo León. Todo se esta cayendo como si fuera un castillo de barajas”, dice el analista político Javier Livas.
El gobernador, “rebasado”
Monterrey ha sido escenario de manifestaciones ciudadanas, pero la más controvertida es la marcha organizada por el gobernador Rodrigo Medina con el lema: “Si no marchas, apoyas al narco”. En cambio, los estudiantes agrupados exigen al mandatario estatal que en lugar de marchar, se marche y dimita, ya que ha demostrado haber quedado rebasado por la situación:
“Medina es el principal responsable de la seguridad en el estado y convoca a manifestarse contra él mismo. Estamos viviendo en la ingobernabilidad. El gobierno de Medina nos ha demostrado que no sabe qué hacer, no tiene estrategias. Agacha la cabeza y rechaza el diálogo con la ciudadanía”, dice David Pulido, estudiante del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y portavoz del movimiento Propuesta Nuevo León.
Las circunstancias que han rodeado el asesinato de dos estudiantes del Tec –en la entrada del recinto educativo– han dado un vuelco a la vida cotidiana de la ciudad por la vulnerabilidad que representa tocar un segmento de la población que hasta ahora parecía al margen. El miedo se ha apoderado de la ciudadanía. Por la noche, las calles, restaurantes y antros de la ciudad están semivacíos. El servicio a domicilio de comida y otros productos se ha disparado y las recomendaciones a la población para resguardarse en caso de balaceras son transmitidas por los medios de comunicación electrónicos.
“Monterrey ha estado dormida mucho tiempo. La sociedad y el gobierno habían considerado el narcotráfico como algo periférico. Debimos asumir mucho antes nuestra ciudadanía y la indignación, sobre todo por la muerte de los dos estudiantes del Tec. La reacción que estamos viendo tiene que ver con el asesinato de estos dos chavos porque son del Tec, porque eso movilizó a una clase social: la empresarial, que no está acostumbrada a protestar, ni a involucrarse en esta guerra de baja intensidad. Hay una descomposición del tejido social en la ciudad y estas muertes han detonado que reaccionemos”, comenta Pulido.
De manera inédita, el Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política del Tec publicó un manifiesto para exigir respeto a las garantías individuales en la llamada “guerra contra el narcotráfico” y justicia por los dos estudiantes asesinados: “Reclamamos una investigación justa y transparente de los hechos de parte de todas las instituciones involucradas, y convocamos a la comunidad estudiantil y académica a defender los derechos ciudadanos fundamentales”.
Las voces críticas contra el rector del Tec, Rafael Rangel Sostmann, consideran principalmente “tibia y condescendiente” con las autoridades su reacción ante el cúmulo de irregularidades que rodearon la muerte de Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo. Son muchas las preguntas que el rector no ha contestado, señala Pulido: “Nada está claro aún. ¿Qué ocurrió verdaderamente en esa balacera? ¿Por qué las autoridades se llevaron los videos? ¿Por qué el Ejército se llevó las identificaciones de nuestros dos compañeros? ¿Por qué les sembraron armas? ¿Por qué estaban golpeados?”.

Las sospechas
La actuación del Ejército y la Marina en la actual crisis de seguridad que vive Nuevo León también ha sido seriamente cuestionada por organismos de derechos humanos.
El asesinato extrajudicial de un presunto narcomenudista detenido la semana pasada en Santa Catarina por elementos de la Marina junto con otra persona también acusada de narcotráfico, ha levantado sospechas sobre el modus operandi de las fuerzas armadas en cuestión de derechos humanos. El caso salió a la luz pública porque ambos detenidos fueron fotografiados por la prensa al momento de su captura. Posteriormente, el cadáver del primero de ellos fue encontrado en un terreno baldío.
“Los militares están asesinando. No se vale que maten indiscriminadamente a la gente. Queremos saber si el Ejército tiene permiso para matar, porque pareciera que traen una orden directa de ejecutar y después ni averiguan. Cuando dicen que son delincuentes nadie los mueve, y les siembran armas para justificar el asesinato”, dice Consuelo Morales, directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, organización que emitió un comunicado para exigir fin a esos crímenes.
Según Morales, lo ocurrido con los dos estudiantes asesinados en el Tec es un ejemplo claro de la forma de actuar de las fuerzas armadas, particularmente porque los militares se justifican de manera inmediata señalando a los muertos como delincuentes, sicarios o narcos.
“Nos estamos tragando la idea de que toda la gente a la que matan los militares es delincuente, y eso pretendieron hacernos creer con los alumnos del Tec, a quienes en un principio señalaron como sicarios y les sembraron armas, pero como eran de una clase social especial, pues no les salió bien el montaje”, dice Morales.
La reacción del Ejército fue inmediata. Para defenderse de las acusaciones publicó en los medios de comunicación un desplegado asegurando que los militares no asesinan: “Sí son asesinos, señores militares. Y tienen que ser juzgados como tales porque están matando gente. Si son delincuentes o no, deberían ser juzgados. Para eso existen los tribunales. Todos tenemos derecho a un juicio justo. Hay sumisión del gobernador Rodrigo Medina, quien está rebasado por la situación, y, por otra parte, hay gente que aún sigue considerando que el Ejército es la salvación. Y no lo es.”

“Guardias blancas”
Monterrey, la mejor economía de México, actualmente es escenario de un fenómeno de paramilitarismo alentado por el empresariado y la clase social más próspera, que para protegerse ha decidido crear las llamadas “guardias blancas”, hombres armados que actúan fuera del marco legal.
Fomentar el paramilitarismo es uno de los riesgos, señala Javier Livas, pero insiste en la falta de alternativas: “Las condiciones están dadas para que cada quien se provea su propia seguridad, lo que trae mayor propagación de la anarquía. En la ausencia de gobierno, cada quien se cuida a sí mismo como puede. ¿Qué otra posibilidad nos queda?”.
Uno de los ejemplos más claros de este fenómeno es el “grupo rudo” de paramilitares que resguardan la seguridad del alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández. El equipo de una docena de hombres es pagado por los empresarios y está fuera del marco de la ley, según han denunciado.
“El Ejército trae su propia agenda y hace unos días actuó sin que Mauricio se enterara. Descubrió la verdadera estrategia del alcalde con su policía secreta y exhibió a estos rudos como parte del cártel de los Beltrán Leyva. Todos los dichos de Mauricio se revierten y lo hacen ver muy mal. Los escoltas deberían estar regulados, pero no sé si lo están haciendo”, insiste Livas.
Para la filósofa Rosaura Barahona, con esta crisis de seguridad se está pasando a Monterrey la factura de la desigualdad social: “La ciudad siempre ha sido muy autoritaria. Durante tanto tiempo hemos ignorado a los pobres, a los carentes de oportunidades, que tampoco les hemos dejado otra salida”.
Barahona señala que en una ciudad donde la Independencia, la Revolución y el movimiento obrero pasaron de puntillas, las claves de la crisis actual de seguridad hay que mirarlas desde la perspectiva histórica: “el movimiento obrero siempre estuvo controlado por el PRI y por las componendas de los dueños de las industrias. Hubo brotes independientes de los obreros, pero siempre bajo el control férreo del empresariado”.
Estratégicamente, en el organigrama de los cárteles de la droga Monterrey había sido un lugar de pasada, un puente a Estados Unidos y un refugio para las familias de los narcos, debido a su buen nivel de vida y excelentes universidades, pero eso se acabó. Incluso, dejó de ser la gran urbe industrial, ya que las grandes empresas regiomontanas han sido vendidas en los últimos años: “Monterrey se tiene que reinventar. Nos lo está diciendo la actual crisis de seguridad. La fama y la solidez que tenía como gran urbe industrial se acabó. Actualmente es sólo una urbe especulativa donde se venden las empresas al mejor postor y donde la desigualdad social es extrema”.