EU se mostró inflexible a recortar más sus emisiones. China aún rechaza supervisión extranjera.La Jornada en línea y agencias
Publicado: 18/12/2009 07:59
Copenhague. Líderes mundiales intentaban salvar un acuerdo climático global este viernes, pero un borrador de las negociaciones abandonó las ambiciones de lograr el próximo año un pacto climático legalmente vinculante, en un signo que demuestra que las divisiones continúan.
Un nuevo borrador al que Reuters tuvo acceso precisó que el mundo debiese buscar reducir a la mitad las emisiones de gases invernadero para el 2050, en base a los niveles registrados en 1990, con las naciones ricas reduciendo sus emisiones en un 80 por ciento.
Hasta ahora la mayoría de las naciones ricas rechazaban una reducción en al menos 25 por ciento de contaminantes para 2020.
En una concesión a países en desarrollo y pequeñas islas Estado que son más vulnerables al cambio climático, el nuevo borrador referido precisó que el aumento de las temperaturas a nivel global debiese ser limitado a 2.0 grados Celsius sobre períodos preindustriales con una revisión en el 2016, que consideraría establecer un límite más severo a 1.5 grados Celsius.
Al borde del naufragio
En esta jornada, el presidente de EU, Barack Obama, cuya presencia era esperada para sacar las conversaciones del punto muerto en que se encuentran, hizo un llamado por acciones inmediatas y voluntad a comprometerse. Mostró buena disposición y mejores palabras, pero subrayó que su país no se moverá -en lo sustancial- de sus posturas, respecto al recorte de emisiones contaminantes.
"Estamos listos para que (el pacto) se haga hoy. Pero tiene que haber movimiento de todas las partes", dijo el presidente estadunidense.
"Estas discusiones internacionales esencialmente se han llevado a cabo por casi dos décadas y tenemos muy poco que mostrar más que un aumento, una aceleración del fenómeno de cambio climático. El tiempo para conversar se terminó", aseguró.
El ambiente de pesimismo era hoy generalizado.
El presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, expresó: "creo que salvaremos la cumbre porque creo en los milagros".
Nicolas Sarkozy, el mandatario francés, no ocultaba esta mañana su decepción al afirmar, ante una nube de periodistas, que "se han hecho muy pocos progresos, China sigue empeñada en que la verificación de sus emisiones por parte de terceros supone una injerencia en su soberanía, no entiendo por qué", afirmaba.
Ese es el nudo gordiano que deben cortar hoy (o nunca) Obama y Wen Jiabao. Estados Unidos ayer afirmó que su país se sumará al esfuerzo económico internacional de 100 mil millones de dólares anuales para 2020 con el fin de ayudar a que los países pobres puedan luchar contra el cambio climático.
A cambio de su oferta económica, Washington esperaba un movimiento paralelo de Pekín, que de momento no se ha producido. El gigante asiático valoró como "positivo" ese gesto estadunidense, pero se niega a que sean organismos internacionales, por ejemplo equipos de Naciones Unidas, quienes verifiquen que procederá a recortar sus emisiones futuras según su última propuesta, que abarcaría hasta un máximo del 45 por ciento en función de su PIB.
Y en un intento por alcanzar un acuerdo, durante el transcurso del día, el presidente de EU, Barack Obama, y el primer ministro de China, Wen Jiabao, se han reunido en dos ocasiones.
Algunos participantes de las negociaciones que comenzaron el 7 de diciembre y finalizan el 18 de este mes, dijeron que dialogarán por cuanto tiempo sea necesario.
Dos semanas de diálogos en Copenhague han enfrentado las desconfianzas de países ricos y pobres sobre cómo repartir la responsabilidad por los recortes de emisiones.
Países en desarrollo, entre ellos algunos de los más vulnerables al cambio climático, indican que las naciones ricas tienen una responsabilidad histórica de asumir el liderazgo en la reducción de emisiones.
Andreas Carlgren, ministro de Medio Ambiente del país que actualmente tiene la presidencia rotativa de la Unión Europea, Suecia, dijo que los dos mayores emisores de gases invernadero del mundo, China y Estados Unidos, podrían destrabar un acuerdo.
Estados Unidos se presentó a las negociaciones con los mismos compromisos anteriores para abordar el cambio climático, indicó. También la resistencia china a permitir la supervisión internacional es un gran obstáculo, agregó.
"Y la mayor víctima de esto es el gran grupo de países en desarrollo. La UE realmente quería llegar al gran grupo de países en desarrollo. Eso fue imposibilitado debido a las grandes potencias", dijo Carlgren.
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