Pedro Echeverría V.
1. Desde agosto de 2008 se hizo cargo del gobierno de Paraguay el ex obispo Fernando Lugo –quien cerró una continuidad de más de 60 años del Partido Colorado, la dictadura de 35 años de Alfredo Stroessner y, además, se incorporó al grupo progresista de gobiernos de América del Sur encabezado por Chávez, Morales y Lula- desde entonces el presidente George Bush comenzó a trabajar intensamente en la tarea de deshacerse de él. Pero a Bush le faltaban escasos cuatro meses para entregar a Obama el gobierno y lo único que pudo hacer fue "recomendarlo" entre las fuerzas militares del Pentágono yanqui. Desde entonces el presidente Lugo está en la mira del gobierno de los EEUU, así como otros gobernantes han estado (Honduras, Guatemala) por el hecho de enseñar cierta autonomía y no someterse a las políticas imperiales que han dominado en la zona.
2. La nota periodística del miércoles 4 dice que nuevos comandantes del ejército, la armada y la fuerza aérea asumieron sus cargos, un día después de que el presidente Fernando Lugo relevara a los anteriores jefes y después que rechazara vigorosamente cualquier peligro de golpe de estado promovido por militares. Aclaró que podrían existir pequeños bolsones (grupos) militares que tendrían relación o podrían ser utilizados por la clase política. ¿Pretenden acaso soliviantar a los empresarios, medios de información y militares para luego levantarla contra Lugo, tal como le hicieron en Honduras contra el presidente Zelaya? Lugo parece estar atento, pero también –por sus palabras- muy confiado. Craso error frente a un gobierno como el de Obama que parece ser "un lobo que se cubre con piel de oveja". ¿Puede alguien creerle que no participó en Honduras?
3. No debe olvidarse que Lugo, durante los años que ejerció como religioso, mantuvo fuertes relaciones con los movimientos sociales, en particular con los campesinos paraguayos. Con base en su trabajo de acercamiento nació su movimiento Tekojoja, del cual surgió la propuesta de postular al obispo como candidato presidencial. Lugo renunció entonces a su función eclesial sin esperar el consentimiento Vaticano, que le dio largas, y aceptó la candidatura. Conformó la Alianza Patriótica por el Cambio con más de una veintena de corrientes que incluye a liberales, a la Democracia Cristiana, o al Partido Comunista Paraguayo PCP. En ese conglomerado destaca el derechista Partido Liberal que es el más estructurado y el que obtuvo mayor representación parlamentaria. Al parecer esa amplísima unidad –muy contradictoria- está perjudicando su gestión.
4. Pero el problema de Paraguay, así como el de casi todos los países de América Latina, país ubicado en medio de Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia, ha sido siempre ser víctima de los intereses de países imperiales como EEUU e Inglaterra, pero también lo fue de sus vecinos antes gobernados por personajes burgueses abiertamente al servicio de los países más poderosos del mundo. Paraguay no tiene salida al mar, tal como se encuentra Bolivia, sin embargo cuenta con grandes caudales de agua en los ríos que son aprovechados para realizar su comercio con los países vecinos. Pero ese aislamiento y dependencia le ha traído dificultades para desarrollarse en producción y mercado. Por eso el gobierno de Lugo, con su política cercana al bolivarismo de Venezuela y sus amigos, puede lograr importantes avances para su pueblo.
5. Martín Almada, luchador social, Premio Nobel (Alternativo) de la Paz, y descubridor de los "Archivos del Terror" del Plan Cóndor, afirmó que el problema de la tenencia de la tierra en su país comenzó realmente en el siglo XIX, cuando Argentina, Brasil y Uruguay se prestaron a los intereses del imperio de turno -Inglaterra- y comenzó la llamada "Guerra de la Triple Alianza" (1865-1870) "porque en Paraguay se repartía la riqueza y no la pobreza, un mal ejemplo para la región". Añade que como consecuencia de aquella guerra y otra provocada por Estados Unidos años más tarde (Paraguay contra Bolivia en 1935), la estratificación social quedó con 5 por ciento de ricos (propietarios de las tierras fértiles), 10 por ciento de clase media y entre el 75 al 80 por ciento de pobres." Almada en sus reflexiones nos introduce a conocer la realidad de su país.
6. ¿Cómo olvidar que el general Strossner estableció en Paraguay una brutal dictadura contra el pueblo desde que en 1954 dio un golpe de Estado y se mantiene en el cargo hasta 1989 (35 años) con la práctica de torturas, asesinatos y purgas políticas? ¿Qué decir de los relevos de Rodríguez, Wasmosy, Cubas, Lino Oviedo, González y Nico Duarte, cuyo único objetivo fue siempre el "quítate tú para ponerme yo? La realidad es que Paraguay –como los demás países de Latinoamérica, han sido víctimas de militares, caciques, poderosos terratenientes locales y extranjeros, así como caudillos, que han exprimido las fuerzas, todas las energías de nuestros pueblos hasta mantenerlos terriblemente sometidos. Todos esos gobiernos se pusieron al servicio de los EEUU y, aunque nunca atendieron los problemas del pueblo, recibieron su apoyo.
7. Lugo parece tenerla muy difícil porque se mueve entre los dos partidos tradicionales: el Liberal y el Colorado que siempre han sido partidos de la derecha y muy ligados al capital de los EEUU. Señala el analista Iaquinandi que un millón cien mil de los seis millones de habitantes del país se encuentran en la miseria, o sea que sobreviven con menos de un dólar diario. Y otro millón de personas en pobreza no extrema. Las escasas estructuras educativas y asistenciales están concentradas en Asunción, la capital, y son mínimas en el interior del país. Otra cuestión fundamental será renegociar con Brasil los términos del acuerdo de 1973 sobre la presa hidroeléctrica de Itaipú, que fijaba en partes iguales el derecho a la energía generada. Pero Paraguay, con su escaso desarrollo, solo utiliza el 17 del 50 por ciento que le corresponde. El resto de la energía producida por Itaipú, lo vende a Brasil, un gigante que sí lo necesita, pero a un precio que es considerado insuficiente.
8. Todos estos problemas son profundamente conocidos por la embajada yanqui, por el Departamento de Estado, así como por Obama y por eso han trazado una política de permanente amenaza al gobierno de Lugo. Éste tendrá que moverse con mucho tacto, con enorme inteligencia para evitar que los poderosos empresarios, terratenientes y militares –atentos a los partidos tradicionales que dominan el parlamento- quieran repetir la experiencia de Honduras. Los pueblos de América deben estar muy atentos porque un nuevo golpe -ahora contra Lugo- puede enseñar muy bien el camino que ha escogido Obama después de la implantación de sus siete bases militares en Colombia. Pero sobre todo Hugo Chávez que en los últimos 10 años se ha convertido en el pilar más importante de la lucha de los pueblos frente al imperialismo.
pedroe@cablered.net.mx
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